El último número de junio del Eurobarómetro (en inglés) se ha dedicado a una encuesta pedida por la Comisión Europea acerca de los campos electromagnéticos (CEM) y la opinión de los ciudadanos europeos. Se realizaron más de 30.000 encuestas y los resultados no son muy esperanzadores para toda la Administración en Europa.
Según la encuesta, el 36% de los europeos cree que las antenas de telefonía móvil afecta bastante a su salud, y el 40% cree que pueden afectar algo su salud. Con lo cual ya hay un 76% de los europeos que considera que las antenas de telefonía móvil sí afectan a la salud. Este porcentaje baja levemente hasta el 73% si se pregunta acerca de los teléfonos móviles y la salud, aunque el porcentaje de los que creen que afecta considerablemente a su salud desciende hasta el 28%. La sensación de peligro es menor con los móviles.
Un 48% de la población está preocupada por los posibles efectos de los CEM sobre su salud y el 63% no está satisfecha con la información recibida, que es bastante escasa. El porcentaje de la población insatisfecha con la información que recibe sube hasta casi el 70% de la población entre los 35 y 54 años.
El lobby de la industria ha trabajado muy bien para tener desinformados a los europeos, siendo Italia y Grecia los países en donde más se quejan por esta falta de información.