Ni Garquetta ni Gaby


En el Pro no paran de poner cada vez mas obstáculos en las calle de la ciudad del hijo de Franco pero también se mueven arduamente para definir quién será el futuro candidato a Facho de Gobierno. Con ese objetivo, Mauricio organizó un evento para los militantes del PRO, al cual asistieron muchos pelados y señoras con colágeno en sus labios. Ante el centenar de presentes expusieron sus ideas Rodríguez Garqueta y Gabriela.
El pelado propuso entre otras cosas:
-Copiar el modelo de tránsito de Nepal. Es decir, calles sin semáforos y que cada uno vaya por donde le guste.
-Patentamiento de sillas de ruedas, para acabar con los sillachorros.
-Cerrar la Estación Constitución y demás lugares por los que entre la gente de provincia a Capital.
-Sacar el plan Sushi para Forros, con el fin de que todos los habitantes de las comunas más top coman sushi por un dólar.
-Poner en venta los barrios de Parque Patricios y Soldati.
La señora de las tintorerías prometió:
-Construir cinco centímetros de subte por año.
-Cerrar los lugares que tratan la calvicie.
-Poner en el canal de la ciudad un programa al estilo 6,7,8 conducido por Baby Echecopar y grandes panelistas como Laura “Tontita” Azcurra y Marcelo Palacios.
-Cercar con alambre electrificado los límites de la Capital con Gran Buenos Aires.
-Poner parlantes con música re linda en las calles para vivir en una ciudad re pero re feliz.
Entre tantas boludeces y boludeces, el niño Mauricio entró en crisis y subió al escenario. “Basta, basta necesitamos algo popular, un poco de humo de choripán. Algo para acercarnos a los sectores más grasas que viven en la ciudad. Así que lo siento, ni Garqueta ni Gaby tienen chances. Ya tengo el candidato: es un tipo de barrio, un ganador, adonde va hace milagros”, sacudió.
“Pasa, Ricardo”, gritó.
Los presentes se miraban sin entender quién era Ricardo. Alguno pensó en López Murphy. Otros, en Arjona o Montaner. Hasta que lograron ver al salvador. El petiso con pinta de garca y barba candado tomó el micrófono: “Soy el salvador de todos ustedes, ya hice milagros en Rosario, saqué del fondo del mar a Sergio Massa, en la Paternal me adoran y ahora le estoy hundiendo el club a Kaníbal Fernández”. Los aplausos explotaron y Mauricio levantó el brazo derecho de Ricardo Caruso Lombardi, que emocionado gritaba: “los que quieren un el lugar en el gabinete que vayan hablando con mis asesores el tema de la cometa”.