Ale & Hop, un templo cervecero con corazón vegetariano.


Si hace un par de semanas os hablaba de uno de los locales que pudimos conocer con motivo de la escapada a Barccelona por el BBF, hoy es el turno del Ale & Hop, una cervecería situada en las serpenteantes calles del barrio de Sant Pere, Santa Caterina i La Ribera, al norte de la Barceloneta y nordeste del barri Gòtic.


Llegamos allí el sábado a última hora de la tarde, tras una jornada matutina intensa en el BBF y una plácida visita vespertina al Beerstore Barcelona de l’amic Jordi, dispuestos a probar las mil maravillas de su afamada cocina vegetariana, regada, cómo no, con unas buenas cervezas, y es que el Ale & Hop es uno de los locales mejor considerados de Barcelona para estos menesteres.


Rodeado por las intrigantes calles del centro barcelonés, se trata de un local no excesivamente grande, con una estética moderna (incluso diría que algo hipster) pero al mismo tiempo cálido y acogedor. Tiene una pequeña barra con 10 referencias en barril, un par de ellas en bomba de mano, y justo enfrente de la barra poseen una pizarra con una carta de comida no muy extensa pero si cuidada. Más al fondo hay una esquina aprovechada con varias mini-neveras apiladas y cada una con diferentes temperaturas según los estilos de cervezas que contienen: más lupuladas por un lado, espontáneas por otro, petróleos… Y tras subir unos escalones llegas a una zona con varias mesas (y donde entendimos que tanta algarabía se debía a que jugaba el Barça…).


Tras revisar bien las neveras y los grifos nos decidimos por una Lindheim Farmhouse Ale Kriek de barril, rebosante de sabor a cereza, con poca acidez, pero si una marcada astringencia. En botella pedimos una colaboración entre una de mis cerveceras inglesas favoritas y una de las cerveceras suecas más conocidas del mundillo craft, Siren & Omnipollo Näcken, una curiosa hopfenweisse con lúpulos estadounidenses, con mucha presencia de la levadura en el sabor, cítrica y muy refrescante, buena pero lejos de mi querida Schneider TAP5, intratable en precio y en contenido en ese estilo.

Para comer nos pedimos recomendados una adictiva coca de queso azul con cebolla, una hamburguesa mexicana muy sabrosa (hecha a base de alubias negras, con aguacate y salsa picante) y unos nachos con guacamole.

Siren/Buxton, Lindheim y los nachos.

La coca de queso azul, rica, rica...

Seguimos con una Buxton Der Nord Sekt, extrañados por el nombre y la etiqueta, pero más aún por poder probar una Berliner Weisse de factura británica. Lo cierto es que no nos dejó indiferentes, muy ligera, cítrica y seca pero no tan ácida como esperábamos por el estilo. En mi opinión, correcta sin más.



Añadimos al festín otra hamburguesa, en este caso de remolacha (de aspecto escandalosamente atractivo, color rojo intenso y muy rica de sabor), y otra coca en este caso de escalibada (de pimientos, cebolla, berenjena y depende de zonas con o sin tomate). Con esta y la anterior hamburguesa se me quitó el mito de que la comida vegetariana es aburrida, poco atractiva y sobretodo sin sabor. Nada más lejos de la realidad...

Muy buena esta hamburguesa de remolacha, gratísima sorpresa...

Y para cerrar la velada con un buen copón nos pedimos una Siren Broken Dream Jim Beam Barrel Aged, una stout muy sugerente, con intensos recuerdos a barrica de bourbon, pero también caramelo, vainilla y café, con un gran equilibrio por bandera, el alcohol bien escondido (7,3%), y sorprendentemente muy bebible. Una grandísima cerveza.

Y así dimos por cerrada la visita a este local que desde ya os recomiendo muy mucho pese a la algarabía momentánea futbolera, tanto por su excelente comida, como por su cuidada selección de cervezas y también por el personal, en especial por un tipo cuyo nombre no recuerdo y que llevaba una gorra de Pliny the Elder (si alguien sabe el nombre, soy todo oídos… ;-) ).

Así que en resumen estamos ante otro grandísimo local para ir de cervezas y comer bien, que se suma a la atractiva y extensa oferta de bares y tiendas de Barcelona y que en conjunto hacen de esta ciudad sin lugar a dudas una de las grandes capitales europeas para tomar cerveza de calidad en este momento.