Pegatineros de Ituzaingó temen ser abducidos por OVNIS cocainómanos


Tras los crecientes rumores de vecinos del partido conurbanense de Ituzaingó, que dicen haber visto sobrevolar OVNIS sobre sus casas varias noches durante esta semana, la redacción entera de este blog se muñó de una docena de petacas de café al coñac Tres Plumas, se subió al Renault 4L sin asientos que hace las veces de móvil informativo y las veces de reparto de bebidas, y se fue a entrevistar a distintos pegatineros del oeste, que a diario transpiran la brocha gorda por sus inclinaciones políticas, para que nos den su particular opinión sobre los supuestos visitantes intergalácticos.
“Yo los vi, estaba colgado del Puente Saavedra pegando los carteles del Colorado y cuando levanté la cabeza vi primero tres luces blancas, después se sumaron tres más de diferentes colores y se pusieron a jugar un Ta-Te-Ti en el cielo, al rato cayeron unas cuantas más y se armaron un cuatro en línea, fue re loco”, nos relató conmocionadísimo un pegatinero del Pancho De Narváez, por una de las ventanillas sin vidrio del Renault, mientras practicaba el entrismo duro y parejo a una de nuestras petacas para calmar su inquietud.
“El otro día estábamos con el compañero Enrique cargando unos afiches de Vicky Donda en el canasto de la bicicleta y se apareció unos de estos extraterretres. Era como un coso alto que tenía una cabeza con forma de coso, no sé bien como decirte. Bueno, el asunto es que le pregunté al chabón si quería venir a pegatinear con nosotros y el bicho este se re prendió. Y ahí nos fuimos, Enrique en el asiento de atrás, yo manejaba y el extraterrestre se sentó en el cuadro de la bici. Al final terminamos todos re faseados cantando canciones de Dread Mar I, después me dormí y cuando desperté ya se había ido”, nos dijo un militante de base de Proyecto Sur, mientras nos daba una mano para empujar nuestro coche que se había quedado sin batería frente a la estación de Castelar.
“Estamos recontra indefensos, nuestra presidenta tendría que sacar una ley de pegatineros. Todo bien con la Cris, pero encima que laburamos de madrugada, con el fresquete que hace, que nos cagan a pedo si no lo hacemos rápido, que andamos a los tiros para ver quién se queda con las paredes, ¿encima tenemos que bancarnos que aparezcan estos ET a querer llevarnos? Al primero que me venga a romper las pelotas le lleno esa cabeza de sandía de plomo”, aseguró un militante del proyectito nacional y popular, que acababa de aspirarse una bolsa de cal Kanibal y nos sacó rajando porque él no estaba “para esas boludeces”.
“Mirá, yo no vi ninguno, pero te explico, yo laburé con la Alianza y me quedaron debiendo, después con la Hilda Chiche y me quiso arreglar con unas leches del Plan Vida. En el verano había empezado con el primo de Ernesto Sanz y tuve laburo dos meses. Después me pasé a Macri y me dejó de garpe porque se fue a la Capital, ahora estoy hablando con la Stolbizer, pero no tengo nada asegurado. Mirá, si estos marcianos me dicen que pagan posta y ahí en Marte los candidatos no se bajan de las campañas a las dos semanas de anunciar su candidatura, yo largo todo y me voy a la mierda”, afirmó un pegatinero desempleado de Paso del Rey.
“A decir verdad, nosotros no vimos ningún ovni porque trabajamos de día, a la vista de todos, no en la clandestinidad como los demás partidos que se suben en camionetas viejas, que no tienen ni la VTV. Nuestro partido eligió pegar estas calcomanías en las paradas de colectivos para que los votantes vean que se puede hacer campaña sin ensuciar la ciudad”, dijo un casi pegatinero del partido Nuevo Encuentro del Tincho Sabbatella, que encontramos de casualidad en la parada del 395 cuando le preguntamos si conocía alguna gomería cercana.
Si bien el relevamiento que logró este blog no fue muy arduo que digamos porque la labor periodística se vio opacada con los distintos desperfectos de nuestro móvil y la redistribución de alcohol dentro del mismo, al menos tuvimos la suerte, sin saber muy bien cómo, de terminar la jornada en la cabina de transmisión del Club Atlético Ituzaingó, donde hinchas del club se habían reunido a la espera del avistaje de algún OVNI, que según dicen estos mismos hinchas especialistas en la materia, los extraterrestres, en realidad, no vienen a abducir a nadie, sino que la base aérea de Morón se trata del mejor puerto interestelar para cargar los miles y miles de kilos de cocaína que necesitan para hacer funcionar sus naves espaciales.