Por Natalia Gelós
Para LA NACION - Buenos Aires, 2010
Una mujer sola reza y rompe en llanto junto al ataúd de su amada. Y mientras el cuerpo de su compañera se vuelve imagen y pasado, Rosa, la que pena, se convierte en una persona invisible para la familia de su pareja, para la ley y para la sociedad. El diálogo entre el amor y la muerte es el centro de Es inevitable , ópera prima del madrileño Diego Casado Rubio, que combina el aire del teatro clásico español con los recursos más modernos, lo que en este caso da por resultado un teatro cinematográfico que incluye tráiler, video y una exquisita interacción entre el escenario y la pantalla.
Con las excelentes actuaciones de Estela Garelli, Patrizia Alonso y Lorena Viterbo, el año pasado la obra se mantuvo durante nueve meses en el Teatro La Carbonera, en San Telmo. Este año, las críticas favorables y el visto bueno del público vuelven a acompañarla, todo un fenómeno dentro del circuito independiente. Y es que, entre otros atractivos, Es inevitable brinda la oportunidad de ver cómo el teatro sale airoso y transformado de su encuentro con el cine.
Casado Rubio llegó al país en 2005. Desde entonces, escribió una novela, el guión de un largometraje que obtuvo una beca de la Fundación Carolina y filmó Al borde , mediometraje que, según dice, "tiene mucho de Mujeres al borde de un ataque de nervios , pero a la argentina". Formado en el lenguaje cinematográfico, el madrileño conoció a Mariela Asensio cuando ella dirigía Hotel Melancólico . Allí empezó a interesarse en el teatro e inició el camino que lo llevaría a crear Es inevitable .
El director describe el proceso creativo de la obra como un devenir natural, en el que el bagaje audiovisual fluyó de manera espontánea. "Cuando me senté a escribir Es inevitable , necesitaba hablar de la muerte, y así fue como me vino la imagen de una mujer llorando. Quería que la obra empezara con una mujer y un cajón. Desde la escritura, empecé a incluir video, porque para mí la única manera de volver reales esas imágenes en el teatro era a través de lo cinematográfico. Quería que un personaje saliera de un video en tamaño real y que pareciera una persona. Me gustaba la idea de lograr esa tridimensionalidad que tiene la obra, entre la realidad y la fantasía, en la que la fantasía no es sólo lo puramente teatral. Podría haber usado el recurso de una mujer de carne y hueso, con una luz que simulara un fantasma, pero no. Ese efecto lo consigo a través de la imagen, que es lo único que queda después de la muerte. Así logro esa metáfora."
Incorporar nuevas tecnologías es un riesgo y potenciar las posibilidades poéticas del texto es el desafío para aquel que intente fusionar ambos mundos. Casado Rubio tiene claro ese riesgo, pero no le preocupa. "Cuando está bien integrada con la historia, la herramienta tecnológica conecta y fascina. En teatro podemos recrear un tren con sonido pero eso es algo que ya hemos visto y vivido. Utilizar el video es como el cine de 3D; es una nueva herramienta que puede gustar o no pero que ciertamente conduce a nuevos mundos."
-¿Todo depende del uso que se le dé?
-Sí, el gran tema es ése. Y eso depende de si el director es autor o no, porque para esto es fundamental saber contar una historia. Lo importante es que la herramienta no sea un capricho o una mera escenografía. Porque el riesgo es que lo audiovisual pase a ser un elemento más dentro de lo técnico, y me parece que ésa no es la labor que debe tener el video.
-¿Es inevitable sólo es posible gracias al video?
-Bueno, sin videos no funcionaría, porque el video es un personaje más dentro de la obra. Aunque lo esencial sigue siendo el papel, la historia y su verdad.
Esa historia habla, por un lado, de la indefensión humana ante ciertas cuestiones universales y, por otro lado, de un tema actual y polémico: los derechos de las parejas homosexuales. En ese sentido, Es inevitable es reivindicativa, aunque no recurre al subrayado innecesario.
Al mismo tiempo, Casado Rubio también está a cargo de la realización audiovisual de El anatomista , la obra dirigida por José Maria Muscari, basada en la novela de Federico Andahazi. A Muscari, este artista español lo conoció en 2008, por intermedio de Mariela Asensio. El encuentro se produjo en la obra Crudo , dirigida por ella, que se basaba en la vida del creador de Catch . A partir de entonces, trabajaron juntos en cinco proyectos.
Con El anatomista , Casado Rubio fusiona en su video el erotismo y la religión para sintonizarlas con la puesta general. En ese caso, la experiencia es diferente a la de Es inevitable . "En El anatomista , la propuesta de Muscari tiene su sello, que ya es casi una marca registrada -explica-. Él decide y lo que hace es lo que él quiere ver. Al principio me agobié, porque no seguía la idea. El video se limita a acompañar a un gran elenco. La música de Gustavo Santaolalla y el vestuario de Renata Schussheim tampoco son la obra en sí. El video está presente e introduce al espectador en la historia."
Mientras prepara Se alquila , su próximo proyecto teatral, Casado Rubio rescata la integración de lo cinematográfico como una manera de abrir el juego y de convocar nuevos espectadores. "El video -dice- le aporta un grado de modernidad importante a lo teatral y conecta al espectador con el entrenamiento visual que la dramaturgia ya posee. No basta conectar sólo con los amigos o aquellos que forman parte del mundo del teatro, el teatro independiente tiene que ser convocante. El año pasado, Es inevitable estuvo nueve meses en cartel y eso que nadie me conocía como director. De alguna manera, lo audiovisual es un atractivo que vale la pena desarrollar."