MIÉRCOLES 13 DE JULIO DE 2011
Por: Dr.Oscar Elías Biscet Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Un momento interesante durante el concierto de U2 en el estadio Sun Life, en La Florida, fueron las palabras de la estrella del rock y activista humanitario Bono. Con ellas ha hecho que el mundo tenga una visión más diáfana del estado de neo-esclavitud en que vive el hostigado pueblo cubano.
El cantante irlandés Paúl Hewson hacía un llamado de libertad para el pueblo cubano al reconocer en la obra humanista de un hombre el objetivo esencial de libertad de una nación.
Bono nos razona concretamente del espíritu de lucha de un ser humano, sus principios, dignidad, profesión, dolor, encarcelamiento injusto, preocupaciones, esperanza, fe, para el futuro de un pueblo.
Ante una multitud de más de 73 000 personas la prosa poética del irlandés lo definió con estas conmovedoras palabras: “Un hombre hermoso, un médico que pasó tiempo en las cárceles de Cuba, fue puesto en libertad. Su nombre es doctor Biscet. Yo quiero que lo tengan en cuenta, y quiero dejar saber a todos en Cuba que él es especial y que estamos mirando, estamos mirando. Ténganlo en sus pensamientos. Ténganlo en sus oraciones”.
Y estos elogios, aunque me llenan de emoción, no afectan mi psiquis, porque estoy convencido de que su objetivo es salvar a mi pueblo de la dictadura castro-comunista. Los acepto no como un elogio personal sino como un tributo a mi heroico pueblo cubano. Por eso pido a otras muchas personalidades honradas y famosas que imiten la actitud digna de Bono para que mi nación disfrute pronto de plena libertad y de respeto a los derechos humanos de cada uno de sus hijos.
El espíritu libre de Irlanda manifestado en el gesto de Bono me hace evocar a muchos irlandeses que murieron por la libertad de Cuba. Como aquellos cincos fusilados en el castillo de Atares, en 1851; o el coronel del Ejercito Libertador O’Hara, quien escribió en la primera bandera cubana izada en Cárdenas: ¡Primus in Cuba!; o a James J. O’Kelly corresponsal del New York Herald, quien se entrevisto con algunos padres fundadores de la nación en el territorio libre de Cuba y divulgó estas hermosas historias.
Mientras el afamado cantante de rock me honraba, los castristas mostraban su resentimiento y su ensañamiento preparando un plan para reprimirme. En el cuartel policial de Aguilera, Lawton, me confeccionaron un expediente delictivo de control con mi fotografía y datos personales. En un intento infructuoso de humillarme me conminan a que concurra a dicho cuartel para firmar un documento de control los primeros cinco días de todos los meses mientras este vigente la licencia extra-penal.
Categóricamente les digo a estos personajes cegados por el odio y el resentimiento que no iré a firmar documento alguno que restrinja mi libertad o viole los acuerdos firmados en el documento Iglesia-Estado que sirvió de base a mi excarcelación y a la de mis hermanos de la Causa de los 75. Para ello, me sirve de inspiración y estímulo el espíritu rebelde de Eire, el espíritu rebelde de mis compatriotas irlandeses del Ejercito Libertador y el espíritu de rebeldía de Bono, mi amigo distante en la geografía pero cercano en los principios y en la lucha por los derechos humanos.
Finalizo con dos frases de amor y esperanza, una del celebre Martín Lutero y la otra de quien les escribe: “A lo dicho me atengo; no puedo obrar de otra manera: que Dios venga en mi ayuda”. Y la mía: “La libertad solo se encuentra cuando la buscan los hombres dignos”.
Dios siga bendiciendo sus hogares y sus vidas.
Publicado por Doctor Oscar Elias Biscet en 13:20
Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"
Por: Dr.Oscar Elías Biscet Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Un momento interesante durante el concierto de U2 en el estadio Sun Life, en La Florida, fueron las palabras de la estrella del rock y activista humanitario Bono. Con ellas ha hecho que el mundo tenga una visión más diáfana del estado de neo-esclavitud en que vive el hostigado pueblo cubano.
El cantante irlandés Paúl Hewson hacía un llamado de libertad para el pueblo cubano al reconocer en la obra humanista de un hombre el objetivo esencial de libertad de una nación.
Bono nos razona concretamente del espíritu de lucha de un ser humano, sus principios, dignidad, profesión, dolor, encarcelamiento injusto, preocupaciones, esperanza, fe, para el futuro de un pueblo.
Ante una multitud de más de 73 000 personas la prosa poética del irlandés lo definió con estas conmovedoras palabras: “Un hombre hermoso, un médico que pasó tiempo en las cárceles de Cuba, fue puesto en libertad. Su nombre es doctor Biscet. Yo quiero que lo tengan en cuenta, y quiero dejar saber a todos en Cuba que él es especial y que estamos mirando, estamos mirando. Ténganlo en sus pensamientos. Ténganlo en sus oraciones”.
Y estos elogios, aunque me llenan de emoción, no afectan mi psiquis, porque estoy convencido de que su objetivo es salvar a mi pueblo de la dictadura castro-comunista. Los acepto no como un elogio personal sino como un tributo a mi heroico pueblo cubano. Por eso pido a otras muchas personalidades honradas y famosas que imiten la actitud digna de Bono para que mi nación disfrute pronto de plena libertad y de respeto a los derechos humanos de cada uno de sus hijos.
El espíritu libre de Irlanda manifestado en el gesto de Bono me hace evocar a muchos irlandeses que murieron por la libertad de Cuba. Como aquellos cincos fusilados en el castillo de Atares, en 1851; o el coronel del Ejercito Libertador O’Hara, quien escribió en la primera bandera cubana izada en Cárdenas: ¡Primus in Cuba!; o a James J. O’Kelly corresponsal del New York Herald, quien se entrevisto con algunos padres fundadores de la nación en el territorio libre de Cuba y divulgó estas hermosas historias.
Mientras el afamado cantante de rock me honraba, los castristas mostraban su resentimiento y su ensañamiento preparando un plan para reprimirme. En el cuartel policial de Aguilera, Lawton, me confeccionaron un expediente delictivo de control con mi fotografía y datos personales. En un intento infructuoso de humillarme me conminan a que concurra a dicho cuartel para firmar un documento de control los primeros cinco días de todos los meses mientras este vigente la licencia extra-penal.
Categóricamente les digo a estos personajes cegados por el odio y el resentimiento que no iré a firmar documento alguno que restrinja mi libertad o viole los acuerdos firmados en el documento Iglesia-Estado que sirvió de base a mi excarcelación y a la de mis hermanos de la Causa de los 75. Para ello, me sirve de inspiración y estímulo el espíritu rebelde de Eire, el espíritu rebelde de mis compatriotas irlandeses del Ejercito Libertador y el espíritu de rebeldía de Bono, mi amigo distante en la geografía pero cercano en los principios y en la lucha por los derechos humanos.
Finalizo con dos frases de amor y esperanza, una del celebre Martín Lutero y la otra de quien les escribe: “A lo dicho me atengo; no puedo obrar de otra manera: que Dios venga en mi ayuda”. Y la mía: “La libertad solo se encuentra cuando la buscan los hombres dignos”.
Dios siga bendiciendo sus hogares y sus vidas.
Publicado por Doctor Oscar Elias Biscet en 13:20
Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"