Barcelona Beer Festival 2013: Lebe die Deutsche Bier!



Un mes. Nada más y nada menos eso es exactamente lo que queda para el Barcelona Beer Festival 2013. Para ir abriendo boca, el equipo organizador ha confiado en diferentes blogs para que os hablemos de algunas cervecerías y de las elaboraciones que allí tendremos disponibles. En mi caso he tenido la gran suerte de poderlo hacer de cinco cerveceras alemanas, país que adoro por numerosas razones, y de ahí el título del post, que se podría traducir tal que así: ¡Viva la cerveza alemana!


A diferencia de lo que ocurría tiempo atrás, por suerte en la actualidad la oferta de cerveza alemana que nos llega es cada vez más amplia e interesante, pudiendo demostrar así a todos aquellos escépticos que allí se elaboran cervezas que van mucho más allá de ser simples clones aburridos.


Un buen ejemplo es Braustelle , una nanocervecera que se fundó en 2001 y que posee el brewpub más pequeño de Colonia. A lo largo de todos estos años ésta brauerei ha ido martilleando el panorama cervecero alemán con elaboraciones digamos que atrevidas ya que cómo bien sabréis actualmente la cerveza alemana es poco dada a cambios bruscos o experimentos extraños y por ello cerveceras cómo ésta llaman mucho la atención. Dejando a un lado elaboraciones más excéntricas cómo su dunkel con romero, o una ale infusionada con hibisco o incluso la única Alt elaborada en Colonia, su Kölsch sin ir más lejos no estaría acogida por su denominación de origen simplemente por no estar filtrada. Pero todo eso no les importa en absoluto, es más, les autoafirma en sus convicciones que de tanto en tanto chocan con la famosa Reinheitsgebot, o ley de Pureza de la cerveza alemana, pero otras veces sus cervezas perfectamente podrían estar acogidas por la citada ley.

En el BBF podremos encontrar:
- Helios -  La citada Kölsch sin filtrar. 4,8%.
- Ehrenfelder - La primera Alt Bier alemana elaborada fuera de Düsseldorf. Sin filtrar. 4,8%.

---

Las instalaciones de Braustelle han servido de nicho en el que se han gestado varios proyectos paralelos entre los cuales destaca Freigeist Bierkultur, una cervecera fundada en 2009 por Sebastian Sauer y Peter Esser, éste último, el maestro cervecero de Braustelle. Sebastian, además de trabajar como manager en Braustelle, posee una de las empresas de importación y distribución más conocidas de Alemania, Bierkompass. En cuanto a las cervezas, Freigeist elabora algunos de los productos más interesantes del panorama cervecero alemán, recreando estilos antiguos cómo por ejemplo las Deutscher Porter, o jugando con ingredientes cómo el café o el cacao.

En el BBF podremos encontrar:
- Abraxxxas – Se trata de una recreación de una "Lichtenhainer", estilo del que os hablamos en este blog, similar a una Berliner Weisse pero elaborada con malta ahumada. 6% alcohol.
- Sour Porter - - Una Porter con sal y ácido láctico. 6%.

---

Pero no conformándose con todo lo anterior, y ejemplificando muy bien lo que sería un cervecero multiempleado, Sebastian está también detrás de otro proyecto, The Monarchy (anteriormente llamado “Monarchy of Musselland” o “MoM”), como única cabeza pensante y actuante. Éste proyecto salió a la luz el pasado 2012 y entre sus elaboraciones encontramos varias reinterpretaciones de estilos antiguos. Las cervezas en este caso se elaboran en Vormann Brauerei, situada en Hagen-Dahl, unos 90 km al noreste de Colonia.

En el BBF podremos encontrar:
- Grätzer – Una recreación de un estilo de cerveza antiguo llevada a cabo por The Monarchy junto con los holandeses Jopen y los historiadores cerveceros Ron Pattinson y Evan Rail. El nombre de este estilo que dejó de elaborarse en 1993 proviene de la población polaca de Grodzisk Wielkopolski, pero era conocida cómo Grätz cuando el área pertenecía a Prussia. Está elaborada 100% con malta de trigo ahumada en roble, posee los mismos grados Plato (7,7º, 3,3% alc.), las mismas unidades de amargor (35 IBU), lúpulo y la levadura original.
- Son of a Batch Apple Wood – Se trata de una interpretación de una Dark Gose. De las Gose ya os hablamos también por el blog (en este post y en este otro), y se trata de un antiguo estilo de cerveza de Leipzig que contiene trigo, sal, coriandro y ácido láctico. En este caso se trata de una versión oscura con sal de lava de Hawaii, coriandro y chips de madera de manzano. 5,2%.

---

Otra de las brauerei muy relacionada con las anteriores es Fritz Ale, un proyecto nacido en 2009, igual que Freigeist, aunque en este caso elabora en la también citada Vormann Brauerei. El proyecto está comandado por Fritz, amigo del citado Sebastian Sauer, y a diferencia de las anteriores cerveceras, en este caso la inspiración viene del mercado estadounidense, encontrando así entre su portafolio Imperial Stout, India Pale ale…


En el BBF podremos encontrar:
- India Pale Ale. Según palabras de la organización del BBF, se trata de una de las 10 cervezas que más ganas tenían de conseguir para la este año, por ser pionera en la revolución cervecera en Alemania. En 7,2% alc.

---

Y para terminar con el post dejamos Colonia y sus alrededores para adentrarnos en lo más profundo de Baviera. Allí, en pleno corazón de la mayor zona productora de lúpulo de Alemania, se encuentra Wolnzach Bürgerbräu. Ésta cervecera se fundó en 1999, lo cual es muy reciente si lo comparamos con muchas de sus brauereivecinas, algunas de las cuales se encuentran entre las más antiguas del mundo. Pero aunque reciente, ésta cervecera tiene una curiosa historia detrás y es que Wolnzach antaño tuvo una fábrica, la cual tristemente tuvo que ser demolida a principios de 1990 dejando atrás una dilatada tradición cervecera. Entonces el pueblo no quiso quedarse de brazos cruzados y empezó a planear el montaje de una nueva fábrica, la cual pudo ver la luz cómo decíamos a finales de la década por la ayuda no solo del pueblo, sino también gracias a la difusión de los medios que consiguieron que la inversión llegara también del resto de Alemania. Acualmente ésta cervecera está apoyada por 1100 accionistas, 500 de los cuales son gente del pueblo.

En el BBF podremos encontrar:
- Hell Naturtrüb – Munich Helles sin filtrar. 5,1% alc.
- Hopfenperle – Lager monovarietal con lúpulo Hallertau Perle. 5,3% alc.
- Aktionator – Doppelbock. 7,8% alc.

---

Además de todas las anteriormente citadas, también tendremos la posibilidad de degustar otras elaboraciones venidas de Alemania cómo Schlenkerla (Heller Brauerei), Aktien, St. Georgen Brau y Weihenstephan.



Así que ya sabéis, disfrutad de las numerosas y tentadoras elaboraciones que tendremos en el Barcelona Beer Festival de este año, pero no os olvideis de darle una oportunidad a las varias y tentadores opciones del país teutón.

¡Prost!

¡Nos vamos a Madrid!



El título no puede ser más aclarador. Éste próximo fin de semana nos vamos a hacer una sesión intensiva por los locales cerveceros de Madrid: bares, brewpubs, tiendas… Ya sabéis, birro-turismo del bueno.

 Fijaros en el elemento que luce el oso junto al madroño desde hace unos pocos meses…


Aunque ya os lo hemos comentado a varios de vosotros, si cualquiera se quiere apuntar tanto el viernes cómo el sábado por la tarde a compartir un buen rato, ruta cervecil, mesa o barra, o todo ello junto y revuelto, que sepáis que una pareja con cabeza de lúpulo andará por Madrid. Eso sí, ciertos principios de uno son inamovibles, por lo que no me busquéis cerca de La Cibeles… ;)

¡¡Madrid, here we come!!

Mejores cervezas del mes: Enero’13.



No hace nada os hablábamos de aquellas cervezas que más nos sorprendieron a lo largo del pasado 2012 y casi sin darnos cuenta nos hemos plantado en el último día de enero, con lo que esto implica: hacer balance de las mejores cervezas que han desfilado por nuestras copas.


La primera parte del mes estuvo monopolizada casi sin excepción por cervezas de temporada, elaboraciones navideñas e invernales de las cuales ya os dimos nuestro particular podio en la interesante propuesta de los colegas Observatorio Cervecero. El resto del mes no ha sido tan prolífico pero aún así hay un cuarteto que brilla con luz propia.


En primer lugar, hablar de Sint Bernardus es hacerlo de toda una institución en Bélgica. Pero hasta un clásico cómo éste sabe adaptarse a los nuevos tiempos, y cómo ejemplo, St. Bernardus Tokyo. Para quien crea (cómo yo lo hice a bote pronto) que se trata de un simple lavado de cara pensando en coleccionistas, sin duda se equivoca. Y mucho. Muchísimo. Los numerosos cambios y las referencias al mercado japonés de la cuidada presentación de ésta botella de 75cl. esconden en su interior una de las mejores witbiers que he probado jamás. Y eso es decir mucho para alguien que adora las cervezas de trigo. Tras admirar el arquetípicamente suntuoso y suculento aspecto, nos maravilla su nariz, rebosante de lógicas notas a trigo y ésteres afrutados así como notas cítricas, pero curiosamente no se perciben los clásicos toques a coriandro. En boca, lo esperable, plátano, pan, naranja, textura cremosa...pero con una redondez encomiable, un ligero especiado por la levadura, muy elegante, acompañado por un punto herbal lupulado muy fresco que termina por pulir una cerveza sublime dentro del estilo. Alucinante.


Pero no abandonemos el océano Pacífico y bajemos un poco más hacia el sur, hasta ese paraíso terrenal, y también cervecero, llamado Nueva Zelanda. Hasta el momento son pocas las muestras que nos llegan desde allí, aunque algunas de ellas con mucha calidad. Si de lúpulo hablamos, ésta maravillosa isla es un edén: Motueka, Nelson Sauvin, Pacific Gem, Pacific Jade, Riwaka... Numerosas variedades que se han convertido casi en un clásico entre las elaboraciones actuales. Por ello no es de extrañar que existan joyas cómo la Mike’s Organic IPA, una de las mejores cervezas probadas en los últimos meses en lo que a lúpulo se refiere. En aspecto, bonito color anaranjado, turbidez media-baja, espuma beige cremosa y persistente. En aroma, una explosión de fruta (piña, limón, manzana, uva, lichi, un ligero toque a melocotón), terrosa y resinosa, todo ello sobre una buena base de biscuit. Muy sugerente. En boca entra muy fuerte el lúpulo, otra vez con notas a fruta tropical, pero dominan más los cítricos y los recuerdos resinosos muy persistentes, que junto con una cierta calidez proveniente del alcohol y un final resinoso y seco, hacen de ella un auténtico cervezón para disfrutar lentamente de cada sorbo. Tratándose de lúpulo ya se sabe que nada cómo hacerlo cuanto más fresca, mejor, y mejor aún sería hacerlo en un paraíso cómo es Nueva Zelanda, pero por el momento nos conformaremos con una humilde butaca en el salón ;).


La “rareza” del mes viene desde Dinamarca, lo cual es prácticamente decir el nombre del elaborador: Mikkeller. Pero a diferencia de las “inmundicias” de las que os hablábamos hace tan solo unos días, Orange Yuzu Glad I said Porter, un pequeño petróleo elaborado con naranjas Yuzu, es una auténtica revelación. Su color negro azabache opaco y la espuma marronácea muy cremosa y persistente nos anticipan un buen festín, pero es en nariz dónde empiezan las gratas sorpresas, con notas cítricas, naranja, limón, confitura de naranja amarga, piel de pomelo… y de fondo, torrefactos y algo de café. Muy sorprendente al tiempo que sugerente. En boca vuelven los cítricos pero rápidamente dejan paso a los torrefactos, café así como también en menor medida cacao. Final seco, muy medicinal, como astringente, pero también fresco. Textura sedosa realmente deliciosa, carbonatación media y cuerpo medio-bajo que dan como resultado final una cerveza muy curiosa pero muy fácil de beber, refrescante y bien compensada. Aunque un tanto dado a los experimentos raros, hay que reconocer que de tanto en tanto Mikkel se saca alguna joyita de las manos.

Es una pena que no salga entera la peculiar tira cómica de Keith Shore.

Y cerramos el círculo del citado cuarteto como lo empezábamos, con el edén cervecero belga. La culpable es Liefmans Goudenband, una cerveza que aún cruzándose numerosas veces en nuestro camino no habíamos caído en sus tentadoras fauces hasta hace varios meses, y desde entonces ha estado aguardando su momento adecuado, hace unos pocos días. Todo lo que pueda decir de ésta cerveza es poco y todos los calificativos que había leído de ella, más que merecidos. Se trata de una oud bruin asombrosa, realmente bien atada por todos los flancos, rebosantes notas avinadas, uva tinta, cereza y frambuesa, vinagre de módena, mucha madera vinosa, manzana verde pero también limón en menor medida. Al tomar temperatura aparece un toque láctico que la termina de redondear. La acidez, bien compensada, la carbonatación, presente en su justa medida pese a que la frágil espuma y poco persistente apuntaba a que fuera menor. Una cerveza excelente envuelta con una presentación inmejorable… todo ello a un precio realmente ajustado. ¿Se puede pedir algo más?



Y así, con un par de belgas, una neozelandesa y una danesa, termina nuestro particular podio de este mes. Veremos qué nos deparan los próximos meses.

¿Experimentos inmundos?


Continuamente vemos salir al mercado nuevas cervezas, algunas más clásicas, otras más arriesgadas, pero entre todas configuran una oferta muy amplia y que tiende a abarcar casi todos los gustos. Casi todos. Pero tirando del refranero popular, que ya se sabe que rezuma mucha sabiduría, hay un proverbio en concreto que describe bastante bien la sensación que percibo de una parte del movimiento cervecero existente hoy en día: “pájaro que vuela, ¡a la cazuela!”… O más bien, para el caso que nos ocupa, al fermentador…


Todos sabemos que la experimentación es imprescindible para avanzar, permite descubrir elementos nuevos, frecuentemente por pura casualidad, y puede incluso llegar a resultar muy divertido. Pero hay ámbitos, y ámbitos, y una cosa es investigar y probar ciertas recetas aplicándole dos dedos de lógica y otra cosa bien distinta es querer jugar a ser una mezcla de Ferran Adrià y Sam Calagione, haciendo ciertos experimentos más propios de un niño con plastilinas de diferentes colores entre sus manos (el resultado final, esa bola de color marronáceo, se asemeja bastante a alguna cerveza).

No quiero extenderme mucho más, prefiero que las siguientes ocho elaboraciones, que perfectamente podrían ser catalogadas bajo el título de este post, hablen por si solas.

----

Para empezar, no podía hacerlo sino con un experimento yankie. Se trata de Black Lobstah Lager, una elaboración de Red Hook, cervecera de la costa este estadounidense. Cómo bien reza el nombre usa bogavantes de la costa de Nueva Inglaterra, para, según sus elaboradores, ¿hacer un intento de réplica de las Oyster Stouts? Que alguien me explique en qué se parece una ostra a un bogavante… De todas formas, por si a alguien le estaban empezando a entrar náuseas, podéis estar tranquilos, el sello de “Marisco de New Hampshire Fresco y Local” te garantiza una indigestión más saludable.


Pasemos a la segunda y nauseabunda elaboración, cómo no, nuevamente desde los USA. Se trata de Rogue Voodoo Doughnut Bacon Maple Ale, una perlita elaborada con bacon ahumado, jarabe de arce y varias maltas ahumadas (cerezo, haya…). Pero es que esto no es todo ya que, además, ésta conocida cervecera de Oregon posee otra versión, Doughnut Peanut Butter Banana Ale con banana, chocolate y mantequilla de cacahuete... A la rica merendola... Para rematarnos, y cómo podéis ver abajo, la “preciosa” botella de color rosa no podría faltar en las estanterías de cualquiera de esas adolescentes seguidoras de la saga Crepúsculo y Justin Bieber.


¿Tenéis hambre? ¿Por qué comer y beber por separado? Los genios de Pizza Beer Company, nuevamente desde USA, nos traen Mamma Mia Pizza Beer, la demostración tanto para los italianos cómo para el resto mundo que la pizza y la cerveza maridan excepcionalmente bien en un cócktail tan repulsivo cómo atrayente a la vez. Prestad atención: albahaca, orégano (hasta aquí nada raro), tomate y ajo. Ésto sí que es una “Cerveza Gastronómica” y no la Inèdit ni la Vg Noster… Ah, y recordad, si os sabe sosa siempre podéis añadir un poco de queso mozzarella dentro de la copa. ¡Buon appetito!

 
 Nadie diría que son yankies... ¿verdad?

Anda, pero si ya llevamos tres “perlas desde USA… Para qué cambiar, ¿no? Bueno pues aquí llega Short’s S’more Stout, elaborada con marshmallow (esas golosinas que algunos llaman nubes), galleta, chocolate con leche y malta ahumada. Arrea con la mezclita… Ideal para reponer fuerzas después de una buena resaca…


Seguimos con la revolución para los desayunos, ésta vez desde Hokkaido (Japón). Atrás quedaron las milk stout… aquí llega Bilk, o lo que es lo mismo Beer + Milk. Esperemos que un producto con ese nombre tan surrealísticamente ingenioso no aloje en su interior la leche contaminada ocasionada por la ola de radiaciones de su vecina sureña Fukushima…


Pero sigamos avanzando. ¿Quién dijo que el ginseng, la homeoterapia, o esos cóctels molotov llamados bebidas energéticas eran suficientes? Aquí llega Stampede Light, de Matt Brewing Company, una cerveza rebosante de vitaminas y ácido fólico, éste último, un componente que se toman, entre otros, las madres embarazadas para prevenir malformaciones en el feto. Stampede te dará el chute necesario para volar, y sino, como mínimo te asegurarás un embarazo psicológico... No hay mal que por bien no venga, ¿verdad?


La penúltima joya de la que os vamos a hablar, siguiendo los derroteros de la anterior, viene de los irreverentes escoceses BrewDog. Hablo de la elaboración que sacaron para hacer su pequeño “homenaje” a los Juegos Olímpicos de Londres 2012: Never Mind The Anabolics. Se trata una IPA infusionada con creatina, guaraná, ginseng, gingo, esteroides, maca andina en polvo, té matcha y nuez de cola. Todo un cóctel revitalizante y energizante que hubiera ahorrado un buen dolor de cabeza al pobre Lance Armstrong y a todos sus seguidores éstas últimas semanas… ;)



Y vamos con la guarrada más grande de todas, la cerveza que soñaba el carnicero de la pelicula francesa Delicatessen, o un buen aperitivo para Holocausto Caníbal. Viene de la mano de Boston Brewing Company (Samuel Adams), y la perla se llama Burke In The Bottle. Elaborada con corazones de ternera asados, melaza y especias, ésta cerveza da un vuelco a los tradicionales estofados flamencos en el plato sirviéndonoslo directamente en la copa. ¡Ah!, y cómo si de unas patatas fritas con sabores se tratara, además existen dos variedades más: Peach BBQ y Spicy Tomato. Mira que son ingeniosos éstos yanquies...


 De las tres etiquetas, quizás ésta sea la “menos mala”.


Y con ésta última joya no apta para vegetarianos dejamos aparcado (quién sabe si en un futuro habrá una segunda parte…) éste listado de “monstruosidades que ningún vaso de cerveza quisiera alojar”. ¡Bon profit!

P.D. Ya podéis ir al WC…

Cerveza caliente para combatir el frío.



Aunque hemos dejado atrás la navidad, y más recientemente esa famosa ciclogénesis explosiva, estamos sumidos en plena época de frío y para combatirlo hoy os queremos proponer algo distinto.

Quizás conozcáis el vino caliente y especiado, Glühweinen alemán. Para los que no, se trata de una deliciosa y reconfortante bebida muy especiada (aún con las lógicas variaciones de receta, no suele fallar el anís estrellado, la canela y la naranja). La gente de los países del norte y centro de Europa lo suelen consumir sobretodo allá por el mes de diciembre, coincidiendo con la época de adviento, en sus casas a la luz de la lumbre o paseando por los típicos mercadillos navideños.

 Arriba, el citado vino caliente con sus ingredientes (foto tomada de aquí

Pero cómo esto es un blog de cervezas, aunque ya sabéis que el vino me apasiona también, os quiero hablar de una cerveza un tanto distinta que conseguí hace meses gracias al buen amigo Sven (Drunk Monk) y que podría compartir mesa con el citado vino sin amedrentarse un ápice. Se trata de la alemana Aktien Heisses Böckle una elaboración que posee un carácter especiado muy marcado ya que contiene entre sus ingredientes jengibre, canela y coriandro.

 Arriba, la cerveza acompañada de un “pa beneït”, un dulce típico de mi Safor natal (desconozco si también en otras partes...).

Los ingredientes citados tampoco son ninguna novedad en una cerveza ya que en no pocas cervezas belgas, inglesas o estadounidenses, por ejemplo, los utilizan. Dónde realmente viene la gracia, al menos en mi opinión, es porque la cerveza se consume caliente, concretamente se recomienda calentarla por encima de los 50ºC. Se toma la botella y quitándole la chapa para evitar explosiones, se la mete en una olla con agua caliente haciendo una especie de baño maría. Luego se sirve en una copa consiguiendo el resultado que podéis ver más abajo.


Así que ya sabéis, si os cruzáis con ésta botella y queréis darle otra oportunidad al delicioso mundo de las especias, estoy seguro de que ésta joya bávara de 6,7% de alcohol no dejará a nadie indiferente… para bien.

¡Que vivan las cervezas de temporada!