Según el reconocido catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UPV/EHU, director de la Unidad de Biofísica de la UPV/EHU y el CSIC y premio Euskadi de Investigación 2002, Félix Goñi, "el riesgo de las antenas para la salud es cero o lo más parecido a cero.[...] No hay ningún estudio publicado en una revista científica en el que se haya demostrado algún efecto nocivo. Si lo hubiera, sería de premio Nobel." El físico y catedrático de Comunicaciones Ópticas de la UPV/EHU, Joseba Zubía, apoya la tesis de F. Goñi, argumentando que "Las ondas de telefonía no causan enfermedades, más allá de las psicosomáticas. Esto no es cuestión de fe ni de opinión. Es así y punto. Igual que dos más dos suman cuatro."
Creemos que los científicos, al menos, deben de ser prudentes en sus observaciones, sobre todo cuando no hay una unanimidad científica acerca de los efectos sobre la salud que pueden producir las ondas electromagnéticas que genera la telefonía móvil. Pero tanta contundencia y asertividad en sus declaraciones sólo pueden ser, como decía un ilustre investigador, de sabios, necios o es que tienen alguna relación con la Industria de la telefonía móvil.
Recordar, que el Diario Oficial de las Comunidades Europeas ya citaba el 12 de julio de 1999, en el punto 4, que "es absolutamente necesaria la protección de los ciudadanos de la Comunidad contra los efectos nocivos para la salud que se sabe pueden resultar de la exposición a campos electromagnéticos".
Existen científicos que no están tan seguros de los argumentos tan rotundos de Félix Goñi y de Joseba Zubía. Podemos encontrar un un diagrama de los mecanismos vinculados a la exposición de los campos electromagnéticos (CEM o EMF) y cómo afectan a nuestra salud. Dicho documento ha sido elaborado por el Dr. Richard Gautier, miembro del Comité Científico Francés de Campos Electromagnéticos, (comité al que peteneció Roger Santini). La Autoridad Nacional para la Seguridad Nuclear y Radiación de Helsinki, Finlandia, ya emitió otro diagrama que presentamos en portada.
Podemos encontrar estudios epidemiológicos en la bases de datos de la Organización Mundial de la Salud, la OMS, que alertan, en su mayoría, de los posibles efectos sobre la salud. La propia Dra.Van Deventer, que está a cargo del proyecto de EMF para la OMS, también nos asegura que radiaciones no están exentas de riesgo (- muy distinto a asegurar que son inocuas-).
Por si fuera poco, un estudio de las Universidades de Basilea (Suiza), Universidad de Berna (Suiza) y de la Universidad de Bristol (Reino Unido), en el que hacen un repaso a todos los estudios relacionados con los campos electromagnéticos (CEM) y la salud que concluye que el 68% de los estudios, entre 1995 y 2005, establecen que la exposición a los CEM sí afecta a la salud de los seres humanos.
Finalmente indicar, por si no les parece suficiente un pequeño listado de estudios de los riesgos de los CEM, o bien una reciente carta de Pedro Belmonte, que existe un posicionamiento de otros científicos contrario a la tesis de Félix Goñi y Joseba Zubía, que está basado en la investigación, y que no tienen nada de psicosomático. Que pregunten los años que llevan otros colegas suyos estatales alertando a las autoridades de que hay evidencias científicas de la peligrosidad de las antenas para la salud humana. Se lo puede preguntar, entre otros, al doctor Darío Acuña Castroviejo - catedrático de Fisiología de la Universidad de Granada, a Alfonso Balmori Martínez - miembro del Cuerpo Facultativo Superior de Biólogos de la Junta de Castilla y León, al profesor José Luis Bardasano -Director del Departamento de Especialidades Médicas de la madrileña Universidad de Alcalá de Henares, al doctor Ceferino Maestu - profesor de la Facultad de Medicina de Alcalá de Henares y miembro de Sociedad Europea de Bioelectromagnetismo, al doctor Claudio Gómez-Perretta - Médico-Jefe de Sección del Hospital de La Fe de Valencia y miembro de la Sociedad Europea de Bioelectromagnetismo o EBEA, o al doctor Emilo Mayayo - del Servicio de Patología del Hospital Universitario Juan XXIII de Tarragona y profesor de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad Rovira y Virgili. Algo acerca de Física de radiaciones, de Física cuántica y de la constante de Planck imaginamos que ya saben todos estos expertos y, aún así, insisten en alertar de los posibles riesgos de los CEM sobre nuestra salud.
Creemos, por tanto, que el peligro de las antenas no es sólo que nos puedan caer encima, sino que las exposiciones diarias pueden afectar a nuestra salud. Y nos basamos en estudios de científicos, no en opiniones, en la fe o "en falsas ideas o prejuicios".