(Fuente Imagen: rebeccanelson.com)
Según la información que publica hoy el diario 20 minutos, la mayor parte de los casos infantiles de cáncer que se detectan en la actualidad son leucemias y tumores en el sistema nervioso. Este dato está en línea con el estudio reciente de la evolución del cáncer en Francia desde 1978 a 2000, en el que se indica que la tasa de cáncer se ha incrementado en este período un 63%, siendo el de mayor crecimiento e importancia es el que afecta al sistema nervioso central (con una tasa de crecimiento anual del 5,26%).
Recordar que las antenas de telefonía emiten unas ondas moduladas a unas frecuencias muy bajas que están catalogadas, desde junio de 2001, como posible cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Asimismo, el Comité Nacional para la Protección Radiológica (NRPB) británico, concluyó, en marzo de 2002, que la radiación electromagnética duplica las posibilidades de padecer leucemia. El equipo de investigación estuvo dirigido por el prestigioso Dr. Richard Doll, reconocido por haber podido probar que fumar es la principal causa de cáncer de pulmón.
No diremos que las radiaciones producidas por las antenas y los teléfonos móviles producen cáncer, pero sí que pueden inducir a provocarlo. El propio M. Repacholi, anterior responsable de Campos Electromagnéticos de la OMS, ya lo demostró en 1998 con ratones. Actualmente, sabemos que las personas expuestas a estas radiaciones, que tengan algún tipo de alteración genética, incrementan aún más su riesgo de padecer cáncer.
Para finalizar, recomendamos que los menores NO UTILICEN TELÉFONOS MÓVILES. El proyecto Interphone está dando claras muestras de que el uso prolongado del móvil incrementa la probabilidad de padecer tumores. Y los niños pueden ser todavía más perjudicados, ya que su cráneo y su cerebro aún están en fase de crecimiento.