No es posible desarrollo económico sin libertad y sin democracia




 Para este catedrático, la experiencia de Cuba, no le permite a su sociedad conocer el rumbo que debe seguir una vez se produzca la transición "legítima", por lo que es menester enseñar y hacer comprender al pueblo cubano lo qué es el régimen de libertades. 

Expresa que, lamentablemente, Cuba es un pueblo cuya población no es capaz de entender a cabalidad porque no tiene experiencia alguna, cómo se conduce un ciudadano en una democracia. Obviamente una circunstancia nacida de desconocer por completo el sistema de libertades. Refiere que el pueblo cubano está acostumbrado a "resolver" de cualquier forma para sobrevivir, y a lo largo de cinco décadas se ha generado una especie de ética de sobrevivencia. Y es que la población de la isla ha vivido, y vive, en un constante estado de improvisación. Como dice el dicho: "Como vaya viniendo, vamos viendo". Estas observaciones, las expresó José Azel, quien es experto en Economía de comportamiento y arquitectura de medición, que trabaja en el diseño de políticas que inclinen a las personas y a los gobiernos a tomar mejores decisiones Este catedrático, desarrolló un conjunto de técnicas que permitan inducir o estimular el cambio de conducta en el individuo. Con él conversó Miami Diario. Construcción de la sociedad civil En tal sentido, José Azel sostiene que cuando llegue el momento de una transición legítima, de un cambio de sistema, algo que no se sabe cuándo va a ocurrir, se estará entonces frente a una sociedad civil totalmente destruida. Por tanto, advierte que una de las primeras tareas al momento de producirse la citada transición, será la reconstrucción de esa sociedad civil. Pero subraya, que cuando habla de transición lo hace al cambio radical, total, y no a esta sucesión en el poder que se ha producido con los Castro. Al hablar de transición legítima explica que se trata de una transformación de la sociedad y del modelo político tal como ocurrió con la Unión Soviética, con Polonia, con Alemania, entre otros. ¿Cómo es posible este proceso de reconstrucción?, pues indica que al no existir una sociedad civil, se tienen que definir y estructurar, entonces, una serie de políticas que permitan la creación de la esta. Todo un proceso que debe realizarse a partir de la realidad que al momento de producirse la transición deje el sistema castrista, en el cual, como es bien sabido, no existen ningún tipo de libertades públicas ni individuales. Ser libre para ser feliz El profesor Azel se declara un ferviente creyente de las libertades individuales, las cuales son un elemento imprescindible para el desarrollo económico sostenible. Y es que, estima, que sin estas libertades es imposible que el ser humano produzca y disfrute el estado de felicidad. Queda claro para este catedrático que no es posible ser feliz si el individuo es sometido a la voluntad de otro, al ser obligado a ver la televisión que otro desea, a leer los libros que otros deciden o a escuchar la música que los demás seleccionan por él. Entender el sistema democrático Azel advierte que en muchos países de América latina, aún no se ha entendido aun lo que es y significa la democracia como sistema de vida, un sistema que incluye elementos políticos, sociales, e individuales. Y es que, como explica, en mayoría de nuestros países buena parte de la sociedad concibe la democracia como un mecanismo para escoger a los dirigentes, "pero la democracia es muchísimo más que eso y equivale a un sistema que nos permite corregir errores, cambiar a los dirigentes que no hacen su trabajo, y dejar ser a los individuos en su propia esencia". Nuestro entrevistado refiere que entender y vivir en democracia brinda al individuo y a la sociedad en general la posibilidad de generar bienestar y desarrollarse. Esto debido en las estructuras democráticas, en donde existe independencia de las instituciones y está planteada la separación e independencia de los poderes públicos, es posible que se geste el desarrollo económico, el cual requiere de lo anterior como sustento. Cita el caso de Cuba y de Venezuela, donde no existe esa independencia de los poderes públicos, especialmente el Judicial y, en consecuencia, no hay respeto la propiedad. "Sin lo cual (justicia y libertad) se hace imposible hablar de democracia". Este experto nos recuerda el concepto de libertad en todas sus versiones y visiones, negativas y positivas. Tal es el caso de la libertad de opresión como la vertiente negativa, y las libertades para perseguir los sueños, en el caso positivo. 34 experiencias que señalan el camino A referirse específicamente al caso cubano, José Azel subraya el grado de dificultad que supondrá la transformación total de esa sociedad, con las implicaciones sociales, políticas y económicas que ello supone. Esto, dice, en virtud de que la transición operaría de un sistema totalitario a una democracia en una sociedad que nunca ha disfrutado, y por tanto no conoce, el régimen de libertades, pero sobre que durante más de medio siglo ha vivido ajena a lo que es la economía de mercado. De cualquier manera, Azel advierte que no se debe generar por esto frustración pues existen experiencias exitosas ?34 en todo el mundo?, que permiten vislumbrar cómo puede gestarse esta transición. Señala así, que casos como el de estonia, Hungría y Polonia, entre otros, indican que deben implementarse reformas políticas y económicas de manera simultánea a objeto de garantizar así el éxito de la gestión de cambio y por ende del desarrollo. Las condiciones José Azel , nombra algunas condiciones que es preciso que existan para la génesis de la transformación, enumerando en primer lugar al Estado dedicado a funciones específicas de gobierno. Un Estado pequeño, libre de cargas y de funciones que por naturaleza le son ajenas, tal es el caso de las económicas. Un Estado dedicado a la seguridad y a la educación, que deje lo económico en manos privadas. Igualmente, Azel estima como fundamental que la sociedad posea una prensa libre y sin miedo, capaz de hacer señalamientos y observaciones sin el temor de censurada o, en el peor de los casos, clausurada. Del mismo modo, el catedrático precisa para finalizar, que es imprescindible la transparencia en la gestión gubernamental, en el que exista claridad para el ciudadano, acerca de cómo se administran los recursos que aporta mediante la vía impositiva.

El horno microondas y la cocina de conveniencia

Por Isabella York

¿Utiliza un horno microondas en su cocina? Se ha venido utilizando este electrodoméstico desde la década de 1970, y se ha convertido en una característica de la cocina de conveniencia ( simpleza y rapidez en la preparación de los alimentos) en la vida moderna. Pero la verdad es que, al igual que muchos otros adelantos tecnológicos modernos para hacer nuestra vida más fácil, estamos pagando un alto precio por nuestra salud usando de este tipo de dispositivos.

Recientes investigaciones han demostrado que los hornos microondas causan daños a los alimentos durante el proceso de calentamiento, por la ruptura de las moléculas de los alimentos, causando que algunos nutrientes se vuelvan inertes, se modifique la composición, o haciendo de una sustancia saludable otra cancerígena. También hay problemas con los envases de plástico donde se depositan los alimentos y se produce una exposición a la radiación proveniente del horno.

Según Powerwatch, una organización independiente sin fines lucrativos que tiene un importante papel en el debate sobre la radiación de los microondas:

Aunque el horno funcione correctamente, los niveles de radiación en la cocina pueden alcanzar cifras significativamente superiores a las de una zona en las cercanías de una estación base de telefonía móvil. Recuerde que las microondas viajan a través de las paredes si el horno microondas está situado contra una pared interior”.

La seguridad real establecida por la normativa vigente en relación con la radiación de los hornos microondas es imprecisa, debido a que las emisiones pueden cambiar con el tiempo, incluso haciendo un uso normal del mismo.

De un estudio realizado recientemente en la Universidad de Trent por la Dra. Magda Havas, los efectos de la radiación en la frecuencia de 2,4 Ghz (que es la frecuencia emitida por los routers Wi-Fi y los hornos microondas) afectan al corazón. Los resultados mostraron pruebas inequívocas de que la radiación por la frecuencia de las microondas afecta al corazón en los niveles no térmicos, incluso si la radiación está por debajo de los estándares de seguridad.

La doctora Havas dice:

Este es el primer estudio que documenta los efectos inmediatos en la frecuencia cardíaca y su variabilidad provocada por un dispositivo aprobado que genera microondas en niveles muy inferiores (0,3%) de las normas federales de Canadá y los Estados Unidos”.

Isabella York nos cuenta los cinco peligros de cocinar nuestros alimentos con un horno microondas, y también analiza las formas tradicionales de probada eficacia para preparar y cocinar alimentos que la gente ha venido utilizando desde hace miles de años, y los beneficios que reporta cada método. Agradecemos a Isabella esta información.

Verdades sobre los microondas

Es cierto que la comodidad es algo muy apreciado. En un mundo donde prima la velocidad en las comunicaciones y se preparan comidas en 2 minutos, a veces nos olvidamos que la comodidad tiene un precio. En lo que respecta a la alimentación , el precio es nuestra salud. Lo que afecta a nuestra salud no es siempre la comida que consumimos, sino la forma en que está preparada. Hervir, cocer, freír en el horno microondas los alimentos altera los nutrientes de alguna manera, a veces para bien y otras para mal. El microondas es una opción para los que tienen que preparar la comida con rapidez y no tienen tiempo de usar los métodos tradicionales de cocción.

Si freír y hervir puede transformar los nutrientes que tienen originalmente los alimentos, se ha descubierto que el horno microondas causa los peores daños a los alimentos. Los alimentos se degradan, arruinando cualquier intento de una adecuada nutrición, sin importar si son verduras ecológicas o alimento enlatado.

A continuación se presentan cinco alimentos que sufren daño al ser cocinados con el horno microondas.

  • La leche se degradada, sobre todo la leche materna. Después de unos minutos en el microondas, la inmunidad que suministra la leche materna ha desaparecido por completo. Algunos estudios han encontrado que al calentar la leche y los cereales en el horno microondas se generan sustancias cancerígenas en las proteínas de la leche. Algunos aminoácidos de la leche también se convierten en agentes causantes de cáncer.
  • Ciertos alimentos vienen con su envase para ser calentados al microondas, diseñado para que tengan un aspecto similar al de cocinar al horno. Las altas temperaturas alcanzadas en un horno microondas hacen que el PVC de los envases, sobre todo en los alimentos con un alto contenido en grasas, puedan transferir hasta 10.000 unidades de cancerígenos a los alimentos que ingerimos. Para evitar esto, se debe cocinar cuando el alimento este listo para comer y caliente las sobras en un cocina tradicional.
  • La tecnología de microondas hace que las moléculas de los alimentos se descompongan, es la misma tecnología que se utiliza para la modificación genética, de modo que el alimento se transforma. Los electrones son anulados, no produciéndoce dióxido de carbono y agua sino peróxido de hidrógeno y monóxido de carbono, productos utilizados en la desinfección de las heridas y el otro es un gas que se produce en la combustión de la gasolina.
  • Descongelar los alimentos en el horno microondas produce una sustancia química que tiene efectos tóxicos en el cuerpo humano. Incluso una breve exposición a las microondas de las verduras produce este cambio, desprendiéndose nitrógeno después de unos segundos de calentamiento al horno. Descongele de forma natural, colocándolos en un lugar a temperatura ambiente o en agua hirviendo.
  • Los tubérculos, al calentarlos en el microondas, se alteran químicamente y liberan radicales libres, sustancias que se sabe cusan cáncer en los seres humanos. Los vegetales de raíz, como el ñame, la batata, son conocidos generalmente por ser más saludables que otros, pero agotan sus nutrientes después de un tiempo de cocción en el microondas.

Vuelta a la tradición

Ahora presentamos los métodos tradicionales de preparación y cocción de los alimentos. Algunas personas se inclinan por uno o dos de ellos, pero la aquí la idea es proporcionar información:

  • Crudo. La fundación Weston A. Price es defensora de los alimentos crudos, incluso de los huevos crudos, ya que producen glutatión, una sustancia que desintoxica las células, por eso es llamado antioxidante maestro. Las personas que ingieren alimentos crudos, sin cocer, sin pasteurizar, como la leche, las frutas, las verduras, reciben una gran cantidad de glutatión en sus células. La ingestión de alimentos crudos es mejor hacerla con proteínas y aminoácidos, ya que ayudan a la absorción del glutatión por el organismo. Calentar estos alimentos, especialmente la leche, puede agotar los nutrientes ( en el caso de la leche, la proteína del suero de la leche) en un 87% menos que si estuvieran crudos.
  • Escaldado. La cocción durante mucho tiempo se ha defendido como alternativa de cocinar con poca grasa frente a la fritura. Pero por este proceso los alimentos pierden sabor y nutrientes por cocinarse a altas temperaturas, o durante mucho tiempo. Una alternativa a la ebullición es el escaldado, que mantiene los nutrientes y el sabor de las verduras, al mismo tiempo que las hace más apetecibles. Para blanquear se lleva el agua a punto de ebullición y se introducen las verduras durante unos segundos, y luego sacarlas. También se puede suavizar el proceso de ebullición: 1.- usar menos agua, lo suficiente para cubrir los alimentos. 2.- Calentar el agua antes de introducir los alimentos 3.- Introducir las especias y las hierbas en el agua hirviendo para hacer un caldo 4.- Introducir los alimentos menos tiempo de lo que sería necesario, el suficiente para matar las bacterias.
  • Cómo hornear y asar. Es el método de cocinado mediante el calor por convección, de afuera hacia dentro. Es una alternativa a la fritura, y al mismo tiempo conserva todo el sabor de los alimentos y nutrientes, mejor que si se fríe o se hierve. Las verduras y los productos cárnicos se benefician del horneado, conservando sus nutrientes y eliminan las bacterias nocivas de los alimentos. Asar realza el sabor de las verduras, conserva sus nutrientes al igual que al hornear. Los tubérculos asados contienen nutrientes que combaten el cáncer, según el American Institute for Cancer Research.
  • Fritura. Muchas personas creen que freír es emprender un camino hacia el deterioro de las arterias, pero puede resultar saludable si se fríe con aceites saludables y grasas como la manteca, el sebo, la manteca de cerdo, los aceites de coco y palma. La mantequilla y los aceites de coco son útiles para calentar a 350 º F (176º C), y el sebo, la manteca de cerdo y el aceite de palma son mejores para cocinas por soportar altas temperaturas (hasta 450 ºF (230ºC)). La dulzura del aceite de coco da un buen sabor a los platos asiáticos, y da sabor a la harina de avena.
  • Olla de cocción lenta. En mi opinión, la olla de cocción lenta es realmente el método más conveniente para cocinar. Estas ollas cocinan a baja temperatura durante mucho tiempo. Se cortan las verduras y la carne, se pone el caldo, y luego se pone a cocer durante toda la mañana o la tarde. Cuando los chicos vienen de hacer deporte tienen hambre. Para entonces, la cena ya está lista y prácticamente no hice nada. Puse un recipiente de cerámico o porcelana sin toxinas, pero el inconveniente es que algunos nutrientes se pierden debido a cocinar durante mucho tiempo. Si usted busca comodidad sin añadir toxinas a sus alimentos y no quiere destruir los valiosos nutrientes ( como ocurre con el microondas), la olla de cocción lenta en una buena opción.
  • Fermentación láctica. En un artículo en The Nourishing Gourmet se defendía la fermentación láctica para producir alimentos. El artículo de Himis Harris lo resume así: “La fermentación láctica es un proceso mediante el cual los almidones y azúcares de los vegetales y frutas se convierten en ácido láctico, por unas bacterias que lo producen”. Este proceso aumenta el contenido en vitamina A, aunque a muchas personas les parece un sabor muy fuerte y picante, que les atrae, como el chucrut (cómo preparar el chucrut:http://prensate.net/gastronomia/749/paso-a-paso-como-preparar-chucrut.html)

¿Qué pasa con las sobras? Recalentar los alimentos

    Las sobras se recalientan generalmente. De acuerdo con la tabla de datos de nutrición de Self Magazin, mientras que el contenido mineral de los vegetales no se altera, se produce una pérdida de vitaminas al recalentar los alimentos. El índice puede variar entre un 5%, niacina y riboflavina, y el 50% de vitamina C. Incluso se produce una pérdida mayor en el microondas. Sin embargo, se puede recalentar en la cocina, con solo añadir un poco de agua o de aceite, lo suficiente para producir vapor y retener la humedad del alimento. Este proceso llevará unos minutos más que en el microondas, pero ¡qué importa el tiempo cuando los beneficios son evidentes!

La microagitación es conveniente, pero parece ser lo único bueno del uso del microondas

Cocinar una comida nutritiva por medios tradicionales es sencillo. Hacer un asado de pollo es rápido y requiere poca atención. Mientras que el pollo, las verduras y las patatas se cocinan en el horno, usted puede lavar los platos, hacer su declaración de la renta, charlas con las familia. Los métodos tradicionales son convenientes de todas maneras.

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Isabella York se dedica a la vida ecológica y sostenible, sin renunciar a su vida en el empeño. Cría a su hijo, trabaja en Balsam Hill, un proveedor de árboles de Navidad.

http://agriculturesociety.com/green-living/on-microwaves-and-cooking-convenience/

DEVUELVEN PERMISOS PORQUE NO ES NEGOCIO




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Yoel Espinosa


17 de enero de 2011


Santa Clara, Cuba – www.PayoLibre.com     – En el presente mes varios cientos de trabajadores por cuenta  propia    en Villa Clara entregaron sus permisos de trabajo debido al  aumento de impuestos    y prohibiciones.


450  personas ya no forman parte de esta modalidad de trabajo,    la mayoría  consideró que los impuestos a pagar desde el comienzo    del nuevo año  son demasiado elevados, así como la obligación    de pagar la seguridad  social cuya escala mínima es de 87,50 pesos mensuales. 


Según vaticinios populares al cierre de enero la cifra    se duplicará.


Para  esta 2da quincena de enero un número elevado de    inspectores que se  adiestra saldrá a la calle para combatir las “ilegalidades”    que  cometan los “cuentrapopistas”.

Según la directora  de Oficina Nacional de la Administración    Tributaria (ONAT), Belquis  Pino Hernández, el 2011 en Villa Clara comenzó    con 6 mil 141  licencias y si los inspectores y personal encargado de controlar    esta  modalidad de trabajo no cambia la mentalidad y el accionar en cuanto a     prohibiciones estos desaparecerán por sí solos.

Carta de un empleado de GSK recién jubilado

“He dedicado toda mi vida profesional a trabajar para GlaxoSmithKline y he terminado “asqueado” de los medios que utilizan para vender sus cartera de productos y de la hipocresía de sus discursos. Esta empresa tiene una doble moral, me imagino que como otras. Los tiempos han cambiado mucho, y ahora se han vestido de túnicas blancas para esconder de cara a la sociedad los mismos métodos que siempre han utilizado, la mentira, la manipulación y el soborno.

Hace años, todo era “muy descarado”, ahora estos mismos hechos se disfrazan con facturas falsas, todo amañado como de si reuniones científicas se tratara, “tenemos que tener las espaldas cubiertas”, eran frases frecuentes del Jefe de Zona.

Recuerdo los años dónde se le daba dinero contante y sonante a los médicos porque recetaran, en el 2010, no ha cambiado tanto la cosa, se cumple el dicho de que “hecha la ley, hecha la trampa”.

Con el fin de realizar estudios científicos, GSK ha regalado a muchos médicos sin escrúpulos, ordenadores portátiles de última generación, algo realmente atractivo para profesionales que además dicen estar “quemados por la administración”, algunos de ellos ahora ostentan cargos administrativos importantes y en su dia, fueron médicos comprados.

Todavía recuerdo aquella sesión plenaria dónde Rodrigo Becker, presidente de GSK, se dirigía a mas de 1000 empleados y hablaba de “tolerancia cero” frente a actos no contemplados en el código ético. Pero luego, hay que enfrentarse a la presión incesante de cubrir los presupuestos de ventas de cada producto. Lo importante es conseguir vender, entre otras cosas, porque si no lo haces, tu puesto de trabajo está seriamente comprometido, y claro, todos tenemos una familia, una hipoteca y necesitamos esos jugosos incentivos para llegar a final de mes. En definitiva, busca la manera de que todo parezca legal, y si no se te ocurre nada, para eso están tus jefes que te darán las pistas de cómo hacer las cosas sin que te pillen y que todo parezca legal.

Cada año recibía mas de 20.000 euros para gastar, eso sin contar aquellas acciones que venían directamente del departamento de marketing, que podían alcanzar los 10000 euros, en definitiva, casi 30000 euros para “invertir” en los médicos de mi zona y conseguir que Seretide, Bonviva, Avidart etc, alcanzasen la cifra de ventas asignada para cada “vendedor”, porque así es cómo nos llaman en la empresa, eso de “delegado científico”, es una etiqueta de cara a la galería, “somos vendedores”, igual que el que vende planchas por los comercios, pero con la diferencia de que quién paga la factura es el estado, osea, todos nosotros.

Cuando habían transcurrido algunos meses y no se gastaba lo suficiente, te daban un tirón de orejas, el dinero había que gastarlo como sea, siempre ha estado muy mal visto, ser el que menos gastaba de tu zona. A veces había que salir a la calle desesperadamente a buscar médicos que dejaran comprar su voluntad.

¿ Como hacerlo y justificarlo legalmente ? Hay muchas formas. La Ley dice que sólo se puede gastar en “formación para los médicos”, no hay ningún problema, se gasta en formación.

Podemos regalar libros médicos. Si le compro al médico sobornado, los libros de arquitectura que necesita su hijo para la universidad y en la librería me hacen una factura de un “Harrison”, todo se convierte en legal ¿ verdad ?

Si un restaurante amigo me hace una factura de 400 euros como importe de una comida de trabajo con médicos, y GSK me la abona y con este dinero le compro al médico una bicicleta de montaña, todo se convierte en legal ¿no?

Si compro un talonario de “Bancohotel” para asistir a un Congreso Médico y el galeno se va con quién el quiera a un balneario a relajarse, todo legal ¿no?

Si le pago a un médico unos honorarios por una conferencia que descompuestamente ha dado a sus compañeros del centro de salud, todo legal ¿no?, incluso de cara a hacienda, con su retención de irpf y todo.

Podía relatar muchas mas cosas, pero ustedes creo que ya me entienden, hecha la ley, hecha la trampa.
Quiero romper una lanza en favor de la clase médica decente, pues afortunadamente, la mayoría son auténticos profesionales y no entran en este juego, pero comprendo que a veces es difícil resistirse a que te pongan a diario una bandeja de caramelos y no coger uno.

No digamos nada de la información que a diario se le proporciona a la clase médica. En nuestra reuniones se analizaban minuciosamente los estudios clínicos, había muchos que nos negábamos a entregar porque dejaban en entredicho la eficacia y seguridad de los fármacos. Aún recuerdo el caso “Avandia”, teníamos la sensación de vender “humo”, y el tiempo ha puesto el producto en su sitio, es sabido por los medios de comunicación, que Glaxo ocultó información vital sobre la seguridad del producto.

GlaxoSmithKline fué uno de los impulsores de la puesta en práctica del código ético. No tuvo mas remedio después del escándalo que surgió en Italia en 2004, dónde se le acusó de sobornar a mas de 4000 médicos. Saltaron las alarmas, pues lo que se hacía en Italia, se hacía igualmente en España, había que cortar por lo sano, pero lo que ocurre es con con las manos vacías es muy difícil “vender”, gastemos el dinero de manera que todo parezca ético.

Al margen de esto, GSK, empresa que quiere ser modelo de austeridad y estar limpia de cualquier sospecha, salta cada día a la palestra por hechos muy graves. Recientemente en los medios de comunicación se informaba de los lazos financieros que unían a algunos expertos de la OMS con esta multinacional que facturó millones de libras con la vacuna de la gripe A.

En las semanas pasadas pagó mas de 700 millones de dólares de multa por fabricar medicamentos adulterados. Son también varios los casos dónde se le ha relacionado con experimentos y muertes en niños por poner en marcha estudios clínicos con vacunas infantiles. Tan sólo basta con hacer una simple búsqueda en Google y nos enteraríamos de la misa la mitad.

El visitador médico es una “victima” de esta maquinaria tan poderosa. Son padres y madres de familia que tienen que comer, la gran mayoría de ellos licenciados en farmacia, química, biología etc, que la única salida laboral a su carrera universitaria que han tenido ha sido esta, que por otro lado suele estar muy bien pagada. Pocos pensarían cuando se preparaban los difíciles exámenes de su licenciatura, que terminarían siendo meros papagayos, repitiendo dia a dia un guión diseñado milímetro a milímetro para conseguir que el médico prescriba sus productos, pero una vez que se entra, es difícil salir, pues te quedas descolgado de tu verdadera profesión y no encuentras otro camino, a pesar de que tu psiquis termine machacado por tanta presión, por tanta amenaza.

http://www.casmadrid.org/index.php?idsecc=noticias&id=2336&titulo=NOTICIAS

Se deteriora salud de opositores en huelga de hambre

 
   
Audio Radio Martí, 14/01/11) - La salud de tres opositores pacíficos en huelga de hambre en Cuba sigue deteriorándose, según denunció desde La Habana uno de ellos, Heriberto Liranza.



Los tres se declararon en huelga de hambre desde el pasado 6 de enero en reclamo de que las autoridades castristas pongan en libertad al prisionero político Néstor Rodríguez Lobaina.
Tanto Liranza como Raúl Parada y Boris Rodríguez sostienen que se mantendrán firmes en su demanda.
De acuerdo con la información, tras el ya prolongado ayuno, los tres huelguistas tiene la presión arterial baja, y sufren de náuseas, mareos y falta de coordinación en sus movimientos.
Pulse en el audio si desea escuchar el testimonio ofrecido a Radio Martí por Heriberto Liranza

Mentiras, grandes mentiras y Ciencia Médica

Muchos investigadores médicos han llegado a la conclusión de que los estudios realizados son falsos, exagerados o están mal llevados a cabo. Así que ¿por qué los médicos han llegado a esta sorprendente conclusión, cuando todavía la desinformación está presente en su práctica médica? El Dr. John Ioannidis ha pasado su carrera desafiando a sus compañeros mediante la exposición de sus errores científicos.


Por David H. Freedman, 13 de enero de 2011

En 2001, circulaban rumores en los hospitales griegos de que los médicos residentes del área de cirugía, deseosos de aumentar su experiencia en el uso del bisturí, diagnosticaban apendicitis falsamente a los desventurados inmigrantes albaneses. En el hospital docente de la escuela de medicina de la Universidad de Ioannina, una médico de nuevo cuño, Athina Tatsioni, estaba hablando sobre estos rumores con sus colegas cuando un profesor que oyó la conversación le preguntó si quería demostrar si eran verdaderas, en una actitud casi desafiante. Ella aceptó el reto, y con el profesor y otros compañeros realizaron un estudio formal que demuestra que los apéndices retirados a los pacientes con nombres albaneses en seis hospitales griegos tenían muchas más posibilidades de estar en perfecto estado de salud que los pacientes con nombres griegos. “Fue difícil encontrar un blog que estuviese dispuesto a publicar el estudio, pero lo hicimos”, recuerda Tatsioni. “También descubrí que me gustaba mucho la investigación”. Menos mal, porque el estudio había sido una especie de auditoría. El profesor, que resultó se había estado reuniendo con un equipo de médicos jóvenes excepcionalmente audaz y curioso, estaba llevando a cabo una inusual y controvertida agenda.

La pasado primavera, me senté en una de las reuniones semanales del equipo en el campus de la Escuela de Medicina, a la que se llegaba atravesando una serie de colinas. El edificio en el que nos encontrábamos, como la mayoría de la escuela, tenía el aspecto de un cuartel y estaba adornado con graffitis de carácter político. El grupo se reunió en una amplia sala de conferencias, al estilo de Silicon Valley. Colocados en torno a una gran mesa se encontraba Tatsioni y otros ocho investigadores y médicos, que, en contraste con el personal de los hospitales de los Estados Unidos, parecía un elenco con glamour de una serie de televisión. El profesor, un hombre pulcro y de voz suave, llamado John Ioannidis, la presidía.

Uno de los investigadores, un bioetadístico llamada Georgia Salanti, puso en marcha un ordenador portátil y un proyector, y realizó una presentación del estudio que ella y sus colegas habían realizado, haciéndose esta pregunta: ¿ manipulan las compañías farmacéuticas las investigaciones publicadas para que sus medicamentos sean aprobados? Salanti enumeró los datos que parecían indicarlo así, pero enseguida algunos miembros del equipo la interrumpieron enseguida. Uno de ellos señaló que el estudio de Salanti no abordaba el hecho de que las investigaciones de los medicamentos no medían ciertos aspectos relacionados con los pacientes, como la supervivencia frente a la muerte, y que en su lugar los laboratorios tienden a suavizar los resultados, tales como los síntomas que el paciente expresa ( ya no me duele tanto el pecho). Otro señaló que el estudio de Salanti ignoraba el hecho de que cuando los datos de las compañías farmacéuticas parecían demostrar que la salud del paciente mejoraba, los datos sin embargo no demostraban que el medicamento fuese el responsable, o que la mejoría sólo era marginal.

Salanti mantuvo el tipo y reconoció que las sugerencias eran buenas, pero un solo estudio no puede demostrarlo todo, dijo. Cuando estaba oyendo que los estudios sobre los medicamentos eran muy maleables, Ioannidis, que ya había oído esta música, dio el golpe de gracia: ¿ no sería posible que las compañías farmacéuticas seleccionasen cuidadosamente los temas de estudio, por ejemplo, comparando sus nuevos fármacos con los ya conocidos… realizando malabares con los datos del estudio? “Tal vez algunas preguntas no tienen una respuesta sosegada”, dijo con una amable sonrisa. Todo el mundo asintió con la cabeza. Aunque los resultados de los estudios de los medicamentos a menudo son titulares de los periódicos, uno se pregunta si esto prueba algo. En efecto, dada la amplitud de los problemas potenciales que pueden surgir en la reunión, ¿ ninguna investigación médica tiene la suficiente confianza?

Esta cuestión ha sido fundamental para la carrera de Ioannidis. Es lo que se conoce como un meta-investigador, y se ha convertido en uno de los principales expertos mundiales en los referente a la credibilidad de la investigación médica. Él y su equipo han demostrado, una y otra vez, de diferentes maneras, que muchas de las conclusiones publicadas por las investigaciones médicas, como la receta de antibióticos o medicamentos para la tensión arterial, o cuando se aconseja consumir más fibra y menos carne, o cuando se recomienda la cirugía para enfermedades del corazón o para el dolor de espalda, resultan falsas, exageradas y con frecuencia con efectos no deseables. Acusa que el 90% de la información médica publicada, en la que los médicos confían, es errónea. Su obra ha sido ampliamente aceptada por la comunidad médica, publicándose en las principales revistas del ramo, siendo muy citado, y sus conferencias son multitudinarias. Teniendo en cuenta lo dicho, y que en términos generales su trabajo cumple los objetivos del resto de trabajos en medicina, … Ioannidis puede ser uno de los científicos vivos más influyentes. Sin embargo, le preocupa que la investigación medica sea tan defectuosa, que esté plagada de conflictos de interés, que podrían ser crónicos y resistirse al cambio, pero también podría admitirse públicamente que hay un problema.

La ciudad universitaria donde trabaja Ioannina se encuentra a escasa distancia de las ruinas de un anfiteatro para 20.000 espectadores y del santuario Zeusian, construido en el lugar del oráculo de Dodona. El oráculo se dice que predecía cuando los sacerdotes consultaban a un roble sagrado. Hoy en día, otro roble ofrece a los visitantes la oportunidad de probar la posibilidad de obtener sus profecías. “Cojo a todos los investigadores que llegan aquí, y a todos les digo que hagan al árbol la misma pregunta”, dice Ioanndis al contemplar el árbol al día siguiente de la reunión del equipo. “¿Se aprobará mi beca de investigación?”. Se ríe, pero Ioannidis se sonríe, no tanto por alegría como por suavizar su agudo ataque. Y por supuesto, sugiere que tanta obsesión con la financiación ha debilitado la fiabilidad de la investigación médica.

La primavera vez que tropezó con este tipo de problemas, fue cuando era un joven médico investigador en la década de 1990 en Harvard. En ese momento estaba interesado en el diagnóstico de enfermedades raras, por lo que la falta de datos dejaba a los médicos con poco que hacer, a no ser una dosis de intuición y otra de reglas prácticas. Pero se dio cuenta de que los médicos procedían de la misma manera, incluso cuando se trataba de tratar el cáncer, enfermedades del corazón y otras dolencias comunes. ¿ Dónde estaban los datos concretos que respaldasen sus decisiones de tratamiento? Existía una gran cantidad de información publicada, pero gran parte de ella era poco científica, basada principalmente en la observación de un pequeño número de casos. Una nueva medicina “basada en evidencias” es un movimiento que está empezando a tomar fuerza, e Ioanndis decidió seguir este camino, trabajando primero con destacados investigadores en la Universidad de Tufts, en la Universidad Johns Hopkins y el Instituto Nacional de Salud. Estaba preparado para ello: había sido un niño prodigio en matemáticas en la escuela secundaria en Grecia, y continuó la tradición familiar de sus padres, ambos investigadores médicos. Ahora tenía la oportunidad de combinar las matemáticas y la medicina mediante la aplicación de un rigurosos análisis estadístico, que le parecía un campo sorprendentemente abandonado. “Supuse que lo que hacían los médicos era básicamente correcto, pero ahora quería verificarlo”, dice. “Todo lo que tenía que hacer era revisar de modo sistemático las evidencias, la confianza en lo que se nos decía, y entonces todo iría bien”.

Pero no resultó de esta manera. Estudiando detenidamente las revistas médicas, le llamó la atención cómo muchos hallazgos fueron refutados más tarde por los resultados. Por supuesto, la ciencia médica permanece casi en secreto. Y a veces en los titulares, que aparecen cuando salen a la luz grandes estudios, o los investigadores por consenso dicen que las mamografías, las colonoscopias y las pruebas de PSA son herramientas mucho menos útiles en la detección del cáncer de lo que se había dicho, o cuando los antidepresivos recetados, como Prozac, Paxil, Zoloft, se revelan poco más eficaces que un placebo en el tratamiento de la depresión, o cuando nos enteramos que permanecer durante mucho tiempo al sol puede aumentar el riesgo de padecer cáncer, o cuando se dio el consejo de beber mucha agua durante el ejercicio intenso era potencialmente mortal, o cuando, en abril pasado se nos informó que la ingesta de aceite de pescado, hacer ejercicio y hacer rompecabezas en realidad no ayuda en la prevención de la enfermedad de Alzheimer. La revisión de estudios por otros médicos han llevado a conclusiones opuestas sobre el uso del teléfono móvil, que puede causar cáncer cerebral; o si dormir más de ocho horas por la noche es saludable o peligroso; o si tomar la aspirina todos los días tiene más probabilidades de salvar su vida o de acortarla, y si la angioplastia de rutina es mejor que los medicamentos en el tratamiento de las arterias coronarias.

Pero más allá de los titulares, Ioannidis se sorprendió por la amplitud y cantidad de inversiones realizadas en la investigación médica diaria. “Los ensayos aleatorios controlados”, en los que se compara cómo responde un grupo a un determinado tratamiento frente a otro grupo que no recibe el tratamiento, fue considerado durante mucho tiempo como una evidencia firme, pero también es cierto que los resultados no han sido siempre fiables. “Me di cuenta que incluso en nuestro patrón oro de la investigación se daban muchos problemas”, dice. Desconcertado, comenzó a buscar maneras específicas para demostrar que los estudios iban mal. Y al poco tiempo descubrió que el número de errores que se cometen es sorprendente: sobre la formulación de las preguntas por parte de los investigadores, la manera de concebir los estudios, a la forma de reclutar los pacientes, las mediciones que se tomaron, de cómo se analizaron los datos, a la forma de presentar los resultados, a la forma en la que los estudios particulares se publicaron en revistas médicas.

Esto sugiere una disfunción subyacente, e Ioannidis cree saber el por qué. “Los estudios eran sesgados”, dice. “A veces eran abiertamente sesgados. A veces era difícil ver la tendencia, pero allí estaba. Los investigadores emprenden estudios para obtener ciertos resultados, y los encuentran. Pensamos que el proceso científico es objetivo, riguroso, e incluso implacable para separar lo verdadero de lo que simplemente es un deseo, siendo fácil manipular los resultados, aun sin intención o de forma inconsciente.A cada paso en el proceso hay espacio para distorsionar los resultados, para que tengan más impacto o para seleccionar la conclusión que se espera”, dice Ioannidis. “Hay un conflicto intelectual de intereses en los investigadores: son presionados para encontrar lo que busca la instancia que les financia”.

Tal vez sólo una minoría de investigadores fueron sucumbiendo a este sesgo, pero sus resultados se distorsionaron, teniendo un efecto enorme sobre la investigación pública. Para obtener financiación y publicidad, muchas veces simplemente para mantenerse a flote, los investigadores tienen que publicar su trabajo en revistas de prestigio, donde las tasas de rechazo pueden subir por encima del 90 por ciento. No es sorprendente que los estudios tiendan a hacer todo lo posible para que resulten llamativos. Pero al mismo tiempo, crear una teoría llamativa es fácil, pero comprobar su validez es otra cosa. El colapso de la mayoría de las investigaciones bajo el peso de resultados es contradictorio cuando se analiza con rigor. Si imaginamos que cinco equipos de investigación diferentes intentan probar una interesante teoría, si cuatro equipos prueban correctamente la falsedad de la teoría, el otro equipo, menos cuidadoso, prueba incorrectamente su validez a través de errores, casualidades y selección inteligente de datos. ¿ Los resultados los acaba leyendo el médico en una revista u oyendo las noticias por la noche? Los investigadores a veces pueden llamar la atención refutando un importante hallazgo, que puede ayudar a poner en duda los resultados, pero en general es mucho más gratificante agregar una nueva visión o un sonido excitante que dé un giro a las investigaciones para volver a probar las premisas básicas. Después de todo, tiene que volver a probar los resultados otra persona, y socavar la labor de reputados colegas puede tener repercusiones en su vida profesional.

A finales de los años 1990, Ioannidis se establece en la Universidad de Ioannina. Se puso al frente de un equipo, que sigue intacto en gran medida hoy en día, y empezó a plantearse el problema en una serie de documentos que apuntaban que determinados estudios obtenían resultados falsos. Otros investigadores también han apuntado las tasas alarmantes de errores en la literatura médica. Pero Ioannidis quería conseguir una investigación con datos sólidos, un razonamiento claro, y un buen análisis estadístico. El proyecto se prolongó, hasta que finalmente se retiró a la pequeña isla de Sikinos en el Mar Egeo, donde se inspiró en un entorno relativamente primitivo siguiendo una tradición intelectual. “Un tema dominante de la antigua literatura griega es que se necesita buscar la verdad, no importa lo que la verdad diga”. En el año 2005, hizo públicos una serie de documentos que hicieron tambalear los cimientos de la investigación médica.

También decidió publicar periódicamente en la revista PloS Medicine, donde se plantea la revisión metodológica independiente de lo interesantes que los resultados puedan parecer. Ioannidis traza una prueba matemática detallada, que revela en el caso de que haya moderados niveles de sesgo en el investigador, o técnicas de investigación típicamente imperfectas, y la bien conocida tendencia a centrarse en teorías muy impactantes en lugar de las más plausibles, los investigadores llegan a erróneas conclusiones la mayor parte de las veces. Su modelo matemático predice, en diferentes campos de la investigación médica, las tasas de errores que se corresponden aproximadamente a las tasas observadas en los resultados que fueron posteriormente refutados: el 80% de los estudios no aleatorios ( de lejos el tipo más común) resultaron estar equivocados, el 25% de los ensayos aleatorios, supuestamente el patrón oro de la investigación, y el 10% de los ensayos aleatorios de gran tamaño, el patrón platino. El artículo explicaba la creencia de que los investigadores ayudan a decidir qué estudios se publican, para así suprimir puntos de vista opuestos. “Usted puede poner en duda algunos de los detalles en los cálculos de John, pero es difícil argumentar que las ideas esenciales no sean correctas en absoluto”, dice Doug Altman, un investigador de la Universidad de Oxford, que dirige el Centro de Estadística Médica.

Sin embargo, Ioannidis prevé que la comunidad podría hacer caso omiso de sus hallazgos: muchos trabajos de investigaciones dudosas se publican en revistas, pero los investigadores y los médicos pueden ignorarlos y centrarse en los mejores ¿Cuál es entonces el problema? En otro trabajo se plantearon esta pregunta. De los 49 resultados más respetados de la investigación en medicina en los últimos 13 años , a juzgar por la medición estándar que realiza la comunidad científica: los artículos más citados en las revistas de investigación fueron 49. Estos fueron los artículos que ayudaron a popularizar los tratamientos como el uso de la terapia de reemplazo hormonal para mujeres menopáusicas, la vitamina E para reducir el riesgos de enfermedades coronarias, los stents coronarios (os stents son dispositivos metálicos de diferentes diseños que se introducen en las arterias coronarias y actúan apuntalando su pared. De esta forma se evita la oclusión o cierre brusco de la arteria posterior) para evitar los ataques al corazón, y la aspirina en baja dosis diaria para controlar la tensión arterial y prevenir los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Ioannidis no se oponía a la investigación, o simplemente a la investigación bien llevada a cabo, pero sí en contra de una investigación de tipo piramidal. De los 49 artículos descubrió que 45 de ellos afirmaban haber descubierto una terapia eficaz. Treinta cuatro de ellos habían sido vueltos a analizar, y 14 de estos, el 41%, se había demostrado convincentemente que la demostración era errónea o exagerada de manera significativa. Si entre un tercio y la mitad de las investigaciones más aclamadas de la medicina obtenían unos resultados pocos fiables, el alcance e impacto del problema es innegable. Este artículo fue publicado en la Revista de la Asociación Médica Americana.

Lo que me llevó de nuevo a la escuela, después de insistir, y que parece lo hace con todos los visitantes, era visitar un lago cercano y seis monasterios situados en un islote. Ioannidis se disculpó por pasarse un poco, explicando con una risa que no confiaba en que pudiera detener este tren. Teniendo en cuenta su voluntad, su entusiasmo, puede dar una bofetada al rostro de la comunidad de la investigación médica. Ioannidis es reflexivo, optimista, inmerso en la sociedad civil plenamente. Escucha con atención, con una frecuente sonrisa y semi-sonrisa de disculpa ante la insistencia en sus argumentos, da a entender un buen carácter. Contesta rápidamente a la pregunta sobre sus motivaciones y su competencia como cualquier otra persona. Un investigador de 45 años, que se presenta como una especie de Giancarlo Giannini, con algo de Mr. Bean.

La humildad y la gracia son útiles para conseguir transmitir un mensaje no siempre de fácil digestión: que los investigadores, aun los más respetados en las instituciones de prestigio, se detienen en lo llamativo de los hallazgos más que en los resultados correctos. Pero Ioannidis pretende que aparezcan los resultados cuestionables en las páginas de las principales revistas médicas, o incluso en los titulares de mañana. Tenga en cuenta, me dice, que la interminable serie de resultados de los estudios sobre nutrición, en los que los investigadores siguen a miles de personas durante un buen número de años, vigilando lo que comen, los suplementos que toman, observan los cambios en su salud a lo largo del estudio. “ Entonces los investigadores se empiezan a preguntar ¿qué hace la vitamina E? ¿Qué hacen las vitaminas C ó D? ?Qué ha cambiado con la ingesta de calorías o proteínas o el consumo de grasas? ¿Qué ha pasado con los niveles de colesterol? ¿Qué tipo de cáncer ha aparecido?. Empiezan entonces a buscar todo tipo de asociaciones y, finalmente, la conclusión es que la vitamina X disminuye el riesgo de cáncer, o un suplemento alimenticio ayuda en el riesgo de contraer la enfermedad”. En una semana del pasado otoño, las páginas de noticias de Google ofrecían los siguientes titulares: “Más grasas omega-3 no ayudan a los pacientes con patologías cardíacas. ¿Sabía que las frutas y las verduras reducen el riesgo de cáncer para los fumadores? Se podrían aliviar los problemas del sueño en la mujer madura… y docenas de historias similares”.

http://www.theatlantic.com/magazine/archive/2010/11/lies-damned-lies-and-medical-science/8269

Un testimonio sobre el tratamiento del cáncer

Transcribimos la carta aparecida en la sección de Cartas al Director de la revista Discovery DSalud del mes de enero de 2011:



En marzo de 2003. con 48 años, fui diagnosticada de un cáncer de colon (a 35cm del ano). Afor­tunadamente en el 1.994 conocí la Nueva Medicina del Dr. Hamer -gracias a Itziar Orube y Dr. Fermín Moriano- y comprendí muchas cosas respecto a la salud y !a enfermedad y cómo el modo en el que vivi­mos los conflictos nos puede complicar la vida En suma, gra­cias a la información que tenía desde el 94 decidí hacerme un escáner craneal para ver real­mente en qué situación física me encontraba Y fui informa­da -gracias a ese escáner- no solo del tumor sino de los dis­tintos tropiezos que había su­frido mi salud a lo largo de la vida y de que, gracias a Dios y a la naturaleza se habían cu­rado sin grandes problemas. Sin embargo me encontré con la dificultad de asimilar la dure­za del diagnóstico. El cirujano que me atendió me dijo que me estaba suicidando al rechazar la operación y el posterior tra­tamiento. Me dijo textualmen­te que si no me operaba en un año estaba muerta. Yo le apos­té un reloj de pared a que pa­sado ese tiempo seguiría viva. Pero la crudeza de sus pala­bras todavía la recuerdo. ¡Pa­rece mentira que quienes están para ayudarte a sanar -en teo­ría- sean capaces de hacerte tanto daño! ¡Es como si te pe­garan físicamente un tiro! Y si un tiro real se puede denunciar, ¿porqué no un diagnóstico que nos ha causado similar daño fí­sico y psíquico? Pasados cin­co años acompañé a una ami­ga a la que este mismo ciruja­no había operado de colon y le pregunté si se acordaba de mí, si recordaba mi caso (no debe ser demasiado frecuente que la gente le diga a sus propues­tas ¡No!). Le recordé que esta­ba viva -era evidente-, que ha­bian pasado. cinco años-no uno- seguia sin operarme y que cinco años atras nos haniamos apostado un reloj de pared . Por supuesto, de pagar su apuesta perdida... nada de nada. En • -uanto a que reconociera-- imposible para su mentalidad y creencia -que estuviera viva y cin tan buen aspecto teniendo cáncer... tampoco. De hecho me contestó: "Asi que no era...". O sea, que ale­graba como excusa que lo mío no era cáncer"... cuando me propuso operarme de inme­diato y tenía hasta la habita­ción preparada para ingresarme . Tambien me "retó" luego a que escribiera un libro contando mi caso o que escribíera a alguna revista, cosa que estoy haciendo ahora por si a alguien puede ayudar mi experiencia .Por supuesto desde el 2003 puse mucho esfuerzo para salir de la situación lo an­tes posible aunque el destino se confabuló para complicar­me la vida en tantas parcelas que ni yo misma daba crédito. Pero a pesar de las circuns­tancias adversas salí adelante. He contado con el apoyo de aquellas personas que saben leer los escáneres y me indi­caron en cada momento có­mo estaba a nivel físico y psí­quico. También me ayudaron a no sufrir excesivamente con los conflictos que complicaban mi vida. Me enseñaron a mini­mizar los problemas, entre ellos, por ejemplo, a que no me afec­tara el miedo a la muerte a cau­sa del diagnóstico que me ha­bían realizado y que me podía haber afectado a los pulmo­nes. Hubo terapeutas que me ayudaron a nivel físico y emo­cional a través de distintas te­rapias. Debo confesar en todo caso que a pesar de mi total confianza en la Nueva Medici­na tuve miedo. Durante los 2 o 3 primeros meses dejé de dormir y la única palabra que había en mi mente era cáncer. Por eso me cuesta creer a aquellas perso­nas que cuando han sido diag­nosticadas de algo serio dicen que no tienen miedo ya que o son unos inconscientes o quie­ren convencer a los demás pa­ra luego convencerse ellos; al­go que en ese sentido puede ser también positivo. Desde que conocí la Nueva Medicina cuando alguien cercano era diagnosticado de cáncer siem­pre intenté ayudarle dándole esperanzas. Pero desde que fui diagnosticada mis palabras llegan mucho mejor a los pa­cientes pues a pesar de los in­convenientes físicos -como la diarrea, el sangrado intestinal dia­rio durante 4 años, los gases, etc.- siempre hice vida normal con algún pequeño intervalo de baja laboral. En suma, lo que quiero compartir con los lec­tores es que el cáncer no es mor­tal. Ni mucho menos. Lo he comprobado incluso con per­sonas que han seguido trata­mientos tremendos. Sí puede ser mortal sin embargo entre quienes sufren los efectos ne­gativos de las terapias con­vencionales y el pesimismo de los médicos que creen siem­pre tener razón. Es decir, si el paciente sobrevive ¡ellos han hecho el milagro!; y si se mue­re ¡ellos ya habían dicho lo mal que estaba la situación! Con lo cual... ¡siempre tienen razón! Aunque he de reconocer que a veces médicos muy serios se sienten atados de pies y ma­nos y aplican el protocolo es­tablecido por miedo a posibles denuncias de personas con po­cos o ningún escrúpulo. Quie­ro por último manifestar la res­ponsabilidad de cada persona en relación a su salud y el de­ber que tiene de tomar sus propías decisiones y no abando­narse al criterio del médico por muy bueno que éste sea Cuan­do afrontamos un diagnósti­co "grave" deberíamos ante todo escuchar a nuestro co­razón y dejarnos guiar por su sabiduría; aunque no coincida con la opinión de la gente que nos rodea y nos quiere. Rei­tero mi agradecimiento por la valiosísima información que nos ofrecen cada mes aunque no siempre sea capaz de en­tenderla en su totalidad. Un cordialísimo saludo,

Mª Antonia Salazar (Bilbao)

Contestación del director:

Nos congratula comprobar que hay personas que, co­mo usted, superan diag­nósticos de muerte porque piensan por sí mismas y no dejan su salud y su vida en manos de los médicos. Es­pecialmente en el caso de quienes se limitan a aplicar los protocolos farmacoló­gicos impuestos a los pro­fesionales de la salud por la gran industria farmacéu­tica sin ejercer el libre albedrio. Pero es que hoy a los médicos se les amenaza con retirarles la licencia si no hacen lo que se les ordena. ¡Como si hubiera trata­mientos oficiales que obli­gatoriamente los médicos han de seguir! Tal creencia es absolutamente falsa. Y el miedo que los médicos tienen a sugerir a sus en­fermos lo que consideran mejor para ellos según su leal saber y entender com­pletamente absurdo. Nin­gún juez -salvo que se tra­te de un ignorante o de al­guien corrupto- va a con­denarles nunca por eso. Aun­que en algunos colegios médicos haya infiltrados de la industria intentando conseguirió. En suma, le agradecemos muy sinceramente su carta y le felicítamos por su valentía y sentido común. En cuanto a la Nueva medicina instamos a los lectores a leer en nuestra web -www.dsalud.com~ lo que hemos publicado sobre ella en distintos números. Ca­be asimismo recordar que el Dr. Ryke Geerd Hamer es miembro de nuestro Consejo Asesor -al igual que el Dr. Fermín Moriano, du rante años íntimo colaborador su­yo- desde su creación.