Entrevista a Antonio Bravo.


Después de semana y media de desconexión hoy volvemos a la carga con una entrevista a alguien que creo que puede aportarnos un punto de vista algo distinto ya que, estando metido de lleno en el mundo cervecero tanto a nivel de consumidor como a nivel profesional, su labor no es algo de lo que se hable frecuentemente en los círculos cerveceros. Me refiero, como bien revela el título del post, a Antonio Bravo, ilustrador malagueño que todos conocemos por sus geniales diseños para la cervecera navarra Naparbier. Sin más, espero que os resulte interesante.

¿Quién es Antonio Bravo y qué relación tenías con la cerveza antes de empezar con el diseño de etiquetas?

Llevo dibujando desde que tengo uso de razón, pero el paso para que la afición se convirtiera en algo más fue cuando estudié ilustración en la escuela de arte de Málaga, durante dos años. Sin embargo casi todo lo que he aprendido es de forma autodidacta.

En cuanto a mi historia con la cerveza, el gusto por probar cosas distintas viene desde que empecé a beber cerveza. Hace mucho tiempo, lo que hacía era ir al Corte Inglés, comprar lo que no se solía ver en los bares, juntarme con un amigo y probarlo todo. Hasta que un día ya no había nada nuevo que probar y ahí es donde entra Gabriel de Zombier en la ecuación. Cuando unos amigos me dijeron que habían abierto una tienda de cervezas “raras” en Málaga, acudí. Así poco a poco empecé a beber cosas artesanales y a descubrir que había un mundo bastante más grande (y sabroso) que el que ofrecían los hipermercados. Con el paso del tiempo se fue labrando la amistad, hasta que un día le pregunté si conocía alguna cervecera que necesitara alguien que diseñara sus etiquetas. Dio la casualidad que por aquel entonces ya se estaba gestando la creación de la cerveza “Zombreaker” de Naparbier para celebrar el primer año de existencia de Zombier. Así que como Gabriel había visto dibujos míos y le gustaba mi estilo “cadavericotentacular”, les comentó que yo iba hacer la etiqueta de la cerveza para su aniversario. Al parecer el diseño gustó bastante, por lo que confiaron en mí para hacer la etiqueta para la “Pumpkin Tzar” que creo que les gustó incluso más. Al poco tiempo llegaron “Undead”, “Sai”...

Naparbier Sai Saison.

¿Cómo suele ser tu rutina habitual ante un nuevo proyecto? ¿Normalmente te cuentan lo que quieren plasmar en la etiqueta o tienes manga ancha?

Normalmente al hacer una etiqueta esta pasa por tres fases. Una fase de documentación sobre el producto viendo cosas que ya se hayan hecho antes sobre ese estilo, particularidades de fabricación, etc. Posteriormente pasa por una fase de bocetos en la cual se elige el definitivo, y por último ponerme directamente manos a la masa. La verdad es que no lo complico mucho.

¿Cuánto tiempo de media te suele costar el diseño de una etiqueta?

Depende del diseño de la etiqueta. Por ejemplo unas de las que más trabajo me han dado han sido “Pumpkin Tzar” y “Gronne Straff” la etiqueta de la colaboración con Lervig, con una semana y pico. La que menos no te lo digo jejeje.

Colaboración de Naparbier con Lervig.

¿En algún caso el diseño de alguna etiqueta ha modificado el contenido de la cerveza que iba a envolver?

La verdad es que no. En ese sentido creo que es mejor que Juan haga su magia sin tener en cuenta lo que haga yo. Sin embargo si alguna vez un diseño mío hace que el contenido cambie de alguna manera, me sentiré muy orgulloso jejeje.

¿Cuál es el reto más difícil al que te has tenido que enfrontar hasta ahora?

La etiqueta para la colaboración con Nøgne Ø. Esa etiqueta tiene historia. Digamos que tuve que rediseñar la etiqueta en muy poco tiempo y además dio la casualidad que en ese momento pasé por  una época de poca inspiración, por lo que tuve que recurrir a mucha gente para que me dieran ideas sobre que hacer (Pau, ejem). El resto no me suponen un reto muy difícil, ya que tengo libertad a la hora de diseñar, planteo temáticas que controlo o me gustan mucho, aunque siempre está guay plantearte retos y probar cosas que nunca haya probado antes. 

Colaboración de Naparbier con Nogne

Por lo que hemos podido ver en las etiquetas que has diseñado hasta el momento, sueles moverte en una temática bastante oscura así que ¿podemos considerarlo tu sello o en realidad hay otra línea de ilustraciones que te gustaría explotar?

Realmente me considero bastante versátil a la hora de ilustrar, pero es cierto que esa temática oscura es lo que mas me gusta y divierte dibujar, por lo tanto intento trasladarlo a mi trabajo. En Naparbier parece que ha encajado perfecto y se ha creado una imagen de marca bastante reconocible, pero evidentemente estaría bien probar otros estilos.

Para Naparbier suelo hacer dos tipos de ilustraciones: una que tiene bastante trabajo de línea (Undead, Hopdoom, Blackrock, o las cervezas básicas) y otra más pictóricas (Sai, Aker, Black Rain...), pero está claro que me gustaría probar a hacer algo completamente distinto. También el problema es que cuando creas una imagen de marca tan clara es difícil a veces desviarte del tema y que siga manteniendo esa identidad. Para mí la imagen de Naparbier debería de ser esa (calaveras, animales y paisajes) y que la gente siga reconociendo la marca por ella. Podría probar cosas nuevas quizá con otra marca de cerveza o en un formato distinto. Las colaboraciones con otras cerveceras también son excusas perfectas para probar cosas distintas y salirme del estilo clásico de la marca.


A día de hoy todos te relacionamos con Naparbier pero ¿hay alguna otra cervecera, de aquí o internacional, a la que te gustaría diseñarle alguna etiqueta?

Uff está claro que sí, ¡si fuera por mí yo les hacía etiquetas a todo el mundo! Estoy abierto a ofertas de trabajo jajaja!! Ya hablando del ámbito internacional y de la fantasía, uno de mis grandes referentes como marca a imitar en cuanto a diseño e ilustración se refiere es Three Floyds, por lo que me encantaría hacer una ilustración para ellos. “Dark Lord”, “Zombie Dust” y “Artic Panzer” son para mí ejemplos perfectos de cómo debe de ser una etiqueta para una cerveza (según mis gustos personales, claro). La temática marina de Ballast Point también me gusta mucho. Después por amor incondicional a la marca, me gustaría hacer algún trabajo para De Struise Brouwers, ya que aparte de ser unos pedazos de máquinas haciendo cerveza también usan calaveras jejeje!


¿Cuál es la etiqueta de Naparbier de la que más orgulloso te sientes y por otro lado cuál crees que refleja mejor el contenido de la botella?

La verdad que estoy bastante orgulloso de todas, pero para mí “The Hoptopus from outer space” tiene un encanto especial. Por una lado, la temática y estética de revista pulp es algo que me flipa y por otro es una cerveza de la que Gabriel y yo estuvimos hablando de cachondeo y dando vueltas bastante tiempo por lo que le tengo bastante cariño. Aparte es una ilustración en la que barajé muchos diseños diferentes y finalmente salió tal y como yo quería.

Colaboración entre Naparbier y Zombier.

Por otro lado la que yo creo que refleja mejor el contenido es sin duda la etiqueta de la “ZZ+”. Los tonos rojos haciendo referencia al estilo de la cerveza, la calavera rollo ZZ Top, la tipografía de la cerveza... Para mi es la más redonda de todas y creo que encaja perfecto con lo que viene en su interior. Ya antes según mi modesta opinión era de las mejores cervezas de España, ahora creo que he ayudado a hacerla incluso un poquito mejor.

Naparbier ZZ+ Amber Ale.

Y sobre gustos pero mirando a la competencia, ¿qué cervezas de aquí te parecen destacables por sus etiquetas?

Las etiquetas de Dougall´s me parecen que destacan bastante. Tienen un diseño muy moderno llevado con mucha clase. Además no descartan probar variaciones (Invierno, Hermosa o Haití) que no tienen nada que ver con el diseño de su línea básica.

Al margen del diseño y mirando las temáticas usadas, me gustan mucho las etiquetas de Reptilian, por el uso de reptiles (valga la redundancia) o su “Heretic” (que es mas heavy que una lluvia de hachas) y la de Popaire que usan un pulpo, por lo que no tiene ningún pero y solo puede sumarle puntos jejeje!

¿En general cómo ves el tema del diseño en las microcerveceras peninsulares?

Que conste que hablo desde mi gusto personal, ya que a alguien un diseño le puede parecer genial y a otro una autentica porquería. Pero en general me parece que el diseño está bastante descuidado en las micro españolas. Según mi gusto personal a veces se peca de clásico a la hora de hacer etiquetas, por lo que no se consigue destacar dentro de la enorme marabunta de cerveceras que hay en España y mucho menos en el extranjero. Aunque es cierto que el diseño de la etiqueta es algo secundario y que lo importante es la cerveza en sí, hay que tener en cuenta que un diseño llamativo, original y de calidad que destaque entre el resto potencia enormemente el hecho de que una persona la coja de una estantería en lugar de otra. Eso es algo que a veces no se tiene en cuenta y que creo que es algo que se debe mejorar.

Naparbier IV Beer - Riders.

No digo yo que todas las etiquetas deban de tener dibujos súper llamativos o complejos (ya mencioné antes los diseños de Dougall´s) pero si crear algo que destaque sobre el resto y automáticamente sea reconocible (De Molen, The Kernel o Brewdog son ejemplos perfectos). Mi enfoque de Naparbier se basa únicamente en mi gusto por lo macarra, el metal y el enfoque de diseño anárquico de Three Floyds; pero podría haber tenido cualquier otro que hubiera conseguido crear esa imagen totalmente reconocible y única que yo creo que debe tener una cervecera.

Más allá del diseño, ¿cómo ves el panorama cervecero en la península?

Depende del ámbito del que estemos hablando. Si hablamos del número de tiendas, bares o establecimientos donde conseguir o probar cervezas artesanas la cosa ha mejorado mucho en los últimos años. Por ejemplo aquí en Málaga en pocos meses han abierto cuatro locales distintos en los que se puede degustar cervezas artesanas, cuando hasta hace un año solo había un local y está en Torremolinos, por lo que había que desplazarse lejos. Tengo entendido que en muchas ciudades ha ocurrido un fenómeno similar, por lo que la accesibilidad a la cerveza artesana es mayor que hace unos años.

Por otro lado si hablamos de la calidad del producto ofrecido por las micros españolas, creo que aun queda bastante camino para llegar al nivel de otros países, aunque hay ejemplos  de cerveceras españolas que a mi parecer hacen productos de excelente calidad, por ejemplo Guinea Pigs, Dougalls, Naparbier, entre otros. Creo que en general las cerveceras españolas deben diversificar sus productos y alejarse de los clásicos estilos, pale ale e IPA y buscar un poco mas de identidad propia.


Y para terminar, ¿algún secretillo de algún proyecto que tengas entre manos y que medio nos puedas desvelar?

No es un secreto que Naparbier ha hecho una colaboración con Toccalmatto, pero creo que la etiqueta que he hecho para esa cerveza va a sorprender bastante, porque se aleja extremadamente de mi estilo habitual. Como la gente ha podido ver, Naparbier está haciendo múltiple colaboraciones con cerveceras internacionales y creo que algunas de ellas van a sorprender todavía más.

Y solo me queda agradecer a Antonio todo su tiempo y sobretodo todo su arte. ¡Nos vemos muy pronto, maestro!

Andiamo a Roma!



Ya lo dice todo el cartel, este próximo fin de semana del 21 al 23 de febrero nos vamos a Roma y quiénes sigáis este blog ya sabéis que en las previas de todo viaje en el que la cerveza tenga el más mínimo protagonismo siempre suelo pediros consejo y recomendaciones. Así que esta vez con la visita a “la ciudad eterna”, la que hoy en día es uno de los puntos más calientes del panorama cervecero europeo, no iba a ser una excepción.

Tenemos un planning bastante saturado y sin demasiados espacios libres pero aún así y si creéis que hay algún bar o restaurante cervecero así como algún brewpub verdaderamente imperdible os prometo tenerlo en cuenta. En principio nuestros destinos cerveceros serán Ma Che Siete Venuti a Fà, Bir&Fud, Brasserie 4:20, Open Baladin y Domus Birrae.

Más allá de estos locales, y aunque no sé lo que nos encontraremos, si conocéis alguna cerveza de alguna micro italiana poco conocida por estos lares y que debiera ser probada si nos la encontramos, pues también agradeceré esos nombres.

Y para finalizar, dejando la cerveza a un lado ya que no solo de birra vive el hombre, en plan turisteo tengo bastantes cosas apuntadas y seguramente no nos dé tiempo visitar ni la cuarta parte de todo ello, pero aún así también pido consejo a quienes hayáis visitado la ciudad, ya que siempre son mejores esas recomendaciones personales que leer todas esas webs y libros con esos repetitivos y cansinos “top 10…” o “lo mejor de lo mejor…”.

Y por supuesto, “abuelos cebolleta” y amantes de las batallitas y las parrafadas épicas, no os cortéis un ápice… Prometo compensaros, por ejemplo invitándoos a alguna cervecita en el BBF… ;)


¡Ah, y “grazie mile”!

Viaje por Baviera (8): Weihenstephan y Andechs.


En esta octava entrega de la serie bávara he querido juntar las visitas que hicimos a dos clásicos como son las abadías cerveceras de Weihenstephan y Andechs, en Freising y en la población del mismo nombre, respectivamente.



En cuanto a la primera, Weihenstephan Brauerei, como bien sabréis, está considerada como la cervecería en activo más antigua del mundo ya que oficialmente se fundó en 1040 (menuda barbaridad…), aunque otro documento del año 768 ya hace referencia a un campo de lúpulo en sus inmediaciones. Está claramente especializada en cervezas de trigo aunque también elabora entre otras cervezas una doppelbocksublime llamada Korbinian y recientemente ha abierto una línea de exploración en colaboración con la Universidad Técnica de München, que tiene uno de sus campus en Weihenstephan, más en consonancia con la línea por la que se mueve el mercado en la actualidad (“Hoplosion” o “Pale ale” por ejemplo).

Llegamos a la colina de Nährberg, sobre la cual se asienta la cervecería, tras la estupenda jornada vivida en Nürnberg, aprovechando que Freising nos venía de paso de vuelta a München.

Esta especie de perro, oso o fraile (observar la cabeza),
o todo ello junto, nos recibe en la entrada.

Como llegamos algo tarde, tras recoger al amigo Diego en la estación de tren fuimos directos hacia su biergarten. Comparado con otros gigantescos como por ejemplo el del Hirschgarten o el de la torre china en Munich, este biergarten parecía más la terraza veraniega de un restaurante, pequeño y tranquilo pero con un ambientazo espectacular pese a estar algo apartado del centro de la ciudad, con unos cuantos árboles bordeando los límites del jardín y con una bonita puesta de sol que hizo la visita más mágica aún si cabe.

Por aquí me temo que el suelo no estaría igual de impoluto...

Centrándonos en la cerveza, y como ya conocíamos más que sobradamente las Weihenstephan (a quien no, le recomiendo encarecidamente probar su Hefeweissbier), nos decantamos directamente por dos de sus joyas, Vitus y Korbinian, y también por una Dunkel cuya existencia desconocía y que tras buscarla por la red creo que se llama “Tradition”.

Korbinian, Vitus y Tradition.

Vitus es una Weizenbock realmente alucinante, con bastante más cuerpo que una típica weizen rubia, con las clásicas notas a plátano, chicle y clavo acompañadas por algo de alcohol pero muy bebible en su versión de barril. Aún sigo dando las gracias a mi querida Cerveseria Quintana por dármela a conocer hace ya unos cuantos años. La Korbinian es una doppelbock que rinde homenaje a uno de los monjes fundadores de la abadía y es una auténtica delicia, como marcan los cánones del estilo rebosa notas dulzonas y maltosas, caramelo, pasas, algo de regaliz, y a pesar del cuerpo no era nada empalagosa en su versión de barril. Tradition, como toda buena dunkel que se precie, tenía un trago muy fácil, con un buen equilibrio entre el caramelo y los frutos secos por un lado y el amargor por otro. Sin duda tres magníficas cervezas.

Para amortiguar estos elixires nos acercamos al self-servicesituado en uno de los lados del biergarten para pedir una ensalada de pollo, un schweinshaxe (el famoso codillo de cerdo) y unas costillas también de cerdo. Como veis, todo ligerito y sin nada de grasa… ;)

Odio tener que usar el flash...
pero hay veces que es imposible obviarlo...

Y así, disfrutando como enanos, entre risas y contándonos batallitas hasta que el biergarten empezó a quedarse vacío, despedimos una jornada estupenda.

Para quienes dicen que los alemanes no tienen sentido del humor...
Genial este comedero para perros y también sus cartelitos... XD
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Días después, de vuelta tras otra magnífica jornada por la zona de Berschtesgaden, en el extremo sureste de Baviera y en plenos Alpes, lindando con la frontera austríaca, decidimos parar en la abadía cervecera de Andechs, en alemán Kloster Andechs Brauerei. Y es que pese a que esta cervecera tiene un local en pleno centro de München, en una callejuela situada entre la Frauenkirche y el Neues Rathaus, decidimos visitar la abadía situada unos 40 Km. en dirección suroeste por aquello de buscar la tranquilidad y alejarnos del turismo y el bullicio atronador de las grandes ciudades.

La abadía de Andechs se encuentra pegada al lago Ammersee y al igual que Weihenstephan se encuentra sobre otro monte, en este caso llamado Heilige Berg (monte sagrado), el cual junto con la silueta de la abadía son los protagonistas del logo de la cervecera que tenéis a continuación.


Tras dejar el coche en su enorme parking (por lo visto esta abadía es un centro de peregrinaje bastante reconocido) y ascender por la corta pero empinada cuesta llegamos al complejo dispuestos a disfrutar de una jornada épica.

Preciosa iglesia.

En este caso había varios biergarten, cada cual con su ambiente, además de un restaurante interior, una zona donde servían la cerveza, otra para la comida, y por encima de todo esto la iglesia de estilo rococó. Tras pillar asiento en una de las numerosas y gigantescas mesas comunales fuimos a por la cerveza.

Andechs Spezial Helles y Doppelbock.

A pesar de conocer también su extenso portafolio empezamos con ganas pidiendo su Helles y su Doppelbock, ambas servidas de un artilugio que no terminó de quedarme claro si funcionaba por gravedad como las maravillosas Augustiner de München o si en realidad había algún mecanismo dentro. La Helles tenía un sabor maltoso intenso cortado por lúpulo cítrico y también muy herbal, muy rica aunque en mi opinión un escalafón por debajo de la celestial Augustiner Helles. La doppelbock, lógicamente muy maltosa y con mucho caramelo, melaza y regaliz, algo de caramelo quemado, sorprendentemente equilibrada y para nada empalagosa pese a ser corpulenta. Una gratísima sorpresa de barril.

Se aceptan apuestas:
¿servida por gravedad o no?

Disfrutando como enanos de repente vimos como la tranquilidad reinante se rompía con hordas de jovenzuelos corriendo a por cerveza. Asombrados y algo extrañados por si se iba a pinchar alguna cosa especial o estacional terminé con brío mi maß para recibir el jarro de agua fría de que a las 20.00h dejaban de servir cerveza. Tras encajar la noticia, con más mala leche que otra cosa, las cosas como son, pedimos algo de picoteo en un self-service bastante sencillo y tras esto nos marchamos con el rabo entre las piernas de nuevo a München... Lo bueno es que allí nos aguardaban unas buenas cervezuelas frescas en la nevera para cerrar el día como tocaba... ;)

Aún hoy sigo sin entender como puede ser que a las 20.00h de la tarde, con el sol bien arriba en el horizonte, con un tiempazo de escándalo y con varios biergarten bastante repletos de gente consumiendo, decidieran cerrar. En fin, cosas de vivir en un lugar donde en verano la gente difícilmente sale a tomar algo antes de las 21h o las 22h, supongo…

Con lo bien que esperábamos pasárnoslo aquí...

En resumen, una visita inesperadamente fugaz que no hubiera merecido nada la pena de no ser por el encanto que tiene tomarse una cerveza en un lugar tan mítico como es esta abadía, alejado de las aglomeraciones. Pero más allá de eso, tanto por el sinsentido del horario (quizás en fin de semana lo alarguen) como por la vuelta en coche o tren a Munich en mi opinión no compensa demasiado hacer esta excursión, al menos por la tarde.


Y así doy por cerrado este post algo más corto de lo habitual con la visita a dos abadías que tienen mucho en común: ambas están situadas a unos 40km de Munich, están construidas sobre una colina y producen magníficas cervezas. Ah, y aunque en nuestro caso fuimos a ambos sitios en coche, quizás os interese saber que ambas cerveceras están bastante bien comunicadas en tren con el centro de Munich.

BBF2014: Cervesa La Pirata.

Al igual que hiciera el año pasado, el equipo del Barcelona Beer Festival se ha vuelto a poner en contacto con los diferentes blogs cerveceros para que les echemos un capote desvelando algunas de las cervezas que podremos disfrutar durante los próximos 11, 12 y 13 de abril en el Museu Marítim, en las antiguas Drassanes, lugar elegido para celebrar este año el BBF.

Si para el BBF 2013 os hablamos de varias cerveceras alemanas, para esta edición, y casi sobre la bocina, me he decidido por las elaboraciones de La Pirata, una micro de Súria (Barcelona) que me ha dado muy gratas sorpresas y que muchos de vosotros seguramente conoceréis por el nivel mostrado. A continuación os dejo algunas preguntitas que le he hecho a Aran Leon, su cervecero, para que nos cuente algo más sobre sus inicios y las cervezas que podremos disfrutar en el BBF2014.


¿Quiénes formáis La Pirata y cómo y cuándo se gestó el proyecto?

La Pirata es un proyecto que se ha ido gestando a lo largo de 8 años y en el que han participado,de una u otra forma, diversos compañeros. Aprendí a cocinar cerveza de la mano de Jordi Llevaría (actual brewer de CCM) en Granada, mientras él realizaba una Séneca. Poco después, a su vuelta coincidí con él y Adrià ??? de Maquis en Barcelona. A partir de ese momento adquirí un kit de 20 litros todo grano para empezar a elaborar en mi casa, en Súria. Fueron pasando los años y con ellos diversas elaboraciones y cambios de domicilio. Y en un centro social okupado de Manresa fue donde coincidí con Paco Lucena (actual cervecero de Son, Cordoba). En ese momento ya no sólo elaborabamos para amigos y ya nos pedían para algunos eventos así que decidimos hacernos un equipo más grande nosotros mismos. Paco marchó al sur y yo seguí fabricando... Al cabo de un tiempo mi hermano Eric se interesó por la cerveza y se unió al proyecto. Fue un tiempo de cada vez más fabricaciones, nuevas recetas y llegó la primera feria, la TCAC de Molins, que organizan nuestros amigos los “zuloboys”. Y luego Mediona y luego Noblejas... Y finalmente la primera elaboración legal, de 500 litros. Comenzaba una segunda etapa para La Pirata. Las elaboraciones de 500 dejaron paso a batchs de 1000, 1500 y 3000 litros. Al cabo de un año, Eric fue padre y después arrancó su negocio: una fantástica taberna en Súria con cerveza de calidad y pinchos. Así queda en estos momentos vuelvo a pilotar la nave solo, aunque quién sabe por cuánto tiempo!

Aran Leon. Foto de CerveTV tomada de Facebook.

¿Por qué el nombre de "La Pirata"?

Como decía, La Pirata pasó una época larga sin tener registro sanitario, de forma "clandestina" (con permiso des Les Clandestines de Montferri). Es decir, La Pirata era pirata, ilegal o por lo menos alegal.

Hasta hace poco elaborabais en Ca L'Arenys (Guineu) por lo que la pregunta lógica es si tenéis previsto montar instalaciones propias viendo la buena acogida que han tenido vuestras cervezas allá por donde han estado.

Así es. Excepto alguna fabricación concreta y la colaboración con Son todo ha sido fabricado en Ca l'Arenys por dos motivos: proximidad y porque me gusta la maquinaria. Hemos elaborado ya muchos litros allí y comienza a ser momento de independizarse, pero como todos sabéis, montar una micro no es barato y en este país no es fácil conseguir financiación. A pesar de las dificultades caminamos en ese sentido.

Foto tomada del Facebook de Aran.

¿Qué cervezas de La Pirata podremos probar en el BBF?

Estoy muy orgulloso de poder llevar tres birras al BBF. Son tres cervezas muy distintas y algo innovadoras, al menos en el mercado nacional.

La "Mayo 15:37" que fabricamos con Cervezas Son la hemos refermentado con Brettanomyces dando como resultado una saison más libre, con un punto salvaje y muy refrescante.

La "Tremenda" es quizás la menos original en este sentido, pero es una cerveza por la que he apostado mucho y una de la que mejor aceptación entre la gente ha tenido. Es una birra que creo que ha evolucionado y que presenta muchos matices.

Por último, guardamos un barril de "Black Block" envejecida en barricas de Peinado, un brandy excelente de Tomelloso, Ciudad Real. Además, se ofrecerá a la par de otro barril de Black Block sin barrica.


¿Cómo y cuando surge Mayo 15:37, la colaboración con la micro cordobesa Son, y a qué hacen referencia los números 15:37? ¿Por qué el estilo Saison?

La Mayo es la celebración del hijo de Paco, que se llama como yo y los números es la hora a la que nació. Lo del estilo fue en primer lugar porque nos apetecía probar con un estilo que nos gusta mucho y con el que en la península todavía no se ha experimentado mucho. Y por oro lugar casaba muy bien para la época del año en que iba a salir a la luz.


¿Cómo se te ocurrió usar Brett en la variación de Mayo?

Pues es fruto de una prueba un poco a boleo. En una feria nos encontramos con Paco y nos tomamos la colaboración del Birrificio del Ducato con 3 Fonteinen, la cual nos encantó. Al día siguiente envasabamos la Mayo y quisimos probar de usar ese culo de levadura. Al cabo de unos cuatro meses nos volvimos a encontrar para fabricar y la abrimos. La leva de 3 Fontaine le había dado un toque que nos encantó! Así que decidimos infectar un tanque con brett.

¿Y qué nos puedes contar de la Black Block Barrel Aged?

Es una imperial stout envejecida durante 6 meses en barricas de brandy Peinado, uno de los mejores brandys de la península. Barricas que me costaron meses encontrar y que tengo que agradecer a Alberto, de Cerveza La Petra. El brandy le ha dado complejidad, toques a vainilla, licor, madera, más alcohol (12,5%)...


¿Cuál de todas ellas ha supuesto un mayor reto a la hora de elaborarla?

Trabajar con barricas ha sido difícil, sin una experiencia previa y sin herramientas adecuadas, pero la Black Block en general es complicada. Conseguir una densidad de 1114 con un mínimo de rendimiento no es fácil... Aunque creo que es más difícil para la levadura jeje

En mi humilde opinión algunas de tus etiquetas son de las más originales y más trabajadas del mercado, ¿nos puedes decir quién es el/la artífice que está tras ellas?

La imagen es algo que ya desde un principio hemos querido cuidar mucho, apostando a la vez por gente joven, por eso hemos encargado cada etiqueta a un ilustrador o ilustradora distinto. Así, por ejemplo, la Black Block es obra de Joan Negrescolor, la Tremenda de Edjimn y la Black Storms de Sandra Sucarrats. Creo todas ellas maridan de forma genial con sus cervezas!


¿Algún proyecto futuro que nos puedas adelantar?

Hay varias cosas en mente, pero prefiero tenerlas más atadas antes!

Y para finalizar, ¿cómo ves el presente y futuro de la cerveza de aquí?

¡Pregunta para mojarse! Están naciendo infinidad de marcas y micros en la península y esto es un hecho. Y pienso que va a haber sitio para todas siempre y cuando la calidad esté a un mínimo cosa que ahora no siempre pasa. Lo que el consumidor acepta hoy no lo aceptara mañana y creo que quien no trate de mejorar su producto continuamente se verá obligado a abandonar el barco. Por otro lado está el problema de la estandarización del producto. Una cosa es hacer un producto artesano y otra muy diferente que no sepamos elaborar la misma birra varias veces. Ahí es donde iremos sumando nuevos amantes de la cerveza artesana.


Muchas gracias por todo, Aran. Para quiénes leáis esto, que sepáis que Aran ha tenido que sacar tiempo de donde no lo tenía para escribir esta entrevista, ya que ahora mismo está de viaje por Estados Unidos. En cuanto a sus cervezas, quienes conozcáis La Pirata ya sabéis lo que os espera en el BBF2014, y a quienes no solo os puedo decir que no las dejéis escapar. Palabra que no os defraudarán.


Brau Kunst Live! 2014.


Alemania es un país sobradamente conocido por la infinidad de cerveceras que posee pero aún así los festivales cerveceros tal y como los conocemos en otros países como Bélgica, Reino Unido o Estados Unidos, por ejemplo, siguen siendo una tarea pendiente. Y es que a pesar de que la cerveza es venerada como pocas cosas en el país teutón por lo visto mucha gente desconoce la realidad más allá de las cerveceras de su entorno. Para cambiar eso un grupo de gente decidió montar en 2012 un festival en Munich al que llamaron Brau Kunst Live! en el que se reunieron hasta 41 cerveceras, no solo alemanas sino también italianas, belgas, holandesas, británicas, austríacas... Y con todo llegaron a congregar hasta 2500 visitantes, lo que fue considerado un auténtico éxito. Pero no contentos con eso para la edición de este año se han superado con creces, al menos a priori.

Cervecerías. 

La edición del Brau Kunst Live! 2014 ha conseguido reunir hasta ¡¡118 cerveceras!! de todo el mundo: 49 bávaras, más de 20 del resto de Alemania, y un buen grupo de cerveceras foráneas tanto de Italia (Grado Plato, Toccalmatto, Brewfist...), y hasta 10 austríacas (Schrems, Stiegl, Eggenberg, Brauunion...), británicas (Fullers, BrewDog, St. Austell), holandesas (De Molen, Jopen,), danesas (Midtfyns, Oerbaek), noruegas (Nogne), francesas (Mont Salève)y estadounidenses (Sierra Nevada y Urban Chestnut). Por su no fuera suficiente habrá un stand de la Brewers Association con 21 cerveceras, entre ellas Abita, Dogfish, Firestone, Founders, Lagunitas, Odell, Stone, Victory... ¡Una auténtica barbaridad! En este enlace podéis ver el listado completo. 

Fechas y horarios.

Aunque ya es un poco tarde, dado que el festival se celebra del 21 al 23 de este mismo mes de febrero, igual a alguno de vosotros os viene bien acercaros.

Viernes 21: de 16.00 a 23.00h.
Sábado 22: de 14.00 a 22.00h.
Domingo: de 13.00 a 19.00h.

Precios.

Los tickets van desde los 20 para un día, 35 euros para dos días y 45 euros para tres días y ese precio incluye servicio de autobus de ida y vuelta desde la parada de metro de Giesing. También incluye cuatro vales de degustación de 10 cl cada uno. Lo que no he conseguido descubrir es el precio para más degustaciones.

En las taquillas donde se pueden comprar los tickets también estará disponible un vaso teku personalizado del festival al precio de 5 euros.

Localización.

El festival tendrá lugar en el MVG-Museum, en Ständlerstraße 20, 81549 München.


Para más información: http://www.braukunst-live.com/home/

A continuación tenéis un video de la primera edición.



Sin duda este año me lo tengo que perder por haberme enterado demasiado tarde pero viendo el cartel haré lo posible por asistir el año que viene sin ningún tipo de dudas. "Ich liebe deutsches bier!!!"

Viaje por Baviera (7): Zoiglstube Gänstaller Drei Kronen.


Hoy vuelvo a la carga con los post de Alemania (ya quedan muy pocos…) y esta vez el protagonista es uno de esos locales que entran directos a mi lista de las mejores experiencias vividas alrededor de la cerveza.

Todo empezó varios meses antes del viaje, cuando estábamos planeando la visita a Bamberg. Sabíamos que nos íbamos a tener que quedar allí a dormir sí o sí ya que por un lado el kilometraje que nos separaba de vuelta en coche hasta Munich en condiciones no muy adecuadas lo recomendaban, y por otro eso nos permitiría disfrutar más tiempo de la ciudad y de sus numerosos encantos. Pero cual fue nuestra sorpresa cuando vi que en Ratebeer ponían un brewpub llamado Zoiglstube Gänstaller Drei Kronen como el mejor destino de toda Baviera, algo sorprendente por estar situado en un pueblito minúsculo de algo más de 500 habitantes llamado Schesslitz-Strassgiech y a pocos kilómetros de Bamberg cuyo nombre, estaréis conmigo, no es precisamente famoso. Extrañados y tras leer algunas referencias muy positivas sobre el lugar no dudamos en cuadrar horarios, reservar hotel cerca y esperar la llegada del día de la visita.

Pero en realidad no diría toda la verdad al afirmar que el nombre de Gänstaller me pillaba completamente por sorpresa ya que existe una rauchbier que tenía fichada de haberla visto en varios libros y sobretodo en numerosas webs donde acapara numerosos elogios. Hablo de Affumicator, elaborada por Gänstaller en exclusiva para un templo como es el Ma Che Siete Venutti a Fà de Roma. Así que si uno de los mejores bares del mundo tenía alguna relación con esta cervecera alemana poco conocida debía ser por alguna razón…

Llegamos a Schesslitz-Strassgiech (o eso decía el GPS, porque ni el nombre ni la pinta de barrio periférico daban ninguna certeza de ello…) sobre las 19h tras la jornada maratoniana en Bamberg que relaté en el post anterior. Tras descargar los bártulos en una acogedora pensión muy cercana al local nos fuimos sin muchos rodeos a ver qué nos deparaba la cervecera de “las tres coronas”.


Fue cruzar la puerta principal y rápidamente supimos que no íbamos a vivir una jornada cualquiera. El local rebosaba calidez y encanto, con mucha madera en el suelo, las paredes, el techo y todo el mobiliario, bañado por una luz tenue proveniente de algunas velas en las mesas y algunas lámparas en el techo, y en cuanto a los parroquianos todo era gente mayor, alemanes auténticos y no como en otros sitios clásicos en los que los turistas abarrotan las mesas. De verdad, un sitio con un encanto especial y en el que podrías estar simplemente sentado sin hacer nada más que admirar la postal que desfila ante tus ojos.


Al poco de sentarnos vino Andreas, con quien había compartido un par de mails para evitar la más mínima posibilidad de encontrarnos las puertas del local cerradas. Ya entonces me pareció un tipo de pocas palabras aunque en el cara a cara coincidí con Rosana en que se trataba de ese tipo de gente que no necesita de palabras para hacerte sentir como en casa, de hecho tuvimos esa extraña sensación que ocurre con aquella gente que tienes la impresión de conocer de toda la vida con un primer encuentro, que transmite mucho afecto y muy buen rollo con una simple mirada y una sonrisa. Tras hablar con él y explicarle qué hacíamos en aquel pequeño pueblo nos dejó con su mujer, mucho más parlanchina y tratando de hacer lo imposible por explicarse en un inglés que no terminaba de dominar.

En cuanto a cervezas empezamos eligiendo la Zoigl y la Kellerbier. La Zoigl estaba alucinantemente fresca, con mucho lúpulo, floral, cítrico y herbal, que descansaba sobre una base muy cerealosa que a su vez compensaba un final seco y amargo. ¡Tremenda! En cuanto a la Kellerbier tenía poco cuerpo, era muy bebible y refrescante y tenía al cereal como principal protagonista aunque acompañado por un lúpulo suave, cítrico y herbal, y también una ligera acidez.


Tras terminar la primera ronda nos animamos con otra pero esta vez para acompañar la cena. En este punto he de reconocer que se me pasó apuntar lo que comimos y tras seis meses no consigo recordar mucho más que un pincho de cordero con una salsita muy rica y por otro algo parecido (si no era directamente eso) a un schnitzel… Aún así entre mi libreta he encontrado la frase “comida sublime” lo cual creo es suficientemente ilustrativo… ;).


Aunque las fotos dejan mucho que desear, son lo mejor que pude sacar…


Gozando entre excelente comida y cerveza, y en un ambiente, repito, inmejorable, fue terminarnos la comida y volvió Andreas pero esta vez con una sorpresita en forma de dos botellas entre las manos. La primera, Kultura Scura, elaborada para el citado Manuele de Ma Che Siete Venuti A fà en Roma, muy bebible pese a ser bastante maltosa, con caramelo, recuerdos a frutos secos, un punto ahumado ligerísimo y con un final lupulado. La segunda nos dejó sin palabras, una colaboración con De Molen, Närke y Jacobus, una doppelbock llamada Europa-Bier Elevator que bien podría pasar por una imperial stout por el color, el elevado amargor, las notas a café, torrefactos y chocolate, y un marcado toque herbal tan propio de algunas De Molen… ¡Magnífica!


Foto pésima, botella sin etiquetar…
Todo compensado por un contenido sublime…

En ese momento una pareja con ropa de ciclista se unió a la mesa al escuchar que no éramos alemanes. Nos contaron que ellos también eran tenían un blog y que venían desde Praga en bici y, casualidades de la vida, también conocían a Max (el filósofo). Entre pintas terminamos charlando de lo humano y lo divino hasta las tantas, y cuando llegó la hora de despedirnos nos soltaron que no tenían donde dormir pero que no les preocupaba, que alguna solución encontrarían… (según me dice el amigo Google Translate al traducir su post, un arroyo fue su cama…). En fin, sin palabras. Y así, con esta curiosa situación que un amigo de Madrid hubiera firmado con uno de sus famosos arqueamientos de cejas dimos por terminada una jornada que empezó en Bamberg (sí, aunque parezca increíble) y que finalizó en una taberna celestial hablando con unos checos ciclistas en plena madrugada. Lo que consigue la cerveza desde luego no lo hace nada más…

Y para cerrar el post lo lógico hubiera sido recomendar que no os perdierais este auténtico templo escondido en la Franconia más profunda ya que sin duda fue una de las mejores experiencias del viaje, pero cual fue mi sorpresa cuando buscando el enlace de Ratebeer para adjuntarlo en este post vi que lejos de aparecer entre los mejores destinos de Baviera lo que había hecho es cerrar, concretamente el pasado 4 de enero. Según parece por lo dicho en su Facebook el cierre del restaurante es temporal y mientras la cervecera continuará elaborando. Esperemos que vuelvan a abrir porque sin duda es uno de los mejores sitios en los que he tenido el placer de disfrutar de buena cerveza, buena comida y también buena compañía.