Gana el Barça 5-1 contra el Panathinaikos


Volvió la Champions al Camp Nou y regresó el gran Barça. El de las Seis Copas, el de los dos últimos años. El que no hay quien pare, el que lo gana todo, el que marea a sus rivales como si fueran la gallinita ciega, el que deja boquiabierto a cualquiera que ame este deporte. Si alguien tenía alguna duda de lo que podía pasar tras la derrota liguera del sábado ante el Hércules puede quedarse tranquilo. Desde luego, no la tenía Pep Guardiola. Ni casi ningún culé. "Tienen todo el crédito del mundo", afirmó el técnico en la víspera. Y su equipo le dio la razón. Y de qué manera...

El Barça salió 'enchufado', atacando el oleadas, como un ciclón, completante recuperado del mazazo que supuso el 0-2 ante el cuadro alicantino. Esta vez no hubo 'virus FIFA' ni cansancio, la alineación fua la de gala -Con Busquets, Xavi o Pedro de inicio-, y el balón circuló a la velocidad endiablada habitual, mientras los jugadores del Panathinaikos sólo podían mirar cómo iba de un lado a otro. Sobre todo, hacia adelante. ¿Cómo va a ser de otra forma con Piqué, Iniesta, Xavi, Busquets o Messi en el campo?.

El 'baile' fue tal que los azulgranas sólo tardaron dos minutos en crear su primera ocasión, un cabezazo de Messi. Y tras ella se sucedieron más de una docena -Xavi en el 5', Messi en el 11'...-. La goleada pudo haber sido de escándalo de no haber sido por Tzorvas, que paró lo imparable, incluso un penalty de Messi. El Panathinaikos puede darse con un canto en los dientes de haberse ido con sólo una 'manita' del Camp Nou.

Aún habría tiempo para ver muchas más cosas, entre ellas el último gol. O ver cómo Piqué, con una espectacular protección en la cabeza a causa del golpe que sufrió ante el Hércules en la frente, Villa y Xavi recibían el calor del público al ceder su sitio a Milito, Bojan y Mascherano, respectivamente. El argentino ya empieza a darse cuenta de cómo es su nueva casa.
Y también faltaba un gol más. Otra maravilla de un futbolista irrepetible: Leo Messi, una leyenda a sus 23 años. Esta vez, el '10' de sacó de la chistera un pase elevando el balón sobre la defensa, y Alves, solo, lo envió a la red de cabeza superando por alto a Tzortas (5-1, 92'). Era el broche de oro a otra obra maestra de los de Guardiola.