Hoy, día del Medio Ambiente, podemos ver cómo la electropolución no existe para los considerados expertos medioabientales.
En entornos locales, por ejemplo IHOBE (agencia de gestión medioambiental dependiente del Gobierno Vasco), aún sigue sin saber nada de la polución de los campos electomagnéticos. Pero si subimos de escala, por ejemplo el Institute for Environment and Sustainability (dependiente de la Comisión Europea), y tratamos de encontrar algo en su buscador relacionado con la "electrosmog" y... no encontramos ningún resultado que coincida con dicho término. Bastante significativo...
Desde luego es algo difícil hacer entender a la Administración que la polución invisible también es POLUCIÓN y que contamina el Medio Ambiente. Acabamos de ver este fin de semana que en Cataluña, afectados por la hipersensibilidad eléctrica (enfermedad reconocida por la OMS), ya están pidiendo zonas libres de electropolución para poder tener una vida digna.
Mientras el lobby, entre otros, de la industria de la telefonía móvil, sigue triunfando con la DESINFORMACIÓN y contenta porque aún la comunidad científica no se ha puesto DE ACUEDO para afirmar directamente la relación causa-efecto entre la hipersensibilidad y las antenas de telefonía móvil. Mientras tanto, los ciudadanos nos defendemos como podemos con persianas metálicas o bien abandonando nuestras casas inundadas por la electropolución producida, entre otros, por esa dichosa antena a menos de 20 metros de nuestras casas...