Éramos uno y uno y luego dos

Si te digo la verdad, no sabría por dónde empezar. Se algolpa todo, recopilar cosas, hacer cajas, coche, deshacer cajas, colocar las cosas, más coche, más viajes... Cambios. Querer hacer las cosas bien. Querer que todo esté en su sitio. Miedo (un poquito).
Pero el tiempo va pasando, y pronto será un mes (aunque sea un mes trampa porque es más pequeño). Nos vamos adaptando, poco a poco. Y los miedos se nos van cayendo, también poco a poco, muy poco a poco. Nos convencemos de que juntas somos mejores y más fuertes (somos tan fuertes tú y yo, somos tan fuertes tú y yo), y a mí me gustaría que me escucharas más cuando te lo digo, pero sé muy bien que ese tipo de cosas no atienden a razones. Todo va a salir bien, tenía razón antes ¿no?, lo demás también saldrá bien, ¿me crees ahora?.
Eras parte de mi vida. De repente formas parte de mi rutina, has multiplicado por mil mi pereza para salir de la cama por la mañana y mis ganas de volver a casa. Como un fin de semana cada noche que muere cada mañana cuando me separo de ti.




Son el calor, hacer el amor
el miedo y la pasión
tanto soñar con esa flor
mezcla de sol y temporal.

El doble filo de un amor real
actores sin guión un mundo teatral
función sin hora de empezar.

Deja el frío y entra en calor
y lo oscuro deje paso al color
no me canso nunca de hablar
porque vivo en el silencio más total
diez años antes era igual.

.... Hay algo más, recuérdame
que hay que ordenar la habitación.

Antonio Vega

Pero no, diez años antes no era igual. Nada era igual antes.