La Dra. T. Emilie Van Deventer, responsable del proyecto EMF (Campos Electromagnéticos) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), no puede asegurarnos que la antenas están libres de riesgos para la salud humana. Ya lo comentamos a finales de octubre.
El anterior jefe del proyecto de la OMS, Mike Repacholi aconseja aplicar el Principio de Precaución dado que ya hay bastantes evidencias de la relación entre las frecuencias ELF (0-300 Hz.) y la leucemia infantil. Las antenas emiten, además de las habituales altas frecuencias (900-1.800-2.350 MHz), otras bajas frecuencias pulsantes de 2 Hz., 8Hz. y frecuencias básicas de repetición de 217 Hz. Sólo hace falta aplicar una sencilla regla de tres, sin llegar a silogismos aristotélicos, para saber que hay más efectos con las antenas además de los demostrados efectos térmicos...
Por otro lado, nos desayunamos en este puente el maravilloso "estudio" danés, que se descarta la relación entre el uso del móvil y el riesgo a padecer cáncer. Gente hace más de 11 años realizaba por lo menos una llamada al mes. Y sin embargo, sí existen cerca de 300 estudios en sentido contrario. Un ejemplo es el riesgo de sufrir un tumor en el mismo lado de la cabeza que se utiliza con el móvil a partir de los 10 años de utilización (British Journal of Cancer, 93, p.842, 2005). Estudio en el que, por cierto, también participa la Asociación Danesa del Cáncer...
Y en medio los ciudadanos mareados, y sin que nadie aplique el Principio de Precaución en este tema ante tantas contradicciones científicas. Lo único claro es el beneficio económico...