El Manípulo (III)


El manípulo es un paradigma de la mala aplicación del último concilio. Con la reforma litúrgica, el manípulo ya no era preciso. Pero ¿quien dijo que tuviera que estar prohibido o debiera ser destruido? . Hoy vuelve a utilizarse en el Usus Antiquior, pero también puede ser usado en el Novus Ordo: no está prohibido. El manípulo de la fotografía data del año 909 y representa a San Pedro.

" Distrito Escolar en California se pasa al uso de Energia solar "

Un distrito escolar de Silicon Valley, en California, que tiene 32.500 alumnos y 40 escuelas, ha acometido la transición hacia la energía solar sin poner dinero, lo que le permitirá ahorrarse un millón de dólares al año en la factura de la luz. Lo ha conseguido asociándose con una petrolera (Chevron Corporation), que se encargará de instalar y mantener los paneles solares, y con un banco (Bank of

Dichos de San Juan María Vianney (II)


“La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su Creador”.
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“Con la oración todo es posible, somos dueños, por decirlo así, del querer de Dios”.
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“La oración abre los ojos del alma, le hace sentir la magnitud de su miseria, la necesidad de recurrir a Dios y de temer su propia debilidad”.
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“Todos los males que nos agobian en la tierra vienen precisamente porque no oramos o lo hacemos mal”.
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“Todos los santos comenzaron su conversión por la oración y por ella perseveraron”.
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“Todos los condenados se perdieron por su negligencia en la oración. Digo, entonces, que la oración es absolutamente necesaria para perseverar”.
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“Cuántas veces venimos a la Iglesia sin saber a qué venimos ni qué queremos pedir, sin embargo, cuando se va a casa de cualquiera, se sabe muy bien por qué uno se dirige a ella”.
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“Hay personas que parecen decirle a Dios: “Vengo a decirte dos palabras para cumplir contigo…”. Con frecuencia pienso que cuando venimos a adorar a nuestro Señor, conseguiríamos todo lo que quisiéramos si le pidiéramos con fe viva y un corazón puro”.
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“Nuestras oraciones han de ser hechas con confianza, y con una esperanza firme de que Dios puede y quiere concedernos lo que le pedimos, mientras se lo supliquemos debidamente”.
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“Hemos de orar con frecuencia, pero debemos redoblar nuestras oraciones en las horas de prueba, en los momentos en que sentimos el ataque de la tentación”.
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“Por muchas que sean las penas que experimentemos, si oramos, tendremos la dicha de soportarlas enteramente resignados a la voluntad de Dios”.
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“Por violentas que sean las tentaciones, si recurrimos a la oración, las dominaremos".

San Gorgonio, Mártir


El que combate en la palestra no es coronadosino cuando lidiare según las leyes.(2 Timoteo 2, 5).


Gorgonio, chambelán de Diocleciano, viendo un día a su señor torturar a un cristiano, exclamó: "¿De dónde procede, emperador, que de dos hombres culpables del mismo crimen, no has castigado sino a uno solo? La fe de este hombre es la mía; participo de su resolución". Irritado Diocleciano, lo hizo azotar con tal violencia que su carne volaba en jirones; ordenó después que se le echase sal y vinagre en las llagas. Por fin, después de haberlo hecho asar a fuego lento en una parrilla, lo condenó a ser ahorcado.


MEDITACIÓNSOBRE LA ETERNIDAD


I. Hay una eternidad de dicha o de desgracia para ti; es una verdad que ningún cristiano puede poner en duda. ¿Comprendes esta palabra: Eternidad? ¿Piensas en ella? ¿Trabajas porque sea feliz para ti? ¡Oh eternidad, cuántas soledades pobló tu pensamiento! ¡cuántos santos ha hecho! Día y noche piensa en estas dos palabras: Seré eternamente feliz. o eternamente desgraciado. ¡Eternidad!... ¡Eternamente feliz... o eternamente desgraciado!...
II. El fin de la vida es el comienzo de la eternidad; ya no habrá más tiempo, ya nada podrás hacer ni para ganar el cielo, ni para evitar el infierno. ¡Oh momento de la muerte, momento tremendo, del cual depende una eternidad de dicha o de infelicidad! ¿Cuándo llegará ese momento? Acaso hoy mismo; y, necio de mí, ¡no pienso en él! ¿Por qué no emplear el tiempo que Dios me da en procurarme una eternidad bienaventurada? Medita este lema de un gran prelado: La eternidad depende de un momento.
III. La eternidad es una corona de gloria para los bienaventurados, y una corona de sufrimientos para los condenados. Siempre comenzará y nunca terminará. Los condenados sabrán y creerán que sus suplicios durarán por toda la eternidad, sin descanso, sin interrupción, sin esperanza de consuelo. ¡Eternidad, eternidad! ¡cuán tremendo es tu recuerdo, pero cuán saludable! Pensemos en ella. Nunca adoptaríamos bastantes precauciones cuando es la eternidad la que está en peligro. (San Bernardo).


El pensamiento de la eternidad -Oradpor la conversión de los pecadores.


ORACIÓN

Señor, que vuestro mártir Gorgonio nos favorezca con su intercesión, y nos haga celebrar con gozo su piadosa solemnidad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

El Manípulo (II)


De todos los atropellos en las últimas décadas, uno de los más lamentables es la destrucción de los manípulos: pocas veces en la historia de una religión se ha visto un ornamento sacro ridiculizado, quemado o arrojado a la basura con tanto desenfado. ¡Tantos ternos hoy incompletos!. Un ornamento, por demás, tan antiguo, como muestra este ejemplar, que incluye una representación de San Juan Apóstol.