TRAS ANALIZAR EL ARTICULO COMPLETO DE SCHÜZ et al, (Cellular telephone use and cancer risk: update of a nationwide Danish cohort. J Natl Cancer Inst. 2006 Dec 6;98(23):1707-13)
Estoy en condiciones de aportar datos, contrastados con científicos punteros en esta área, para concluir que el referido como ESTUDIO DANES SOBRE LAS CONSECUENCIAS PARA LA SALUD y que sostiene, aunque con matizaciones, que NO existe un riesgo evidente para los usuarios del móvil, contiene graves errores metodológicos que, desde nuestro punto de vista, hacen poco creíbles las conclusiones del mismo.Como dato más grosero, indicar que utiliza como muestra de referencia o supuesto control a una sub-población danesa ALEATORIA, presumiblemente usuaria del móvil en la proporción que se maneja hoy en día, frente a la estudiada como “target”, ésta sí usuaria al 100 % del móvil, ya que se obtuvieron sus datos a través de las compañías (aunque su participación fue voluntaria y rubricada).
Inconcebible error metodológico, ya que no estamos, evidentemente, comparando frente a una población control AUTÉNTICA, ya que más del 70 %, según las estadísticas, utilizan comúnmente el móvil y, por lo tanto, no podemos obviar sus posibles consecuencias sobre la salud de la propia muestra control.
Sin embargo, el conjunto de la crítica global tendrá que esperar a la correspondiente réplica enviada a la revista que lo publicó.
Es lamentable que cierto grupo de comunicación se haya eco de la noticia SIN consultar a otros expertos, especialmente a aquellos que mantenemos una opción crítica sobre la supuesta “bondad” del uso del teléfono móvil dando una perspectiva equívoca de la situación actual y probablemente interesada .