En tiempos tan oscuros nacen falsos profeta

Siempre guardo todo menos lo que necesito. He estado buscando un correo desesperadamente en el baúl de los recuerdos cibernéticos pero no está. Quizá lo mandé por sms y de eso ya no tengo registro. El caso es que mi labor de investigación se queda coja porque me faltan datos. Así no llegaremos a ninguna conclusión.
Rebuscar es siempre arriesgado, aunque ya no duela todavía escuece un poquito. Alguien lo cantó mucho mejor que yo y también a otro alguien le copio el ponerlo en el blog.

Lo bueno de los años
es que curan heridas
lo malos de los besos
es que crean adicción
Sabina

No sé qué queda de la chica que escribía aquellos correos entonces en la que soy hoy. Lo que sé es que en mi caso no es verdad que cualquier tiempo pasado fue mejor. Que un día alguien llegó y convirtió mis días en nuevos tiempos y transformó todo a su paso.

Pero de todo se saca algo positivo, de mi incursión en el pasado me quedo con esto:

Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminado
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas.

Luis García Montero

La poesía insipiró una de las canciones que más me han gustado en los últimos tiempos. Compuesta por Quique González pero interpretada por Enrique Urquijo como por nadie.