Corazón Inmaculado de María.


Después de consagrar en plena Guerra Mundial todo el género humano al Inmaculado Corazón de María, para ponerlo bajo la protección de la Madre del Salvador, decretó el Papa Pío XII, en 1944, que toda la Iglesia celebrase anualmente una fiesta en honor del Inmaculado Corazón de María, el 22 de agosto, día de la octava de la fiesta de la Asunción.La devoción del Corazón de María es ya antigua. San Juan Eudes la propagó en el s. XVII, uniéndola a la del Sagrado Corazón de Jesús.En el s. XIX, Pío VII, primero, y después Pío IX concedieron a muchas iglesias particulares una fiesta del Purísimo Corazón de María, señalada primeramente para el domingo después de la Asunción, y luego para el sábado que sigue a la fiesta del Sagrado Corazón. Al fijar el 22 de agosto la Fiesta del Inmaculado Corazón de María, y extenderla a toda la Iglesia, le asignó Pío XII como fin el obtener, por intercesión de la santísima Virgen, “la paz entre las naciones, la libertad de la Iglesia, la conversión de los pecadores, el amor a la pureza y la práctica de las virtudes”.
Feliz día del Inmaculado Corazón de María. Virgen María, Auxilio de los Cristianos, Ora pro Nobis.

Los fieles de Salamaca escriben al Obispo y a Ecclesia Dei para pedir la Misa


Al igual que hicieran los fieles que en Gijón solicitaron la Santa Misa por la forma extraordinaria, los fieles que hicieron lo propio en Salamanca han escrito también a su Obispo, D. Carlos López, solicitándole la Misa, con copia a Ecclesia Dei.
Desde Salamanca nos han remitido el contenido íntegro de la carta, que reproducimos aquí para conocimiento de nuestros lectores:
Lunes de Pentecostés, 12 de mayo de 2008Mes de la Santísima Virgen María
Ilmo. y Rvdmo. Sr. D. Carlos LópezObispo de SalamancaIlustrísima:
Nos dirigimos a V.I. según lo previsto en el Motu Proprio «Summorum Pontificum» de S.S. Benedicto XVI, dado que no ha sido atendida nuestra petición anterior, dirigida al párroco de San Juan de Sahagún en Salamanca, para que se celebre regularmente la Santa Misa según el Misal Romano de 1962.
Se adjunta copia de la carta dirigida a principios de año a don José Miguel Isidro, cura párroco de San Juan de Sahagún, junto con las firmas de sesenta fieles (trece de esa parroquia y cuarenta y siete de otras parroquias de la ciudad). Se adjunta también fotocopia del acuse de recibo de la misma, del 14 de enero.
No se recibió respuesta, a no ser un comentario dirigido a uno de los firmantes, habitual en esa parroquia, en el sentido de que los promotores de la iniciativa podían pasar a hablar con el párroco. Ante la falta de contestación escrita, eso hicimos tres de los firmantes, que acudimos al despacho parroquial el pasado viernes 29 de febrero.
El párroco alegó una serie desordenada de pretextos para rechazar nuestra petición, que iban desde el intento de desacreditar la misma hasta la supuesta dificultad de integrar la Misa tradicional en el horario de la parroquia. También afirmó que había hablado con el Obispo sobre el asunto, y que V.I. le había indicado que nos diera largas, puesto que ¿según su relato? V.I. le había dicho que la Conferencia Episcopal Española preparaba un reglamento sobre la celebración según el Misal del Beato Juan XXIII.
Como esta situación contraviene tanto el texto del Motu Proprio arriba citado, así como las instrucciones que desde Roma se han venido repitiendo, rogamos a V.I. disponga lo necesario para que a la mayor brevedad Salamanca disponga de un templo (situado en lugar céntrico, para facilitar que todos los fieles que lo deseen puedan acudir) donde se celebre en horario fijo y al menos todos los domingos y fiestas de guardar, la Santa Misa según el Misal Romano de 1962.
Suplica la bendición de V.I. y besa su anillo pastoral

La Santa Misa según los santos (III).

Santo Tomás de Aquino:
"La celebración de la Santa Misa tiene tanto valor como la muerte de Jesús en la Cruz".
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San Francisco de Asís:
"El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el Hijo de Dios aparece sobre el altar en las manos del sacerdote".
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Santa Teresa de Jesús:
"Sin la Santa Misa, ¿que sería de nosotros? Todos aquí abajo pereceríamos ya que únicamente eso puede detener el brazo de Dios. Sin ella, ciertamente que la Iglesia no duraría y el mundo estaría perdido sin remedio".En cierta ocasión, Santa Teresa se sentía inundada de la bondad de Dios. Entonces le hizo esta pregunta a Nuestro Señor: “Señor mío, ¿cómo Os podré agradecer?” Nuestro Señor le contestó: “ASISTID A UNA MISA”.
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San Alfonso de Ligorio:
"El mismo Dios no puede hacer una acción más sagrada y más grande que la celebración de una Santa Misa".
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Padre Pío de Pieltrecina:
"Sería más fácil que el mundo sobreviviera sin el sol, que sin la Santa misa"La Misa es infinita como Jesús... pregúntenle a un Ángel lo que es la misa, y El les contestará, enverdad yo entiendo lo que es y por qué se ofrece, mas sin embargo, no puedo entender cuánto valor tiene. Un Ángel, mil Ángeles, todo el Cielo, saben esto y piensan así".

La Santa Misa según los santos (II).

San Juan Eudes:
"Para ofrecer bien una Eucaristía se necesitarían tres eternidades: una para prepararla, otra para celebrarla y una tercera para dar gracias""Tened por cierto el tiempo que empleéis con devoción delante de este divinísimo Sacramento, será el tiempo que más bien os reportará en esta vida y más os consolará en vuestra muerte y en la eternidad. Y sabed que acaso ganaréis más en un cuarto de hora de adoración en la presencia de Jesús Sacramentado que en todos los demás ejercicios espirituales del día."
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San Cirilo de Jerusalén:
"Así como dos pedazos de cera derretidos juntos no hacen más que uno, de igual modo el que comulga, de tal suerte está unido con Cristo, que él vive en Cristo y Cristo en él."
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San Ignacio de Loyola:
Preparando el altar, y después de revestirme, y durante la Misa, movimientos internos muy intensos y muchas e intensas lágrimas y llanto, con frecuente pérdida del habla, y también al final de la Misa, y por largos períodos durante la misa, en la preparación y después, la clara visión de nuestra Señora, muy propicia ante el Padre, hasta tal grado, que las oraciones al Padre y al Hijo y en la consagración, no podía sino sentir y verla, como si fuera parte o la puerta, para toda la gracia que sentía en mi corazón. En la consagración de la Misa, ella me enseñó que su carne estaba en la de su Hijo, con tanta luz que no puedo escribir sobre ello. No tuve duda de la primera oblación ya hecha"
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El santo cura de Ars, San Juan María Vianney:
“Si conociéramos el valor de La Santa Misa nos moriríamos de alegría”."Sí supiéramos el valor del Santo Sacrificio de la Misa, qué esfuerzo tan grande haríamos por asistir a ella"."Qué feliz es ese Ángel de la Guarda que acompaña al alma cuando va a Misa".
"La Misa es la devoción de los Santos".
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San Anselmo:
“Una sola misa ofrecida y oída en vida con devoción, por el bien propio, puede valer más que mil misas celebradas por la misma intención, después de la muerte.”

"El Papa lo quiere"


Monseñor Bartolucci ha recordado que "Juan XXIII, pese a lo que dicen, era en liturgia de un tradicionalismo autoconvencido y emocionante... Una vez me telefoneó Monseñor Dante, ceremoniero papal, para pedirme preparar el canto del Vexilla Regis para el Viernes Santo. Le respondí: 'Pero si lo habéis abolido'. Y Dante me contestó: 'El Papa lo quiere'. Lo organicé en horas y con gran alegría cantamos de nuevo lo que la Iglesia había cantado durante siglos ese día... Nuestra liturgia plurisecular debemos contemplarla con veneración y recordar que en la manía de 'mejorar' nos arriesgamos a hacer solo daños".