Gaviotas que se cansan

Llueve en Madrid y ya empiezo a salir de noche del trabajo. Sin tiempo para nada, ni tiempo físico ni el meteorológico. A mí este cambio de hora siempre me ha parecido un robo, por más que insistan durante todo el fin de semana en decir que nos regalan una hora para dormir.
Echo de menos el verano, los juegos olímpicos (que no las olimpiadas, que ya me lo sé), las cenas en la terraza, comer en casa a diario contigo, las tardes libres, las siestas que no dormimos y los comentarios del socorrista sobre nuestras siestas y cómo así desperdiciamos tener la piscina para nosotras y poder nadar a gusto (y sonreirnos y comentar luego que no sabemos si está de coña o si es que todavía no nos tiene caladas), la piscina, la playa o el lago y verte tumbada al sol secándote y tumbarme a tu lado. El tiempo, los tiempos. Las chicas en bikini, sobre todo la mía.

Tienes que pensar
que el mundo va a girar.
Lo quieras o no
tendrás que trabajar.

Verás salir el sol,
cruzarás la ciudad,
la inercia gris de los días
te arrastrará.

Niños Mutantes

Las chicas en bikini - Niños mutantes


Crónica Aniversario Zombier (I): 1er asalto al Drunk.



Como comprenderéis, resumir en un único post todo lo que tuvo lugar este pasado fin de semana es una tarea más bien complicada. Primero, por mi reconocida incapacidad de síntesis. Si no lo he conseguido en anteriores veces, no iba a ser ésta la excepción. En segundo lugar por todas las cervezas que casi sin dejarnos respirar fueron dándonos un gozo continuo y casi infinito a nuestras papilas. Finalmente, y más importante que todo lo anterior, por la cantidad y sobretodo la calidad de los buenos momentos vividos en excelente compañía durante dos días magníficos. Así que curándome en salud por si me olvido de algo, vamos allá con la crónica en tres, sí tres, partes.

Aviso previo a navegantes: cuidado con los cortocircuitos generados por las babas, cubriros los dientes con fundas que impidan que éstos chirríen y bajo ningún concepto sigáis leyendo si como un servidor sois propensos  a las envidias compulsivas.

Nuestro fin de semana particular empezó alrededor de las cinco de la tarde del sábado 26 de octubre. Nos juntamos unos cuantos en un hotel de Mataró. Primero saludamos a Gabriel y Marya de Zombier, quienes a su vez nos presentaron a los diferentes cerveceros venidos de fuera: Glenn de Alvinne, John de De Molen, Valter y Elena de Loverbeer, y finalmente Jens y Helen de Haandbryggeriet. Poco después llegó Ivan de Cinc Titius con Bruno, el maestro de Toccalmatto. Tras las presentaciones nos fuimos todos juntos hasta el Drunk Monk, dónde nos esperaban Juan y Josu de Naparbier, con los deberes bastante avanzados, así como Sven y todo su equipazo. Tras los saludos y los abrazos pertinentes, memorizamos clínicamente cuáles eran los barriles pinchados para seguir algún tipo de orden a la hora de ir probando las cervezas. Sólo hizo falta media hora para que todos esos planes se fueran al garete ya que los vasos iban de mano en mano casi sin tener opción de pensar ni anotar demasiados detalles (Juan no se callaba ni cosiéndole la boca… :P).



Para no aburriros mucho con todas las cervezas bebidas (por número y por los escasos y poco dilatados apuntes…) aquí os dejo algunas de las cervezas que más nos gustaron durante esta primera tarde. Para empezar, la Naparbier Zombreaker. La esperaba mucho más agresiva (en alguna parte leí que era una bomba de relojería…), pero en barril fue toda una gozada, muy aromática y sugerentemente lupulada en nariz, equilibrada en boca, sabrosa y con una buena base malteada. Estos pamplonicas se superan día a día.



Asombrosa también fue la Kernel Chinook. No tengo más que palabras de admiración hacia lo que hace esta gente y en este caso concreto además es muy complicado echar algo en falta o nombrar algo que sobre. Impecable. Otra perla fue la Alvinne Undressed en barrica de Burdeos, muy bien hecha, rebosante de frutos rojos, acidez bien atada, y para nada aparentaba tener los 6.9% de alcohol. Una pasada.



Subiendo de color no puedo olvidarme de la que para mí posiblemente fue una de las mejores cervezas en barril del fin de semana: Struise Black Berry Albert. Una auténtica gozada, aunque desgraciadamente no he rescatado ninguna foto decente! Toque amaderado y muy frutal por la barrica de porto, rebosantes notas a bayas, chocolate y un punto de café, sabrosa y compleja como ella sola. Me entran escalofríos sólo de de recordarla. Y de la misma casa, Struise Rio Reserva 2008, asombrosa, equilibrada como pocas veces he podido probar en este “estilo” (se supone que era algo así como una “quad”), también con paso por barrica (en este caso Bourbon), suavemente acaramelada, fruta dulzona, y un punto especiado entre el que destacaba la vainilla, consiguiendo un trago sublime.


Aunque pocas, también hubieron algunas sorpresas menos gratas. Destacaría la colaboración de Haand con Närke, la Union Øl, con mucho sabor a melaza, notas ahumadas y caramelo, algo que sobre el papel debería haberme gustado muchísimo pero que terminó cansando a unos cuantos por ser un tanto empalagosa. Tampoco nos convenció y por razones similares a la anterior, la colaboración entre Lervig y Mikkeller, Double Eye, muy alcohólica, pesada y corpulenta. Por último, la Loverbeer Papëssa, la cual por lo visto tuvo algún problema en barril ya que quienes la habían probado anteriormente la recordaban realmente buena.

Con un ambientazo genial llegó la hora de una primicia mundial (verdad de la buena…), la presentación de la E.S.B.(de European Sour Blend, y no del estilo británico Extra Special Bitter), una colaboración a cuatro bandas entre Alvinne, Loverbeer, Haandbryggeriet y De Molen. Los diferentes cerveceros nos fueron contando sus razones e implicaciones de forma muy distendida y entretenida. Glenn (Alvinne) contribuyó con su Undressed; De Molen con Lief & Leed, una red flandres; Haandbryggeriet con Haandbic, una lambic con arándanos rojos y grosellas que he podido probar en botella y gustó y mucho; y finalmente Valter (Loverbeer) aporto su Madamin, una amber ale en barrica.

 De izquierda a derecha, Gabriel (Zombier), John (De Molen), Glen(Alvinne), Valter (Loverbeer), Jens (Haand) y Sven (Drunk). ¡Menuda quíntupla!


El resultado, un blend verdaderamente redondo, nula espuma, con claro protagonismo del sello Alvinne en boca, una carbonatación muy ajustada, acidez marcada pero bien atada, muy frutal y vinosa y tremendamente fácil de tomar. Gusto mucho.



Tanta cerveza requería algo sólido para empapar y fue entonces cuando Sven y su equipazo se marcaron un buen surtido de excelentes embutidos que disfrutamos enormemente, aunque no sabría decir si nosotros más o los cerveceros internacionales (el jamón, de calidad enorme, voló en pocos segundos). Para “acompañar”, entre otras pedimos una ronda de Toccalmatto: B Space Invader (una “black IPA” impresionante), Zona Cesarini (una IPA con lúpulos neozelandeses que se convirtió en una de las mejores de la noche) y Skizoid (una IPA rollo yankie sobre la que varios coincidimos en que esperábamos más).

Más o menos por esas alturas llegó el amigo Txemacon su colega Pere. Con ellos pasamos un rato estupendo, quizás un tanto fugaz, pero ya se sabe que lo bueno si breve… También estuvieron la gente de Marina, con quienes también tuvimos un rato de agradable charla. Más gente se fue uniendo a la mesa, unos majísimos Antonio Bravo (el diseñador de las etiquetas de Zombreaker) y Joan Montasell (de quien os hablaré mejor en el siguiente post)... charlando de política, linguística, cerveza... En fin, de lo divino y lo humano.

Con Txema aún en la mesa, Gabriel se acercó con una mirada pícara y casi volando saltamos de la mesa corriendo hasta la parte posterior del Drunk, dónde Sven tiene su almacén. Allí nos encontramos con una maravillosa sorpresa. Eric, un amigo estadounidense de Virginia que había venido expresamente para este aniversario, se había traído consigo una caja con cervezas que no llegan a Europa ni en sueños, todas elegidas a conciencia y muy frescas aún con lo que eso conlleva a nivel de lúpulo, entre otros aspectos. Aunque me reiteraré en mis agradecimientos en el último post de este trío de crónicas, aprovecho desde aquí para dar las gracias a Eric por traerse todo lo que trajo y sobretodo por compartirlo con cuantos más, mejor. Un tipo realmente espléndido como pudisteis comprobar aquellos que le conocisteis.

La primera de sus cervezas fue una Firestone Wookey Jack, que según rezaba la etiqueta se trataba de una black rye IPA. Desde ya os digo que es una de las mejores cervezas que he probado nunca, maravillosa, lúpulo cítrico mascable, el punto inconfundible del centeno, amargor bien compensado, en definitiva impecable en todos los sentidos.


Arriba, así pintaba la birra. Abajo el personal revolucionado por ella. A la derecha Juan (Naparbier) mirando de reojo a Txema con cara de pensar “menuda cara de felicidad se le ha quedado al probarla…” ;).



Seguidamente vino otro joyón, The Bruery Fruet, la edición aniversario de este año de la cervecera, madurada en barrica de Bourbon y elaborada añadiendo cada año un poco de cerveza joven al blend de años anteriores, de un modo similar al que se utiliza con los vinos de Solera. Yo no se las veces que lo he dicho en este mismo post, pero sin duda sería de lo mejor que he probado nunca. Textura oleosa, complejísima, con pasas, higos, ciruelas, chocolate, madera, bourbon… aportando un posgusto cálido larguísimo. Un locurón de cerveza.


Arriba, repartiendo gozo… Abajo, Eric y una chiquilla muy guapa que andaba por allí ;).



Para acompañar, vino otro detalle en forma de tarta de chocolate para felicitar a Gabriel por su 1er Aniversario. Cosas como éstas hacen que cualquier halago hacia el Drunk Monk se quede corto.


 
Por si todo lo anterior no fuera suficiente, BrunoCarilli, el maestro cervecero de Toccalmatto, presentó brevemente algunas de sus cervezas, atractivas tanto por dentro como por fuera. Poco después nos sirvió una de sus joyas, la Toccalmatto Russian Imperial Stout Bretta, añejada 13 meses en barricas de Sagrantino (un vino dulce italiano), y cuya presentación de la botella era maravillosa. Chocolate, torrefactos y un punto de fruta oscura dulzona, así como cierto toque astringente y amaderado. Sin palabras, y van…

 A la izquierda, la joya, y a la derecha, el orfebre.


Ya bien entrada la madrugada, Eric volvió a sacar otra bomba, The Bruery Tart of Darkness, una curiosa sour negra con paso por barrica, con mucha fruta oscura, cerezas, marcada acidez y astringencia potente, pero con un buen contrapunto por a la malta torrefacta. Excelente.


Y así, con algunas que otra cerveza más dimos por concluido el primer round. A la mañana siguiente nos esperaba Manolo y todo su equipazo en el Freiburg, así como la segunda ronda en el Drunk Monk ya por la tarde, pero cada cosa a su debido momento…

 La cara de satisfacción de Sven lo dice todo…

El fin del mundo se escribe con Z.



A día de hoy no creo que queden muchos despistados que desconozcan lo que se avecina para este próximo fin de semana. No se trata del Borefts de De Molen, ni del Alvinne Craft Beer Festival, tampoco un festival de cervezas nórdicas o incluso de microbirrifici italianas… En realidad es todo eso y un poco más... y al lado de casa, ya que el Drunk Monk, sitio dónde la gente de Zombierha pensado en celebrar su 1er Aniversario, no está ni en Copenhagen, ni en Bodegraven ni en Roma... ni más ni menos que en Mataró.

Tal comparativa no es baladí ya que nos encontramos ante algo que no tiene parangón, no sólo en la península sino a nivel europeo: Alvinne y Struise desde Bélgica, Lervig y Haandbryggeriet desde Noruega, Naparbier como representante local, De Molen desde Holanda, Loverbeer y Toccalmatto desde Italia, y casi sobre la bocina también se ha sumado The Kernel desde U.K.. Una auténtica barbaridad.

En fin, que no me enrollo más. Saldremos el viernes de buena mañana. La vuelta, el domingo, si es que el hígado ha resistido los numerosos achaques que supongo le esperan. A los que no podáis venir tened por seguro que aquí os lo contaremos con todo detalle.

Abajo os dejo un avance de cómo creo que terminaremos, haciendo la conga con Gabriel y Sven cómo cabezas de convoy…

 (merece la pena ampliar...)

Quién tuviera fe en cada poro de su piel

Este año el 22 de Septiembre me pilló con el pie cambiado, despierta también de madrugada pero intentando sonreír en medio de la fiesta. Y recordando, las 2 de la madrugada, volviendo 10 años atrás pero con música de pachanga de fondo.

10 años es mucho tiempo, 10 años es una carrera, un trabajo, unas cuantas mudanzas, 4 nacimientos (algún que otro embarazo más), es irme de casa, presentar a mi novia, ver a mamá sacarme del armario como si tal cosa en cuanto me despisto y pensar qué habrías dicho tú.

Sigo sintiendo rabia y a veces me pregunto si es normal que esto sea así, pero me sigo enfadando porque no es justo, porque no quiero tener que imaginarme tus reacciones porque no sé si me equivoco o no, porque te fuiste muy pronto, porque ahora tendrías que estar disfrutando, pasando los veranos en la piscina de casa con tus nietos y ni es justo que tú no lo estés disfrutando ni que ellos no te hayan conocido.  Porque es una mierda que no estés.

De verdad que envidio a los que pueden ver la vida de manera menos racional.

Si es verdad todo lo que dice sobre él
Ojalá que exista el cielo, y yo acabe allí también
Ojalá que exista el cielo, para volveros a ver
Deluxe



Desenmarañando las variaciones con Struise Black Albert.



Hace unos días nos enterábamos de una notícia estupenda gracias a la cual a partir de ahora podremos disponer de elaboraciones de De Struise Brouwers que hasta hace muy poco no podíamos ver más que en sueños. Así que aprovechando esto y que a finales de semana asistiremos a la fiesta que Zombier celebrará en el Drunk Monk y en la que podremos probar algunas de esas joyas, he pensado en publicar un post aclarador sobre la enorme cantidad de variaciones de su reputada Black Albert.

Aunque seguramente muchos de vosotros ya la conocereis, la Black Albert es la “Belgian Royal Stout” que fue ideada como tributo al Ebenezer’s Pub, un local cervecero situado en la costa nordeste de USA, reputadísimo como pocos en ese país e incluso es considerado por algunos algo así como el famoso Kulminator de Amberes pero a lo yankie. En cuanto a la cerveza se trata de una bomba oscura repleta de torrefactos, café, caramelo, frutas oscuras, muy elegante y verdaderamente compleja. Y lo mejor de todo, por si no fuera suficiente por ella misma, es la infinidad de elaboraciones en las que ha funcionado como base y de las que a continuación os hablamos. La etiqueta es obra de Vincent Hocquet.



Cuvée Delphine. Se trata de la versión de la Black Albert envejecida unos meses en barricas del conocido whiskey bourbon 4 Roses. En cuanto al nombre, aunque en un principio pensaron en llamarla ocurrentemente 4 Black Roses, tras el consejo de los colegas de Kentucky decidieron no hacerlo y terminaron inspirándose en el nombre de la ilustradora, Delphine Boël. En cuanto al lema que podeis ver "Truth can set you free" por lo visto hace referencia a que la citada ilustradora es la hija bastarda del "rey" de Bélgica.



Kabert. En este caso se trata de un blend entre la Black Albert de Struise y Kate the Great, una Russian Imperial Stout de la estadounidense Portsmouth Brewing. 11% alcohol. También poseen una versión de la misma en barrica de Porto.



Las tres anteriores se pueden encontrar en botella pero hay dos elaboraciones que por el momento sólo han salido en barril:
- Black Berry Albert. Tomando como base la misma Black Albert pero fermentada con bayas negras y envejecida en barrica de Porto. 13%.
- Woody Albert. Misma base pero paso por dos barricas distintas, de vino Jerez y del reputadísimo whisky Lagavulin.

Pero la Black Albert también ha servido para la elaboración de otras cervezas fuera de las instalaciones de Struise. Uno de las más tentadoras podría ser la Three Floyds Baller Stout, conmemorativa del XV aniversario de esta craft estadounidense, un blend en el que intervinieron su Dark Lord, Surly Darkness (Surly Brewing), Beer Geek Brunch (Mikkeller) y la citada Black Albert (Struise).



Serie Black Damnation.

Además de todas las anteriores, una de las contribuciones más productivas al tiempo que conocidas que ha dado la Black Albert es la serie Black Damnation, que empezó con una colaboración con la holandesa De Molen y ha ido evolucionando hasta alcanzar verdaderas barbaridades. Todo empezó cuando Urbain, el maestro cervecero de Struise, pensó en elaborar 12 cervezas usando como base su Black Albert. Seis de ellas (la I, II, III, IV, V y XI) han salido embotelladas para el público general, otras cinco (VI, VII, VIII, IX y X) sólo se pudieron disfrutar en algunos festivales, pubs o eventos concretos. Pero además, hay otras doscervezas elaboradas en exclusiva por De Molen (666 y Molen’s Steam Edition).



La primera de ellas, Black Damnation I, fue una colaboración con De Molen, concretamente un blend 50-50% con la Hel & Verdoemenis, con 13% de alcohol.



BD II Mocha Bomb también mezcla Black Albert con la Hel & Verdoemenis de De Molen pero con algunas particularidades: 50% es Black Albert madurada con granos de café colombiano, 25% Hel & Verdoemenis envejecida 6 meses en barricas de Jack Daniels en las instalaciones de Struise, y el 25% restante es la Struise Cuvée Delphine mencionada más arriba. En total alcanza 12% de alcohol.



La BD III Black Mes se elaboró con Black Albert añejada durante 3 meses en barricas de whisky Caol Ila’s Distillers Version 1995, el favorito de Paul Melia’s, también conocido como Mes y de ahí el nombre de la cerveza. 13% de alcohol.



La cuarta versión es la BD IV Coffee Club y vuelve a usar la Black Albert como base pero en este caso envejecida 6 meses en barricas de ron muy viejo. Alcanza los 13% de alcohol.



La BD V Double Black usa como base la Cuvée Delphine a la cual se le aumentó el contenido alcohólico mediante el método de congelado propio de las Eisbock hasta alcanzar nada más y nada menos que 26% de alcohol.



Aún rizaron más el rizo con la BD VI Messy, que alcanza los 39%, aunque según he leído, éste se encuentra muy bien escondido y sigue conservando rasgos propios de una cerveza como es el gas y la espuma a diferencia de otras elaboraciones más cercanas a un destilado propiamente dicho.

Después de tal barbaridad sacaron la BD VII Single Black, también oscura pero con muchísimo menos alcohol, concretamente 2%.

La octava, BD VIII S.H.I.T., es una especie de híbrido entre la Black Albert y la Shark Pants, la doble IPA de 300 IBUs hecha en colaboración con la estadounidense Three Floyds, obteniendo lo que los yankies llamarían una Black IPA. Aunque la traducción del nombre apunta a algo un tanto escatológico, en realidad es un juego de palabras: Super High Intensive Taste. 12% de alcohol.

La novena versión, la BD IX Beggar’s Art, es la Black Damnation primigenia pero envejecida en barricas del whisky escocés Ardbeg. 18.1% de alcohol.

Con la BD X Double Wood se le añadió levadura fresca a la Black Albert y se dejó envejecer en barricas de otro whisky escocés de Islay, concretamente Balvienie. 15% de alcohol.

Y la última de la serie de la que vamos a hablar, la BD XI Special Kay, es una mezcla de la ya mencionada Kate The Great de Portsmouth Brewing con la Black Albert. La cerveza fue congelándose fraccionadamente hasta los -15ºC durante un período de 20 días, para así separar el agua del alcohol y aumentar el porcentaje de éste último. Por tanto se trata otra vez del proceso de las Eisbock pero modificado por Struise. Previo a este proceso, la cerveza tuvo un añejado en barricas de porto Noval durante 10 meses.



Cómo os comentaba al principio de ésta serie, hay dos elaboraciones relacionadas que sacó De Molen:

- Black Damnation 666: es una mezcla de la Black Albert con la Hel & Verdoemenis 666, y ésta última es una versión de la H&V con chips de barrica de cognac de 40 años. 13%.

A la izquierda, Black Damnation 666. A la derecha, Hel & Verdoemenis 666.


- Black Damnation Molen’s Steam Edition: la base en este caso es la Black Damnation I, se deja madurar con chips de whiskey single malt Old Potrero, de la cervecera y destileria californiana Anchor Brewery, conocida por su Steam Beer. 13%.

La etiqueta apenas se diferencia de la primera Black Damnation.


Y con esta última joya damos por finalizado el post. Espero y deseo que a parte de una tremenda resaca por tanto alcohol os haya quedado algo más claro este batiburrillo de nombres, números y barricas.

* Todas las fotografías han sido tomadas de diferentes páginas y por lo tanto tienen sus respectivos derechos de autor.

PARA TODO HAY TIEMPO




 Botones de crisantemos
Foto Angélica Mora


Angélica Mora
Apuntes de una periodista
Nueva York


  Hay un tiempo para nacer,
    y un tiempo para morir;
un tiempo para plantar,
    y un tiempo para cosechar.

Eclesiastes


Para todo hay tiempo. Lo que pasa es que hay que saber esperar.
No soy de las que sabe hacerlo, pero la naturaleza me ha enseñado que para todo hay tiempo:
Para que la semilla madure, brote y se transforme en planta. Y produzca frutos, que a su vez darán origen a otras semillas, más que suficientes para seguir adelante.
En esta parte del mundo, hoy es el tiempo de los crisantemos, que aguardan durante todo el verano a que pase el calor, para que la flor emerga y se abra.
¡Toda una lección silenciosa para los impacientes!

Jester King Craft Brewery (2).



El pasado martes os presentamos, con la excusa de sus preciosas etiquetas, las year-round (no me diréis que no mola más que decir “cervezas disponibles durante todo el año”…) de Jester King, una craft tejana. Así que hoy, completando la gama, vamos con las ediciones estacionales y limitadas.


Cervezas limitadas.

< Das Wunderkind > Este niño prodigio (traducción del alemán) de 4.2% de alcohol es en realidad una sour ale elaborada mezclando cerveza joven que ha dejado infectar por levaduras y bacterias salvajes de la región con cerveza madurada durante varios meses en barricas de roble. Lúpulos Tettnang, Saaz y Styrian Goldings.



< Bonnie the Rare > Berliner Weisse con 3.7% de alcohol, con levadura Farmhouse e infección con Lactobacillus. Lúpulo Saaz.



< Trash Metal > Éste homenaje al trash metal es una strong ale con un carácter lupulado resinoso (East Kent Goldings, Cascade, Columbus), maltas ligeramente torrefactas, la calidez del alcohol (9.3%) y el toque a levadura.



< Boxer’s Revenge > Wild ale envejecida en barricas de whiskey y de vino con levaduras y bacterias salvajes. Seca, terrosa, con recuerdos a champagne y notas a fruta tropical y ácida. Una curiosa explosión de sabor.



< Drink'in the Sunbelt > Ésta colaboración con Mikkeller es una cerveza de trigo, lupulada, típicamente de sesión, con 3.9% de alcohol. Disponible en verano, está inspirada en la Drink'in the Sun del citado gypsy brewerdanés.



< Beer Geek Rodeo > Otra colaboración con Mikkeller, en este caso una Imperial Oatmeal Stout elaborada con maltas ahumadas, chiles chipotle y café vietnamita. 10.1% de alcohol. Posee dos versiones de ésta cerveza: Weasel Rodeo (con auténtico café de Kopi Luwak, la mundialmente conocida “civeta cafetera”), y Whiskey Barrel Rodeo(con 6 meses de añejado en barricas de whiskey de Tennessee y también café Kopi Luwak).

 
 


< Buddha’s Brew > Otra colaboración, en este caso con Buddha’s Brew. Está elaborada completamente en barricas ya que en ellas se vierte el mosto aún sin fermentar y se le inoculan bacterias ácidas. Tras varios meses de barrica, ya en el embotellado, también se le añade kombucha (bebida fermentada con hongo de té u hongo manchuriano). 4.7%. de alcohol



< Gotlandsdricka > Se trata de una versión de la Gotlandsdricka, la antigua cerveza de los Vikingos. Inspirada en las farmhouse ales que en su día se elaboraban en la isla de Gotland, en la costa sueca. Posee un marcado carácter ahumado y entre sus ingredientes cuenta con copos de centeno, bayas de enebro y mirto de brabante (éste último, uno de los ingredientes de las Heather ales). 6.6% de alcohol.



< Funk Metal > Sour Barrel Aged Stout con 8.2% de alcohol. Según palabras suyas “shut up and listen” (callad y escuchad) así que…



Y con esta rareza damos por concluida la segunda parte. No me negaréis que salvando alguna frikada más o menos peculiar, por lo general las Jester King tienen una pinta estupenda, tanto por dentro como también, no nos olvidemos, por fuera!