Calidad, limpieza, oscurantismo y electropolución

(Fuente imagen: Euskalit)

Al Ayuntamiento de Getxo le gusta ser Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

Por un lado es capaz de apostar por la calidad, tal y como recoge el último ejemplar de Getxoberri, con un especial acerca del reconocimiento por parte del Gobierno Vasco al Ayuntamiento de Getxo con la Q de Plata. El pasado 19 de diciembre de 2006 el propio Alcalde recogió el premio, gestionado por Euskalit, de manos del Lehendakari.

Sin embargo, dichos esfuerzos en la implantación de un Plan de Calidad no hemos visto que mejoren sus servicios de atención a la ciudadanía, al menos con el asunto de las Estaciones Base de Telefonía Móvil (EBTM). Sirvan como ejemplo más de 10 solicitudes por escrito, desde junio de 2006, de petición de información, alegaciones o actuaciones y ninguna respuesta del Ayuntamiento, salvo un Decreto en noviembre de 2006 (6359/2006), que, tristemente, favorecía los intereses de una operadora que había actuado previamente de forma ilegal. Por otro lado, llevamos, al menos, casi una semana sin que NADIE del Ayuntamiento pueda infomar de la situación de las antenas en el municipio. Increíble, pero cierto. Las bajas son un derecho de los trabajadores, pero ¿y el derecho a la información de los ciudadanos?.

El silencio, el oscurantismo y el abuso administrativo en estos asuntos no creemos que sean los pilares de dicho Plan de Calidad...

Por otra parte, el número de abril de 2007 de la OCU dedica un reportaje a la gestión y recogida de residuos por parte de los Ayuntamientos. En este estudio, en el que han participado 59 Consistorios de capitales de provincia y grandes ciudades, Getxo ha sido valorado como uno de los municipios más limpios de España.

Dicho esfuerzo por mantener el municipio limpio no se corresponde con el incremento exponencial en el número de EBTM que se han permitido instalar en Getxo. Ya son más de 40 instalaciones (más de 120 antenas) ubicadas en el municipio. La pena es que las emisiones y las radiaciones indiscriminadas y crónicas de campos electromagnéticos (CEM) no se ven ni se huelen. Sino, seríamos uno de los municipios con mayor electropolución.

Menos mal que Rober Louis Stevenson no hablaba de energías limpias y de sostenibilidad.