Después de presentar la primera mitad el pasado lunes hoy vamos con las cervezas que completan el listado de las 50 mejores cervezas que disfrutamos a lo largo del 2013.
26. Huppendorfer Zwickel (Alemania). Una de las mejores franconas que pudimos disfrutar en botella en Nürnberg, producida por una de tantas cerveceras franconas minúsculas cuya producción no alcanza para verlas siquiera en el resto de Baviera. Un dueto alucinante entre el cereal y la levadura, nada más y nada menos. Una delicia.
Huppendorfer es la situada a la derecha. |
27. La Cumbre Elevated IPA (USA). Sin ningún tipo de duda la mejor IPA que he probado este año, a años luz de cualquier otra, muy refrescante y bebible, con todos los elementos (pero especialmente el lúpulo) maravillosamente atados. Pocas veces he estado tan de acuerdo con Ratebeer: un 100 en el global y como estilo. Merecidísimos.
28. La Pirata Black Block (Catalunya). La demostración de que por estos lares se están haciendo algunas cervezas de calidad enorme. Esta imperial stout es sencillamente brutal.
29. Laugar Aupa Tovarisch de barril (País Vasco). En la última edición de Mediona hubo varias cervezas que gustaron bastante pero esta bomba de relojería fue una de las que más elogios se llevó. Y con razón. ¡Aupa Tovarisch!
30. Magic Rock Cannonball (UK). Si en 2012 la cervecera inglesa que más me sorprendió fue The Kernel, este 2013 la cosa anda repartida entre Magic Rock, Siren y Beavertown, con grandes cervezas en cada caso, pero entre todas hay una que merece un puesto de honor en esta lista y esa es Cannonball, una explosión de lúpulo resinoso. Bestial.
31. Mikkeller Mielcke & Hurtigkarl (Dinamarca). Una fusión magistral entre cerveza y vino gracias al envejecimiento con barricas de Château d’Yquem. Dulce, corpulenta, rebosante a fruta y confitura. Deliciosa.
32. Naparbier Hop Doom (Navarra). He tenido serias dudas de si poner 3 o 4 elaboraciones de Napar en este listado por el nivelazo general que ofrecen estos navarros. Pumpkin Tzar y The Beast 666 me parecen auténticas obras de ingeniería pero cuando reprobé hace pocas semanas la última modificación de Hop Doom me enamoró perdidamente. Arrolladora pero con un equilibrio digno de elogio que la hacen más próxima a una Barley Wine que a una Imperial IPA. Bendita "condena lupulada"…
33. Naparbier Sai (Navarra). Si el nivelón de las cervezas corpulentas de Naparbier plantea un verdadero problema a la hora de elegir una sola representante, con las “ligeritas” no se me presentan menos dudas. ZZ+ o Pils son magníficas, pero me tira mucho el estilo saison y esta obra de arte en la cual la levadura me encandiló con su carácter y las cortezas de limón, naranja y lima redondearon la fiesta, merece una mención importante. Sin duda un barrilete de 5L de esta cerveza para el verano sería la repera. ¡Tomad nota, navarricos!
34. Närke Stormaktsporter Konjaks (Suecia). La base de esta cerveza, la esquiva Stormaksporter, es considerada por muchos una de las mejores Imperial Stout del mundo, así que poder probar la Stormaktsporter en su versión envejecida es, como podréis imaginar, una auténtica gozada. Envejecida durante 10 meses en barrica el aroma es para perderse en ella durante horas… chocolate, madera, cognac, vainilla… ¡Deliciosa! Nuevamente mil gracias a la gente del Biercab por la oportunidad.
35. Nogne / St. Germain - Rub IPA (Noruega / Francia). Un regalo de la Reina Lúpula para mi cumpleaños que me dejó sin palabras ya sin abrirla por lo curioso que es ver una colaboración entre una consagrada como Nogne con la francesa Brasserie St. Germain y que además la elaboración sea una IPA con ruibarbo. Superado el shockinicial lo cierto es que más que una IPA se trataba de una especie de sour muy cítrica y peculiar, con recuerdos a una saison terrosa y afrutada, muy refrescante. Curiosa pero muy, muy rica.
36. Popaire Treumal (Catalunya). He de reconocer que cuando probé esta delicia en Mediona me quedé sin palabras. Elaborada con naranja y pomelo, con mucho cuerpo y para tomar lentamente disfrutando de cada sorbo. Maravillosa.
37. Schlenkerla Kräusen de barril (Alemania). Únicamente disponible en la fábrica entre junio y agosto, servida por gravedad directamente de la barrica. Kräusen hace referencia a un proceso de adición de cerveza joven (aún verde) a otra ya madura, lo que le confiere un carácter muy refrescante, un cuerpo ligero y, cómo no, el maravilloso toque (en este caso suave) ahumado de la casa. Para beber miles de litros en verano.
38. Schneider TAP 5 Hopfenweisse de barril (Alemania). No por conocida (en botella) dejó de sorprendernos esta weizen lupulada al más puro estilo yanquie. Ella sola se deshizo de un contundente y grasoso ágape bávaro con sobrada maestría. Una buena demostración de porque la experiencia es un grado y en esto los alemanes van sobrados…
39. Siren Half Mast QIPA de barril y en botella (UK). Aunque hay varias Siren que me han gustado mucho, esta “light” de barril es una verdadera maravilla ya que encuentra equilibrio a una cantidad escandalosa de lúpulo con muy poco cuerpo y alcohol (2,8%). Tremendamente bebible y equilibrada.
40. Son / La Pirata – Mayo 15:37(Barcelona / Granada). Esta saison cítrica, levadurosa, seca y sobretodo muy refrescante me dejó descolocado en una maravillosa y calurosa tarde disfrutada con el amigo Jose Teddy en Torrevieja. Amo el estilo y esta, con un lifting yanquie, es una grandísima representante.
41. Spezial Ungespundet de barril (Alemania). Los que seáis seguidores de webs como Ratebeer sabréis que las alemanas en general (doppelbocks a parte) tienen calificaciones muy bajas por lo que si esta humilde y poco conocida joyita sin filtrar tiene un notón (93) no debe ser moco de pavo. Rebosante a lúpulo alemán, poco carbonatada y, como todas las franconas, tremendamente bebible. Sin ninguna duda una de las tres mejores cervezas que bebimos en el viaje del pasado verano.
La de la derecha es la "Ungespundet". |
42. Stronzo 1000 EBC (Dinamarca). En el diccionario la palabra “petróleo” debería ir acompañada de la etiqueta de esta cerveza. Densa como ella sola, sabrosísima y complejísima. Todo llevado al extremo. Una barbaridad.
43. The Alchemist Heady Topper (USA). A día de hoy esta Imperial IPA es un auténtico mito viviente y doy fe que merece todos los buenos calificativos y muchísimos más. En su día pude disfrutar de la también mítica Pliny the Elder pero si la comparo con esta Heady Topper, probada muy fresca, no estaría seguro de cual saldría victoriosa. Para todos los que digan que los americanos se lo cargan todo con lúpulo, deberían probar esta cerveza. Una obra de arte. Un 10 sobre 10. ¡Ah, y para incrédulos con el vil metal, al igual que La Cumbre citada más arriba, nada de botella, sólo en lata…
44. The Bruery White Oak (USA). Hasta el momento todas las cervezas que he probado de estos estadounidenses han sido auténticas delicias (Fruet es de las mejores cervezas que he tomado nunca) y esta barleywine con trigo (o “wheatwine” como he visto escrito por alguna parte), envejecida en barrica de roble blanco, es una maravilla cuyos matices puedes estar disfrutándolos infinitamente.
45. Three Floyds Panzer Wolf (USA). La etiqueta anticipa el contenido: heavy metal hecho lúpulo o viceversa, con el equilibrio de las mejores Imperial IPA yanquies. Brutal.
46. Three Floyds Zombie Dust (USA). Gracias a los buenos de Ximo y Ana pude probar esta APA, según Ratebeer la mejor del mundo, muy pero que muy fresca antes de que el tiempo haga mella en ella. No hay duda que es asombrosa, para beber a litros si es que el tiempo dedicado a disfrutar de lo maravillosamente bien hecha que está no te entretiene como ocurrió en mi caso.
47. Toccalmatto Grand Cru (Italia). Una de las cervezas más curiosas que he tomado en todo el año, con un marcado sabor a fresa y a yogur de fresa. Lo curioso es que cuando la probamos ninguno de los que compartíamos mesa y cervezas nos dimos cuenta del fresón que es en realidad su etiqueta y por ello aún nos sorprendió más. Un trabajo con las levaduras realmente exquisito.
48. Weltenburger Asam Bock de barril (Alemania). Hablar de Weltenburg es hacerlo de lagers inconmensurables. Esta doppelbock, muy buena en botella pero portentosa de barril, es para caerse de espaldas, y tomada en la propia abadía disfrutando de un almuerzo dominical con el buenazo de Diego, aún mejor.
Asam Bock es la de la derecha. |
49. Westmalle Extra (Bélgica). Si hay una cerveza que cumple como pocas la definición de pan líquido esa es la Westmalle Extra. Si además la tomas en una situación tan cómica como la que solo cuatro de quienes estáis leyendo esto sabéis (y no debéis revelar…), aún el placer es mayor. Gracias por el momentazo, R., A., J. y J.M..
50. Wichert Landbier Dunkel (Alemania). La definición de una cerveza francona para mí es la sencillez hecha perfección: tremendamente bebible, equilibrada, sin que se le eche nada en falta y además en este caso con un toque ahumado delicioso. Ni barricas, ni lúpulos extraños, ni artificios varios, maravillosamente sencilla o sencillamente maravillosa.
Y con esta última francona doy por terminada esta bacanal de los placeres. Para los curiosos que gustéis de estadísticas, el país más representado ha sido Estados Unidos con 9; también con 9 está Bélgica gracias a las dos colaboraciones hechas con fábricas estadounidenses; ya con 8 representantes está Alemania; las micros de aquí alcanzan la cifra de 7 representantes; Dinamarca tiene 4; Reino Unido 3; Italia y Holanda 2; y por último Canadá, Francia, Suecia y Suiza un único representante.
Para cerrar aquí dejo unas cuantas referencias más que perfectamente podrían estar en el listado pero que o bien están un escalafón por debajo aún siendo cervezas enormes o bien no las querido meter para así dar oportunidad a un mayor número de cerveceras distintas. Son estas: BrewFist 2 Late IPA (Italia), De Struise Kabert (Bélgica), Dieu Du Ciel Péché Mortel (Canadá), Haandbryggeriet Oddin's Tipple barril (Noruega), Mike’s Organic IPA (Nueva Zelanda), Naparbier The Beast 666 y Pumpkin Tzar (Navarra), Popaire Tramuntana Cuvée (Catalunya), St. Bernardus Tokyo (Bélgica), Tegernsee Hell (Alemania).
Y esto ha sido todo por este año. Lo suyo es desear que el 2014 sea como poco igual de intenso, no? Complicado lo veo, veremos lo que nos depara… ¡Salut y buena cerveza para todos!