La falta de sacerdotes no justifica la clericalización de los laicos

"...El número exiguo de presbíteros podría llevar a las comunidades a resignarse a esta carencia, consolándose con el hecho de que ésta pone de manifiesto mejor el papel de los fieles laicos. Pero la falta de presbíteros no justifica una participación más activa y numerosa de los laicos. En realidad, cuanto más los fieles se vuelven conscientes de sus responsabilidades en la Iglesia, tanto más sobresalen la identidad específica y el papel insustituible del sacerdote como pastor del conjunto de la comunidad, como testigo de la autenticidad de la fe y dispensador, en nombre de Cristo-Cabeza, de los misterios de la salvación".

Me jugaría la primavera por tenerte delante

Debería llover hoy, más bien esta noche. Siempre llueve el 22 de septiembre por la noche, desde hace 7 años. Pero hoy no ha llovido y siento que lo echo de menos, como si faltara la ambientación. Y descubro a la vez que da igual, que me da lo mismo que llueva, que nieve, que granice o que salga el arcoiris. Que todos los 22 de septiembre son iguales, sobre todo por la noche.

Nunca he contado esto a nadie (y lo voy a escribir en el blog), el 22 de septiembre de 2002 por la tarde salió el arcoiris y yo lo vi sobre el hospital cuando iba de camino. Me acordé de esa leyenda que dice que el arcoiris simboliza un pacto entre dios y los hombres y pensé que era una buena señal, que todo iba a cambiar... y vaya si cambió. El 23 de septiembre lo entendí todo, justo cuando no era capaz de entender nada. El arcoiris no es más que un fenómeno óptico, como todo: física y química. Sólo física y química.

Porque de ti volví a aprender el nombre de las cosas. 
Porque de ti volví a aprender lo necesario.
Pan, casa, destino, camino.
De ti volví a aprender. Del bosque
de tu alegría. De manos
de tu sereno misterio.
Quedaba mucho por hacer
Manolo García

Quedaba mucho por hacer... nos quedaba mucho por disfrutar a todos: a ti, a ella, a ellos (que llegaron después, cuando ya era tarde para ti), a nosotras. Odio las injusticias y ésta es la mayor que he sufrido en mi vida. Merecías estar aquí, disfrutando de todo esto y nosotros de ti. Parece paradójico, pero cuando más te echo de menos es cuando celebramos algo.



El título viene de otra canción, siempre ligada al 22 de septiembre.

La Visión diabólica de León XIII


Muchos de nosotros recordamos cómo, antes de la reforma litúrgica debida al Concilio Vaticano II, el celebrante y los fieles se arrodillaban al final de la misa para rezar una oración a la Virgen y otra a san Miguel arcángel. Reproducimos aquí el texto de esta última, porque es una hermosa plegaria que todos pueden rezar con provecho:San Miguel arcángel, defiéndenos en la batalla; contra las maldades y las insidias del diablo sé nuestra ayuda. Te lo rogamos suplicantes: que el Señor lo ordene! Y tú, príncipe de las milicias celestiales, con el poder que te viene de Dios, vuelve a lanzar al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para perdición de las almas.¿Cómo nació esta oración? Transcribimos lo publicado por la revista Ephemerides Liturgicae en 1955 (pp. 58-59).El padre Domenico Pechenino escribe: "No recuerdo el año exacto. Una mañana el Sumo Pontífice León XIII había celebrado la santa misa y estaba asistiendo a otra de agradecimiento, como era habitual. De pronto, le vi levantar enérgicamente la cabeza y luego mirar algo por encima del celebrante. Miraba fijamente, sin parpadear, pero con un aire de terror y de maravilla, demudado. Algo extraño, grande, le ocurría.Finalmente, como volviendo en sí, con un ligero pero enérgico ademán, se levanta. Se le ve encaminarse hacia un despacho privado. Los familiares le siguen con premura y ansiedad. Le dicen en voz baja: "Santo Padre, ¿no se siente bien? ¿Necesita algo?" Responde: "Nada, nada". Al cabo de media hora hace llamar al secretario de la Congregación de Ritos y, dándole un folio, le manda imprimirlo y enviarlo a todos los obispos diocesanos del mundo. ¿Qué contenía? La oración que rezamos al final de la misa junto con el pueblo, con la súplica a María y la encendida invocación al príncipe de las milicias celestiales, implorando a Dios que vuelva a lanzar a Satanás al infierno".En aquel escrito se ordenaba también rezar esas oraciones de rodillas. Lo antes escrito, que también había sido publicado en el periódico La settimana del clero el 30 de marzo de 1947, no cita las fuentes de las que se tomó la noticia. Pero de ello resulta el modo insólito en que se ordenó rezar esa plegaria, que fue expedida a los obispos diocesanos en 1886. Como confirmación de la que escribió el padre Pechenino tenemos el autorizado testimonio del cardenal Nasalli Rocca que, en su carta pastoral para la cuaresma, publicada en Bolonia en 1946, escribe:"León XIII escribió él mismo esa oración. La frase [los demonios] "que vagan por el mundo para perdición de las almas" tiene una explicación histórica, que nos fue referida varias veces por su secretario particular, monseñor Rinaldo Angeli. León XIII experimentó verdaderamente la visión de los espíritus infernales que se concentraban sobre la Ciudad Eterna (Roma); de esa experiencia surgió la oración que quiso hacer rezar en toda la Iglesia. El la rezaba con voz vibrante y potente: la oímos muchas veces en la basílica vaticana. No sólo esto, sino que escribió de su puño y letra un exorcismo especial contenido en el Ritual romano (edición de 1954, tít. XII, c. III, pp. 863 y ss.). El recomendaba a los obispos y los sacerdotes que rezaran a menudo ese exorcismo en sus diócesis parroquiales. El, por su parte, lo rezaba con mucha frecuencia a lo largo del día".
Las oraciones adicionales que el papa León XIII introdujo al final de la Santa Misa con indulgencia plenaria por 10 años se dicen en la Misa rezada y son las siguientes:

Sacerdote: Ave Maria, gratia
plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Jesus.
Pueblo: Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen. (tres veces)
Salve Regina, Mater misericordiae. Vita, dulcedo, et spes nostra, salve. Ad te clamamus exsules filii Hevae. Ad te suspiramus, gementes et flentes in hac lacrimarum valle. Eia ergo, Advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte. Et Jesum, benedictum fructum ventris tui, nobis post hoc exsilium ostende. O clemens, O pia, dulcis Virgo Maria.
S.: Ora pro nobis, sancta Dei Genitrix.
P.: Ut digni efficiamur promissionibus Christi.
S.: Amen
S.: Oremus. - Deus refugium nostrum et virtus, populum ad te clamantem propitius respice; et intercedente gloriosa et immaculata Virgine Dei Genitrice Maria, cum beato Josepho ejus Sponso, ac beatis Apostolis tuis Petro et Paulo, et omnibus Sanctis, quas pro conversione peccatorum, pro libertate et exaltatione sanctae Matris Ecclesiae, preces effundimus, misericors et benignus exaudi. Per eumdem Christum Dominum nostrum.
P.: Amen.

S.: Sancte Michael Archangele, defende nos in praelio. Contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium. Imperet illi Deus, supplices deprecamur. Tuque princeps militiae caelestis, Satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo divina virtute in infernum detrude. S.: Amen

S.: Cor Jesu sacratissimum

M.: Amen.

Las oraciones de Su Santidad León XIII en español:

Sacerdote: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Pueblo.: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen. (tres veces)

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos. Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce siempre Virgen María! S.: Ruega por nosotros Santa Madre de dios P.: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

S.: Amen

S.: Oremos. - . oh Dios, nuestro refugio y fortaleza! Mira propicio al pueblo que a Ti clama; y por la intercesión de la gloriosa e inmaculada siempre Virgen María, Madre de Dios, de San José, su esposo, y de tus santos Apóstoles Pedro y Pablo, y de todos los Santos; Escucha misericordioso y benigno las suplicas que te dirigimos pidiéndote la conversión de los pecadores, la exaltación y libertad de ;a Santa Madre Iglesia. Por J. N. S.

P.: Amen

S.: San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, sed nuestro amparo contra la maldad y acechanzas del demonio. reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder, a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas.

S.: Amen

S.: Corazón Sacratísimo de Jesus.

M.: Amen

" LA CAPSAICINA "

Foto: Chile Habanero, uno de los pimientos más picantes, perteneciente al género Capsicum. Muchos habaneros oscilan entre las 200.000–300.000 SHU. La variedad Red Savinas puede llegar a las 580.000 SHU.. . .El compuesto químico capsaicina (8-metil-N-vanillil-6-nonenamida) Número CAS 404-86-4 es el componente activo de los (chiles) pimientos picantes (Capsicum). Es irritante para los mamíferos

Canciones para el primer día en la tierra

Cuando escuché esta canción el viernes por la noche en concierto supe que iba a ser la canción del siguiente post pero es que escuchándola ahora casa tan bien...
Es justo lo que siento hoy, de sol a sol en estos días infinitos. Si pudiera ivernar y asegurar que el frío no cale mi corazón... Eso es exactamente lo que me gustaría hacer ahora, que volviera a ser verano y apurar las tardes en la piscina mientras leo y espero que sea la hora de ir a buscarte para sentarnos en un parque a escandalizar a los pijos de nuestra ciudad. O volver a agosto y re-ensayar nuestra convivencia. Cada vez mejor, estoy convencida, como los viajes, ya lo verás.

Septiembre es mi mes agridulce que consumo a medias entre estirar el verano y los viajes espaciotemporales que no puedo evitar marcarme hacia el final de mes. Por eso los últimos días de septiembre son nostálgicos. Mi año nunca empieza en enero, pero tampoco en septiembre. El mío siempre empieza en octubre, no me parece tan extraño teniendo en cuenta que en octubre es cuando empecé yo. Quiero creer que en octubre será distinto pero ahora mismo las ganas de otoño mías las debe tener enteras El Corte Inglés.



Como la canción es cortita, la voy a poner entera. No me apetece recortar hoy, hasta para eso estoy apática.

Duerme Corazón, descansa bien, porque al despertar,
te harán, volver, a trabajar, de sol a sol, sin descansar.

Duerme corazón, descansa bien, mañana sera, hoy otra vez, si te portas bien, te tratan mal, intenta ivernar, oso polar.

Y el frío no, podrá calar, tu corazón.
A trabajar, de sol a sol.

Niños Mutantes

El título del post lo tomo prestado del título del álbum de Niños Mutantes.


El ministro que ayuda en Misa


"Creo con­veniente decir algunas palabras acerca del ministro que ayuda en Misa. En estos días desempeñan este oficio los niños o personas sencillas, mientras que ni aún las testas co­ronadas serían dignas de un honor tan sin­gular. SAN BUENAVENTURA dice que el ayudar en Misa es un ministerio angélico, puesto que los muchos Ángeles que asisten al Santo Sa­crificio sirven a Dios durante la celebración de este augusto misterio. SANTA MATILDE vio el alma de un fraile lego más resplandeciente que el sol, porque había tenido la devoción de ayudar a todas las Misas que podía. SAN­TO TOMAS DE AQUINO, brillante antorcha de las escuelas, no apreciaba menos la dicha del que sirve al sacerdote en el altar, puesto que, después de celebrar, nada deseaba tanto co­mo ayudar en Misa. El ilustre canciller de Inglaterra, TOMÁS MORO, tenía sus delicias en el desempeño de tan santo ministerio. Ha­biéndole reprendido cierto día uno de los grandes del reino, diciéndole que el Rey vería con disgusto que se rebajase hasta el punto de convertirse en monaguillo, Tomás Moro respondió: "No, no, al Rey mi señor no pue­den disgustarle los servicios que yo hago al que es Rey de los reyes y Señor de los señores". ¡Qué motivo de confusión para aquellos cristianos que, aun haciendo alguna vez profesión de piedad, se hacen rogar para ayu­dar en Misa, mientras que debieran disputar a otros este honor, que envidian los Ángeles del cielo!
*
Por otra parte, es preciso tener cuidado de que el que ayuda en Misa sea capaz de cumplir con su ministerio de una manera conveniente. Debe tener la vista mortificada y manifestar un exterior grave, modesto y piadoso: debe pronunciar las palabras claramente, sin apresurarse y a media voz; no en tono tan bajo que no le oiga el sacerdote, ni tan alto que incomode a los que celebran en otros altares. Por consiguiente, no deben ser admitidos ciertos niños desvergonzados, que están burlándose unos de otros durante la Misa y distraen al celebrante. Yo suplico al Señor se digne iluminar a los hombres sabios, e inspirarles la resolución de ocuparse en un ministerio tan santo y meritorio. A las personas más distinguidas corresponde dar el ejemplo".

Motu Proprio "SUMMORUM PONTIFICUM"


El 14 de septiembre, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, se ha cumplido el segundo aniversario de la entrada en vigor del motu proprio Summorum Pontificum. Un documento que ha hecho justicia a la gloriosa tradición litúrgica católica, ha ampliado la libertad en la Iglesia y ha dado múltiples frutos espirituales en todo el mundo: numerosísimas misas y sacramentos, conversiones, reconciliaciones con la Santa Iglesia, vocaciones sacerdotales y religiosas, ayuda a la comprensión del Misterio eucarístico, profundización en la teología y el magisterio católicos, influencia benéfica en la forma de oficiar el Novus Ordo, recuperación del latín en la liturgia, promoción del canto gregoriano y la polifonía sacra, restauración de ornamentos antiguos, interés por la historia de la Iglesia, etcétera.