El contra-post del Barcelona Beer Festival 2014.


Un año (y un mes) después vuelve a llegar el fin de semana del Barcelona Beer Festival, un festival que tanta polvareda ha levantado en numerosos medios: webs y blogs, radio, periódicos, revistas, TV… Esto no puede ser bueno y estoy seguro de que hay alguna razón conspiranoica detrás de tantos posts, artículos, portadas y minutos en prime time… Así que al igual que hice el año pasado, a continuación os dejo unas cuantas razones para que el próximo fin de semana estéis lo más lejos del Museu Marítim de Barcelona.


El clima.

Empecemos por lo más obvio. No quiero se agorero pero ya se sabe los encargados de dar el pronóstico del tiempo no fallan nunca y viendo las previsiones de lluvia para este fin de semana, no se me ocurre nada mejor que quedarse en casa tirado en el sofá viendo refritos en la tele o grandes clásicos del cine como “Sor Citroen” o incluso el gran Alfredo Landa en “Vente a Alemania, Pepe”, obra inspiradora para tantos jóvenes ávidos de oportunidades hoy en día…

Foto tomada de aquí.

Además, eso de conducir con lluvia es muy peligroso, con el temible aquaplanning, el gasto de reponer esos limpiaparabrisas resecos… Y por un segundo imaginar que cae tal aguacero que terminan cortándose los accesos y no podéis escapar de la ciudad, con la poca oferta en todos los sentidos que tiene Barcelona…


La localización.

Foto tomada de aquí.

No hay que ser un lumbreras para saber que el Museu Marítim es de todo menos un lugar indicado para un evento como tal. Bien es sabido por todos las enfermedades que se contraen en alta mar (escorbuto, fiebre amarilla, mono por no tener birra…) así que en ese pozo de infección debe quedar algún resquicio de todo aquello del mismo modo que se esconde el Bretten las barricas de las cervezas lámbicas. Además, siempre se ha dicho que en las Antigues Drassanes Reials (Antiguas Atarazanas Reales) había galeras, pero no de esas que surcan océanos, no, sino esos crustáceos que tan buen sabor dejan en los caldos marineros. Pues bien, el nombre científico de este bicharraco es Squilla mantis, con lo cual ir a este museo te asegura como poco terminar sin cabeza…

No menos evidente es que les Rambles son un sitio peligroso. Pero no por los centenares de robos que se dan a cada hora en cualquiera de sus tramos… Eso no es nada… Lo peligroso es el ataque de corazón que le pueda dar a alguno al pasar cerca de Canaletes, donde los culéscelebran (-mos) los triunfos, o qué decir de los cientos de paradas de La Boquería ofreciendo infinidad de zumos multicolor… ¿Y esas estatuas humanas…? Hablaban mucho del peligro de las paradas de pájaros enjaulados, pero el verdadero enemigo a temer son esas figuras inertes que en ocasiones incluso se mueven… Y por último, y no menos importante: las ramblas son un cauce con caudal temporal u ocasional, debido a las lluvias… (gracias Wikipedia)… Yo no es por nada, pero no quiero volver a mencionar cual es la previsión meteorológica…

Con lo tranquilas que parecen…
Foto tomada de aquí.


La cerveza.

¡Bah! Total… ¿Por más de 340 cervezas vais a moveros hasta Barcelona? Ni ese número ni el poder probar por primera vez esas Lagunitas o Stone de barril, ni toda la serie de las Sinner Series de Amager pinchadas simultáneamente, o las Cantillon, Struise, Mikkeller, Siren, Närke, Magic Rock, infinidad de elaboraciones locales… Incluso aquellos que seáis celíacos o queráis cerveza sin alcohol de calidad… No os dejéis tentar… No!!!



Actividades.

Meet the brewer… Estos modernos se creen que con palabrería yanqui nos van a engatusar… Como si alguien quisiera tener la oportunidad de charlar e intercambiar sensaciones con los responsables de Baladin, Alvinne, Brewfist, De Molen… Lo nunca visto…

Foto tomada de aquí. 

¿Y lo de los maridajes? Estando ya todo inventado con la caña perfecta y el plato de aceitunas, ¿quién quiere disfrutar pasarlo tan mal probando y combinando cervezas con platos que tienen una pinta aparentemente deliciosa pero que todos sabemos que en realidad saben horriblemente mal? ¿O a caso por qué creéies que cerró el Bulli? Eh? Eh? Por no hablar de ese maridaje sensorial… Como si tantos años veraneando en Gandia y los discos de Camela y el Fari destruyendo vuestros tímpanos mientras pedíais una caña “glacial” en vaso de tubo no hubieran sido suficiente maridaje sensorial… Anda ya…!!!

Foto tomada de aquí.


Más allá del BBF.

Es cierto que desde fuera se nos vende que Barcelona tiene una tremendísima oferta en cuanto a cervecerías y restaurantes, con cartas alucinantes tanto para beber como para comer… Nada, no hagáis ni caso… Saben venderse, nada más… Mirad sino como aún se recuerdan los juegos olímpicos del 92 como unos de los mejores… Pero la auténtica realidad dista mucho de ser la que se nos vende al exterior… ¿A qué santo esa campaña de “Barcelona, posa’t Guapa” (Barcelona, ponte guapa) si tan ejemplar es? ¿Y cómo se explica que el pobre RCD Espanyol se fuera de uno de los barrios pijos de la ciudad, Sarriá, hasta Montjuïc, lejos de todo, y no contento terminara en Cornellà-El Prat, cerca del aeropuerto para pirarse a la primera de cambio? Pobres pericos… ¿Y el escándalo del Palau de la Música, o la connivencia del heraldo con el bodorrio indio de diciembre, o Joan Laporta en la sala Luz de Gas, o aquello de las cinco primeras copas de Europa de fútbol amañadas…? Ay no, que esto último fue en Madrid… ;)

Pues eso, que no hagáis caso a Ratebeer porque ni BierCaB, ni Rosses i Torrades, ni AleHop ni todo el enorme etcétera que les siguen merecen la pena. Nada. Hacedme caso. Todo mentira. Ni cerveza, ni comida, ni nada de nada de nada… Todo una tapadera, y Manolo (ex-Freiburg, ahora BierCaB), es el capo de la trama, sino que alguien me explique por qué siempre está sonriendo…

A saber lo que maquina Manolo...
 Foto tomada de aquí.


Así que con todo, espero haberos hecho desistir para que os ahorréis todo ese tiempo y dinero valioso que de otro modo hubierais quemado. Desgraciadamente, y como me han dado una acreditación, creo que lo más justo es que vaya simplemente para cumplir… Realmente no me apetece nada, ni por los amigos, ni por beber tantos birrotes tan poca cerveza, ni visitar locales… Nada… Pero es lo que hay, tengo que hacerlo… Hay que asumirlo… Así que espero que lo paséis muy bien aquellos que podáis libraros del BBF y sobretodo que os apiadéis de mi… Me espera un fin de semana muy duro…

Un fin de semana por Roma (II): Open Baladin y Donkey Punch.


Como bien reza el título, en esta segunda entrada de la escapada a Roma los protagonistas van a ser el Open Baladiny el Donkey Punch - Nel buco del mulo; uno más conocido, resplandeciente y ostentoso con su mega-barra de cervezas, y otro con un aspecto más humilde, pequeño y aparentemente sin tanto interés, pero en ambos casos muy recomendables.


Open Baladin.

Tras hacer un poco de turisteo por el bohemio Trastevere cruzamos el río Tíber para visitar este local situado muy cerca del antiguo gueto judío, a medio camino entre la piazza Navona y el Trastevere. Nos costó un poco encontrarlo ya que estaba en una calle muy tranquila, sin ningún cartel que lo anunciara, y las callejuelas colindantes, serpenteantes y poco luminosas, tampoco ayudaban.

Para que os hagáis una idea del nivel del local, detrás del proyecto se encuentran Teo Musso de Baladin, Leonardo di Vincenzo de Birra del Borgo (de ahí que ambas cerveceras estén ampliamente representadas), y también Gabriele Bonzi de Pizzarium.


Ya en sus entrañas me dejó asombrado su enorme barra con más de 40 grifos y las enormes estanterías de detrás, atestadas de botellas, con una estética muy cuidada y atractiva y cuya estructura se divisaba desde cualquier rincón del enorme local.


A pesar del gigantesco tamaño del local y que el ambiente era bastante animado, nos sorprendió gratamente que fuera más acogedor de lo esperado (quienes queráis más intimidad, ya de vuelta a casa vi que en la plata de arriba tienen varias salas un tanto decadentes pero con bastante encanto). En nuestro caso nos sentamos en la sala grande, en una mesa de los laterales, justo debajo de la pared tipo pizarra donde se anunciaban las referencias pinchadas en barril.

Fragmento de la bonita pared-pizarra.

No tardamos mucho en pedir una Birra del Borgo Re Ale (muy aromática, rebosante de cítricos, cuerpo ligero y muy bebible y refrescante) y una Birra del Borgo Prunus, elaborada como su Duchessapero con cerezas, con lógicos recuerdos a cereza y algo de ciruela también, acidez láctica nada agresiva y bien equilibrada (quizás incluso demasiado para quienes amamos las espontáneas más estridentes).

B. del Borgo Prunus y Re Ale.

Al rato pedimos la carta de comida y tras pedir recomendación nos decidimos por unas hamburguesas que tenían en una hoja aparte, bastante caras (14 euros) pero que me nos alegramos infinitamente de haberlas pedido puesto que terminaron siendo alucinantes, de las mejores que hemos comido nunca. Y ya se sabe, la calidad se paga y un día es un día…

Ma-ra-vi-llo-sas!

Además de las hamburguesas también nos pedimos unas alitas de pollo con salsa de Birra del Borgo Re Ale (realmente muy buenas) y un plato a base de mozzarella de Bufala con tomate (parecido a una ensalada Caprese pero sin albahaca). El queso también era de otro nivel, fresquísimo y con un sabor asombroso.


Para regar el ágape nos pedimos una Birrificio del Ducato Victoria IPA (muy floral y lupulada en nariz, tremendamente fácil de beber con unos insignificantes 3,5% de alcohol, pero algo falta de punchen boca) y Lambratte Quarantott (una doble IPA con la fruta tropical como protagonista, amargor persistente y final seco, bastante corpulenta pero muy rica).

Buenas cervezas con mejores hamburguesas.

Y tras asentar todo el festín cerramos velada con una Baladin Terre, una barleywine maravillosa envejecida en barrica de vino, muy dulce, con mucha presencia de caramelo, toffee, pasas, ciruelas, y un final larguísimo. También nos pedimos una Birra del Borgo Imperiale, una Imp. Russian Stout rebosante de torrefactos, cacao, café, un punto ahumado, corpulenta y con un final también largo. Esta Baladin es de las mejores cervezas de la casa que he probado y también una de las mejores italianas.

Foto muy mejorable, pero la Baladin Terre (derecha) tenía que aparecer.

Y con estos dos copones cerramos nuestra visita a este local cuyos puntos fuertes son su amplísima oferta de cervezas en barril (la mayoría de nivelazo) pero también la comida. En varios bares de Roma comimos muy bien (y eso que desgraciadamente no pudimos visitar uno de los más conocidos, el Bir&Fud, por estar cerrado por reformas), pero en Open Baladin la comida merece una mención a parte. Otro punto a destacar es que antes de la visita, y por las pocas fotos que quise ver, imaginábamos que sería un local más helado, con un ambiente incluso algo snob y para gente pudiente, y aunque estaba lejos de ser el Ma Che Siete, al final estuvimos realmente muy a gusto. En esa sensación también influyó que el personal, en particular la camarera que nos atendió, era bastante agradable y cercano.

Algo que no nos gustó fue que no se indicara el precio de las cervezas ni en la carta ni en la pizarra, algo sorprendente puesto que cada cerveza tenía auténticas notas de cata en la carta, lo cual ayudaba a elegir bien lo que querías, algo que he visto en muy pocos lugares. Aún así, por suerte la cerveza tampoco era tan cara dentro de lo que es el nivel estándar de la ciudad (según compruebo en el ticket, todas costaron 5 euros). Además, en la carta de comida si se indicaba el precio. Otro punto, el precio de la comida, quizás para alguien pueda ser algo negativo, pero por la enorme calidad y por el precio medio que se mueve en la ciudad al menos a mí no me parece ni mucho menos algo negativo.

Así que con todo no dudaría en recomendar muy mucho este local, por la variedad y calidad de cervezas pero también por la enorme calidad de la comida.


Donkey Punch / Nel Buco del Mulo.

Y para cerrar el post de hoy quiero hacerlo con un local situado cerca del Ma Che Siete, en pleno corazón del Trastevere, y que teníamos apuntado como opción de socorro para pillarnos algún bocadillo o sándwich de esos que uno suele tomar deprisa y corriendo cuando el dinero y/o el tiempo escasean. Y así fue como llegamos aquí.


Pero cual fue nuestra sorpresa cuando lejos de encontrarnos con un local de comida rápida en realidad se trataba de un pequeño templo con una carta de cervezas no muy larga pero sí muy cuidada, con bastantes referencias interesantes de micros italianas y también algunas craftestadounidenses o europeas.


Pero tampoco os voy a engañar ni quiero generaros falsas impresiones a quienes podáis visitarlo en un futuro. No se trata más que de un local minúsculo especializado en paninos, pero de verdad, su carta de cervezas en botella era muy destacable y llevan a esta “bocatería” un nivel más allá. De hecho, y sin saberlo, para beber nos pedimos una Lariano La Grigna porque nos hizo gracia el gato de su etiqueta, y ya de vuelta a casa nos enteramos que este año le habían dado el premio a la mejor lager en el Birra dell’Anno justo por encima de mi queridísima Birrificio Italiano Tipopils.

Cerrano jornada a base de paninos y birrotes... 

Además, la buena música (Led Zeppelin, ACDC…) y las pinturas y objetos en las paredes de grupos y cantantes como Freddy Mercury, Black Sabbath, Kiss, Jimmy Hendrix, Lynyrd Skynyrd… le daban un punto extra para quienes amamos este tipo música. Por si fuera poco, al final de la cuenta rezaba la siguiente frase: “let’s rock…” ;).


Así que también os recomiendo este local, por ejemplo tras una visita al cercano Ma Che Siete, ya que allí no sirven comida.


Sale al mercado la tercera Ommegang Game of Thrones.


El pasado lunes salió al mercado la tercera cerveza que Ommegang dedica a la aclamada serie de televisión Game of Thrones (traducido al castellano como Juego de Tronos), basada a su vez en la serie de libros Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin.



Quienes conozcáis los libros o la serie sabréis (espero no haberos sido un spoiler...) que Danaerys Targaryen tiene tres dragones llamados Drogon, Rhaegal y Viseron. Pues bien,  tal y como veis en la imagen anterior, cada uno de estos tres "escupefuegos" son los protagonistas de cada una de las tres etiquetas distintas que adornan esta tercera cerveza llamada Fire and Blood.

Frase que inspira el nombre de la cerveza.

El lanzamiento de esta cerveza coincide con el inicio de la cuarta temporada de la serie de TV en Estados Unidos, que empezará su emisión el próximo domingo 6 de abril.

En cuanto a la cerveza, según Ommegang, está nacida del fuego como los citados dragones, y posee un color rojo oscuro, un perfil maltoso, lúpulos florales y especiados y un marcado sabor aportado por el uso de chiles Ancho y centeno. Tiene 6,8% de alcohol.

Al igual que en las ediciones anteriores también han sacado un vaso personalizado.


Para quien no conozcáis la serie de cervezas, Fire and Blood es la tercera tras Iron Throne, una Blonde con cáscara de limón y granos del paraíso, y Take The Black Stout, una stout con anís estrellado y regaliz.


Al igual que las anteriores, intuyo que será bastante complicado verlas a este lado del Atlántico así que los fans de la serie tendremos que buscarnos las castañas para conseguirlas.


Las mejores etiquetas del mes: Marzo’14.


En numerosas ocasiones os he demostrado mi pasión por el mundo del coleccionismo de etiquetas. Pues bien, despues de que que Antonio Bravo (el diseñador de, entre otras, de las etiquetas de Naparbier) me lo recomendara varias veces he terminado por decidirme en crear una sección para cerrar cada mes en la que trataré de recopilar algunas de las etiquetas que hayan salido al mercado a lo largo de ese mes y que más me hayan gustado por llamativas, ocurrentes, graciosas, estar muy trabajadas o directamente que la cerveza que envuelva tenga algo de especial.

Debido a la gran cantidad de novedades que salen mensualmente estoy bastante seguro de que me dejaré algunas etiquetas interesantes por publicar así que espero vuestras recomendaciones.

Sin más, aquí van las 10 etiquetas que han salido durante este marzo.

Clown Shoes Burnt Caramel.
American Brown Ale. 7%.

Flying Dog & Firestone Walker – Hydra Cuvée.
Blend entre Gonzo Imp. Porter, DDBA, Bravo y Wookey Jack Black Rye IPA. 10%.

Jolly Pumpkin & Anchorage Brewing – Calabaza Boreal.
Belgian ale envejecida en roble y elaborada
con piel y zumo de pomelo, y pimienta en grano. 7%.

Lancaster Hop Buggy.
Amber Ale con centeno, trigo y avena. 5,8%.

Mother Earth & Brasserie du Pays Flammand –
Four seasons of Mother Earth – Printemps. 8,2%.

Naparbier & Lervig – Grønne Straff.
IPA. 7%.

Prairie Jazz Millions.
Farmhouse IPA. 8%.

Stillwater & Aria Resort Casino Las Vegas – Brass Tacks.
Golden ale. 6%.

The Lost Abbey Agave Maria.
Elaborada con agave y envejecida
en barricas de tequila. 13,5%.

Wicked Weed Black Angel.
Sour ale con cerezas envejecida en barricas de Bourbon. 6,6%.


Y estas han sido las 10 etiquetas de marzo. Espero que os hayan gustado y a ver lo que nos deparan las diferentes cerveceras durante el mes de abril.

Descubierta en Cornualles una St. Austell con más de 100 años de antigüedad.


El pasado jueves 20 de marzo unos arqueólogos en Perranporth, Cornualles, estaban tratando de desenterrar el antiguo oratorio de St Piran de las arenas movedizas que lo cubren cuando de repente se encontraron una botella muy antigua de Walter Hicks Ale de la cervecería St. Austell.


Por lo visto la botella data de 1910 y como se ve en la foto fue sacada de la arena en perfecto estado. Como también se puede ver, el tapón de corcho posee una pieza metálica por encima con una esvástica, una característica propia de los primeros tapones de la cervecera que representa el símbolo sánscrito de la elaboración de cerveza y la fertilidad. Hasta la segunda guerra mundial este simbolo se encontraba en muchas de sus botellas pero con la llegada de la segunda guerra mundial y su adopción como una insignia con fines más siniestros fue retirada.


Según James Gossip, gerente del lugar y arqueólogo principal, la botella posiblemente fuera abandonada por un trabajador sediento cuando en 1910 se encerró el oratorio dentro de una estructura de hormigón para protegerlo de la arena y las olas. Posteriormente, en 1980, esta estructura fue retirada permitiendo que algunos objetos de aquellos trabajadores quedaran a la luz.


El archivista de la cervecera St Austell, Chris Knight (en la segunda foto), revela que en el fondo de la botella quedan restos de la cerveza original así que con un poco de suerte se podría saber qué cervezas jugaron un papel importante en la conservación del lugar.


Esta noticia y las fotos han sido tomadas de esta y esta fuente.


Un fin de semana por Roma (I): Ma Che Siete Venuti A Fà y Domus Birrae.


Hoy empiezo una serie de cinco entradas en las cuales espero poderos transmitir el riquísimo y envidiable panorama cervecero que bulle en Roma a día de hoy y así de paso daros unas cuantas razones para que os queráis escapar a la maravillosa ciudad eterna.

Ya sabéis que lo mío no es la brevedad pero aún así voy a intentar exprimir al máximo las experiencias vividas para que os quedéis con lo más destacable. Y es que os doy mi palabra de que todo lo que disfrutamos durante aquel mágico fin de semana de febrero podría dar sin problemas para 8 o 9 post… ;). Sin más espero que os guste.

Ma Che Siete Venuti A Fà.

El primer local del que quería hablar y sin duda el que más ganas teníamos de conocer en Roma. No en vano reservamos un hotel a escasos 100 metros de él para disfrutar tantas veces como nos fuera posible, y de hecho tras descargar los bártulos la primera parada fue precisamente este local, donde fuimos a tomar “una pintita rápida”…


El local era minúsculo, la entrada no debía superar los tres por tres metros, con una barra pequeñísima y varios taburetes. Al fondo y tras atravesar un estrecho pasillo tenían otra sala también pequeña y sin ventanas pero más acondicionada con varias mesas altas y también taburetes, con una tele gigantesca en la que ponían fútbol sin sonido para que se escuchara bien la buena música rock. Bajando unas escaleras tenían otra sala, más íntima si cabe, donde uno podía relajarse tomando unas buenas cervezas.

El fútbol en Ma Che Siete es una religión...

Y os preguntaréis qué tendrá este lugar tan minúsculo para que muchos lo consideren uno de los mejores locales del mundo. Y es que el no tener cocina, o poseer unas minineveras para las botellas o tener un número de grifos (16) inferior al de su “competencia” (Open BaladinBrasserie 4:20...), no parecen razones muy a su favor. Pero no hace falta más que estar un rato allí para darse cuenta del porqué.

Algunos de los barriles y las neveras.

Pero vamos con algunas de las cervezas degustadas de barril. Empezamos con Struise Weltkrieg, una sour ale versión de la Weltmerz con cerezas añadidas, tremendamente refrescante con solo 3% de alcohol. Realmente muy buena, muy ligera, con una marcada acidez pero bien compensada. La siguiente fue Montegioco Bran, rebosante de café, tabaco, regaliz y notas balsámicas, así como un punto de cacao, una textura sedosa muy agradable y una burbuja minúscula y maravillosamente integrada. Una gratísima sorpresa. Tan alucinados nos dejó esa Montegioco que la siguiente que tomamos, esta vez recomendados, fue Montegioco Mac Peated Ale, también de buen nivel, ligeramente ahumada y con recuerdos a turba, muy bebible y nada empalagosa, con una textura sedosa como la Bran. Y con esta dimos cerrada la visita matutina.

Montegioco Bran y De Struise Weltkrieg.
Rica, rica, esta Montegioco Mac Peated.

Coincidió que justo aquel fin de semana, más concretamente durante el sábado y el domingo, se celebraba un evento con las micros italianas Birra Stavio (a algunos quizás os suene de Mediona), Lambrate y Pontino, y varios grifos del local servían las cervezas de estas tres cerveceras. Pero no quiero extenderme mucho con las reseñas de las cervezas que probamos ya que esas tres se ven o se han visto por estos lares en barril o botella, así que solo por parecerme de un nivel realmente destacable no quisiera olvidarme de la Birrificio del Ducato Kiss Me Lipsia, una Gose con el peculiar toque salado del estilo, muy refrescante y ácida, con recuerdos a fruta tipo grosella, me gustó mucho; y por otro lado Extraomnes Tripel, una triple belga con el lógico alcohol evidente y algo especiada pero con el lúpulo europeo más protagonista de lo que suele ser habitual en el estilo.

Bien juntitas estas dos grandes:
Kiss Me Lipsia y Extraomnes Tripel.

¿Alguien quiere una cervecita? Pues a la cola...

Pero volviendo con el local, he de decir que antes de partir y cuando estábamos empezando a planear el viaje me sorprendió bastante leer una crónica en una conocida revista en castellano en la cual lo ponían como “muy sobrevalorado” al Ma Che Siete. Y digo que me sorprendió porque no hizo falta ni estar una hora sentado en uno de sus taburetes para comprobar que tantos halagos, premios y también recomendaciones de amigos eran sobradamente merecidas. Como decía un poco más arriba, el Ma Che Siete no tendrá tantos grifos como otros locales, pero ni falta que le hace… Por un lado quiénes están al otro lado de la barra conocen sobradamente lo que venden (de hecho hace ya unos cuantos años que Manuele montó aquel mítico Mare Di Birra en el que había muchas micros que aún a día de hoy empiezan a sonar por la Península). Pero dejando a un lado el nivel de quien atiende, si nos centramos en las cervezas podemos ver que destacan no pocas rarezas en botella y en cuanto a las referencias pinchadas de barril eran todas de nivelazo: Ghisa de Lambrate, 2 Late IPA de BrewFist, varias Rurale, un par de las británicas Moor… Y qué decir de sus grifos fijos, Birrificio Italiano Tipopils y también Bibock y la alemana Weihenstephan Vitus. Pero es que además continuamente pinchan cervezones de Struise, Siren, Närke

Esto si que es una lámpara... ;)

Así que en resumen, ni es el local más grande, espacioso o cómodo, ni tendrá los interiores tan cool como otros locales de la ciudad y tampoco tendrá tantas referencias en barril, pero todo eso se te olvida en un instante por las personas que están a su cargo, por su selección cuidadísima de cervezas y por el ambiente que se vive dentro y fuera del local. De hecho el Ma Che Sietese sitúa en pleno corazón del que para mí es el mejor barrio de Roma, el bohemio Trastevere. Así que para quienes puedan tener algún tipo de duda sobre él desde ya os digo que las dejéis a un lado porque el Ma Che Siete juega en otra liga. Eso sí, pendiente me queda volver en alguna fecha que no haya ningún evento de por medio, ya que por interesantes que puedan ser esos tapover o meet-the-brewer, nunca termino de disfrutar como me gustaría del local y de quienes lo llevan, y en este caso además al ser tan pequeño no te quedaba otra que beber en la calle si no querías sentirte como una sardina enlatada.


Domus Birrae.

Si el Ma Che Siete es una institución dentro y fuera de Roma, Domus Birraees otro local maravilloso que debería ser ejemplo para muchos.


Se trata de una tienda situada muy cerca de la estación central de trenes, Termini, y sus interiores impactan a cualquiera por novel o experimentado que se sea. Lógicamente se encuentra muy especializado en la amplísima variedad de las micros italianas (en su web se puede ver que tienen más de 260 cervezas italianas pertenecientes a más de 50 micros…), pero también tiene bastantes referencias belgas y estadounidenses, y en menor medida también británicas, danesas, holandesas… con varias ediciones especiales y limitadas.

Uno de sus grandes méritos, al igual que el Ma Che Siete, es que fueron los primeros en trabajar marcas que hoy en día nos parecen tan comunes, tanto de micros europeas como sobretodo estadounidenses. Y solo por eso ya merecen mi más completa admiración.

Otro punto que me sorprendió muy mucho a parte de su extensísimo catálogo fue el propio local en sí mismo, gigantesco, con varias zonas separadas por unas pequeñas escaleras. Nada más entrar a la derecha tenían una zona con ¡6 neveras! con más de 200 referencias diferentes, con lo que eso supone de cara a la buena conservación de las cervezas. Pese al gasto que les pueda suponer me parece un esfuerzo que les honra y les sitúa en el olimpo de los buenos locales. Y además, conozco pocos bares con esa oferta en nevera…

¿Tienda o bar? Sin duda es alucinante...

Más al fondo, tras bajar unas escaleras situadas frente a la entrada, estaban las demás referencias, algunas italianas, pero sobretodo del resto de Europa y estadounidenses.

Un rinconcito muy italiano.

Quizás el único punto en contra, aunque más que del propio local diría que en general de la cerveza en Italia, fueron los precios. La mayoría de las referencias tenían un coste de 4 o 5 euros, y no pocas superaban con facilidad los 8 o 9 euros, algo sorprendente ya que en muchos bares (Ma Che Siete, Open Baladin, Brasserie 4:20…) tenían las pintas entre los 4 y 6 euros, lo cual me lleva a pensar que esta tienda es algo más cara de lo habitual.

A continuación os dejo la compra que hicimos, algunas recomendadas y otras que no dudamos en pillarlas nada más verlas. De izq. a dcha: BrewFist Heimdall; Birra del Borgo/Dogfish Head/Birra Baladin Archeobirra; Montegioco Garbagnina; Extraomnes & Stillwater Migdal Bavel; BrewFist & Prairie Spaghetti Western; Birra del Borgo & Gänstaller Re Alt; Stavio Doc Brown Bock y Rurale Scarliga.


Y entre tantas y tan buenas cervecitas (ya os comentaré qué tal cada una en el post final) doy por cerrado el primer roundcon dos de los “nuevos veteranos” del panorama cervecero romano de calidad, enormes por muchas razones y que sin duda recomendaría mil y una veces su visita.