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El 14 de septiembre, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, se ha cumplido el segundo aniversario de la entrada en vigor del motu proprio Summorum Pontificum. Un documento que ha hecho justicia a la gloriosa tradición litúrgica católica, ha ampliado la libertad en la Iglesia y ha dado múltiples frutos espirituales en todo el mundo: numerosísimas misas y sacramentos, conversiones, reconciliaciones con la Santa Iglesia, vocaciones sacerdotales y religiosas, ayuda a la comprensión del Misterio eucarístico, profundización en la teología y el magisterio católicos, influencia benéfica en la forma de oficiar el Novus Ordo, recuperación del latín en la liturgia, promoción del canto gregoriano y la polifonía sacra, restauración de ornamentos antiguos, interés por la historia de la Iglesia, etcétera.