Un reciente estudio de la Sociedad Danesa del Cáncer (Instituto Epidemiológico del Cáncer), del Instituto Internacional de Epidemiología de Rockville y del Centro Médico Universitario de Vanderbilt de Nashville (Centro del Cáncer Vanderbilt-Ingram), nos trata de tranquilizar: "No hay razones biológicas para preocuparse por las ondas " y " la gente puede estar tranquila, que esos dispositivos [los móviles] son seguros".
Esto concluye el estudio danés, que también afirma que "en la conclusión, no encontramos ningún riesgo creciente de los tumores de cerebro, de los neuromas acústicos, de los tumores de la glándula salival, de los tumores del ojo, de las leucemias o de los cánceres totales en este enorme estudio, a nivel nacional de los usuarios del teléfono móvil en Dinamarca."
Analicemos un poco el asunto. Son estudiados 420.095 casos de usuarios de teléfono móvil entre 1982-1995, de los 723.421 expedientes iniciales que tenían. De golpe se quitan de enmedio 303.326 casos. Que si eran repetidos, que si eran contratos posteriores a 1995, que si eran contratos de empresa, que si contratos de tarjetas pre-pago... En fin, que hasta ellos mismos asumen que los usuarios más activos son excluídos del estudio. Con lo que nos queda que el grupo de referencia objeto del estudio es sensiblemente inferior al 16% de la población danesa que utiliza el móvil. Otro dato: en el grupo de referencia se pueden encontrar 14.249 cánceres diagnosticados - menos que los 15.001 cánceres que indica la estadística nacional danesa de promedio. Es más, de los 18 tipo de cáncer estudiados, se encontró que el uso prolongado del teléfono móvil protegió realmente enfermos de 7 tipos de cáncer, y que este efecto protector era estadísticamente significativo. Más interesante aún, estos efectos protectores fueron encontrados en los cánceres que no estarían normalmente asociados al uso del móvil(cáncer de pulmón, cáncer del hígado, cáncer pancreático por ejemplo). Desde luego, el estudio no da ninguna respuesta, científica o lógica, a esta sorprendente cualidad de los móviles... Aunque intuyo alguna...
Más datos. El señor John D. Boice. Él y sus compañeros están pagados por la Industria desde la década de los 90'. Y bien pagados. La tapadera para el "blanqueo" del orígen del dinero es el Instituto Internacional de Epidemiología. Parece que es una empresa sin ánimo de lucro, pero no es el caso: es una empresa de GANAR dinero. Y mucho. La verdad es que da seguridad ver cómo en un estudio danés dos empresas americanas de Rockville y Nashville dan soporte al estudio... Esta vez se valen del Registro del Cáncer Danés para "limpiar" el orígen, financiación y motivación del estudio.
Este estudio ya fue presentado por John D. Boice y Joseph K. McLaughlin para su financiación al WTR, la Asociación para la Investigación de las Tecnologías Inalámbricas. Fue rechazada su financiación ya que argumentaron a priori que crearían siempre unos resultados que iban a ser favorables a la Industria. Después de su paso por el WTR, se fueron directamente a la Industria, donde fueron acogidos con los brazos abiertos.
Esta es la segunda vez que este grupo cambia la orientación de los resultados en un "gran estudio". Joshua Muscat, participante en el anterior, cambió los datos obtenidos de su estudio después de terminarlo, bajo presión de la industria. En el estudio original identificó un incremento estadístico significativo, cercano al triple, del riesgo a tumores neuroepiteliales y una correlación entre el lado de la cabeza donde se utilizan los teléfonos móviles (lateralidad del tumor). Estos fueron los resultados oficiales del estudio, realizado según un protocolo específico del WTR. Pues bien, la industria empleó a la epidemióloga Linda Erdreich para participar en la revisión del estudio. Bajo su influencia, los datos misteriosamente cambiaron - no una vez, sino dos veces. Primero, los datos de la lateralidad, correlacionando el lado de utilización del móvil con la aparición de tumores (Second State of the Science Colloquium —Long Beach Colloquium en junio de 1999). Segundo, en la publicación del mismo en el Journal of the American Medical Association (Revista de la Asociación Americana de Médicos), los datos del estudio fueron alterados, de tal forma que el incremento estadísticamente significativo simplemente se desvaneció. Actualmente, Michael Thun de la Sociedad Americana del Cáncer (ACS) utiliza sus comentarios acerca de dicho estudio, que muestra que no hay ningún riesgo para obtener fondos para la ACS. Y no lo decimos nosotros, sino el Dr. George L. Carlo, que hace un interesante comentario (inglés) al estudio danés.
El Registro del Cáncer Danés, John Boice, Joshua Muscat, Michael Thun, Linda Erdreich, el "Journal of the National Cancer Institute", la Revista de la Asociación Americana de Médicos y la Sociedad Americana del Cáncer tiene cabos atados con la Industria de telecomunicaciones, por lo que habría que poner en cuarentena sus publicaciones. Ya hemos visto lo "fácil" que es orientar los resultados. No serán ni las primeras ni las últimas manipulaciones. Son como las encuestas: quien paga parece que tiene más posibilidades de ganar las elecciones. Luego, la realidad es otra.