El proceso de obtención de la viscosa, o rayón, que también recibe ese nombre, se elabora a partir de la celulosa obtenida de la madera, y se sigue este proceso:
INMERSIÓN: La celulosa es disuelta en sosa cáustica
PRENSADO: La solución es prensada por rodillos para eliminar el exceso de líquido
PASTA BLANCA: Las hojas prensadas son despedazadas o trituradas para producir lo que se conoce como “pasta blanca”
ENVEJECIMIENTO: Se consigue exponiendo la “pasta blanca” a la acción del oxígeno
XANTACIÓN: La “pasta blanca” envejecida es mezclada con disulfuro de carbono en un proceso conocido como xantación
PASTA AMARILLA: La xantación modifica la composición de la mezcla de celulosa resultado un producto llamado “pasta amarilla”
VISCOSA: La “pasta amarilla” es disuelta en una solución cáustica para formar viscosa
MADURACIÓN: La viscosa se deja reposar durante un tiempo, dejando que madure
FILTRADO: Tras la maduración, la viscosa es filtrada para eliminar cualquier partícula no disuelta
DEGASIFICACIÓN: Cualquier burbuja de aire es eliminada de la viscosa por presión
EXTRUSIÓN: La solución de viscosa es extruida a través de un molde parecido a una alcachofa de ducha con agujeros muy pequeños
BAÑO ÁCIDO: Una vez que la viscosa sale del molde permanece sumergida en ácido sulfúrico, resultando los filamentos de rayón.
ESTIRADO: Los filamentos de rayón son estirados para fortalecer las fibras
LAVADO: Las fibras son lavadas para eliminar cualquier residuo químico
CORTE: Si lo que se desea producir son filamentos, el proceso acaba aquí, si no se sigue con el entretejido.
La celulosa se trata con un álcali y disulfuro de carbono para formar viscosa.
De todo este proceso, nos vamos a detener en el disulfuro de carbono, utilizado, según se puede leer, en la xantación de la pasta obtenida, de modo que modificando la composición se convierte en la “pasta amarilla”. Veamos qué dice de este compuesto químico
( http://training.itcilo.it/actrav_cdrom2/es/osh/ic/75150.htm) :
“Es altamente explosivo e inflamable, sobre todo si se mezcla con el aire/vapor. Su inhalación produce confusión mental, vértigo, somnolencia, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, irritabilidad, alucinaciones…, pudiéndose absorber a través de la piel. En la ficha se seguridad también se dice que hay que prestar una especial atención al agua, de la que debe estar alejado el disulfuro de carbono. Para su almacenamiento debe estar contenido en un depósito irrompible, sellado, presenta un punto de inflamación a -30ºC e ignición a 90ºC, por lo que es preciso mantener refrigerado de forma constante y tener una vigilancia especial para evitar fugas o errores en su manipulación.
El contacto prolongado o repetido con la piel puede producir dermatitis. La sustancia puede afectar al sistema cardiovascular y al sistema nervioso central, dando lugar a enfermedades coronarias, alteraciones neurocomportamentales severas, polineuritis y psicosis.
La experimentación animal muestra que esta sustancia posiblemente cause efectos tóxicos en la reproducción humana.”
Estamos por tanto ante una sustancia extremadamente tóxica y peligrosa, con múltiples efectos sobre la salud de las personas y el medio. Pues bien, éste es el producto químico presente en las instalaciones de Sniace, y que mantienen en depósitos sumergidos en el agua de los estanques.
El jueves 29 de noviembre de 2007, el periódico Diagonal
( http://www.diagonalperiodico.net/Vivir-en-Torrelavega-constituye-un.html?var_recherche=sniace) publicaba un artículo en el que se exponía el grado grado de contaminación de Torrelavega, y denunciando lo poco que por parte de las Administraciones se está haciendo en este sentido. Ecologistas en Acción solicitó entonces la declaración como “zona de atmósfera contaminada”:
“Esa declaración habría obligado a las empresas más contaminantes a instalar medidores en sus chimeneas y a reducir significativamente sus emisiones. Sin embargo, los portavoces de todos los grupos políticos, con la excepción de la concejala de la Asamblea Ciudadana por Torrelavega, rechazaron esa declaración, basándose en que la situación no es tan grave como en 2006 y se está corrigiendo. Los datos del Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA) contradicen esa afirmación. En la estación de medición de Barreda, el número de superaciones del límite horario de protección a la salud, en el caso del SO2, se ha triplicado respecto al año pasado; y lo mismo ocurre con el umbral inferior de evaluación de protección a la salud en la estación de Minas”
Pero la realidad de las instalaciones de esta empresa es mucho más preocupante de lo que pudiera deducirse de las informaciones anteriores, ya de por sí graves. Desde el año 1981, año de su reconversión y diversificación, no se han realizado ningún tipo de mejoras o arreglo de las instalaciones, así que el aspecto y las condiciones son penosas: tuberías y depósitos oxidados, remiendos hechos con trapos y sujetos después con un alambre o cinta aislante, medidas de seguridad desfasadas o que no funcionan, presencia de escombros en lugares de trabajo y otra chatarra que dificulta el movimiento dentro de las naves, hierros peligrosos…. Piénsese que se está manejando disulfuro de carbono, no una simples piedras de construcción.
Todo esto se mantiene con la connivencia de la clase política cántabra, desde los que están en el gobierno hasta la oposición, luego nos hablan de la honestidad del señor Revilla y otros; de los sindicatos, que callan como muertos, de los trabajadores, que ven peligrar sus puestos de trabajo, y una parte muy importante de la propia sociedad de Torrelavega, que también calla en connivencia con aquellos.
Todo sea en aras del desarrollo de una comarca y una localidad y el mantenimiento de una “riqueza” y unos puestos de trabajo a costa de lo que sea. Cuando se vaya a poner una prenda de viscosa piense en toda lo que cuesta, en lo referente a la salud y en vivir encima de una potencial bomba.