Bendice nuestro arroz, nuestro minuto

Como no me apetece demasiado escribir, lo voy a reducir a una canción. Hoy me ha venido a la cabeza leyendo algo por ahí, quizá el minuto sea la manera más inteligente de medir el tiempo, en el fondo sólo existe eso, el instante que tienes, es lo más certero y aquello que puedes controlar, ni más hacia adelante ni más hacia atrás. (Aunque mi reacción sería elegir las semanas para contar el tiempo, siempre cuento por semanas).

Por todos los posts que no tienen canción, hoy una canción sin post. Sin más. Sin menos.

Como si llegaran a buen puerto mis ansias,
como si hubiera donde hacerse fuerte,
como si hubiera por fin destino para mis pasos,
como si encontrara mi verdad primera,
como traerse al hoy cada mañana,
como un suspiro profundo y quedo,
como un dolor de muelas aliviado
Sabina

Personaje: Victor Margolin

A veces las ideas nos parecen buenas cuando nacen, aunque muchas de ellas al crecer van mostrando cada vez menos virtudes. Como muchos humanos.Aquí una idea nueva para este blog: incluir semblanzas rápidas (velocidad moderna) de personajes clave dentro del mundo de los posgrados en diseño.Es todo un reto. ¿Qué criterios usar para definir a un personaje? Supongo que poco a poco los criterios se

"Esto no es una maestría"

Al estilo René Magritte, ¿qué es una maestría en diseño? Sin ánimos de encontrar una sola respuesta, es siempre interesante ver las distintas interpretaciones de lo que constituye el "segundo ciclo" de estudios. Ya no solamente en relación a la licenciatura, sino incluyendo todo el proceso vivencial de la experiencia profesional, etc.Le pregunta me surgió a partir de la siguiente definición de "

Ni orgullo ni piedad

El sábado escuché en las noticias lo de las fiestas anti-San Valentín que se habían organizado. Vaya por delante que yo no he celebrado nunca ese día. Pero el caso es que cuando lo estaba viendo en la tele no pude evitar pensar por qué somos tan reacios con esa fiesta, que me hace mucha gracia el rollo ese de que es una fiesta comercial de El Corte Inglés y que sólo vale para sacarnos el dinero. Como si eso no pasase con el resto de fiestas! Que alguien me diga qué es el día de la madre, el día del padre, los cumpleaños y por supuesto los Reyes Magos (o Papa Noel, que encima me parece más comercial todavía).
Hay un montón de gente que reniega de esta fiesta y, yo no sé por qué es en su caso, a mí me parece una fiesta ñoña, no me gustan las cajas de bombones con forma de corazoncito (mucho mejor las cajas rojas cuadradas de toda la vida) ni me ha gustado nunca que me regalen rosas, a no ser que vengan con una maceta incorporada, será que no soy romántica, o será que lo soy demasiado y no me convencen esas chorradas que me agotan por repetitivas. Pero en realidad eso no me hace renegar del día de los enamorados, creo que en realidad lo que me pasa es que tengo esta fiesta atragantada, se me atragantó tanta dulzura de pastel durante un montón de años que me pasé esperando que al año siguiente las cosas fuesen distintas. Y hoy que lo son, mira tú que me doy cuenta de que nada vale 14 de Febrero si no hay nada más detrás.



Yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
Sabina

¿Quién te va a pintar?

Hace 3 semanas que no escribo. Pues no sé por qué, la verdad. No es que no me apeteciera, tampoco es porque no tuviese nada que decir (que eso no me ha frenado nunca). El caso es que no he escrito. Y hoy que estoy en el trabajo sin hacer absolutamente nada más que cotillear por Internet me he dicho que anda que no tengo abandonado el blog y he pensado en escribir, pero esto debe ser una cuestión de costumbre y yo he perdido la de escribir.
Se me pasa rápido el tiempo últimamente, 3 semanas desde que no escribo, 3 semanas desde el último viaje, 4 días desde el fin de semana y parece que la semana hubiera empezado ayer, aunque, pensándolo bien… eso puede ser porque tuve un minifinde en medio de la semanita. Casi mes y medio desde las vacaciones de Navidad. Todavía 4 meses para el siguiente viaje planificado y algún viaje antes que ese todavía por planificar (las ofertas de iberia es lo que tienen)

Como el post no tiene ningún sentido, ni ningún mensaje, voy a intentar salvarlo con una canción que sí lo tiene pero que no tiene nada que ver con el post (si lo tuviera no tendría sentido) pero que seguramente algún día volveré a poner porque sí estará relacionada con algún otro post .

Siempre impresiona verte descrita en una canción.


En este mundo animal
todo es tan carnal
que si no tienes piel
que si no llevas disfraz
que si no se te ve
aunque estés, no estás
no estás... no estás...

...

Ni azul, ni marrón,
yo soy transparente
yo soy como soy
aquí no hay color.

Albert Pla

No es que no sea simple ser transparente, a mí me parece más complicado no serlo, lo que pasa es que los transparentes nos exponemos demasiado (el blanco perfecto del gris y del negro), he pensado muchas veces que es mejor llevar disfraz y no dejar que nada te cale ni que nadie sepa quién eres ni cómo piensas. Hace un tiempo me dieron un curso para hablar en público y decían que el truco era crearnos un personaje, que cuando hablas en una reunión de trabajo tienes que pensar que no eres tú quién habla sino tu personaje laboral y que de esa forma dejarías de llevarlo al terreno personal y perderías el miedo… pues que no me convence, que yo he visto hablar a gente que ha debido hacer ese curso y me parece que son falsos y me generan desconfianza. Yo soy así, transparente, y así me va… que aunque esté, no estoy.

Las manos se me duermen

A veces un quiché precocinado y calentado a microondas durante 2 minutos se puede convertir en la más romántica de las cenas. De fondo una selección musical de canciones que crean ambiente y delante la chica con la sonrisa más encantadora.
Me encantó el viaje. Me encantas tú.

Algunas canciones deciden por sí mismas convertirse en la canción del viaje (que no tiene por qué ser la canción del verano). En Cuenca fue Réquiem (de Iván Ferreiro), en León fue Verano Fatal (de Christina Rosenvinge y Nacho Vegas), en Lisboa Los Olvidados de Sidonie. Y esta vez la canción del viaje se convierte también en la canción del post-viaje:

Tengo que dejarte o no voy a llegar
Me gusta cuando duermes y odio madrugar
no tienes porqué sentirte mal
Te echaré de menos hoy

Te echaré tanto de menos
Cerraré fuerte los ojos hasta verte
Sólo tengo que esperar
Te echaré tanto de menos
que aunque busque una palabra
no habrá nada que me cure de verdad
Piratas

Escapando

Si este post lo hubiera escrito ayer en lugar de esta noche habría escrito sobre la sanidad pública. Habría dicho que me parece un derecho que nos hemos ganado a pulso. Habría hablado sobre militares que creen que tienen más derecho que los demás, o sobre sus familias, que creen que también lo tienen por simpatía.
Si este post lo hubiera escrito anoche en lugar de hoy, habría contado que me indigna pasarme un día libre en las diversas salas de espera en las que estuve. Habría hablado sobre la mala gestión de los servicios públicos y lo sencillo que me parece a mí que sería gestionarlo.
Pero como ayer se me hizo tarde hablando con Sita XX para contarle lo indignadísima que estaba, lo escribo hoy.
Y hoy no quiero pensar en salas de espera, ni en números, ni en porcentajes de avance, ni en equipos de trabajo, ni en incidencias, ni en despertadores, ni en atascos de primera hora, ni en agobios, ni en reuniones repentinas. Hoy sólo quiero pensar en una sierra, en un coche mañana de camino a la libertad y a la tranquilidad, en abrazos y besos repartidos (entre dos, of course) y sobre todo no hacer planes. Necesito desconectar del todo durante un par de días. Romper con la rutina y distanciarme de casi todo. Necesito un fin de semana sin obligaciones, sólo haciendo lo que nos apetezca a las dos. Necesitamos un tiempo para nosotras. Nos lo merecemos.



If your hands & my hands strolled together around
if they were to make friends we’d be possibly up
to escape from this world, from this no past land.
Russian Red

Y ahora me voy a hacer la maleta, que el ipod ya está cargado de música.