(Fuente: Antonio Berlanga)
Ayer se celebró una mesa redonda en la Comunidad Valenciana, en el salón de actos del IES Juan de Garay, cerca de la accidentada subestación eléctrica de Patraix. El título de la jornada fue "La radiación electromagnética en la infraestructura urbana de telefonía y electricidad".
Entre los ponentes se encontraban Josep Ferris (investigador en salud ambiental pediátrica y especialista en oncología infantil del Hospital La Fe de Valencia) y Enrique Navarro (profesor de la Facultad de Físicas de la Universidad de Valencia). Ambos coincidieron en resaltar la importancia de que los niños no utilicen los teléfonos móviles. En concreto, el doctor Ferris pidió “a todos los estamentos sociales que eviten la incorporación de la población pediátrica al mundo del móvil y del abuso (frecuencia y duración de las llamadas) de los adolescentes y adultos”.
El Dr. Josep Ferris comentó que “la población infantil es especialmente vulnerable a los contaminantes medioambientales físicos, químicos, biológicos y sociales. Más del 40 % de la carga total de enfermedades atribuibles a factores ambientales, recaen en menores de 4 años de edad, los cuales, como mucho, sólo representan el 8-9% de la población”. En referencia al caso de la contaminación electromagnética, destacó como especialmente peligrosos para la salud infantil “los segmentos de las frecuencias extremadamente bajas (producidas por generación, transporte, transformación, distribución y utilización de la energía eléctrica) y el de la radiofrecuencia derivada de la telefonía móvil (antenas y teléfonos móviles)”.
El oncólogo infantil explicó que “la población pediátrica expuesta residencialmente a campos magnéticos superiores a 0,4 microteslas duplica el riesgo de desarrollar leucemia aguda”, y ha denunciado que “la legislación y las normativas institucionales, no garantizan la salud infantil”. Finalmente, comentó que “hay que tener siempre presente el concepto de Justicia Medioambiental, en el que una minoría nunca ha de pagar un precio excesivamente alto en su salud para el beneficio de una mayoría. Eso se consigue aplicando el principio de precaución (alternativas tecnológicamente viables, económicamente factibles y legislativamente realizables) y el de participación social, para defender la salud infantil en todas las decisiones y actuaciones políticas y administrativas”.
Ver nota de prensa de la mesa redonda.