La electro-hipersensibilidad (EHS) y otras sensibilidades

(Fuente: Dr. George L. Carlo)

El artículo firmado por Andrew Goldacre en The Guardian (el pasado sábado 2 de junio de 2007) muestra la opinión o las respuestas que muchas veces nos dan los políticos responsables de velar por nuestra salud y por nuestra seguridad. La base del artículo es que los pacientes que sufren de síntomas de la electro-hipersensibilidad (EHS) son hipocondríacos mal informados. Lo de siempre, en vez de escuchar al que se queja de un problema, directamente lo primero que hacen es descalificarlo.... Pero vemos que no, que la enfermedad existe, está reconocida por la OMS y en países como Suecia estiman que existen 250.000 personas afectadas por la EHS.

Goldacre insiste en que la gente que está alertando injustificadamente está indocumentada, y tan sólo alarma a la población para vender más peródicos, aumentar la audiencia, etc. Nosotros no negamos que pueda haber casos como los que describe, pero serán los menos. Desgraciadamente hay gente que realmente está sufriendo y la administración no les hace caso, cuando no les ningunea.

Nosotros nos documentamos. El proyecto Safe Wireless Initiative lleva más de 5 años recogiendo datos por todo el mundo recogiendo sistemáticamente la información acerca de los síntomas de millares de pacientes que sufren los efectos de las emisiones de diferentes dispositivos que emiten radiación electromágnetica (EMR). Además, coordinan una red de los clínicas que comparten regularmente las experiencias con pacientes con EHS. Así, no sólo trabajan con la información de sus investigaciones sino que lo corroboran con doctores. A lo largo de este mes de junio abrirán un nuevo registro en el Reino Unido. Es un paso importante para la salud pública británica porque en el Reino Unido no hay datos acerca de la incidencia y el impacto que las EMR tienen sobre la sociedad. Y de ellos obtenemos información. Creemos que nos son unos "cualquiera"... Los datos obtenidos a lo largo de estos 5 años demuestran lo siguiente:
  • Hay semejanzas del síntoma y de la patología entre los pacientes que sufren de EHS y los que sufren sensibilidades químicas múltiples, enfermedades relacionadas con el alcoholismo, así como desórdenes neuro-vegetativos y del aprendizaje. A todo este conjunto de síntomas se refieren como Síndrome de la Sensibilidad de la Membrana (MSS).
  • El número de pacientes con los síntomas constantes de MSS, asociado con las exposiciones de los pacientes a EMR, ha aumentado drásticamente en los últimos 2 años.
  • Es significativo saber que en los últimos 24 meses, la penetración de teléfonos móviles se ha triplicado, pasando en el mundo de los mil millones a tres mil millones de móviles en uso. WiFi tambén ha alcanzado la penetración más alta de la historia. La radio basada en los satélites no se queda atrás. Todas estas tecnologías se basan en ondas de radio que llevan información, una base para que se produzcan respuestas biológicas adversas no-térmicas y un firme apoyo para tender hacia el MSS.
  • En la mayoría de casos tratados por MSS, cuando se quitan las EMR del ambiente del paciente, sus síntomas adversos se minimizan hasta casi desaparecer. Esta es una observación importante y representa, de hecho, uno de los postulados de Koch-Henle de 1887 para la causalidad: Si cuando se quita la exposición, se disminuye el efecto, hay una evidencia para la relación causa-efecto.

Una investigación previa a la puesta en marcha de la tecnología (al igual que se hace con los medicamentos) y prestar atención a los datos sanitarios nuevos que están apareciendo en entornos con mucha electropolición, pueden salvar muchas vidas.