Por Marta Rosenberg, 9 de noviembre de 2010
¿Desea aumentar sus probabilidades de contraer cáncer de mama? Utilice la terapia hormonal.
El lucrativo estrógeno de la Industria Farmacéutica, combinado con el uso de progestina, aumenta las probabilidades de contraer cáncer de mama en un 26%. Sin embargo, en un artículo publicado el mes pasado por la Asociación Médica Americana (JAMA) se demuestra que la terapia hormonal también aumenta la probabilidad de morir por cáncer de mama, como se deduce del seguimiento que se ha llevado a cabo en las mujeres que lo tomaron.
De hecho, a la terapia hormonal se la ha acusado de producir un retraso en el diagnóstico de cáncer de mama, por el aumento de la densidad de la mama ( con un aumento de muertes por cáncer de pulmón). Es un tratamiento tan peligroso que el doctor Peter B. Bach, del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, que escribió un editorial en el New York Times, que estaba relacionado con el artículo de la Asociación Médica Americana, aconsejando “tomar la menor dosis posible durante el menor tiempo posible”, es también un consejo que se pone en cuestión. Es como si se prescribiese la menor cantidad de cigarrillos y alquitrán como sea posible.
Es difícil imaginarse la permanencia de una terapia para los hombres para salvar sus testículos si esta les matase y mutilase durante décadas. Sin embargo, las mujeres tomaron Premarin para su deficiencia en estrógenos en la década de 1980, desarrollando cáncer de endometrio, de modo que las tasas de cáncer mejoraron cuando dejaron de tomar este medicamento. Hace cinco años ocurrió lo mismo con el cáncer de mama al abandonar la medicación con Prempro. ¿Quién puede asegurar que las mujeres no serán engañadas de nuevo?
Ambos, Prempo y Premarin, son fabricados por Wyeth, que ahora forma parte de Pfizer. Y así como la terapia hormonal es reutilizada para una nueva generación de mujeres, sin que éstas lo sepan, y se les presente historias muy amigables en la publicidad, como el anuncio en el que aparece la modelo Lauren Hutton, que ensalza la terapia hormonal.
En abril, la revista New York Times publicó un artículo en favor de las hormonas titulado El dilema de los estrógenos, por Cynthia Gorney, contando con cinco investigadores relacionados con Wyeth, conflictos de interés que no han sido revelados. Tres de ellos, Claudio Suárez, Louann Brizendine y Thomas Clarkson han pertenecido a la junta de portavoces de Wyeth.
Los datos que apoyan la sugerencia de Gorney, como “ que las cuestiones perimenopáusicas influyen en el estado de ánimo produciendo depresión, fallos de memoria y atención, así como la prevención de la enfermedad de Alzheimer, diciendo que están vinculadas a la deficiencia en estrógenos, y que pon tanto hay suplir esa carencia”, señala el Dr, Mateo Mintz en un blog que esto lo deben leer las mujeres y se debe tomar con cautela.
En el año 2009, The Washington Post también publicaba un artículo a favor de la terapia hormonal, semejante al aparecido en la revista del Hospital General de Massachussetts, donde se aconsejaba utilizar también la terapia hormonal para las enfermedades cardíacas, escrito por un grupo de médicos vinculados con Wyeth. La terapia hormonal produce un aumento del 29% en los ataques al corazón, de acuerdo con el Women's Health Initiative.
La terapia hormonal también se relaciona con el asma, el lupus, la esclerodermia, el linfoma no-Hodgkin, la incontinencia urinaria, pérdida de audición, cataratas, la gota, la degeneración articular, la demencia, accidente cerebrovascular, coágulos de sangre, el melanoma maligno, y otros cinco tipos de cáncer, de acuerdo con informes aparecidos en las revistas.
Tampoco la industria quiere dejar escapar el chollo hormonal.
Ajeno a muchos otros artículos y al artículo de JAMA, los ensayos se están realizando con dinero de los impuestos del NIH, para ver si las mujeres que recibieron hormonas antes de la menopausia resultará de ello un tratamiento favorable, se pregunta el Consumers Digest ( Mejor empezar a fumar a los 12 años). Además de los primeros ensayos con estrógenos realizados por Kronos Early Estrogen Prevention Study en los principales centros médicos, con investigadores relacionados con Wyeth, en Wake Forest y el Monte Sinaí, investigadores médicos están llevando a cabo experimentos sobre la hormona en primates ovariectomizados. ( Al igual que las yeguas durante la experimentación con Premarin, inmovilizadas en el lugar donde orinaban, sus crías muertas, los primates también sufren por la terapia hormonal).
De hecho, el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, con parte de los impuestos del NIH, financió un simposio de la Sociedad Americana de Menopausia el año pasado, presentando los investigadores los datos obtenidos en su experimentación con primates: “ Hemos desarrollado a una hembra adulta de primate, en un cinomolgo ( primate), una terapia que ha resultado eficaz durante décadas en el tratamiento de las enfermedades coronarias en las mujeres con riesgo”, dijeron los investigadores, que describen los experimentos con hormonas para el tratamiento de las enfermedades coronarias tan poco éticas en las mujeres, debido a los riesgos, como en los primates. “ Al igual que las mujeres, los monos también tienen más probabilidades de deprimirse”.
Los primeros investigadores, algunos de ellos implicados en varios escándalos relacionados con Wyeth, ya dijeron que las hormonas eran neuroprotectoras, a pesar de los que dice el Women’s Health Initiative Memory Study, que la terapia hormonal duplica el riesgo de demencia, enfermedades como el Alzheimer, en mujeres ancianas.
El tratamiento hormonal también aumenta el riesgo de cáncer de mama según los estudios publicados. ¿ Por qué persiste en el mercado a pesar de que 5000 mujeres dicen que les produjo cáncer? Un medicamento cuya interrupción en el uso produjo un descenso en Canadá y Estados Unidos en las tasas de cáncer, y también u descenso en los ataques al corazón en las mujeres, según un estudio del año pasado de Medical Care.
¿Y por qué el gobierno apoya el intento de las empresas farmacéuticas de reconquistar su terapia hormonal con nuestros impuestos? ¿No son claros los riesgos para las mujeres?
Martha Rosenberg es columnista / dibujante que escribe acerca de salud pública. Se puede contactar con ella en: martharosenberg@sbcglobal.net.
Fuente del artículo: