Vaya pereza levantarme esta mañana, si es que tengo el sueño cambiado, es lo que pasa después de las vacaciones. En realidad a mí me pasa hasta los fines de semana, que el domingo nunca puedo dormir. Se me cambia el sueño igual que se me cambian los hábitos y las pintas. Ya he tenido que rescatar los zapatitos de su exilio al fondo del armario, los pantaloncitos y las camisas de persona seria y formal.
Pero bueno, yo ya estoy pensando en las próximas, que aunque serán pocos días pienso aprovecharlos muy bien, ha sido lo bueno de la vuelta, ver el mail de Sita XX diciéndome que ya ha hecho los deberes y que ha buscado casita para nuestra escapada. Si es que es un encanto… menos mal que esas cosas no dependen de mí, que según tengo hoy el día de productivo a saber dónde acabaríamos.