Las manos se me duermen

A veces un quiché precocinado y calentado a microondas durante 2 minutos se puede convertir en la más romántica de las cenas. De fondo una selección musical de canciones que crean ambiente y delante la chica con la sonrisa más encantadora.
Me encantó el viaje. Me encantas tú.

Algunas canciones deciden por sí mismas convertirse en la canción del viaje (que no tiene por qué ser la canción del verano). En Cuenca fue Réquiem (de Iván Ferreiro), en León fue Verano Fatal (de Christina Rosenvinge y Nacho Vegas), en Lisboa Los Olvidados de Sidonie. Y esta vez la canción del viaje se convierte también en la canción del post-viaje:

Tengo que dejarte o no voy a llegar
Me gusta cuando duermes y odio madrugar
no tienes porqué sentirte mal
Te echaré de menos hoy

Te echaré tanto de menos
Cerraré fuerte los ojos hasta verte
Sólo tengo que esperar
Te echaré tanto de menos
que aunque busque una palabra
no habrá nada que me cure de verdad
Piratas

Escapando

Si este post lo hubiera escrito ayer en lugar de esta noche habría escrito sobre la sanidad pública. Habría dicho que me parece un derecho que nos hemos ganado a pulso. Habría hablado sobre militares que creen que tienen más derecho que los demás, o sobre sus familias, que creen que también lo tienen por simpatía.
Si este post lo hubiera escrito anoche en lugar de hoy, habría contado que me indigna pasarme un día libre en las diversas salas de espera en las que estuve. Habría hablado sobre la mala gestión de los servicios públicos y lo sencillo que me parece a mí que sería gestionarlo.
Pero como ayer se me hizo tarde hablando con Sita XX para contarle lo indignadísima que estaba, lo escribo hoy.
Y hoy no quiero pensar en salas de espera, ni en números, ni en porcentajes de avance, ni en equipos de trabajo, ni en incidencias, ni en despertadores, ni en atascos de primera hora, ni en agobios, ni en reuniones repentinas. Hoy sólo quiero pensar en una sierra, en un coche mañana de camino a la libertad y a la tranquilidad, en abrazos y besos repartidos (entre dos, of course) y sobre todo no hacer planes. Necesito desconectar del todo durante un par de días. Romper con la rutina y distanciarme de casi todo. Necesito un fin de semana sin obligaciones, sólo haciendo lo que nos apetezca a las dos. Necesitamos un tiempo para nosotras. Nos lo merecemos.



If your hands & my hands strolled together around
if they were to make friends we’d be possibly up
to escape from this world, from this no past land.
Russian Red

Y ahora me voy a hacer la maleta, que el ipod ya está cargado de música.

Nieva en Madrid

Miro por la ventana desde el trabajo y no sé si estoy en Madrid o en Suiza.
Cuando ha salido mi sobrino de casa esta mañana ha dicho que no quería pisar la nieve, no se fuera a derretir. Yo pienso que no sé cómo voy a salir de la oficina hoy, que no sé si podré sacar el coche de estas calles y que lo mismo tengo que dejarla (este coche también es chica) aquí abandonada.

Ojalá me condenaran a la niñez
Antonio Vega



Y yo me voy el fin de semana que viene a una casa rural. ¿Estarán de rebajas las cadenas para el coche?
Año de nieves, año de bienes ¿Por qué no?

Todo o Nada

¿Reconocería hoy su voz? ¿La reconocería en una grabación? Si pienso en ella no la puedo reproducir en mi cabeza, han pasado unos 4 años desde la última vez que la escuché. No es poco tiempo. Su voz se me ha debilitado en la memoria pero dejó algo marcado en mí. Algo que me hizo daño mucho tiempo, algo que todavía me lo hace, algo que todavía después de todo este tiempo se interpone un poco en mi relación.
Hace mucho tiempo (mucho más de 4 años) alguien me dijo que me hacía falta que me chuleasen un poco. Decía que yo era muy ingenua y que confiaba en todo el mundo. Por supuesto lo único que le molestaba era que confiase en alguien más que en ella, resultó ser la misma persona que me lo dijo quien me chuleó. Cosas de la vida. Creo que fue la persona que más daño me hizo. Pero seguí siendo una ingenua. Después apareció ella y yo me cegué un poco y sólo la veía a ella, que eclipsaba todo lo demás. Incluso sus mentiras. Me hizo daño también, no tanto como la otra, pero me marcó más. Después no volví a confiar en nadie durante mucho tiempo, me encerré en mi mundo y evité todo lo que me pudiera hacer daño. Y un día decidí que ya estaba bien, que bastaba ya de autocompasión y de pensar que más vale prevenir que curar. Y volví a salir al mundo. Pero sé que no soy la misma, que todavía hoy tengo reacciones estúpidas de vez en cuando que sufre quien menos culpa tiene (como suele pasar) y que tienen una causa clara.

Todo esto viene porque tengo una leve impresión de que la he encontrado en un blog. No estoy segura, pero son demasiadas coincidencias y yo también soy buena atando cabos. No es que me importe demasiado aunque sí tengo que reconocer que tengo curiosidad por saber si es o no, y por saber qué fue de su vida después de mí. Después de nosotras. Después de lo que en su día fue TODO, aunque hoy sea NADA.


Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito "¡Todo!", y el eco dice "¡Nada!".
Grito "¡Nada!", y el eco dice "¡Todo!".
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

José Hierro

Y hasta aquí las vacaciones

Vaya pereza levantarme esta mañana, si es que tengo el sueño cambiado, es lo que pasa después de las vacaciones. En realidad a mí me pasa hasta los fines de semana, que el domingo nunca puedo dormir. Se me cambia el sueño igual que se me cambian los hábitos y las pintas. Ya he tenido que rescatar los zapatitos de su exilio al fondo del armario, los pantaloncitos y las camisas de persona seria y formal.
Pero bueno, yo ya estoy pensando en las próximas, que aunque serán pocos días pienso aprovecharlos muy bien, ha sido lo bueno de la vuelta, ver el mail de Sita XX diciéndome que ya ha hecho los deberes y que ha buscado casita para nuestra escapada. Si es que es un encanto… menos mal que esas cosas no dependen de mí, que según tengo hoy el día de productivo a saber dónde acabaríamos.

Y hasta aquí el 2008

Pero no voy a hacer repaso del año, aunque lo mismo no me iba mal hacerlo. Si lo pienso no ha sido malo: casa nueva, coche nuevo, sobrina nueva y 12 meses compartidos con una tía genial. Pero a pesar de todo me siento derrotada, hoy me miro y me parece que fracaso en todo, vuelvo a sentir esa sensación de estar un poco de más en todas las partes y puede que no sea justo pero es así. Esta noche a disfrazar mi cara de sonrisa y a cenar con gente que no soporto simulando que me caen estupendamente. Un poco más de hipocresía. Total, yo tampoco les caigo bien y también disimularán como si no nos conociésemos ya todos.
Este año me falta la San Silvestre, el año pasado me apunté y al final no corrí porque no me encontraba bien, este año ni me he apuntado... el año que viene ¿qué? Lo echo de menos, echo de menos comer pronto hoy y ponerme la camiseta y pensar que me voy a helar de frío pero que me lo voy a pasar de vicio y llegar corriendo a casa a cenar pensando en lo bonito que es Madrid.

En fin, que me gustaría acabar el 2008 con otro ánimo, pero así está el tema hoy. La canción, una vez más, la de Mecano, porque aunque este año tengamos una más para acompañarnos con las uvas (aunque probablemente esté durmiendo a eso de las 12 o peor... puede que esté llorando) yo seguiré echando de menos a esa persona que siempre nos explicaba cuándo los cuartos se convertían en campanadas, la persona que siempre hacía que empezásemos a comer las uvas antes o después de tiempo y que fuera imposible acabarlas porque nos atragantábamos con la risa, quizá lo que da buena suerte no sea comerlas todas sino no empezar el año riendo. Ojalá estuviera aquí ahora.



Y aunque para las uvas hay algunos nuevos
a los que ya no están echaremos de menos
y a ver si espabilamos los que estamos vivos

y en el año que viene nos reimos
Mecano

¡¡¡Feliz 2009!!!

Consumismos

En mi lista de cosas a hacer en estas vacaciones le faltaba una: Ir de compras. ¿crisis? ¿dónde está la crisis? Vaya panzada de tiendas me he pegado, eso sí, ya está casi todo comprado. A mí me gustan los reyes, no Papá Noel (que encima no se decide por un nombre el tío pesado), me hace ilusión dar regalos y sé que es una fiesta consumista y que es de tontos gastarse una pasta en algo que una semana después costará un 40% menos si estás espabilada. Será que yo nunca lo estoy.
Pero hoy no tocan compras, bueno, tocaron esta mañana pero no por la tarde porque hoy nos vamos de concierto (que diría la habitación roja)

La canción de hoy tenía que ser de Quique González, para ir empezando desde por la tarde. Y he estado pensando cuál poner, siempre es difícil quedarse con una, pero he encontrado una que me ha hecho recordar un día de Junio en el que llovía como la madre que lo parió. Y me echo mis cuentas y resulta que va ya más de año y medio y me encanta seguir descubriéndola cada día un poquito más y que no se acabe nunca (la frase no es mía, la copié pero no voy a decir a quién porque no sé si quiere que lo diga, si me lee y lo quiere, que me lo diga y yo pongo un link, una nota o whatever).


Y te vi bailar bajo la lluvia
y saltar sobre un charco de estrellas
te vi bailar bajo la lluvia
esperando la luna llena
Quique González