Mi Beerano Cervecero… By Biirkonnen.

Si hacéis un poco de memoria, cuando convoqué el evento #MBC13 (Mi Beerano Cervecero) ofrecí la posibilidad de publicar un post en este mismo blog a quien no tuviera blog propio. Los amigos Aine y Jota decidieron aprovecharlo así que hoy les cedo el protagonismo enteramente a ellos. Espero que disfrutéis su post tanto como yo.

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Tras las incursiones germánicas de lupuloadictosy labirratorios, escapadas fugaces de algún birrapédico a templos romanos, disfrutes de birraires en los Oberland berneses (que gratos recuerdos nos ha traido tu post ;) ) y carboncillos y churrascos en la gran fragua del cerverianode Colmenar Viejo… sólo nos queda un clásico entre los clásicos: Bélgica... ¡Ah! Que estuvo algún que otro jardinero del lúpulo, pués bueno, qué vamos a hacer... os lo contamos igual.

1. Lo mejor de lo mejor (el momento)

No es por desmerecer otras visitas a grandes fábricas (en calidad, claro) como Fantôme o Cantillon, pero visitar al genial Glenn Castelein y a su camarada Davy en las nuevas instalaciones de Alvinney que te pongan a currar ¡¡No tiene precio !!


Glenn nos dijo que llegamos el día en que tenía que controlar la calidad de toooodas las barricas que allí maduran y qué tremenda faena para nosotros tener que probar cositas como la Wild West en barrica de roble americano, su maravillosa Melchioren barrica de bourbon y la explotada Mano Negra en sus respectivas barricas de roble francés, una antigua barrica donde había reposado la genial Struise O.N.E. y a la que además habían añadido chili (tremenda), y una antigua barrica reutilizada varias veces y que le aportaba unos curiosos toques de chocolate con naranja (O_o).


También probamos la Undressed Foederbierdirectamente del tonelaco inmenso, una Kerasus 2010 procedente de un barril olvidado y que encontraron durante el traspaso de fábrica y por último y más reposadamente Mano Negra del grifo habilitado en su Proefloft (un bonito loft de degustación desde donde puedes observar toda la fábrica)

No sabemos si fue la levadura Morpheus, la particular acidez de Alvinne o las gratas conversaciones con Glenn y su sonrisa de niño travieso; pero esta visita perdurará muchos años en el recuerdo.

2. En casa del herrero, cuchillo de palo (la cerveza)

Cuando hablamos de cervezas belgas hay dos conceptos que llegan muy rápido a la mente: dulce y ácido (no juntas claro), y al visitar tierras flamencas y brabantinas lo normal es toparse con cientos de estas cervezas.

Y no es que no las bebiéramos y disfrutáramos con ellas, pero por desmentir que los Belgas no saben hacer buenas Pales e IPA's. Destacamos 4 y un encuentro americano en la tercera fase:

De menor a mayor sorpresa:

Band of Brothers:

Colaboración entre la cervecería Moeder Lambic y la Brasserie de la Senne. Una pale ligeramente cítrica, con suaves aromas frutales y a pino y tremendamente bebible. Un gran acierto que la sirvan también en 50cl (cosa rara en Bélgica)

Delhaize Xtrem Hops Series (Citra, Columbus, Sorachi Ace)

Elaboradas en De Proefbrouwerij para la cadena de supermercados Delhaize, esta serie de IPA's monolupuladas y muy bien hechas nos dejaron gratamente sorprendidos. ¿Quien no querría que el super de la vuelta de la esquina vendiera unas IPA's de marca blanca excelentes, en botellones de 75cl y por el razonable precio de 4€?

¿Quién puso eso ahí?

Sí, todavía no sabemos en que extraña situación nos vimos envueltos o que pasó para que todo acabará así o simplemente estuvimos en el lugar y en el momento adecuado.

Nosotros sólo fuimos a visitar la fábrica de Cantillon(ese “sólo” ya es decir mucho) y sorprendernos de sus ácidas sensaciones, pero esta visita ya por si sola merece un post, así que vamos al meollo.

Una vez acabada la “tournée” nos sentamos a degustar un par de copitas de gueuze en la zona habilitada para ello. Más o menos era la hora del almuerzo, y algunos de los trabajadores de Cantillon hacen un descanso y se sientan en una mesa cercana a almorzar, acompañando el refrigerio de espontáneo líquido.

Nosotros seguimos disfrutando de un par más de lámbicas (Iris y Kriek) cuando en esa mesa contigua aparece una botella de verde etiqueta con un círculo rojo O_o. ¡¡ Pliny the Elder señoras y señores!!  ¿¡Qué hacía eso ahí!?

5 minutos más tarde, los empleados recogieron el campamento y muy amablemente conversamos con ellos acerca de esa cerveza y cómo había llegado allí. Nos dijeron que no les había gustado, que era muy amarga y que si nos apetecía probarla les quedada media botella todavía, que no la iban a tomar.

En este mismo momento empezamos a creer en los milagros y lógicamente no desestimamos la oferta.

La cerveza es increíble, explosión de aromas, mucho pino, resina, cítricos; para estar olfateando un buen rato, entra muy suave y cremosa, nada de lúpulos agresivos, deja un retrogusto amargo medio  bastante prolongado entre floral y frutal. No es de extrañar que sea la 2º mejor DIPA del mundo por detrás de su hermana Pliny the Younger y una de las 50 mejores cervezas del mundo.

¡¡ Menuda visita a Cantillon !!


3. Lo que el Drunk Monk une … (la breweriana)

Como dice el amigo Pau, lo mejor de este mundo siempre será las amistades que te llevas y la gente que conoces, y durante nuestra estancia en Bélgica aprovechamos para visitar y saludar a un joven belga que conocimos durante un pre-BBF en el Drunk Monk.

Nos invitó a tomar unas cervezas en su casa, concretamente en el sótano, y qué decir… ¡¡ Malditos sótanos siempre repletos de sorpresas !!

Allí tenía habilitado un mini espacio cervecero, para pequeñas reuniones, rodeado de estanterías que albergaban una colección de más de 500 cervezas y otros tantos vasos, copas, carteles, placas, figuritas de la Chouffe, salvamanteles, posavasos, cubos … de nuevo ¡Increíble!

El sueño de más de un coleccionista y no tan coleccionista.


Y con esto ya finalizamos un viaje repleto de anécdotas, donde dejamos muchas cosas en el tintero: la visita a Fantôme, una rápida incursión en t'Gaverhopke, el albergue de St. Bernardus, las Westvleteren en In de Vrede, la abadía de Westmalley alguno bares bruselenses.

Todo sin desperdicio ;) ¡Hasta otras amig@s!

Improvisando una Oktoberfest en casa o segundas partes pueden ser buenas.


No pocas veces me habréis leído maldiciendo ese “macrobotellón” en el que se ha convertido la Oktoberfest en la actualidad y a pesar de que hace poco el buen amigo Diego me habló de una especie de fiesta muy interesante en plan recreación original en petit comité y bastante alejada de lo que todos asociamos con esta conocida fiesta alemana, lo cierto es que por el momento sigo en mis trece. Así que tal y como hicimos el año pasado por estas alturas, esta vez aprovechando que el pasado fin de semana terminaba la Oktoberfest en Munich, nos montamos en casa un festín a la alemana con lo poco que pude encontrar de comida teutona por estos lares y con un surtido variado de cervezas en cuanto a estilos (nada de cerrarnos solamente a base de Oktoberfest/Märzen) y con referencias completamente desconocidas para mí hasta el momento. Así que aquí os paso las conclusiones y algunas curiosidades y notas extra sobre las siete cervezas degustadas.

Allgauer Bräuhaus Zwickel Kellerbier. Empezamos con una Zwickel del Allgäu (Algovia), región situada entre los dos ländersureños alemanes, Baviera y Baden Württemberg. Este estilo del que tan pocos ejemplos me habían dejado asombrado antes del viaje a Alemania, es a día de hoy uno de mis favoritos cuando pienso en el país teutón. Muy cercano a las kellerbier (de hecho en la etiqueta aparecen ambas denominaciones) aunque estrictamente no idénticos ya que sobre el papel las “zwickl” son cervezas turbias pero con una vida útil más corta, ofreciendo una mayor carbonatación y menor cantidad de lúpulo, entre otras particularidades. En este caso nos encontramos con una cerveza turbita, con un aroma fresco, a pan crudo y levadura así como cítrico a limón. En boca tiene una carbonatación realmente muy viva (demasiada para mi gusto) y destaca un toque marcado a lúpulo herbal, un recuerdo agrio como a limón, y también muy levaduroso, como masa de pan. El amargor es bastante marcado pese a lo dicho líneas más arriba, astringente y un punto ácida, muy refrescante. Personalmente prefiero otras zwickl franconas que he probado en las que el protagonismo lo tiene casi en exclusiva la levadura.



Rachel Rotfux Frauenauer Pale ale. Un ejemplo de cómo la moda actual por el lúpulo todo lo alcanza, incluso ollas de un pueblo tan perdido como Zwiesel, en plena selva Bávara, justo en el límite del país teutón con la República Checa. Lo bueno es que los alemanes no son tan dados a denominar Pale ale a cualquier “cosa rubia con cierta predominancia de lúpulo” como tanto nos gusta a nosotros, y nos encontramos con una más que decente APA, muy aromática en nariz, con un predominio de recuerdos cítricos a pomelo pero también a mango en menor medida, y en boca es muy suave, menos amarga de lo esperado y con un carácter afrutado dominante y un final ligeramente astringente. Además presenta un atractivo toque leñoso más propio de las cervezas centroeuropeas, pero que no ocultan el dominio a fruta tropical citado. Una cerveza ligera, para beber a litros, muy bien hecha y una carbonatación ajustada y bien integrada.



Ritter St. Georgen Weisser Franke. Tengo que reconocer que si hablamos de trigo me pierden las elaboraciones del centro y sobretodo sur de Baviera ya que hasta el momento, y salvo  alguna excepción, Franconia no me ha seducido con muchas “trigueñas” asombrosas. Aún así, ya se sabe que las reglas están para romperse y esta es una buena excepción. En nariz sorprende el menor carácter a plátano, goma de mascar y especiado tan propio del estilo y son los recuerdos a pan y cereal los dominantes. En boca es lógicamente muy refrescante, con el citado y característico recuerdo a plátano y también chicle y también clavo, con una carbonatación viva pero bien integrada y el puntito imprescindible de acidez. Menos empalagosa y más ligera y refrescante que otras primas del sur bávaro. Mejor en boca que en nariz, realmente muy bien hecha. Una gratísima sorpresa.



Schübel Bräu Drachenseidla. Esta peculiar cerveza, cuya etiqueta debe haberla dibujado algún crío de 5 años, tiene la particularidad de ser una weizen ambarina tal y como indica ese palabro de la etiqueta, “bernsteinfarbenes”, que es como se denominan habitualmente las weizenque poseen un color a medio camino entre una hefeweizen y una dunkelweizen. Si nos ceñimos a la cerveza, sorprende su carácter muy maltoso e incluso un punto demasiado alcohólico para lo que se espera en la mayoría de keller, en las cuales esperas pan, levadura y cereal. En aspecto también decepciona la rapidez con la que cae su espuma, cosa que me hace sospechar que quizás en su momento no aguantara muy bien el viaje en coche hasta Valencia. En boca vuelve a decepcionar, como esas cervezas de baja fermentación que están cerca de la fecha de consumo preferente y que han perdido todo el fuelle y se las ve un tanto “descompuestas”. Una pena ya que la etiqueta prometía…



Wagner Märzen. La única märzen del festín es francona como casi todas las demás cervezas del post, concretamente de un pueblecito situado al norte de Kulmbach. De buenas a primeras sorprende su color dorado en lugar de los clásicos ambarinos o cobrizos. En nariz se perciben toques a paja y cáscara de cereal, así como lúpulo seco, recuerdos también más propios de otros estilos de baja fermentación. En boca en cambio entra más maltosa pero tampoco se echa en falta el lúpulo, presente con recuerdos herbales, leñosos y ligerísimamente cítricos, realmente muy bien atados por la base malta acaramelada. La carbonatación también se encuentra muy ajustada. Una märzen peculiar y de hecho a ciegas más que posiblemente hubiera afirmado estar ante una Helles Bock.



Hebendanz Edel Pils. Pils francona, concretamente de Forchheim, población donde se celebra el conocido Annafest en ese edén boscoso y cervecil llamado kellerwald. En cuanto a la cerveza destaca una nariz actractiva con un toque agradable a lúpulo leñoso y cítrico y también ligerísimamente acaramelado y floral. En boca es maltosa, acaramelada, bastante plana de carbonatación y un ligero toque metálico algo amargo. Apunta más en nariz que en boca, pero aún así es muy fácil de beber sin que se eche en falta cuerpo y sabor. Conociendo el nivelazo mostrado por otras pils alemanas, esta se queda unos cuantos escalones por debajo.



Löwenbräu Ungespundetes. Aunque el nombre de la cervecera es idéntico al de la “leonil” y bastante conocida marca muniquesa, ésta cervecera es de Franconia y por lo visto goza de bastante prestigio por la zona. El término “ungespundetes” nos indica que la cerveza tiene una carbonatación menor a lo habitual debido a un sistema peculiar con el que se cierran las barricas de madera que contienen la cerveza. En este caso encandila su color dorado viejo y pese al color y el marcado carácter maltoso, con recuerdos a caramelo, miel y cereal en menor medida, es bastante refrescante por el lúpulo herbal y cítrico que corta el dulzor dejando un toque final astringente y muy refrescante. También ofrece recuerdos a pan y cereal. Una lager distinta, muy fácil de beber pero con carácter, y me gustó tanto que se me pasó hacerle una foto en condiciones…


Y con esta cerveza doy por cerrado esta oktoberfestcasera. A continuación os dejo una foto con el ágape con el que nos pusimos las botas: salchichas, sauerkraut, puré de patatas, mostaza dulce… pero también pepinillos a la polaca, mostaza Dijon francesa, salmón ahumado (Diego tiene la culpa de mi adicción tras el viaje a Munich…), surtido de panes made in “la tienda del barrio”… Sí, más que bávara la cena fue un batiburrillo internacional… XD


¡Que viva la cerveza alemana!

Viaje por Baviera (3): escapada corta a Salzburgo.

…o una(s) de cal y otra de arena.


Hoy voy a retomar los post del viaje a Baviera para relataros otra de las excursiones que pudimos realizar, en este caso a la ciudad austríaca de Salzburg. Y es que estando a menos de 150km de Munich, o menos de dos horas en tren (ver nota al final del post), y siendo una de esas ciudades que tanta gente califica como una de las más bonitas de Europa, no podía quedársenos en el tintero.

Lo cierto es que me gustaría empezar a explayarme contándoos que caímos perdidamente enamorados de esta ciudad, que sus mil torres, campanarios, callejuelas y decenas de rincones a cual más atractivo nos dejaron fascinados. Pero siendo sincero he de reconocer que aún siendo todo eso anterior cierto, la cantidad abrumadora de turistas y de negocios dedicados a ellos por todas partes, con el universo Mozart a la cabeza de todo, desgraciadamente, y en mi opinión, lo echa todo a perder. Pero como este blog va sobre cervezas, mejor me centro solo en ello.

Qué diría el pobre Wolfgang si viera
en lo que se ha convertido su ciudad…

Tras abandonar la estación de trenes y tras un paseo de una media horita hasta el centro histórico y después de subir la empinada pero breve cuesta que asciende en dirección a la fortaleza de Hohensalzburg llegamos al primer destino cervecero del día: el Stieglkeller de la cervecera local Stiegl.



Después de tanto gentío, encontrar un remanso de paz en pleno monte Monchberg donde poder tomarte alguna buena cerveza no tiene precio.


Se mire por dónde se mire, Salzburgo es preciosa.



Pero como si la ciudad estuviera empeñada en caernos mal, aquí, igual que monte más abajo, tampoco íbamos a gozar de un momento precisamente placentero. En este caso reconozco que las webs consultadas previamente al viaje avisaban de la rudeza e incluso brusquedad en el trato de sus camareros. Aún así, la realidad superó las expectativas: más de ¡40 minutos! de espera sin ser atendidos. Así que tras rebasar el límite de mi paciencia varias veces, sin entender porqué 6 camareros miraban de reojo a los clientes sin inmutarse en lugar de atendernos (no éramos más de 5 mesas), cuando ya estábamos hartos de esperar y nos disponíamos a marcharnos, entonces, y solo entonces, vino un tanque armado con falda a atendernos. Pero la cosa lejos de mejorar iba a seguir cayendo en picado…

Tras haber tenido tiempo más que de sobra para decidir las cervezas (además de poder memorizar letra por letra la carta en inglés) le comentamos nuestras elecciones: una Weiss y una Zwickl, ambas de barril. Tras recibir una respuesta negativa por parte de la camarera, ya que según ella no existía ninguna cerveza Weiss y solo podía elegir las de esa carta que afirmaba todo lo contrario, le insistí (asumiendo que mi pronunciación en alemán no había sido muy acertada) esta vez con un gesto con mi dedo índice apuntando a la cerveza en la carta. Pero empeñada en intentar aguarnos la fiesta la camarera insistía en decirme que no, que justo de esa no le quedaba. Sorprendido tras ver que en la mesa de al lado habían pedido (a otro camarero, eso sí) esa misma weisse(la serigrafía de Stiegl Weisse en el vaso era suficiente pista) volví a hacer uso de mi vocabulario gestual señalándole la cerveza de la mesa vecina a lo cual la camarera respondió con un silencio y quedándose unos segundos observando la carta tras lo cual se marchó sin decir nada. Sorprendidos y empezando a asumir que lo mejor era irnos definitivamente, de repente llegó nuevamente la ruda camarera pero esta vez con las dos cervezas en mano. Estupefacto y sin entender nada de nada miré a la Reina Lúpula y nos dispusimos por fin a tomar las cervezas.

Las codiciadas cervezas…

La zwickl tenía un aspecto tentador, ligerísimamente turbia, y en boca entraba muy suave, refrescante, con agradables recuerdos a cereal y algo cítricos al igual que en nariz, pero sin mucho recorrido, algo corta e incluso diría que algo aguada. La weiss estaba algo mejor, especialmente en aroma ya que en boca también se quedaba algo escasa y tenía demasiada carbonatación.

Tras terminárnoslas, con bastante brevedad y muy pocas ganas, he de reconocerlo, dejamos encima de la mesa el dinero justo para así marcharnos sin más demora. Eso sí, entonces si reaccionaron no uno sino dos camareros para comprobarlo…

Con tanta espera se iba haciendo hora de decidir dónde comer pero se nos planteaba un dilema: o bien habíamos tenido muy mala suerte con los camareros y asumíamos aquello de que todos pueden tener un mal día o bien era cierta esa dicha de que los camareros austríacos eran tan maleducados, cosa que me negaba a asumir pese a los numerosos comentarios en este sentido encontrados en bastantes webs de viajeros. Aún así y por si las moscas, finalmente decidimos alejarnos del centro, tomarnos con cierta filosofía la sorprendente situación y disfrutar de lo que restaba de tiempo en la ciudad. Por ello nos fuimos al Urban Keller, un sitio del que a penas sabíamos nada pero el hecho de que tuvieran de barril una Steinbierproducida por una micro de allí y sobretodo que el bar estuviera bien lejos del gentío atronador fue determinante.

Tras llegar al local y sentarnos en su acogedor biergartenllegaron dos atentos camareros que nos atendieron maravillosamente bien, como sabedores de las jugarretas que nos habían gastado sus colegas de Stiegl. La cosa empezaba a mejorar.

Aunque bastante alejado del centro,
mereció y mucho la pena venir hasta aquí.

El sitio, realmente agradable, con las mesas rodeadas de árboles y con el monte Kapuzinerberg a un flanco, tenía una carta cuidada, con muchos platos con productos ecológicos, verduras de proximidad, algunos platos vegetarianos, pan elaborado por ellos mismos, y a diferencia de lo que suele ocurrir en este tipo de locales, los precios bastante baratos (ni comparación con los del turístico y céntrico Stiegl).

Para beber nos pedimos esa tentadora Steinbiery una Zwickl. La primera y curiosa “cerveza de piedra” (aquí os dejo el enlace en el que hace tiempo hablé de este estilo) la elabora la micro Gusswerk en exclusiva para este local. Muy limpia, sin nada de turbidez, con una espuma persistente y pese a la aparentemente elevada carbonatación tenía un paso por boca realmente fácil, con unas interesantes notas frescas a lúpulo herbal y ligeramente leñoso que cortaban las notas suaves de la malta caramelizada a la piedra, nada empalagosas. En cuanto a la zwickl (una cerveza turbia como las kellerbier pero con un punto menos marcado de lúpulo), en aspecto era lógicamente turbia, rebosante de notas a cereal, pan y cítricos, con una textura sedosa y un final ligeramente astringente pero muy refrescante.

Una gozada poder disfrutar de la Steinbier... 

Para comer elegimos un schnitzel vienés realmente bueno (aunque lejos nivel asombroso del que nos tomamos en local muniqués de Schneider Weisse) y un plato alucinante a base de pechuga de pollo estofada con verduras y la citada cerveza Steinbier, acompañado con arroz. Una auténtica delicia éste último.

Fantástico ágape.

Y tras repetir un par de rondas más a base de la adictiva Steinbier y disfrutar en plan contemplativo de un tiempazo excelente (durante el verano por estos lares no suele faltar la lluvia así que los días soleados como el que pudimos disfrutar son recibidos como agua de mayo…), nos despedimos de la ciudad con sensaciones un tanto contrapuestas y sin haber disfrutado de otros locales que teníamos previstos pero aún así nos fuimos más que satisfechos por haber descubierto ese auténtico edén llamado Urban Keller.

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* Para los futuros e interesados viajeros, existe un billete de tren llamado Bayern Ticket (ticket bávaro) con el cual puedes viajar en tren por toda Baviera durante un día por unos 22€ para una persona. Pero el chollo viene cuando vas acompañado ya que entonces solamente hay que abonar 4€ más por acompañante, costando así 26€ para una pareja o 34€ para cuatro personas, lo cual está más que bien. Ah, y si os dejo aquí esta explicación es porque aunque Salzburgo está en Austria ésta ciudad es una excepción del Bayern Ticket así que hay que aprovechar…

USA: CERRADO

Link: APUNTESDE UNA PERIODISTA

El Lagarto Verde

CINCO PREGUNTAS PARA ENTENDER EL CIERRE DEL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS

by El Lagarto Verde
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EL TESORO ASEGURA QUE LEGALMENTE PUEDE AGUANTAR HASTA EL 17 DE OCTUBRE

EL GOBIERNO HA CERRADO EN 17 OCASIONES DESDE 1976, AUNQUE  POCOS DÍAS

 Por: María Ramírez (Corresponsal) | Nueva York
 En los últimos dos años, Estados Unidos ha estado varias veces paralizado por el conflicto continuo entre el presidente Barack Obama y el dividido Congreso. Este último capítulo no es el más grave, pero aumenta la tensión camino de la próxima crisis a mediados de octubre.

¿Qué es el cierre del Gobierno?

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Es la suspensión de todos los servicios no esenciales que dependen del Estado federal ya que el Gobierno está obligado a mandar a casa sin sueldo a la mayoría de sus funcionarios. Sucede cuando el Congreso no aprueba la legislación para financiar el Gobierno central como suele hacer doce veces al año. El Gobierno ha cerrado en 17 ocasiones desde 1976, aunque la mayoría durante pocos días. El enfrentamiento más duro (y el último) sucedió con Bill Clinton, cuando sus desacuerdos con el Congreso le llevaron a suspender servicios estatales 21 días en diciembre de 1995 después de otros cinco días de congelación de servicios en noviembre. Mónica Lewinsky asegura que su primer encuentro sexual con Clinton fue el segundo día del cierre de Gobierno. Como becaria, ella siguió trabajando en la Casa Blanca a diferencia de la mayoría de los funcionarios.

¿Qué supone?

Desde las 00.01 del 1 de octubre (06.01 hora peninsular), con el comienzo del nuevo año fiscal en Estados Unidos, unos 800.000 funcionarios están sin empleo y sueldo hasta que el Congreso vuelva a financiar el Gobierno. Se mantienen en sus puestos los empleados esenciales, como los controladores aéreos o los militares y también quienes trabajan para agencias especiales, como los carteros. La Casa Blanca funciona con un cuarto de empleados, la mayoría los más cercanos a Obama y los encargados de los servicios de limpieza.
La mayoría de los museos de Washington, los parques nacionales o algunos servicios para veteranos estarán cerrados. La NASA cierra casi al completo. Los efectos se pueden sentir fuera de Estados Unidos, ya que puede haber retrasos en la emisión de visados, que no se considera un servicio esencial. Los turistas no podrán visitar la estatua de la Libertad, el parque de Yellowstone o el Capitolio.

¿Por qué el Congreso se niega a financiar al Gobierno?

Como ha sucedido otras veces, el partido de la oposición aprovecha su poder para presionar al presidente sobre otros asuntos. En este caso, un grupo del partido republicano intenta retrasar la entrada en vigor de la reforma sanitaria, que comienza a aplicarse en parte este martes.
La Cámara de Representantes, de mayoría republicana, ha aprobado así varias versiones de la misma ley para continuar con la financiación del Gobierno federal con una enmienda para retrasar la entrada en vigor del plan de Obama aprobado en 2010 por las dos cámaras del Congreso y legitimado por una sentencia del Tribunal Supremo en 2012. El Senado, de mayoría demócrata, ha aprobado otras tantas veces una versión legislativa sin la enmienda sobre la sanidad. Mientras las dos cámaras no se pongan de acuerdo, la legislación no se aprueba.

¿Por qué es tan automático el cierre?

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Las disputas entre el presidente y el Congreso por la financiación del Gobierno se han producido desde el nacimiento del país. Pero el cierre automático de los servicios sucede desde que al presidente Jimmy Carter se le ocurrió preguntar a su fiscal general, Benjamín Civiletti, si debería mandar a casa a los funcionarios y el Departamento de Justicia dijo que legalmente así era y que incluso sería delito mantenerlos en sus puestos de trabajo según una ley de 1884.
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Así las opiniones del fiscal general de 1980 y 1981 cambiaron la práctica. Hasta entonces, el Estado federal seguía funcionando con el retraso de algunos pagos y el ahorro de dinero en viajes y otros gastos, pero no mandaba a su personal a casa ni cerraba oficinas. Carter quería escenificar el cierre como medida de presión y su estrategia le funcionó. Después de cinco congelaciones del presupuesto, no tuvo que pasar por una sexta cuando el Congreso asumió que su decisión supondría un cierre real y muy visible de servicios.

¿Qué tiene que ver con la suspensión de pagos?

Éste es un problema aparte, pero que casi se solapa con el cierre del Gobierno. El Estado ya ha superado el techo legal de deuda autorizado por el Congreso. Hasta que las dos cámaras no lo eleven, el Gobierno no puede gastar más. El Tesoro asegura que legalmente puede aguantar hasta el 17 de octubre. Después de ese día, si el Congreso no eleva el umbral, Estados Unidos podría verse obligado a suspender pagos, algo que sería inédito, que estuvo a punto de suceder en agosto de 2011 y podría desatar una nueva crisis global.
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Fuentes: María Ramírez, elmundo.es. Google noticias e imágenes; edición: El Lagarto Verde

UN DEFECTO DE FÁBRICA

por Andres pascual hernandez

http://comunicadorhispano.com

Por Andrés Pascual
Antes de “ir al grano”, un ejemplo del trabajo sucio que hace el Nuevo Herald contra el exilio y a favor del desastre que ha generado el califa en la presidencia y lo que falta: un materialito no contra el Estado Judío, sino, por lo que se ve, antisemita casi:
http://www.elnuevoherald.com/2013/09/27/1577369/dora-amador-iran-si...
Aclaro que la autora abandonó el periodismo para convertirse en una “sierva de la Iglesia”, que no es ex presa, ni balsera ni marielita; pero, lamentablemente para mí y todos mis paisanos anticastristas, es pinareña.
Dora Amador, parodiando la frase cliché que inventó Univisión, es “uno de nuestros bochornos provincial”. A continuación, desempolvo un artículo que escribí sobre mi “co-provinciana” en un blog-almacén que tuve en agosto del 2011:
http://laguarapachanga.blogspot.com/2011/08/ventana-con-vista-al-la...
Siempre establezca relaciones, que la vida es una cadena y cada acontecimiento un eslabón: ¿Cómo es posible que alguien que se autocalifica "obrera-o del Señor" pueda coincidir ni con una sola idea-decreto de Obama? El mayor tesoro de Dora Amador es una foto junto al Cardenal Ortega. Creo que sobra cualquier otro dato de su posición política.

Yo le propongo a todas las madres cubanas que nunca permitan la presencia de Ortega ni en los velorios ni en el entierro de sus hijos asesinados por la tiranía y… por la iglesia castrista: ¡APÁRTATE SATANÁS!
Ya mi esposa ratificó que Obama, Reid, Pelosi y la ganga mintieron sobre el OBAMACARE: de $49.00 quincenales a $111.00 su seguro, es decir, el plan macabro de los comunistas de la Choza los desmanteló al incorporarlos a la ley.
El problema no solo radica en dilatar el tiempo ni en eliminarlo de raíz, sino en buscar la forma de quitar al califa y su entorno o vendrán tiempos peores, si cabe, y, si con lo que tenemos “no hay Dios que aguante”, imagine por un momento el “futuro esplendoroso” que nos espera.
Bueno, al grano: EN DEFENSA DE ZOE VALDÉS fue lo primero que pensé como título para este material, porque eso es, una defensa de esta tremendísima cubana por dos cosas: tiene los timbales que le faltan a todos los que la atacan para enfrentar las consecuencias derivadas de su actitud y es una gloria literaria genuina de la Cuba que uno quisiera y no existe.
Zoe, como Roberto Luque Escalona, afortunadamente vivos, le hace un daño enorme a la tiranía: se lee, se escucha, se huele y no hace falta explicar las causas. Verificable en la manera cómo intentan situar a Yoani Sánchez en plan de competencia de nuestra habanera insignia, a ese esperpento angustia del objetivo pro-social, contra una profesional que transita de la novela comprometida a la poesía erótica como ni Carilda, hasta caer, por efecto de su fama y conocimientos, en los brazos de jurados internacionales de un cine tan exigente como el europeo. Zoe es trascendental, Yoani todavía desconoce el significado.
Se me antoja que tratan de imponer un capítulo ajustado, nuevo y oportunista del enfrentamiento de nunca acabar: civilización contra barbarie, a no dudarlo, Zoe defiende la trinchera de lo civilizado; lo bárbaro se supone en qué cubil lo “amamantan”.
Tratando de promocionar la personalidad de celofán de la chica rica del Nuevo Vedado como alternativa a la autora de La Nada Cotidiana, han comprado todo lo que han podido: partidos de izquierda, revistas y periódicos de izquierda, una columna en un periódico español pro-castrocomunista, premios… hasta la liberal Times la tuvo entre los 100 más influyentes y todavía no adivino por qué.
En Europa han acabado, presumiblemente, vaciaron el presupuesto del “quinquenio” con el objetivo de apuntalar las piernas podridas y pestilentes, débiles por falta de principios y de moral patriótica más que por naturaleza, de este Frankestein de cuneta, dedicada a cronicar con errores el diario habanero del barrio marginal castrista.
Siempre que necesito ubicar la conducta de alguien famoso, por lo general me pregunto ¿Le hace falta la controversia al individuo? ¿Cuánta más fama podría adquirir por la discusión?
Lo que quiero decir es que Zoe Valdés pudiera vivir mucho mejor, más rica y más adulada, si no interviniera en los problemas internos de Cuba, pero de esa enfermedad han padecido todos los autores prestigiosos de la patria.
Y tanto que afectó a G. Caín (Guillermo Cabrera Infante) para un Nobel merecido, por cierto, maestro y mentor de la laureada escritora.

La Revolución, aunque es parte indudable del entorno y de la obra literaria de Zoe Valdés, no hizo a la poetisa-narradora, porque ninguna influencia antisocial, ariete contra los Derechos del Individuo, moldea escritores de valores sublimes y Zoe  los tiene, su prosa, su cosmos.
Y es que ese experimento sin gloria ni credibilidad no puede sobreponerse a la imposibilidad de que nunca puedan contar con el talento y la fama de Zoe para apoyar sus mentiras y sus crímenes.
 Por el contrario, quizás tuviera muchísimos guatacas castristas opinando “positivamente” sobre su obra, que no entenderían, como hoy tampoco, incluso que jamás la han leído, pero no sería igual en objetividad personal ni, mucho menos, como declaración de ética de una generación que trata de mantener vivos a toda costa los valores eternos de la tradición cubana.
Su mundo realidad-ficción, de la forma como lo proyecta, no es encasillable en los moldes de un narrador cualquiera, sino en el de los que dejan huellas como rutas, es decir patrones del género.
Como modelo de la literatura cubana a quien, como a Cabrera Infante o a Luque Esalona, y no comparo, sino igualo en intención, le ha costado superar el lado siniestro en una batalla que solo concluirá si se logra redimir a Cuba sobre las cenizas del comunismo, de un régimen ideológico decidido a liquidar su obra con la ofensa y el desprestigio, imposible ante el valladar que es su propia brillantez como narradora y amparada por buena parte del mundo que la reconoce como tal.
Hoy es una gloria, en poco tiempo una leyenda y después será un mito de las letras cubanas, que perdurará como los autores que nunca cambiaron su patria por estímulos inmorales y degradantes de los principios, pero sacrificaron el alma máter y el vivir mejor de su profesión por el único compromiso válido de esta: la rebeldía ante el canon neo-esclavista y deshumanizante del ser humano.
Como que renunció a la defensa inmoral de un régimen asfixiante y prefirió luchar, nunca le interesó el camino a la torre de marfil y pudo.
El contrato de la tiranía con sus esbirros y mercenarios contra Zoe Valdés incluye todas sus baterías, desde el silencio cómplice de Montaner desde hace rato para favorecer a Yoani, hasta la utilización de engendros gachupines, hijos de cubanos “buenos” residentes en España, quienes, pese a escuchar “historias de antes”, no logran entender, o quizás sí, pero no les conviene, la esencia de la lucha contra el castrismo. Como un miembro de la novísima UNPACU, que la ataca “decentemente” a la manera religiosa que usaban Fina García o Cintio Vitier, incluso Carlos Rafael, que no gritaban gusano o maricón, palabras que registraron para el “piso’e tierra”, negro o blanco hijo de puta que está en Miami o tiene un hijo en la comunidá, pero que ofendían mucho más que el vulgar estribillo del progromo.
Hasta en los comentarios de periódicos están los cazadores de Zoe Valdés, hechos  a la medida del castrismo, entrenados en La Habana o en sucursales fuera de Cuba que cagan todo el espectro, en especial los sitios cómplices donde se posan a vomitar su baja pasión y su envidia histórica contra lo que valga y brille, como algún que otro en el Diario las Américas, incluso en el propio blog de la escritora o en cuanto lugar contuberniado con el comunismo exista.
La realidad es una: Zoe es un baluarte de la literatura cubana exiliada, la única que, a través del tiempo, ha sido el principal exponente del arte...
Como todos sus antecesores, hasta los que queden con vergüenza, los únicos a quienes se les puede llamar cubanos sin equivocación.
Sin remordimientos, este es el tipo de gente que la Cuba que ya no existe y los cubanos limpios en cuerpo y alma, que respondan a verdaderos intereses patrióticos, necesitan para tratar de recuperar el prestigio y la posibilidad de iniciar el viaje tortuoso a la semilla, si estos elementos, que funcionan como arietes a favor del castro-comunismo, lo entendieran.