El abuso a la adolescente
El autor de ‘El beso de la mujer araña’ nació allí, donde "lo que daba prestigio era la prepotencia", donde no importaba que las cosas pasaran sino que se supieran. General Villegas, años después, se resiste al paso del tiempo.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). General Villegas es una localidad del noroeste de la provincia de Buenos Aires, tiene cerca de 19 mil habitantes y su principal actividad es la agropecuaria.
La ciudad ha dado varios 'hijos ilustres'. Entre ellos se encuentran el conductor Antonio Carrizo y los futbolistas Aníbal Matellán (Arsenal de Sarandí) y Juan Carlos Falcón (Racing).
Pero el más famoso y reconocido de todos ellos es el desaparecido escritor Manuel Puig. El autor de ‘El beso de la mujer araña’ vivió allí hasta los 13 años cuando tuvo que mudarse a la Capital Federal para ir al secundario, porque en Villegas no había escuelas medias.
Más tarde se mudó a Nueva York, donde inició su 1ra novela, ‘La traición de Rita Hayworth’.
Volvió a Buenos Aires y estuvo hasta que las amenazas de la Triple A lo obligaron a exiliarse. En 1980 se radica en Río de Janeiro, Brasil, pero morirá 10 años más tarde en México.
Nunca volvió a General Villegas.
Esta ciudad bonaerense, que no deja de poseer las características de un pueblo, hoy conmociona a todo el país por el caso de la menor de 14 años abusada por 3 hombres. Lo que más llama la atención es la reacción de una parte de los habitantes. Cerca de 250 personas alzaron su voz en una manifestación a favor de los acusados con el pedido de que la víctima se fuera de allí.
Manuel Puig, el hijo pródigo de General Villegas, siempre guardó un lugar importante en su corazón para su ciudad natal, aunque no de la forma en que muchas personas suelen hacerlo. Sus 1ra novelas ('La traición de Rita Hayworth' y 'Boquitas pintadas') estuvieron ambientadas en un pueblo ficticio llamado 'Coronel Vallejos', una deformación de 'General Villegas'.
"Crecí en la pampa en un mal sueño o más bien un mal western" decía Puig sobre Villegas y no ocultaba su disgusto por ese lugar donde no importaba que las cosas pasaran sino que se supieran. Además, el escritor era homosexual, lo que no generaba la simpatía de sus vecinos.
Y el General Villegas de hoy no dista mucho de aquel que Puig rememoraba hace ya varias décadas. Sus habitantes no se avergüenzan al admitir que casos como el que sacuden hoy a la ciudad suelen ocurrir, aunque nunca salen a la luz. Y el horror se desencadena, como creía Puig, no cuando ‘eso’ ocurre, sino cuando toma trascendencia.
Un ejemplo de este 'Fuenteovejuna' bonaerense se ve en los medios locales que no recogen declaraciones de los familiares de la víctima, que se manifiestan a través de los capitalinos. Los diarios locales ya no hablan del delito a todas luces, sino de la "enorme tensión que se vive en la ciudad" después de haber aparecido en todos los medios nacionales.
A finales de los 70 Puig definía a General Villegas de su juventud como "la vigencia total del machismo" donde "lo que daba prestigio era la prepotencia". El autor encontraba el origen de ese "sistema" en la pareja. "En los hogares había un señor muy nervioso que mandaba y una señora que, o se hacia la sorda, o acataba las ordenes", contaba.
Puig rechazaba todo ese standard de vida y prefería refugiarse en el cine, donde encontraba lo que él mismo definía como "mi realidad".
Pero la realidad en General Villegas es otra y para quienes la padecen no hay refugio posible.
Fuente: Urgente24