Así lo anunciaron en perfecto off de record las fuentes más afiebradas cercanas al Sumo Pontífice. Al tiempo que lamían culitos de porcelana para después llevárselos a la entrepierna, las fuentes aseguraron que hay muchos sectores del electorado porteño que están buscando una figura fuerte, que no titubee y que acabe con el mal.
Otra fuente que se fregaban contra un San Pedro de chocolate bariloche afirmó: "sabemos que hay actores y sujetos sociales de la Capital que no se sienten representados ni por Mamu Macri ni por Pepino Solanas y menos por los judíos blasfemos como Heller, Telerman, Filmus y Bergman".
Otrísima fuente sentada sobre la parte superior de un crucifijo al que le sacaron punta, aseguró que "claramente, el tacherismo cree que Mamu es un flojo, que no reprime como debería. Los votantes de la interna de Rodríguez Saa-Duhalde nos dejaron un claro mensaje: hay que recuperar el espíritu de Cacciatore y nadie está recogiendo ese guante, que muchos pedimos a gritos".
Por otra parte, una fuente que bebía semen de toro de un florero, recomendó que "además hay que limpiar definitivamente de rojillos, los colegios secundarios, las universidades, las plazas y los boliches trans. No puede ser que uno quiera vivir una aventura sexual diferente y se encuentre con un tipo que después de fifar te hable del PTS o de la yegua montonera".
Como para completar el concepto, otra fuente eclesial, que escupía termómetros por el ano sentenció: "creo que el hombre es el Papita Ratzinger. No cabe la menor duda. Pero ojo, no sea cosa que después vengan a llorizquear hasta los más fachos pidiendo garantías y derechos humanos a los cagatintas, porque Papita Ratzinger no es hombre de recular ante nada".
