Quizá porque mi niñez sigue jugando en tu playa

O quizá porque su niñez me devuelve un poco la mía, la que disfrazo casi todas las mañanas de persona seria y formal. La que cubro con un velo de timidez que ellos me arrancan con una risa descontrolada. Soy otra a su lado, sacan lo mejor de mí y yo disfruto cada minuto con ellos inventando juegos en los que las baldosas blancas se convierten en agua, nosotros en aviones que tienen que esquivarla y los gatos de la calle en linces agazapados en busca de alimento.
Me va a costar cambiar las zapatillas por los zapatos mañana.


Me encanta el verano



Y te acercas, y te vas
después de besar mi aldea.

Jugando con la marea
te vas, pensando en volver.
Eres como una mujer
perfumadita de brea
que se añora y que se quiere
que se conoce y se teme.

Serrat