El nuevo patriarca de Rusia, favorable a la Misa Tradicional


Siendo aún Metropolita, unos meses antes de ser electo Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril I (Cirilo I) elogió el motu proprio Summorum Pontificum del Papa Benedicto XVI: "Si bien ésta es una cuestión interna de la Iglesia Católica Romana, yo respondería que, personalmente, considero esta decisión del Papa Benedicto XVI la manifestación de un profundo y auténtico respeto a la tradición litúrgica de su Iglesia... (En la Eucaristía) el cristiano comulga con los santos y formidables Misterios de Cristo, en unión con Dios mismo, cuando se celebra con la piedad y la belleza que merece este sacramento".

"Si una reforma destruye los valores, se llama herejía. Me opongo firmemente a cualquier reforma," dijo, en otra ocasión, a los periodistas en la residencia del patriarca de Moscú antes de la Navidad ortodoxa celebrada el 7 de enero del año pasado.

Dijo que las reformas que dañan la tradición son peligrosas. "La Iglesia es una entidad conservadora como lo es para preservar la fe apostólica a través de generaciones", agregó..El 27 de enero de 2009 fue elegido Patriarca de Moscú y de todas las Rusias. El día 29, al ser preguntado por periodistas dijo «oponerse categóricamente a cualquier reforma» de naturaleza litúrgica y doctrinal..
Fue entronizado el 1 de febrero de 2009 en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú.Fue noticia en julio cuando el Patriarca Kiril (Cirilo) logró que en Rusia se estableciera la educación religiosa, aunque hay que aclarar que sólo se permitieron cuatro religiones: la ortodoxa rusa, la judía, la musulmana y la budista.

El nuevo Patriarca ruso tiene una actitud de apertura hacia la Iglesia Católica y aboga por que ambas iglesias cooperen estrechamente en la defensa de los valores cristianos en Europa, frente a la expansión de otros credos, como el islam. Asimismo ha condenado la intervención rusa en Afganistán y a las denominaciones protestantes que reconocen a las uniones homosexuales, ordenan ministros gay o no condenan el aborto.

Es considerado el artífice del renacimiento de la iglesia ortodoxa en países como Filipinas, Irán, Irak, Corea del Norte, Vietnam; y de la reunificación con la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Exterior, creada por los religiosos huidos tras la revolución bolchevique.

En lo referente a sus palabras sobre el tema de la misa tradicional, el motu proprio -en opinión de expertos- con su reconocimiento de la misa tradicional, nos devuelve nuevamente la riqueza litúrgica católica que manifiesta inequívocamente la teología católica y es, además, afin al respeto y sacralidad de los ortodoxos que conservan, además, la misma doctrina del sacrificio eucarístico que los católicos; mientras que la reforma litúrgica había abierto una brecha con ellos, pues era más del gusto de las denominaciones religiosas derivadas de la reforma protestante que llegaron a decir que desaparecían con ella los impedimentos teológicos y que podrían usar el rito reformado para celebrar lo que denominan la Cena del Señor (pues no creen en la doctrina católica de la renovación incruenta del sacrificio del Calvario -haz click- ni en la presencia real de Cristo, luego de la transubstanciación). Es claro que el rito reformado se construyó sobre una base ambigua, que permitía tanto la interpretación protestante como la de la teología católica del sacrificio, de acuerdo con la mentalidad de cada celebrante. Algo totalmente inusual y sorprendente en la historia de la Iglesia. Hoy ya se habla de "la reforma de la reforma".

Recordemos que la Santísima Virgen en Fátima pidió que el Papa, en unión con todos los obispos del mundo, consagrara Rusia a su Inmaculado Corazón, consagración que no se ha realizado plenamente conforme lo pidió nuestra dulcísima Madre, que prometió que de la misma se derivaría la conversión de Rusia a la verdadera Iglesia: la Católica Romana.

Ciertamente, cuando Rusia (y los ortodoxos rusos con ella) se convierta al catolicismo, la Iglesia y el mundo recuperarán una gran reserva espiritual para bien de la humanidad y de ahí se irradiarán miles de beneficios para la fe verdadera y el crecimiento de la Iglesia Católica. A la conversión de Rusia le seguirá el triunfo del Inmaculado Corazón de María, tal como la Virgen señaló. De ahí la importancia de que recemos diariamente el rosario por esta intención: Pedir que finalmente el Romano Pontífice realice esa consagración de acuerdo con todas las condiciones previstas y requeridas por nuestra Santísima Madre.

La Iglesia Católica, fundada por N.S. Jesucristo, tiene sus maternales brazos abiertos para que vuelvan a Ella todos los cristianos y ocupen el lugar que les corresponde como hijos de Dios; mismo que les está reservado y les está aguardando.