Gerard Piqué, que a lo largo de toda la temporada pasada vio cinco tarjetas amarilla, ayer fue amonestado por cuarta vez en sólo ocho partidos.
"Fue una tarjeta absurda porque el balón me dio en la mano de forma involuntaria. Yo no tuve intención de tocarlo". Son palabras de Piqué al término del encuentro de La Romareda poco antes de tomar el AVE de regreso a la ciudad condal.
Piqué se mostró satisfecho por el rendimiento que está ofreciendo el equipo en campo contrario. Cuatro partidos, cuatro victorias: "La línea que estamos llevando es muy buena. Hoy se ha visto un buen ejemplo de que este equipo funciona. Cuando empatamos o perdemos un partido parece que se ha producido una catástrofe, pero lo cierto es que hay que valorar a este equipo por un rendimiento global que, hasta ahora, es bueno. Este equipo es muy sólido".
Al defensa internacional no le preocupa nada que David Villa no marque goles: "David, que vaya chutando, que lo intente. Ya llegarán los goles. Cuando lo necesitemos, lo tendremos". Y cree que hay pocas diferencias entre este equipo y el de las temporadas precedentes: "Cada año es diferente, vienen jugadores nuevos que deben adaptarse a nosotros y nosotros debemos adaptarnos a ellos, pero el concepto, la filosofía de juego, siempre es el mismo".
