Saber que no tengo derecho no hace más que empeorar las cosas. Siempre obsesionada por lo que es o no justo y soy incapaz de domesticar esta sensación aun sabiendo que estoy siendo tremendamente injusta.
No lo sé definir, no sé si es decepción, y si lo es, no sé si es contigo o conmigo. Lo que sí sé es que todo se hace o se deja de hacer por algún motivo. Ahora la cuestión es si nos viene bien saber cuál ha sido.
Nunca he sabido medir nada, siempre fallo por exceso o por defecto.
Qué difícil es guardar
la distancia adecuada
...
espero tu llamada
la evidencia en gotas cae
por mi jersey de Prada
la lección que ya aprendí
siempre es olvidada
Christina Rosenvinge
Seguramente sería mejor si me equivocara, pero sigo pensando que no me equivoco.
Eso decía Sabina en una canción (más bien mala por cierto, que también tiene canciones malas) y yo añadiría que todavía lo es más después de un fin de semana de 13 días.
Me ha costado levantarme, si es que a mí con 2 días ya se me cambian los ritmos, cómo no se me van a cambiar en 13!! Te das cuenta de lo mucho que has desconectado cuando en el ascensor estás a punto de marcar el piso de tu casa en lugar del de tu puesto, cuando casi ni recuerdas dónde te sentabas (aunque eso no es culpa mía, si no me cambiasen de sitio cada semana sería más fácil recordarlo), cuando enciendes el ordenador y no recuerdas la contraseña para entrar y te das cuenta de que estás pensando “cuál era mi contraseña?” en lugar de decir “que se me ha olvidao la password!”. O cuando te sientas y te pone de los nervios escuchar al de enfrente preguntar si no sé qué campo es updateable.
En fin, habrá que conformarse con que no me hagan hoy hacer overtime, francamente, no estoy en condiciones.
De camino iba pensando que no iba a poder condensar 12 años en un par de cervezas. Ni siquiera sé si son 12, se me olvidó cuándo dejamos de vernos y de hacer todo juntas. Se me había olvidado hasta la razón, a ti no, el sentimiento de culpa no te dejó olvidar. Hicimos repaso rápido de nuestras vidas: familia, amigos, trabajo, novios/as, fue fácil contártelo. Contar 12 años no es tan difícil, al final omites detalles, que son en realidad lo importante y lo que llevaría otros 12 contar. Listas acontecimientos, situaciones, hechos… y ya está. Lo difícil fue resumir los años que pasamos juntas, hacer cosas con alguien por primera vez crea lazos que se mantienen a través del tiempo. Volver a recordarlo te hace sonreír con cara de idiota a veces, otras reírte hasta que ya no puedes más y otras bajar la vista pensando que fuimos muy tontas. Y ayer te miraba y no podía evitar pensar lo diferentes que somos, lo éramos entonces y lo seguimos siendo ahora. Tú siempre viviendo el presente, a toda velocidad, tu condena es tu impaciencia. Yo siempre más cauta, pensando, analizando y valorando alternativas antes de actuar. La mía es la indecisión. Cuando atravesaba la M30 desde la otra punta de la cuidad hasta casa recordaba aquellas cervezas de hace tanto tiempo y de repente me vi volviendo a casa abrazada a ti cantando a grito pelado la última canción que habíamos escuchado en el bar. El tiempo pone a cada uno en su lugar, a los cocodrilos también. Quizá éste pueda volver a ser nuestro tiempo, no lo sé.
Hace tiempo tuve una amiga a la que quería de verdad. Una princesa que andaba a dos pasos de sus zapatos de cristal .
Compartíamos una casa al otro lado de la ciudad . Le hicimos un sitio a mi mala suerte y a sus pocas ganas de acertar.
Tú por mí, yo por ti. Iremos juntas donde haya que ir. Tú por mí, yo por ti. Iremos juntas sólo por ir.
El post de hoy va a ser un crónica, la crónica de un fin de semana raro. De una tarde de viernes contando minutos y de una noche de concierto teléfono en mano. De un sábado lleno de nervios y miedos y de horas eternas en una sala de espera, de una madrugada de sábado a domingo de llamadas telefónicas, mensajes y de carreras de 100 metros dignas de atletitas y, por fin, de un domingo de sonrisas y alguna que otra lágrima.
Podría ser también la crónica de un mes que parece que viene pidiendo perdón, devolviendo dos años después lo que otro mes de Mayo nos robó.
Y mientras todas las miradas se fijan en un punto yo me disperso mirándote a ti, que estrenas ahora tu papel mientras los demás nos afianzamos en el nuestro, la abuela más abuela, las tías más tías, hasta tus papás son más papás, pero tú… tú te conviertes ahora en el hermano mayor y mí me fascina ver cómo te sienta. Me gustó darte la noticia, traducir el proceso a tu lenguaje y ver tu cara tratando de entender y me fastidió que se me escapara gritar que ya había nacido antes de mirarte a los ojos para ver la reacción.
Heredamos casi todo, supongo que la habilidad de ser hermanos mayores en cierto modo también, sé que lo harás bien, como tu madre lo hizo conmigo.
Repito canción, pero es que también repito sensaciones
Con lo de Benedetti se me ha vuelto a colar en la cabeza una canción que solía escuchar hace tiempo. Tanto renegar de los homenajes póstumos y al final hago lo mismo que todo el mundo. El caso es que volví a leer la poesía por ahí y me vino a la cabeza lo bien que lo musicó Pablo. Y me apeteció volver a escucharla y me parece igual de ridículo hacerlo porque haya muerto como no hacerlo.
Yo no te pido que me bajes una estrella azul sólo te pido que mi espacio llenes con tu luz.
Yo no te pido que me firmes diez papeles grises para amar sólo te pido que tú quieras las palomas que suelo mirar.
De lo pasado no lo voy a negar el futuro algún día llegará y del presente qué le importa a la gente si es que siempre van a hablar.
Sigue llenando este minuto de razones para respirar no me complazcas no te niegues no hables por hablar.
Yo no te pido que me bajes una estrella azul sólo te pido que mi espacio llenes con tu luz.
Benedetti
Yo tampoco quiero estrellas azules. Mientras sigas iluminando mis días así ¿quién necesita más?
Después de este fin de semana raro que he tenido, que no sabría decir si ha sido demasiado largo o demasiado corto, me he despertado esta mañana sin poderme creer que fuera Lunes. Y se me vino a la cabeza una canción: Tell me why I don't like Mondays. Pero entonces puse las noticias mientras desayunaba y la pena se apoderó de mí. Podría poner un guiño al pasado, y hablar de cuando alguien me propuso en un sms hagamos un trato y me decía aquello de puedes contar conmigo o cuando recibí un correo que firmaba diciendo vos sos mi utopía. O podría hacer el guiño al pasado menos lejano (y menos doloroso también) y decir que yo tampoco me lo creo todavía y que todavía dudo de esta buena suerte. Me he enamorado, me han enamorado con Benedetti. Eso era hacer trampas, lo sabéis ¿verdad? Pero quiero poner música al post y ya no me apetece poner la canción que se coló en mi cabeza esta mañana. Podría poner alguna del disco "el sur también existe" de Serrat, la de los formales y el frío por ejemplo, que siempre me ha sacado una sonrisa. Pero al final he decidido enlazarlo con los últimos posts y poner otra. Hay ausencias que se notan todos los días…
Todo mandato es minucioso y cruel me gustan las frugales transgresiones Por ejemplo inventar el buen amor aprender en los cuerpos y en tu cuerpo Oír la noche y no decir amén trazar cada uno el mapa de su audacia Aunque nos olvidemos de olvidar seguro que el recuerdo nos olvida Obedecer a ciegas deja ciego crecemos solamente en la osadía Solo cuando transgredo alguna orden el futuro se vuelve respirable Todo mandato es minucioso y cruel me gustan las frugales transgresiones. Benedetti
Yo quería haber escrito este post la semana pasada, el viernes para ser exactos. Pero el viernes tenía la cabeza en otro sitio y no lo hice. El viernes no debería haber hecho nada, hay días que es mejor quedarse en la cama y dejar que pasen. El post diría algo así como "tal día como hoy pero hace dos años". Ahora diré: tal día como hoy pero hace dos años y seis días yo andaba vagando, en aquella época vagaba mucho, y aterricé en tu territorio. Y ese mismo día, tú también andabas vagando y llegaste, vete tú saber cómo, a este espacio mío. La casualidad estaba servida, después correos comentando que era curioso coincidir el mismo día y poco más tarde una cena improvisada, después cervezas, más cenas, cafés, paseos, horas robadas en bonitas cafeterías y sobre todo conversaciones y la sensación de que, a lo mejor, yo no era tan rara (o que no era la única rara, lo que me vale igual). No se pueden planificar posts, que lo mismo pasa algo y no lo puedes escribir. Hay que hacer las cosas cuando las piensas. Cuándo aprenderé eso… No pensaba ni escribir el post ya porque pensé que no tenía sentido, pero hoy la canción salió sola mientras escribía otra cosa y decidí que había que hacerlo.
Y me viste y te ví entre la gente que iba y venía con prisa en la tarde que anunciaba chaparrón. Tanto tiempo esperándote... Tanto tiempo esperándote... Fue sin querer... Es caprichoso el azar Serrat
Hay una herramienta para ver de qué hablamos (http://www.wordle.net/). Yo la he usado con el blog y me sale esto (a ver si sé ponerlo).
Parece que lo que más digo es "canción", qué raro...