Fórmula presidencial


“Yo me voy para el Sur, me tienen podrido ustedes dos, prefiero cagarme de frío antes que soportar sus charlas. No me esperen por un tiempo. Ah, y si necesitan a un vicepresidente, pongan a Juan, a la Urraca, a Florencia Peña o a quien carajo quieran”, gritó Máximo, luego de ponerse una camiseta de Racing que le había regalado Claudio Sifón Úbeda.
Esta frase dejó muy preocupada a Cristina que se encontraba desayunando un té con galletitas de agua Ciudad del Lago que le había regalado Guillermo Moreno. “Florencia, vení a ayudarme que tenemos que buscar un vice que tu hermano abandonó”.
“Ahí voy, me termino de sacar el olor a chivo que me contagiaron en Huracán y voy”, dijo la joven cineasta nacional y popular.
Media hora después estaban sentadas las dos damas más elegantes del país decidiendo quien hará huevo en el sillón de Cobos.
“Flor deja de sacar fotos y ayudame. Eh, Kanibal, descartado porque me molesta que no se le vea el labio por culpa de ese bigote asqueroso. Randazzo también out, se la pasa hablando y hablando, es más pesado que Bonavena. Abal Medina, uh, su peinado no me parece apropiado para este modelo. Sigamos, sigamos…… Milagros Sala, puede ser. Anabel Cherubito sería muy buena opción, pero está haciendo un laburo territorial importantísimo garchándose a pibes para que se sumen a la Campora, mejor que siga ahí.
Las horas pasaban y a Cris no se le caía ninguna idea. “Tiene que ser alguien que no esté identificado con el gobierno. Alguien que sea un perdedor pero se crea el tipo más copado de la Argentina. Que tenga una cara particular, así cuando nos traicione tenga que soportar que los repartidores de gaseosa lo caguen bien a palos todos los días”, analizaba. “Ya está, maaaaa”, gritó Florencia, mientras actualizaba su Facebook. “El boludo de TN de Prende y Apaga. Ese que solo habla de los hermanos Patronelli y de Leo Messi”, dijeron. “Escopeta Vartela”, gritaron a madre e hija a dúo.