Puede ser que en un momento de nuestra vida tengamos la necesidad de solicitar un crédito rápido.
Una comunión, un pequeña reforma en nuestra casa o disfrutar de ese capricho que nos merecemos son algunos de los ejemplos para solicitar este tipo de crédito, en el cual, la persona que solicita el préstamo (prestatario) lo puede devolver en los plazos estipulados en el contrato negociado con la entidad emisora del crédito.
El crédito rápido tiene una duración determinada para una necesidad concreta del solicitante. Las solicitudes a estos tipos de crédito se suelen conceder con facilidad, pero si nos encontremos en algún fichero de morosidad, como puede ser ASNEF, es realmente difícil encontrar crédito. Aunque, si bien es cierto, créditos rápidos sí existen, aunque pocas entidades pasan por alto esta mancha en nuestro expediente crediticio, tenlo presente…
¿Préstamos a través de Internet? Muchas pymes no reciben la financiación necesaria para poder crecer, por lo que la solicitud de créditos rápidos aumentó en los últimos años un 82% en el mercado financiero, ya que la facilidad de conseguirlos lo hacen muchos más atractivos que un crédito personal de otro tipo.
También el atractivo que ofrecen algunas empresas, como la de no solicitar avales y la conceción en 24-48 horas hacen que sea la alternativa más aconsejada.