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Jarabe de maíz: más fructosa de lo que se pensaba



Tom Laskawy/ 28 de octubre de 2010



Resulta que la cantidad real de fructosa presente en el jarabe de maíz de los productos alimenticios es un dato que nunca se ha dado oficialmente, pero acaba de conocerse. Y es una sorpresa, incluso para los más escépticos. El jarabe de maíz no es muy sano, según acaba de ser demostrado por un grupo de investigadores de la Universidad de California del Sur, que decidió analizar distintas marcas de refresco, incluyendo Coca-Cola, Pepsi y Sprite, con objeto de determinar su contenido en azúcar y composición exacta. Encontraron que el jarabe de maíz en la mayor parte de los casos contiene más del 55% de fructosa, en el caso de las tres marcas citadas, la fructosa supera el 65%.

Uno de los principales argumentos contra el empleo del jarabe de maíz por parte de la industria era el alto contenido en fructosa, enemigo público número 1 contra la salud, siendo el jarabe de maiz y el azúcar de mesa químicamente similares. Los fabricantes han dicho una y otra vez que el uso más común del jarabe de maíz es en los alimentos procesados, con un contenido del 55% de fructosa y el 45% de glucosa – no difiere significativamente la fructosa del azúcar blanco-. Este es un acalorado debate que se dirime en el campo de la química.

¿Por qué es importante este nuevo estudio? Pues porque se ha puesto de manifiesto que la fructosa es particularmente perjudicial para la salud humana. A diferencia del exceso de glucosa, que pasa a través del tracto digestivo y se excreta, sin embargo, el 100% de la fructosa que se consume es absorbida por el hígado. Una vez allí, se produce una mayor deposición de grasa en la cavidad abdominal y un aumento de los niveles de triglicéridos en la sangre, que son factores de riesgo para las enfermedades cardíacas y la diabetes. Así que, si se consume el jarabe de maíz presente en los 53 galones de refresco que de promedio se toma un estadounidense al año, aumenta el consumo de fructosa en comparación con el azúcar de mesa, con lo que pueden aumentar los problemas de salud.

A veces descartamos los temores sobre el jarabe de maíz cuando nos convencemos de que es sólo azúcar con un nombre diferente, pero ahora hemos aprendido que el jarabe de maíz, muy utilizado en los refrescos, y que para muchas personas es su mayor fuente de consumo de jarabe de maíz, es diferente, y de la peor manera posible: tiene un alto contenido en fructosa. Este es uno de los sucios secretos guardados hasta ahora por cierta industria de la alimentación, y no lo han podido saber los bebedores de refrescos, con su dosis extra de fructosa.

Tal vez sea un fenómeno reciente, o tal vez los productores de jarabe de maíz hayan estado realizando esta mezcla de fructosa durante décadas. Este estudio ha llamado la atención del nutricionista Marion Nestlé. Anteriormente era uno de los críticos más feroces contra los que vilipendiaban el uso del jarabe de maíz, y ahora tal vez los medios de comunicación empiecen a hacer algunas preguntas sobre el jarabe de maíz y si de es inocente de todos los cargos, o es sólo el gusto por lo dulce el culpable de nuestros males. Veremos qué contesta la Asociación de Refinadores de Maíz.

Así que si usted pensaba que se tomaba una Coca-Cola mexicana con su burritos, fabricada con azúcar de mesa (sacarosa), no con jarabe de maíz, tal vez prefiera un vaso de agua fresca. Los investigadores de la USC no han encontrado sacarosa en la Coca-Cola, sino glucosa y fructosa. Toda la Coca-Cola mexicana se está fabricando con jarabe de maíz, que sus fabricantes han divido por alguna razón en sus componentes: glucosa y fructosa”, dice Nestlé.



Tom es un escritor y consultor de medios de comunicación y tecnológicos que piensa que hay que hacer algo para evitar la destrucción del planeta.



http://foodfreedom.wordpress.com/2010/10/28/what-a-‘sweet-surprise’-hfcs-contains-more-fructose-than-believed/