Barcelona Beer Festival 2013 (1): Conclusiones.



Sin estar aún recuperados del intenso fin de semana, hoy con las impresiones que nos ha dejado el Barcelona Beer Festival 2013. A diferencia de anteriores escapadas y festivales, esta vez no os voy a contar todas las batallitas de lo que hicimos y bebimos a lo largo de un fin de semana repleto de anécdotas y buenos momentos entre Barcelona y Mataró. En su lugar voy a publicar solamente un par de posts: un primero con las conclusiones que saco del festival, con lo bueno y lo menos bueno y lo que en mi opinión podría mejorarse; y en unos días la segunda parte dedicado en exclusiva a aquellas elaboraciones que nos llamaron la atención en el vaso.

Vamos pues con el compendio de sensaciones.

Lo mejor.

- Organización receptiva. Todos los festivales, y más tras su primera edición, suelen tener bastantes carencias y puntos por mejorar, pero en el caso que nos ocupa, el BBF, se nota que la organización no hizo caso omiso a las críticas recibidas el año pasado. Aún habiendo cosas que siguen siendo mejorables lo cierto es que algunos de los temas más criticados durante el año pasado tuvieron su respuesta en esta segunda edición: un mayo aforo, el sistema de limpiar los vasos, el panel con las cervezas pinchadas actualizado en todo momento…

- Emplazamiento. La elección de la Cúpula de las Arenas fue todo un éxito. Con todos los que hablamos durante el fin de semana coincidimos sin excepción en que la elección fue muy acertada. No será tan romántico como el Convent del año pasado, pero los buenos accesos y numerosos servicios de los alrededores, muchos metros cuadrados para no estar tan apretados, iluminación natural sin que el sol de justicia hiciera estragos, hasta unas excelentes panorámicas desde la pasarela exterior… merecen que le demos un 10.


- Pizarras con los barriles pinchados. El sistema para avisar de lo que había en los tiradores fue objeto de muchas críticas el año pasado, así que este año se optó por una idea original al tiempo que muy resultona: unas pizarras bien visibles con 2 personas haciendo sonar una campana con cada cambio e indicando el barril nuevo. Además, el griterío generado en cada cambio de barril, como si de hordas de orcos se tratara, aportó un buen ambiente al festival. Lo único que quizás podría cambiarse es esa reja de seguridad que impedía leer mejor las cervezas, así cómo también las tizas, que las pobres el domingo por la tarde vieron flaquear sus fuerzas.

- La seguridad y control del aforo. Hasta en los momentos de máxima asistencia, no tuve la sensación de saturación ni descontrol. En ello tuvo mucho que ver el tamaño de la cúpula pero también el atento servicio de seguridad. Seguramente en este punto no estarán tan de acuerdo aquellos que salieron del recinto por cualquier razón y al querer volver se encontraron con alguna de las colas que se formaron durante las tardes. También destacable en lo positivo fue que ante las roturas de vasos la organización respondía muy rápidamente.

- Estilos presentes. Independientemente de los gustos de cada cual, lo cierto es que pudimos disfrutar de una gran variedad de estilos que frecuentemente gozan de poca presencia en ferias de aquí cómo son las lámbicas, las Alt o las Kölsch, interesantes elaboraciones envejecidas en barricas y algunas curiosidades y experimentos. El único pero es que no se vieran más checas o inglesas de perfil más clásico en lugar de elaboraciones de nueva ola. Como muestra, de 8 checas, ninguna clásica: una APA, dos IPA, una Imperial IPA, una Imperial Pils, una Porter, una lager con café y una weiss con banana.


- Mucha gente interesante con la que hablar. Aunque un aforo tan grande hace difícil encontrar a ciertas personas con las que te gustaría hablar, cosa que si es posible con los clásicos stands de otras ferias, lo cierto es que no había estado en ningún festival de aquí que congregara a tanta gente con tantas cosas interesantes que compartir.

- Coleccionismo. Puede que este no sea el mejor festival para los coleccionistas. Mejor dicho, puede no, seguro. Pero con respecto al año pasado es de agradecer que al menos se vendiera un pack con 4 cervezas así como 4 posavasos personalizados del festival. Lo negativo es que quizás 14€ por un pack de 4 cervezas sea excesivamente caro, y si el precio responde a la caja de madera que las contenía, yo hubiera renunciado a ella sin dudarlo.


- La posibilidad de probar medias cervezas a la mitad de fichas. Así la cartera no se veía tan resentida con las cervezas de 4 fichas y podías probar más referencias. Muy buen detalle aunque las matemáticas no salían con las de 3 fichas… ¿1 ficha y media?

- Actividades paralelas. No asistimos a ninguna de las interesantes charlas o actividades (quitando el encuentro de bloggers) y por lo tanto no puedo opinar sobre su contenido, pero lo que nos comentaron algunos compañeros es que en general merecieron la pena. Lo que no se es si habría la posibilidad de hacer algunas charlas de los cerveceros de forma gratuita ya que en otros festivales hay actividades por el estilo y no te cobran por ello.

- Bloggers. Aunque este es un tema que solo nos incumbe a unos pocos asistentes, la organización tuvo en cuenta a los bloggers, entre otras razones con un detalle tan sencillo como darnos acreditación y lo que ello implicaba. Como bien dice el refrán, es de bien nacidos ser agradecidos y por ello felicito a la organización una vez más por este detalle.

Mejorable.

- Ausencia de zonas para sentarse. Quizás parezca irrelevante para quienes estuvieron poco tiempo, pero los que estuvimos horas y horas de pie durante los tres días terminamos realmente deshechos. Ya lo hablé con uno de los organizadores y nos contó que esto respondía a que el aforo se hubiera visto reducido mucho de poner sillas pero creo que no se puede dejar un tema como este de lado. Ya sea en la zona de mesas (que también había muy pocas) o en cualquier punto de la periferia de la cúpula, perfectamente podrían haberlas tenido. Si no existe posibilidad de hacerse por el tema del aforo creo que se debería plantear la elección de otro lugar aún más grande que Las Arenas.


- Comida. La oferta gastronómica no estaba dejada al azar, con algunos productos interesantes como los quesos asturianos. Pero pedir 3€ por raciones realmente muy escasas provocó que muchos (entre los que me incluyo) optamos por traer comida de fuera.


- Servicio de la cerveza. No fue ni una ni dos las cervezas que nos sirvieron a temperatura casi glacial. Si queremos que la gente olvide aquello de “la cerveza cuanto más fría, mejor” tendríamos que cuidar este aspecto. Un elaborador internacional estaba convencido de que esto respondía a los gustos de la gente de aquí pero yo le comenté que no lo creía y que seguramente sería por una falta de atención con el control de la temperatura. Otro tema relacionado con el servicio es que las personas que estaban detrás de los tiradores (que eran muy voluntariosos, ponían ganas y siempre buena cara), se les veía muy verdes al tirar las cervezas, e igual un poco más de práctica previa hubiera sido recomendable.

- Que no se pudieran comprar vasos separados sin la guía. Hay gente que vino simplemente a tomarse unas pocas cervezas y no quería comprar la guía pero se encontró con un estricto no por respuesta. Un poco más de flexibilidad en este sentido se hubiera agradecido. De hecho me contaron que a la novia de un compañero de Madrid se le rompió el vaso y para conseguir otro tenía que volver a comprar otro pack con la guía, lo cual carece de todo sentido.

- Precios de algunas cervezas. Las fichas pedidas en algunos casos fue como mínimo sorprendente y esto fue una sensación que tuve nada más ver el listado colgado en la web del festival, pero aún así lo quería destacar. Que todas las referencias menos una venidas desde Alemania o la Rep. Checa, o varias joyas nórdicas costaran 2 fichas y en cambio hasta 24 referencias de aquí costaran 3 o más fichas, de las cuales 18 eran de micros situadas a menos de 60km de la plaza de las Arenas (lo he comprobado, palabra), no me direis que no es como poco llamativo. Algunos cerveceros foráneos nos lo comentaron también muy sorprendidos. No se si los responsables son la organización o los propios productores, pero a quien corresponda que empiece a plantearse que estos precios están fuera de mercado, por muy artesanal que se sea. Así es muy complicado cumplir aquello de “bebe local”.


- La rotación de barriles. Creo que todos los que teníamos un “wishlist” muy pensado sabíamos que nos íbamos a quedar sin probar algunas de las cervezas elegidas, incluso los que íbamos a estar la mayor parte de horas del fin de semana. Pero en nuestro caso, durante todo el tiempo que estuvimos del viernes y más aún durante el sábado entre las 12 y las 17h, hubo ciertos momentos en los que no sabíamos qué elegir pese a que nuestro "whishlist" no era precisamente escueto. Hubo referencias artesanas locales que se pincharon hasta 3 veces y muchas “imperdibles” foráneas ni las vimos. El domingo a partir de mediodía empezó a subsanarse y salieron varias de las “joyas” una tras otra, pero a esas alturas muchos ya se habían marchado o estaban en ello y por lo tanto se quedaron sin probar mucha cerveza interesante. Una solución quizás pudiera ser dejar unos pocos tiradores (ni que fuera 3 o 4) de los 50 para cervezas más especiales.


- Relacionado con lo anterior, algunos barriles tenían muy poca tirada y estuvieron demasiado tiempo en cartel, impidiendo la entrada de otras cervezas interesantes.

- Selección de cervezas. Quizás 300 cervezas sean muchas si al final se quedan algunas de las buenas sin pinchar. Igual sería preferible pinchar 100 menos y mejor seleccionadas asegurando que tendrán salida. Los números objetivos son que de las 302 cervezas, 171 eran foráneas y 131 de aquí, y de estas últimas 88 catalanas y 43 del resto de la península. Aunque fue uno de los temas de conversación que más tratamos con mucha gente, no voy a entrar en si el número de cervezas locales fue alto o bajo, ya que puedo entender que se trata de un festival para dar a conocer el panorama cervecero de aquí. Pero lo que si quería señalar es que algunas no daban la talla para estar no solo en un festival de tal calibre sino directamente en el mercado. Una selección previa más estricta hubiera podido evitar que alguna cerveza terminara en el fregadero.


- El vaso. Aunque sé que este tema posiblemente quede sin solucionar, más que nada porque no son pocos los amantes del vaso de pinta para los festivales de aquí, creo que hay muchos tipos de cervezas que no se pueden disfrutar bien con vasos así (y dejémonos de que el tema de los vasos es una pijada), cómo por ejemplo los copones tipo imperial stout, envejecidas y similares. Quizás un vaso similar al del festival de Alvinne pudiera ser una mejor solución.


Y esto es todo. Tampoco quiero transmitir una sensación equivocada pese a que veo numerosos aspectos mejorables. Entiendo que estamos ante un festival muy joven y que mejorará año tras año, no tengo la menor duda de ello. Y haciendo balance con todos los pros y contras, por los numerosos momentos disfrutados y compartidos con tanta gente dentro y fuera de la Cúpula de las Arenas, el fin de semana del BBF 2013 a nivel personal me ha merecido mucho la pena.

¡BBF, allá vamos!



Bueno, ya no hay vuelta atrás. Hayan surgido o no su efecto los retorcidos planes para conseguir que no vinierais al BBF y por tanto para tener más birra para mí, no sirve de nada seguir encondiéndome. Tengo que reconocer que estamos verdaderamente ansiosos (y de buena tinta se que no somos los únicos…) porqué mañana se abren las puertas de la cúpula Las Arenas y con ello el Barcelona Beer Festival 2013, empezando así un fin de semana que seguro será histórico.



Evidentemente no voy a desvelar nada que no sepáis a estas horas: más de 300 cervezas a probar, catas, presentaciones, libros, maridajes… una tentadora e insana locura, que no podíamos perdernos y más después de fallar a la cita del año pasado.

Pero cómo no solo de festivales vive el hombre, entre el viernes con el Meet the Brewers que han montado entre Sven y Zombier en el Drunk Monk, y la visita a algunos templos cerveceros de Barcelona cómo el Freiburg de nuestros amigos Manolo y compañía, no nos quedará ni un solo minuto libre sin disfrutar.

¡Allí nos vemos!

10 razones para NO ir al BBF2013.



A día de hoy es imposible que haya alguien sin enterarse de que a finales de esta semana se celebra el Barcelona Beer Festival. A menos que hace un par de años quedarais criogenizados y una milagrosa descongelación os haya devuelto a la vida, es bastante complicado mantenerse al margen de la avalancha de información que nos ha llegado sobre este festival.

Sí, ya se que para decir obviedades mejor dedicarme a otros menesteres, pero cómo aún no he dedicado un post al BBF (salvando aquel de las cervezas alemanas) y mi responsabilidad como blogger me lo ordena, he pensado hacer un post resumiendo las razones principales para que no vengáis. Sí, habéis leído bien. En total, 10 argumentos encaminados a convenceros de que no conduzcáis ni toméis el primer avión, tren o bus del viernes 8 de marzo dirección Barcelona (para los de bicicleta y los que tengáis pensado venir a pie creo que ya no llego a tiempo). Vamos pues allá.

1.En primer lugar sólo hay 300 cervezasdistintas para degustar. Si los datos que facilitó la organización del año pasado son ciertos y pasaron por el BBF más de 10.000 personas, sin hacer muchos números ni ser excesivamente optimistas, es más que probable que este año sean más. Con lo cual haciendo unos simples cálculos y asumiendo que haya un solo barril de cada una de las 300 cervezas y que cada uno sea de unos 30L (un barril keykeg standard) habría unos 9000L para consumir en el fin de semana para más de 10.000 personas. Con lo cual casi no llegamos al chupito por barba.

2.El emplazamiento elegido para este año ha sido Las Arenas, una antigua plaza de toros reconvertida en centro comercial. Independientemente de los gustos de cada uno respecto al mundo del toreo, ya se sabe que este no puede ser un buen sitio para tomar birras. La organización lo sabía pero no tenía otra opción ya que con lo arruinado que está el President Mas, como mucho, y siendo cerveceros (con la fama de borrachuzos que llevamos casi de coletilla), quedaba esto o el solar en el que pensaban hacer EuroVegas, y este último estaba peor situado. Con lo cual… adjudicado el cementerio taurino. ¿Pero nadie se ha planteado si por alguna de aquellas de repente viene un Apocalipsis zombie-taurino y se arma allí la de san Quintín?… Mejor no jugar con fuego…


3.Vale, quizás os molen los toros zombies. ¿Pero qué me decís de los accesos y el transporte? El festival está prácticamente pegado a la estación de trenes de Sants, con muy buenos accesos en coche y bus, y también conectado al aeropuerto del Prat. Hasta aquí todo bueno. Pero no hay que olvidar que con esto de la crisis lo mejor es no estropear más aún el maltrecho transporte público y que las líneas de vuelo low cost no están en sus mejores momentos. Con lo cual, ¿qué es lo mejor? Exacto, empezáis a entenderlo… quedarse en casa.

4.Marzo no es un buen mes para ir a Barcelona. Hace demasiado buen tiempo. Cómo diría aquel, ni frío ni calor. Con lo cual, si de normal la ciudad Condal es un hervidero de japos con sus Nikon, con el buen tiempo aún lo será más


5.Y relacionado con lo anterior… aún gustándoos las aglomeraciones y entendiendo que os tiente mucho la enorme oferta de locales cerveceros de Barcelona, ¿vosotros creéis que con todo el tiempo que tenéis para visitarlos durante el resto del año, con el estrés que más que posiblemente puedan tener los bareros estos días, no podéis dejarles descansar y visitarles en otro momento?

6.Uno de esos buenos bares es el Drunk Monk de Mataró. Allí el amigo Sven y la gente de Zombier han preparado para el viernes una de esas actividades imperdibles, con barriles únicos, numerosos cerveceros compartiendo barra con los demás clientes… Bueno, no suena nada mal, lo reconozco. Pero no hay que olvidar que a una ciudad tranquila cómo Mataró no le hace ningún bien (¿a qué se va a una ciudad dormitorio? Pues lógicamente a dormir), y tambien hay que recordar que Sven tampoco está para estos trotes Cosas cómo estas le hacen reafirmarse en que tiene que seguir ampliando con más y más neveras… (no descarto que el solar del fallido EuroVegas lo termine alquilando él para montar un bar con 100 neveras).  Repito, por el bien de ese gran equipo y de Mataró mejor quedaros en casa


7.Pero volvamos a Las Arenas. ¿Sabíais que el acceso al recinto es a través de unas larguísimas escaleras mecánicas que suben directamente hasta la 5ª planta? Bueno, también podéis usar el diminuto y claustrofóbico ascensor Eso sí, cómo no os vayan demasiado las alturas… Si es que ya os lo he dicho, ¿qué va a ser lo mejor? Exacto… nada como quedarse en suelo firme…

8.A parte de las cervezas está la extensa y sugerente oferta de actividades. Vale. ¿Pero por un segundo os habéis planteado estar allí delante rodeado de todas esas opciones? ¿Y ahora qué eliges? Tomar una decisión en uno u otro sentido puede implicar perderte cualquier otra cosa interesantísima… La vida no está hecha para dudas existenciales de tal calibre. Demasiado estrés.


9.Ya vas asumiendo que no irás. ¿Y qué? ¡Ningún problema! Será porqué no hay otras ferias/festivales interesantísimas por el panorama peninsular. Quizás no tengan tantas cervezas ni tantos eventos paralelos, y puede que se hagan en una época del año en la que haga más calor que en este BBF, pero hay que mirar por el bien común y dividirnos entre todos para que ninguno de todos ellos sea un fiasco. No os obcequéis en una simple feria, que sí, que pinta muy bien, pero hay que mirar más allá… El futuro de la cerveza artesana está en vuestras manos

10.Y para terminar, ¿no habéis escuchado aquello de piensa global, bebe local? Pues eso, bebe la birra de tu comarca, bien fresca y sin alejarte de tus inmediaciones, y sé un poco altruista, quédate en casa y disfruta pensando en lo bien que lo estaremos pasando todos demás que estemos allí, bebiendo excelentes cervezas, entre risas, conociendo gente… Se trata de compartir y te ha tocado sacrificarte por los demás. Hay que pensar en positivo.



En resumidas cuentas, el listado de incomodidades es enorme. Podría haber continuado pero creo que con 10 ya es más que suficiente. Con lo cual, una vez habéis asumido que no vais a ir, a cambio de tal esfuerzo desde aquí prometemos sacrificarnos y disfrutar por vosotros. Así podremos contároslo con todo detalle a partir del lunes que viene Bueno, si no estamos extasiados de placer sufrimiento. Así que nada, ¡el año que viene más!


P.D. ¿No os he convencido? Si es que mira que sois tozudos… en fin… pues entonces allí nos tendremos que ver… ;)

Mejores cervezas del mes: Febrero’13.



Hoy damos por cerrado un febrero en el que a nivel personal hemos rebasado, por cantidad y por calidad, con mucho lo que esperaba de un mes habitualmente tranquilito. Por un lado la escapada por Madrid, y por otro dos quedadas, una express con el amigo Txema y otra más dilatada con los amigos de Biirkonnen así como con el ultramaratoniano (también en lo cervecero) Jose María, nos han obligado a hacer grandes esfuerzos para meter tantas cervezas en una sección que suele ostentar cuatro o cinco referencias como mucho. Pero sin duda alguna todas y cada una de las que salen merecen sobradamente un aplauso por la maestría de quienes están detrás.


Dos de las más gratas sorpresas de este febrero sin duda alguna son las últimas creaciones de la navarra Naparbier: SAI y Pumpkin Tzar. La primera, cuyo nombre significa buitre en euskera, es una saison hecha con cáscara de naranja, limón y lima, rematado con un Dry-Hopping de lúpulo Citra. Algo que sobre el papel podría llegar a ser un batiburrillo un tanto atrevido pero que la levadura francesa que han utilizado redondea maravillosamente aportando ese toque terroso y tan característico de las saison a un conjunto en el que lógicamente destacan las notas cítricas a limón, pomelo, naranja, además de pan y una deliciosa textura sedosa. Una cerveza maravillosamente refrescante y bien ejecutada sin un solo pero… bueno, que se acabe ;).



Si la SAI es un maravilloso ejercicio de equilibrio la Pumpkin Tzar lo es aún más, por difícil que parezca. Saber de antemano que estamos ante una imperial stout elaborada con calabaza asada, chiles habaneros y un paso por barrica puede asustar a más de uno. Pero sabiendo que es un homenaje a tres grandes tipos como Manolo (Freiburg), Sven (Drunk Monk) y Robert Merryman (Shelton Bros.) da para pensar que no puede salir cualquier cosa de ahí dentro. De hecho, y cómo decía, lo mejor de esta cerveza es que ni la calabaza empalaga ni cansa como sería de suponer, la madera redondea a todo un conjunto en el que destacan las notas torrefactas, el chocolate y notas ligeramente ahumadas, y el chile da el punto de gracia final sin molestar pero sin el cual no se entendería todo lo demás. En mi opinión se trata de una de esas cervezas que marcan un antes y un después ya no solo en esta cervecería, sino a nivel de todo el panorama microcervecero local. Enhorabuena Napar, os habéis salido.



Tras estas dos joyas la verdad es que es complicado comentar una cerveza que no salga excesivamente maltrecha por las comparaciones. Pero si hay un seguro de vida ese es Bélgica y concretamente ésta elaboración, un detalle de Jota y Aine de Biirkonnen traído directamente desde Amberes y que nos enamoró a todos perdidamente. Hablo de la Duvel Tripel Hop 2012, una cerveza que se elabora siempre con la misma base de lúpulos Saaz, Styrian Golding y Amarillo, y a ésta base se le añade un lúpulo distinto cada año, siendo esta vez Citra. Cómo si a ese auténtico referente dorado que es la Duvel, le añadiésemos un sinfín de notas de lúpulo verdaderamente fresco, herbal y cítrico, y algo resinoso también. De esas copas que te puedes tirar 2 horas oliéndola antes de dar el primer trago. Un 10. Por cierto, absolutamente nada que ver con su hermana pequeña de 33cl.



En la misma velada que la anterior pero tras disfrutar de una carbonade flamenca, detalle también de los cocinillas Biirkonnen, probamos varias candidatas al podio, pero si hay alguna que por curiosa al tiempo que por maestría lo merece, esa es la Toccalmatto Gran Cru. Su etiqueta da bastantes pistas de lo que puede llegar a dar de sí, pero unos servidores la tomaron sin prestarle demasiada atención. Cual fue la sorpresa de toda la mesa cuando tras un primer golpe en el que destacaban las notas provenientes de la levadura (ésteres afrutados, pan, bollería…) nos llegó un toque a fresa, y más concretamente a yogur de fresa, que ya no abandonaría el paladar hasta terminar con la botella… Si la etiqueta no nos engaña, conseguir que una cerveza sin nada de fruta añadida y ningún fermento láctico lo muestre tan claramente, sin duda se merece toda mi admiración.



Además de las cuatro anteriores, cómo ya os contamos, Madrid dio mucho de sí, y allí pudimos probar algunas cervezas que aunque ya las citamos merecen su butaca de honor aunque sea de una forma más concisa por tratarse de auténticos cervezones.

- La Pirata Black Block - Un petróleo de los buenos, rebosante de chocolate amargo y textura sedosa. De esas cervezas que apetece tomar pausadamente para disfrutar de todos sus matices, razón por la cual no dudé (al igual que la siguiente) en comprar otra botella para tomar en casa. Otro ejemplo, junto con Napar, Dougall’s y algunas más, de que estamos empezando a hacer muy buenas cervezas en el panorama local.


- Dougall’s Haití - Una rica stout, cremosa, torrefacta y un punto dulce, pero equilibrada como todas sus demás elaboraciones.

- LoverBeer Madamin (barril) y Alvinne Undressed Monbazillac. Se trata de dos maravillosas revelaciones ácidas de menos de 6 y 7 grados de alcohol respectivamente. Si no te gustan las sour ales, oud bruins, espontáneas o cómo quieras llamarlas (de todo menos “vinagres”, por favor…), más vale que te vayas haciendo a ellas porqué no sabes todas las joyas que te estás perdiendo.

- The Bruery White Oak – Una barleywine resultado de un blend 50:50 entre cerveza con y sin añejar en barrica de bourbon. Carácter muy marcado por el paso por madera, textura sedosa, calidez importante, acaramelada, confituras… Una de esas cervezas para tomar a sorbos minúsculos y paladearla infinitamente.


- Toccalmatto Italian Strong Ale - Otra barley wine envejecida, en este caso en barrica de roble que en su día contuvo Grappa (un aguardiente de uva). Mucha fruta madura, confituras, pasas, caramelo, calidez… lo esperable en una cerveza del estilo pero redondeado magistralmente.

- Gouden Arend 125 Anniversary – Esta deliciosa triple gana muchos enteros para convertirse en una de mis cervezas belgas del año. Fue la penúltima de una tarde-noche-madrugada intensísima y aún así pudo hacer frente a todo lo anterior llevándonos a extremos de placer casi infinitos.

- Beer Here Kremlin Crude – Ya he mencionado un par de “petróleos” más arriba, pero esta barbaridad torrefacta incorpora magistralmente el ahumado entre sus elementos, consiguiendo un trago casi místico. Lo peor, que no me llevé una botella a casa.


Y esto es todo, que no es poco: 12 cervezas, entre las cuales cuatro artesanas locales (esto es noticia), tres italianas, tres belgas, una estadounidense y una danesa. A falta de algunos países más clásicos, hemos dado un buen repaso a la geografía cervecera. Veremos qué nos depara el marzo, pero seguro que el BBF tendrá mucho que decir.

Three Barrel Brewing.



Este mes el post de las etiquetas de cerveza va dedicado a Three Barrel Brewing, una microcervecera estadounidense fundada en 2005 en una pequeñísima población llamada Del Norte, en medio del Valle de San Luís, en el corazón de Colorado.



Sabiendo que me gusta mucho el mundo de las ilustraciones, los cómics y demás, a continuación entenderéis muy fácilmente por qué he elegido esta cervecería. En cuanto a la información de cada cerveza, y más concretamente datos como el alcohol, desgraciadamente no aparecen ni en la web ni en la etiqueta.

Year-round.

- Trashy Blonde - Blonde Ale.



- Bad Phil - Pale Ale.



- Hop Trash – IPA.



- Pemba Sherpa - Saison Ale.



- Burnt Toast - Brown Ale.



- Black Copter – Stout.



Seasonals.

- Chill Session - Amber Ale.



- Goofy Foot - Extra Special Bitter.



- Freeze Cat - Winter Lager.



- Pumpelstiltskin - Pumpkin Saison.



- Black Yak - Black Lager.



- Skeleto - Smoked Porter.




Specialty Sours.

Aunque todas están embotelladas con la misma etiqueta, la de la Penitente que tenéis a continuación, existen hasta 6 cervezas distintas dentro de la serie “Specialty Sours”: Penitente, Chimayo, Genizaro, Morado, Hermano y Saliente, diferenciándose además de por el contenido, por llevar escrito el nombre en color blanco sobre el propio vidrio de la botella.




Espero que os hayan gustado y a ver si tanto coleccionistas cómo cerveceros en general podemos disfrutar de estas cervezas muy pronto por aquí, lo cual me temo que será bastante complicado por la corta producción de la cervecera.