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El selenio: su afinidad con el mercurio

Fuente: http://fishscam.com, 27 de enero 2011

Los científicos nos dicen que las traza de mercurio presentes en los peces, de los cuales nos alimentamos, no son lo suficientemente altos como para suponer un riesgo para la salud. Pero la simple medición de los niveles de mercurio puede exagerar el riesgo hipotético. Otros nos dicen que los grupos ecologistas promueven campañas para fomentar el miedo entre la población. La imagen precisa de las consecuencias sanitarias del consumo de pescado debe incluir otras sustancias que afectan a cómo el mercurio interactúa con el cuerpo humano.

El selenio se presenta en abundancia en el pescado, pero la gente no ha oído hablar de su papel en el rompecabezas del mercurio. Los bioquímicos, farmacólogos y neurólogos que estudian este nutriente nos están ofreciendo una mejor comprensión de su importancia.

En la jerga científica, el selenio tiene una inusual afinidad por el mercurio. En otras palabras, esto significa que cuando los dos elementos se presentan juntos, tienden a unirse, formando una nueva sustancia. Esto hace que sea difícil para el cuerpo humano absorber el mercurio por separado. Así que cuando el mercurio se une al selenio, ya no se encuentra libre para depositarse en algún tejido, como por ejemplo el tejido cerebral.

Los científicos aún están estudiando cómo se produce esa anulación por parte del selenio del mercurio y sus efectos tóxicos, pero compiten por dos teorías dispares.

La idea convencional describe al selenio como una especie de “imán del mercurio”. Si atendemos a esta teoría, una vez que el selenio es digerido puede neutralizar las moléculas de mercurio. En un estudio, investigadores japoneses encontraron que al añadir selenio en la dieta de las aves se produjo una protección completa frente a grandes cantidades de mercurio. Investigaciones llevadas a cabo en Escocia y Filipinas, han concluido que la relación entre el mercurio y el selenio es el de un “antagonismo toxicológico”. Y en los Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental describe al selenio como un elemento que es “antagónico de los efectos tóxicos del mercurio”.

La hipótesis más reciente afirma que el mercurio tiene un papel activo en la relación. Según esta teoría, cuando el mercurio entra en el cuerpo busca al selenio y lo toma del que está presente en la circulación, impidiendo al cuerpo que produzca enzimas que dependen del selenio para realizar sus funciones. Las enzimas son proteínas especiales que controlan las distintas etapas de las reacciones químicas que hacen posible la vida. Si no ha suficientes enzimas basadas en el selenio, las funciones cerebrales y otros órganos pueden verse afectados.

Si bien esto puede sonar aterrador, los problemas sólo se pueden presentar si no obtenemos el suficiente selenio para contrarrestar las trazas de mercurio presentes en el pescado que comemos. Y los peces presentan tanto selenio que esto no es probable que suceda. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha medido los niveles de selenio en más de 1.000 alimentos que consumismos de forma frecuente, y 16 de las 25 mejores fuentes de selenio se encuentran en los peces. El científico de la Universidad de Dakota del Norte, Dr. Nicholas Ralston, es un experto en el selenio y el mercurio. Así es como lo describe:

Piense en la presencia de selenio en su dieta como si se trataran de ingresos y en el mercurio como si fuesen los impuestos que tiene que pagar. Al igual que todos necesitamos una cierta cantidad de dinero para cubrir los gastos de subsistencia, como la alimentación y el alquiler, todos necesitamos una cierta cantidad de selenio… Un estudio ha puesto de manifiesto que los principales efectos negativos de la exposición al mercurio de los mariscos y pescados, es la carne de ballena piloto, pero consumir carne de ballena piloto es algo inusual, Esta carne contiene más mercurio que selenio. Cuando usted consume carne de ballena piloto es como si pagase una factura por 400 y sólo recibiese de ingresos 100, así que de seguir ese camino le lleva a la quiebra. Por otro lado, si consume pescado del mar es como recibir un cheque de 500 y pagar una factura de 25…

Lo que dice el Dr. Ralston es correcto. Los investigadores de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica encontraron que la mayoría de los peces que comemos contienen más selenio que mercurio, de forma significativa. Los productos marinos que contienen más mercurio (Hg) que selenio (Se) son la ballena piloto, el sábalo, el pez espada y algunos tiburones. Los pescados que más se consumen, incluyendo el atún y el salmón, son ricos en selenio.

En el otro extremo de la escala está la ballena piloto, que es con mucho el que más mercurio contiene. Esto nos puede ayudar a comprender por qué los investigadores en las Islas Feroe insisten en que el mercurio de la dieta es lo más perjudicial para los habitantes de las islas. ( En las Islas Feroe se consumen grandes cantidades de carne de ballena piloto) Por el contrario, un estudio llevado a cabo en las Islas Seychelles, donde la gente consume pescado rico en selenio, pero no carne de ballena, no encontró efectos negativos para la salud a pesar de encontrarse pequeñas cantidades de mercurio en el pescado.

Fuentes seleccionadas:

L.Cuvin-Aralar y R. Furness. “El mercurio y selenio Interacción: una revisión”. Ecotoxicología y Seguridad Ambiental. 1990 Oct 10; 21:348-364.

L. Raymond N. y Ralston. “Mercurio: interacciones selenio y consecuencias para la salud.” SMDJ Seychelles y Dental Medical Journal. Noviembre 2004, número especial, vol 7, n º 1.

P. Beyrouty y Chan H.. “Co-consumo de selenio y vitamina E alterado el desarrollo y toxicidad para la reproducción de metilmercurio en las ratas.” Neurotoxicología y teratología. Ene 2006; 28:49-58.

K. Beijer y Jernelov A.. “Aspectos ecológicos de selenio-Interacción de mercurio en el medio marino.” Perspectivas de Salud Ambiental. 1978 Aug; 25:43-5.

Ohi G. et al. “La potencia de Protección de Animales Marinos de carne contra la neurotoxicidad del metilmercurio: Relación con el Órgano de Distribución de mercurio y selenio en la rata. Su” Alimentos y Cosméticos de Toxicología. 1980 Apr; 18:139-145.

Y Sugiura et al. “El selenio protección contra la toxicidad del mercurio: alta afinidad de enlace de metilmercurio por ligandos que contienen selenio en comparación con ligandos que contienen azufre.” Química Bioinorgánica. 1978 Aug; 9 (2) :167-180.

Enlace directo a este Artículo: http://fishscam.com/fselenium.cfm





Testimonio de una madre con un hijo autista

Por Raine Saunders


Si está considerando la posibilidad de vacunar a sus hijos o ya los ha vacunado, lea esta sincera declaración de Vicki y su hijo Charlie, que residen en el Reino Unido.

Este testimonio es una continuación al artículo sobre el doctor Wakefield y la vacuna triple vírica, y quería aquí proporcionar un testimonio de primera mano de una madre que ha estado lidiando con las secuelas de la vacunación y sus efectos secundarios durante los últimos dos años.

Los testimonios de los padres sobre la vacunación de sus hijos tienen un gran valor, porque es una de las pocas maneras de que estas experiencias se conozcan. Los medios de comunicación no difunden esta información con la gente, a menos que sea para difamar y criticar los que los padren dicen.

Es importante señalar que el hijo de Vicki no recibió la vacuna triple vírica, pero está sufriendo de las repercusiones de las dosis de otras vacunas.

En última instancia, los médicos ( y periodistas, como Brian Deer, quien afirmó ante las cámaras que los síntomas de diarrea, estreñimiento y otros no estaban relacionados con enfermedades intestinales) no saben lo que está pasando. Una y otra vez las voces de los padres son calladas en el ámbito de la información sanitaria. Pero ya es hora de que estas voces se escuchen y lleguen a una amplia audiencia. ¿Cuántos de estos padres están contando una historia similar, niños que pierden la movilidad intestinal, o se ven afectados por calambres en el estómago, o presentar dolor y diarrea crónica… o han perdido gran parte de sus habilidades para socializarse, interactuar, responder o comunicar?

Es muy común que la gente haga callar a los que creen que todas las vacunas no son seguras, y que todos debieran tener unas ideas comunes sobre las mismas, sin excepción. ¿ Pero qué pasa con el cada vez mayor número de padres que denuncian una y otra vez los problemas de salud de sus hijos después de recibir una vacuna? ¿Qué pasa con el juicio en el que por primera vez en 2010 una familia recibió una indemnización debido a que su hijo mostraba signos de autismo, relacionándolo directamente con la vacunación?

Muchos padres están aprendiendo por su cuenta, no con la ayuda de los médicos y los profesionales de la salud, a manejar los retos que se plantean en la salud de sus hijos. Pero a menudo se encuentran que hay otros muchos que sufren los mismos problemas, encontrando aquí apoyo y curación.

A diferencia de otros niños, Charlie no recibió la vacuna triple viral, pero desarrolló síntomas de autismo. Lea este testimonio y decida por sí mismo.

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Charlie nació el 14 de agosto de 2007 en el Reino Unido. El embarazo fue difícil ya que presentaba diabetes gestacional (insulino-dependiente), preeclampsia, junto con dolor púbico, prescribiéndome anti-inflamatorios y analgésicos. Yo también utilizaba el método Methly Dopa para la alta tensión arterial desde el inicio del embarazo. Mi hijo nació prematuramente a las 35 semanas de gestación por cesárea, después de haber recibido una inyección de esteroides para madurar la función pulmonar, 3 días antes. (Mi primer embarazo, el de mi hija, fue de la misma duración, naciendo por cesárea a las 36 semanas y con un coma diabético- cuidados intensivos neonatales, oxígeno, ictericia y falta de alimento).

A Charlie se le diagnosticó autismo en abril del año 2010, aunque yo sabía ya desde hacía algún tiempo qué problemas tenía y cuál era el diagnóstico. Pienso que las vacunas le han podido dañar y también haber sufrido una gran acumulación de toxinas presentes en el medio ambiente. A pesar de ser prematuro, se alimentó bien y salió adelante, manteniendo el contacto visual cuando se alimentaba y volviendo la cabeza cuando oía mi voz hasta las 7 semanas de edad. A las 7 semanas se le vacunó contra la hepatitis B, utilizando en la vacuna un conservante con mercurio, el timerosal,en Bulgaria, y desde el día siguiente ya no mantuvo contacto visual, dejo de comer, lloraba todo el tiempo, tenía fuertes dolores en el vientre, con heces sueltas, cambiándole el pañal hasta 10 veces al día ¡y eran horribles!

Dudé durante mucho tiempo que el problema de Charlie fuese la vacuna, pensando que sería una reacción temporal, cuando empezó el periodo en el que los niños empiezan a gatear y luego a caminar. Yo siempre he sido una defensora de las vacunas y se las puse a mis hijos sin preguntar. ¡Cómo habré sido tan ingenua y estúpida! De hecho ha sido desde hace poco que he empezado a pensar que la probable causa del autismo y otros problemas sea la vacuna. Quizás de otras vacunas anteriores a esa. La única que no ha recibido ha sido la triple vírica, y fue por pura suerte, al no incluir el programa de vacunación de Bulgaria, donde vivíamos, esta vacuna, momento en el que regresamos al Reino Unido, cuando ya me había dado cuenta que mi hijo estaba envenenado y ya nos negamos. Todavía estoy luchando contra mi centro médico, pero no hay manera de conseguirlo.

Ahora dicen que las vacunas quizás no sean seguras para un determinado porcentaje de niños. En particular para los niños prematuros y de bajo peso al nacer. También creo que los niños tienen un sistema inmunológico inmaduro y no pueden hacer frente a la agresión se supone una vacuna o una batería de vacunas inyectadas en su cuerpo. También creo ahora que el daño potencial de las vacunas es mayor que el beneficio para salud pública que proporcionan: 1 de cada 40 niños y 1 de cada 90 niñas están diagnosticados con TEA (Trastorno de espectro autista) (estadísticas del Reino Unido). Algo sospechoso ocurre con nuestros hijos.

A medida que Charlie crecía me percaté de que era diferente, y que tenía comportamientos autistas, aunque no pensé que la vacuna fuese la culpable. Y eso a pesar de la evaluación que le hizo la ASD diciendo que era algún tipo de malformación genética. Pero cuanto más investigo, y cuanto más miro hacia atrás en mis notas del registro de vacunación de Charlie y el comienzo de sus problemas, junto con otras historias que leí sobre niños en la misma situación, así como la actuación de las empresas farmacéuticas, las grandes compañías de seguros, la labor de control que ejercen sobre las masas los medios de comunicación, el egoísmo y la corrupción, pues bien, ahora puedo entender que las vacunas pueden dañar a los niños, y que es una triste verdad y lamentable que los Gobiernos sigan vendiendo felizmente lo del interés público y la salud, limitándose a aceptar la vida de estos niños como “daños colaterales”. Encubrir la existencia de este daño es para ellos de suma importancia, para la protección de sus intereses financieros, con miles de millones de dólares en juego, el poder, la corrupción masiva, y derrotarlos en una labor titánica.

Otra cosa que tengo que decir es sobre el lugar en el que estaba situada la casa en Bulgaria, donde vivimos hasta diciembre del año pasado. Trajimos a Charlie a esta casa cuando contaba 7 semanas de edad, la misma semana en que fue vacunado de la hepatitis B, y vivió en este entorno hasta los 2 años y medio. Sólo estuvo en el Reino Unido durante el nacimiento y de recién nacido, y durante el embarazo también vivimos en la casa de Bulgaria. Hace poco, decidimos reformar la casa y buscamos las maderas necesarias para hacerlo y del mismo color que el resto. Como no las encontramos, nos pusimos en contacto con un constructor de Bulgaria, que reformó esta antigua casa, y nos dijo que en estas casas tradicionales se utilizaba aceite usado de los motores para preservar la madera, y que era lo que daba el color a la madera, al mismo tiempo que suponía un ahorro considerable, sobre todo cuando las casas están fabricadas casi enteramente de madera. Así me di cuenta de que habían empleado aceite usado de los motores, que es muy tóxico. Plomo, arsénico, cadmio y aluminio fueron inhalados por la familia entera durante 4 años ( Charlie durante 2 años y medio más el periodo de gestación). Tenemos esa casa en Bulgaria, que no podemos utilizar para las vacaciones y que no podemos vender, ya que no podríamos soportar la idea de lastimar a alguien, quizás algún niño. No tengo ni idea de cómo eliminar los productos tóxicos de esa vivienda… pero la eliminación de los mismos es nuestra prioridad. Supongo que todos estaremos envenenados ( mi hija también presenta síntomas de TDA desde que regresó al Reino Unido, yo estoy enferma de algo inespecífico, que no saben lo que es, y mi marido no puede recordar nada).

Una reciente prueba de la porfirina en la orina indicaba que mi hijo tiene unos niveles muy altos de mercurio en los tejidos corporales, plomo y el arsénico también aparece en los resultados. También hay que señalar que presenta problemas nutricionales y Charlie tiene de forma constante dolores intestinales. No se crea cuando le digan que los niños autistas no tienen dolores, eso no es verdad.

Charlie también ha desarrollado asma este año, pero se creyó que lo más conveniente es que no dependiera de los inhaladores con esteroides. Así que sólo lo utilizamos un par de veces, en situaciones de emergencia.

Me sentí alentada al encontrar otras madres ayudando a sus hijos tomando el control sobre su salud, y esto me dio esperanzas para comprobar los pequeños milagros que día a día se suceden, lo cual nos ha abierto una cierta esperanza para tomar medidas que ayudan a que Charlie mejore. También soy consciente de que la intervención temprana, mientras todavía el cerebro infantil mantiene un nivel alto de plasticidad, es la mayor esperanza para los niños con autismo. Es muy frustrante la lucha por un hijo, y supongo que es lo mismo que sentirán otras madres con un niño con autismo. Estoy intentando todo el día colaborar, y siento fracaso cuando no puedo hacerlo. Ahora tiene momentos muy lúcidos y quiere socializarse con otros niños. Es absolutamente delicioso ver cómo avanza y pronuncia una o dos palabras, o me besa. El 2 de mayo de 2010 comenzamos un nuevo tratamiento con ayuda de otra madre a través de Facebook, consumiendo alimentos sin gluten y sin caseína, con suplementos de enzimas, probióticos y ácidos grasos omega. Probablemente esto no habría sido recomendado por un médico, pero empezó a funcionar de inmediato.

Hemos estado alimentándonos de una dieta con alimentos exclusivamente ecológicos, y desde la enfermedad de Charlie he aprendido lo importante y fundamental que es el alimento para tener una buena salud. Suena obvio, ¿no?, pero en realidad es mucho en relación con las idioteces que se dicen sobre las dietas y la nutrición.

Esta es una nota que escribí sobre Charlie el pasado 2 de junio:

Charlie está empezando a hablar con regularidad, con oraciones de 2 0 3 palabras, y todo su comportamiento obsesivo se ha detenido. Sus juegos son los normales de su edad. Canta, baila, pide las cosas, hace bromas y discute sobre si sí o no con su hermana. Puede leer 20 palabras y tiene un vocabulario con más de 100 palabras. Va controlando el intestino y ya duerme correctamente, durante la noche y otras dos horas durante el día. Aún así, presenta algunos problemas sensoriales y tiene dificultades para responder cuando se le llama o con la vista. Ya no hay síntomas de asma ni alergia, pero aún tiene importantes círculos de color púrpura en los ojos, que se ven pálidos y enfermizos.

En las pruebas se pueden ven las trazas de mercurio (de la vacuna), y de arsénico y cadmio, con los daños posteriores, debido a un trauma inicial producido por la vacuna de la hepatitis B, siendo incapaz de desintoxicarse. Tengo otras pruebas que detallan complejas cuestiones relacionadas con la nutrición, la absorción, la disbiosis intestinal, el sesgo inmunológico y el estrés oxidativo.

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Quiero dar las gracias a Vicky por compartir la historia de su hijo y la lucha en la que la familia está metida. Tengo esperanza de que la gente lea este testimonio y entienda lo que está pasando con la vacunación, que estas sustancias no son inocuas, y que los centros de salud y los médicos no estaán haciendo nada para poner coto a este problema.

Tuve una conversación con Vicki hace poco, el otro día, sobre los padres que llevan a vacunar a sus hijos en Gran Bretaña, y de la falta de literatura existente que explique a los padres los posibles riesgos a efectos secundarios de las vacunas. Aunque los padres en los Estados Unidos reciben una información acerca de los riesgos y efectos secundarios, siempre se presentan como de poca importancia, o que son extremadamente raros. Nunca he oído una advertencia de un médico acerca de la vacunación, o que dé una información completa sobre la vacuna y sus efectos. Como padres, debemos elegir y ser informados, pero es sistema médico nos despoja de estos derechos.

Todo depende de si los ciudadanos actúan y se hacen cargo de esta situación. Debemos hacer oír nuestra voz y seguir trabajando por una educación y el conocimiento de la verdad sobre las cuestiones que nos preocupan.

http://agriculturesociety.com/politics-and-food/charlies-story-from-a-mothers-heart/

Las bombillas de bajo consumo: un peligro por su contenido en mercurio


Por David Derbyshire, 23 de diciembre de 2010

Las bombillas de bajo consumo presentan un problema: los investigadores afirman que pueden liberar cantidades potencialmente dañinas de mercurio en caso de rotura.

Los niveles de vapores tóxicos en caso de rotura de la bombilla puede llegar a ser 20 veces más altos que los límites de seguridad recomendados en zonas de interior, según el estudio.

Las preocupaciones rodean a las lámparas fluorescentes compactas (LFC), el tipo más corriente en Gran Bretaña, que es una versión reducida de las lámparas fluorescentes de oficina.

La Unión Europea pretende la eliminación de la tradicional bombilla incandescente, utilizada durante más de 120 años, obligando a la gente a cambiar por las bombillas de bajo consumo y así satisfacer los objetivos del cambio climático.

Una CFL consume la quinta parte que una bombilla convencional, llegándose a ahorrar hasta 7 libras al año en el recibo de la luz. Sin embargo, los críticos que quejan de que las lámparas fluorescentes compactas emiten una luz “fría y que parpadea”, por lo que algunas asociaciones médicas dicen que pueden provocar ataques epilépticos, migrañas, erupciones en la piel y han pedido que personas consideradas vulnerables no las utilicen.

Las bombillas incandescentes no contienen mercurio, al igual que otras lámparas de ahorro de energía, tales como las LED y las lámparas halógenas. El estudio de la Agencia Federal de Alemania para el Medio Ambiente consideró el peor de los casos en el uso de las lámparas fluorescentes compactas, que contienen 2 miligramos de mercurio y algunas otras llega hasta los 5 miligramos. Ninguna lámpara tenía envoltura protectora y ambos se rompieron al calentarse.

Los científicos del Instituto Fraunhofer Wilhelm Klauditz encontraron que alrededor de 7 microgramos ( hay 1000 microgramos en un miligramo) por metro cúbico es el límite en el aire. Los límites oficiales establecen 0,35 microgramos por metro cúbico.

El presidente de la Agencia Federal de Medio Ambiente Jochen Flasbarth dijo: “ La presencia de mercurio es el lado negativo de las lámparas de ahorro energético. Necesitamos una tecnología que pueda prevenir la contaminación por mercurio”.


El ahorro de energía es positivo y necesario, ya que se alcanza hasta un 80% en comparación con las bombillas convencionales, pero debe ser un producto seguro que no presente ningún riesgo para la salud”.

Durante las pruebas, los investigadores de la agencia del gobierno alemán se alarmaron al descubrir que algunas bombillas no tienen una cubierta protectora y se rompen al calentarse.

Altos niveles de mercurio de midieron a nivel del suelo hasta cinco horas después de la rotura.

Un portavoz de la agencia dijo: “Los niños y las mujeres embarazadas deben mantenerse lejos de estas lámparas por el peligro de que estallen”.


En el cuarto de los niños y otros lugares con mayor riesgo de rotura de las lámparas, se recomienda el uso de lámparas de ahorro de energía que estén protegidas contra la rotura. Sin embargo, el Gobierno del Reino Unidos insiste en que las bombillas CFL son seguras, y que el riesgo a una exposición es mínimo”.

La Agencia de Protección de la Salud dice que la rotura de una lámpara CFL es poco probable que cause problemas. Sin embargo, se aconseja a las personas que ventilen la habitación en la que se ha producido la rotura y desalojarla durante 15 minutos.

También se recomienda el uso de guantes de protección cuando se limpia el área donde se ha producido la rotura, utilizando un paño húmedo y recogiendo los fragmentos de vidrio. El trapo utilizado y los vidrios recogidos deben ser colocados en una bolsa de plástico y sellada.

Las lámparas LFC no se pueden desechar en el cubo de la basura, ya cuando se ha roto o fundido, sino que deben ser consideradas residuos peligrosos y recogidas en un centro de reciclaje.

Un portavoz del Departamento de Medio ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales, dijo: “ Las orientaciones de la Agencia de Protección de la Salud aclaran que el mercurio de las bombillas de bajo consumo no presentan riesgo para la salud de las personas por exposición en caso de que se rompan”.

Amigos de la Tierra dicen que el cambio a bombillas de bajo consumo podría reducir la exposición al mercurio en las centrales eléctricas alimentadas con carbón.

www.dailymail.co.uk/health/article-1340938/Eco-bulbs-health-hazard-babies-pregnant-women-mercury-inside.html