Me jugaría la primavera por tenerte delante

Debería llover hoy, más bien esta noche. Siempre llueve el 22 de septiembre por la noche, desde hace 7 años. Pero hoy no ha llovido y siento que lo echo de menos, como si faltara la ambientación. Y descubro a la vez que da igual, que me da lo mismo que llueva, que nieve, que granice o que salga el arcoiris. Que todos los 22 de septiembre son iguales, sobre todo por la noche.

Nunca he contado esto a nadie (y lo voy a escribir en el blog), el 22 de septiembre de 2002 por la tarde salió el arcoiris y yo lo vi sobre el hospital cuando iba de camino. Me acordé de esa leyenda que dice que el arcoiris simboliza un pacto entre dios y los hombres y pensé que era una buena señal, que todo iba a cambiar... y vaya si cambió. El 23 de septiembre lo entendí todo, justo cuando no era capaz de entender nada. El arcoiris no es más que un fenómeno óptico, como todo: física y química. Sólo física y química.

Porque de ti volví a aprender el nombre de las cosas. 
Porque de ti volví a aprender lo necesario.
Pan, casa, destino, camino.
De ti volví a aprender. Del bosque
de tu alegría. De manos
de tu sereno misterio.
Quedaba mucho por hacer
Manolo García

Quedaba mucho por hacer... nos quedaba mucho por disfrutar a todos: a ti, a ella, a ellos (que llegaron después, cuando ya era tarde para ti), a nosotras. Odio las injusticias y ésta es la mayor que he sufrido en mi vida. Merecías estar aquí, disfrutando de todo esto y nosotros de ti. Parece paradójico, pero cuando más te echo de menos es cuando celebramos algo.



El título viene de otra canción, siempre ligada al 22 de septiembre.