Las antenas siguen aumentando. Las tenemos por todos los lados. Mañana hay una manifestación en Bilbao, ya que las operadoras se amparan en una ordenanza local obsoleta, sin importar la salud de los vecinos: los euros importan más que 7 casos de cáncer detectados en las inmediaciones desde que se instalaron las antenas. Y el Ayuntamiento de Bilbao tirando balones fuera: que sólo tienen competencias sobre las licencias de obras... ¿Y las competencias sobre medio ambiente, sobre la seguridad y salud de sus vecinos, y sobre urbanismo?. ¡Ya está bien de echar la culpa al Ministerio!. La primera institución que debe velar por sus vecinos es el AYUNTAMIENTO.
Y el tema no está en emitir sobre los límites LEGALES: hay una inmisión no autorizada de radiación sobre los vecinos colindantes y además el peligro no está en la potencia, sino en la forma de la onda y en los pulsos de ésta, independientemente del tiempo de exposición y de su potencia.
Finalmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) está muy tranquila ya que no existen, según ellos estudios que demuestren la peligrosidad radiaciones no-ionizantes de los campos electromagnéticos (CEM) de las antenas. A este partido de fútbol no se puede jugar si alguien pincha el balón. Para muestra un ejemplo: el Dr. Claudio Gómez-Perreta, se encuentra en un despacho de 5 m2. y con cartas de desprestigio por parte del gerente del hospital donde trabaja, y en donde no se le deja investigar en los CEM. Lean su carta abierta. Una descripción de juzgado de guardia. Así, cualquiera dice que no existen estudios en los que se demuestre la peligrosidad. Si sólo juega el equipo de la industria...