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La carrera por las calorías y desigualdad económica

por Hysjulien Liam / 26 de febrero 2011

En un estudio realizado el año pasado por los profesores Dan Ariely y Michael L. Norton, titulado apropiadamente “Construyendo una América mejor”, aprendimos que los estadounidenses tienen una idea muy vaga de los ingresos medios de este país y la gran disparidad entre los mismos. Los expertos nos dicen por la televisión que existe un creciente sentimiento de “envidia de clase” o una mordaz “lucha de clases”, y se difunde por nuestro paisaje cultural. Estos mismos expertos lamentablemente ignoran el más simple de los hechos: los salarios han permanecido estancados durante las últimas tres décadas, mientras que los precios de los productos básicos han aumentado de manera constante (aunque la actual recesión ha desacelerado la subida de los precios). En el último par de semanas, los medios de comunicación han descubierto que los precios de los alimentos, tanto a nivel nacional como mundial, están aumentando, y también se esperan que lo hagan durante el próximo año. El incremento en el precio de los alimentos ya fue previsto por la FAO el verano pasado, cuyas explicaciones parecen encajar en cualquier narrativa ideológica de cualquier experto mundial. Para la extrema derecha, el programa de flexibilización cuantitativa de Bernanke es el culpable del aumento del precio de los alimentos -independientemente del hecho de que el precio de los alimentos estuviese aumentando antes de su entrada en vigor. Los halcones del libre comercio acapararon los cereales de distintos países, y en su mente está considerar la prohibición de exportar productos alimenticios como una contribución al aumento de los precios. Los ecologistas citan el cambio climático global que afecta a la producción agrícola, a los incendios, especialmente intensos en Rusia, y los efectos de la peor sequía de los últimos cuarenta años en China. Y por últimos, los críticos de los biocombustibles ven el uso del maíz para piensos, sin duda diferente del maíz consumido por las personas, como el causante de un descenso en el nivel de reservas de maíz, provocando alzas en los precios. La crítica que hace Glenn Beck es parcialmente correcta y Sheila Vázquez realiza una excelente critica sobre los problemas mencionados.

En lugar de centrarme en los mecanismos que hay detrás del alza en el precio de los alimentos, me gustaría ver lo ajenos que somos, o por decirlo en términos económicos, lo asequibles que somos a no comer de forma saludable en los Estados Unidos. Si bien no me atrevo a emplear con toda crudeza el término “crisis de obesidad” ( debido sobre todo a sus connotaciones peyorativas), no importa cómo miremos las cifras: los estadounidenses están sufriendo una crisis poco saludable en su alimentación. Estamos tomando demasiadas calorías, ganando cada vez más peso, consumiendo muchos alimentos elaborados, con alto contenido en azúcar, con alimentos muy ricos en grasas, muy nutritivo todo, pero muy deficiente en los alimentos.

En el año 2007, en un artículo en el New York Times, Tara Parker-Pope, dice que “una dieta de 2000 kilocalorías diarias costaría solamente 3,52 dólares, si fuese comida basura, en comparación con los 36,32 dólares para una dieta con menos carga calórica” ( Parker-Pope, 2007). El problema de muchos movimientos actuales sobre alimentación es que se basan en un modelo racional, lo que equivale a decir: “si se ofrecen a los consumidores los hechos, entonces estos tomarán la decisión correcta”. Y aunque es un sentimiento que nos parece bien, que podemos dar a las personas información sobre una alimentación adecuada, sobre los riesgos de la obesidad infantil, la importancia de una comida equilibrada, continuarán comprando alimentos que no se corresponden con los principios básicos de la nutrición. Y parte de este problema está relacionado con la compresión de la relación entre la comida y la adicción, y por otra parte en el hecho simple de que es más barato obtener la misma cantidad de calorías con patatas fritas que consumiendo manzanas. Para decirlo términos políticos, ¡son las calorías, estúpido!

En el último informe de la USDA. “Cuánto cuestan las frutas y las hortalizas”, de Stewart y adl., se dice que un adulto con un dieta de 2000 calorías podría consumir frutas y verduras con un coste por término medio diario de entre 2 a 2,50 dólares. Independientemente de que los estadounidenses consuman un promedio de entre 2800 a 3200 calorías al día, la baratura de las cantidades citadas parecen indicar que el problema de los norteamericanos para no consumir las cantidades adecuadas de frutas y verduras tiene menos que ver con cuestiones económicas que con un problema de elección personal. Si bien no niego que la elección del consumidor desempeña una importante papel en conducta en la alimentación, mirando estos números, y teniendo en mente el estudio de Ariely y Norton, se arroja algo de luz sobre el coste real de las frutas y verduras. Para una familia de cuatro personas consumir diariamente 2000 kilocalorías por personas supone un coste semanal en frutas y verduras de unos 70 dólares, que hacen un total anual de 3600 dólares. Ahora vamos a fijarnos en esos 3600 dólares anuales y tengamos en cuenta que los ingresos medios de los hogares estadounidenses son de 44.000 dólares anuales. Si empleamos los datos de Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, en los que se dice que los estadounidenses gastan de promedio el 10% de su salario en alimentos, según el informe de la USDA el 80% de los 4.400 dólares debieran estar destinados a la compra de frutas y verduras.

La realidad es que en este país se tiene muy poca idea de lo mucho que la gente hace y de lo que cuestan las cosas. Si volvemos al artículo antes citado del New York Times, le costaría a una persona 1284 dólares (5139 dólares para una familia de cuatro miembros) por año comer diariamente 2000 calorías con comida basura y 13.140 dólares (52.000 dólares para la misma familia) comer la misma cantidad de calorías de forma más saludable. Entonces habría que decir que los estadounidenses tendrían que gastar más dinero en comida, pero la realidad es que no parece que esto sea probable. En lugar de aumentar los precios, lo que vamos a ver en el fondo es una carrera de calorías, ya que los salarios están estancados, lo que lleva a la gente a obtener calorías de la forma más barata, con menos alimentos nutritivos, que en definitiva es lo que paradójicamente es “el hambre de la obesidad”. Si realmente queremos resolver los problemas de la alimentación en los Estados Unidos, debemos ser más conscientes de las crecientes desigualdades económicas.

Lyam Hysjulien es un estudiante de posgrado de Sociología en la Universidad de Tennessee en Knoxville. Sus áreas de estudio son Teoría de Sistemas en Alimentación, sostenibilidad alimentaria, política alimentaria, agrícola y proyectos urbanos. Sus trabajos aparecen en blog políticos, como debe ser.

http://dissidentvoice.org/2011/02/the-coming-crisis-of-op-ed-food-the-cheapness-of-eating-expensively/



FAO: nuevo récord de presiones alcistas en precios de alimentos

Roberto González Amador, 4 de febrero de 2011


México.- La presión al alza en el precio de los alimentos no cede, aseguró este jueves la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que reportó un nuevo récord de cotizaciones altas en enero.

“Los gobiernos del mundo desarrollado han optado por hacer acopio de productos alimentarios como cereal, arroz y azúcar, en un intento por contener el descontento social y desalentar compras provocadas por el pánico y la inflación, reportó Ole Hansen, especialista de materias primas de Saxo Bank.”

Este jueves, la FAO reportó que los precios globales de los alimentos llegaron a un nivel récord en enero. Añadió que el mal clima de las últimas semanas podría presionar más el costo de la comida, tema que ya se convirtió en uno de los factores detrás de las protestas en Medio Oriente. El organismo informó que su índice de precios de alimentos llegó el mes pasado al nivel máximo, desde que comenzó a ser elaborado en 1990. Incluso, ya superó el récord previo de junio de 2008.

El índice mide los cambios mensuales en los precios para una cesta de alimentos compuesta por cereales, semillas, lácteos, carne y azúcar. En enero pasado acumuló siete meses seguidos de alza.

“La nueva cifra muestra claramente que la presión al alza sobre los precios mundiales de los alimentos no cede. Estos altos precios probablemente persistan en los próximos meses, mencionó Abdolreza Abbassian, economista de la FAO, en un comunicado.”

Durante la crisis de los precios de los alimentos de 2007-2008, el Banco Mundial estimó que 870 millones de personas en los países en vías de desarrollo pasaban hambre o estaban desnutridas. La FAO calculó que ese número creció a 925 millones.

Suministro, la clave

Una serie de eventos climáticos que afectaron cultivos clave probablemente mantenga la presión sobre los precios de los alimentos, mientras un enorme ciclón castiga Australia, una tormenta invernal mayor azota al cinturón de granos de Estados Unidos y las inundaciones sumergen a Malasia.

La sequía del año pasado en el Mar Negro, las fuertes lluvias en Australia, el tiempo seco en Argentina y el anticipo de una subida de la demanda tras los disturbios en África del Norte y Medio Oriente ya han elevado el precio del trigo a su máximo en dos años y medio.

Abbassian, de la FAO, destacó la condición de los cultivos. “El tema es la situación del suministro”, dijo a Reuters. “El suministro no va a lucir mejor que ahora hasta que sepamos qué está ocurriendo (con los cultivos en los principales productores) más adelante en el año”, opinó.

Tema político central

En Washington, Robert Zoellick, presidente del BM, dijo que el mundo enfrenta una tendencia cada vez más extendida de alzas en los precios de los alimentos y materias primas, y más países deberían tomar conciencia de la necesidad de reducir esta volatilidad, reportó Reuters.

Zoellick llamó a los líderes del Grupo de los 20 (G-20, las principales 20 economías mundiales, que incluye a los países industrializados y en desarrollo, entre ellos México) a “poner la comida primero” para enfrentar el repunte en los precios y una mayor volatilidad que amenazan a los pobres, y aumentan la inflación en los países en desarrollo, principalmente en Asia.

“Vamos a enfrentar una tendencia más amplia de precios de las materias primas en alza, incluyendo los de los alimentos, advirtió el dirigente del BM. ‘Esto puede poner presión, pero también crear oportunidades’, agregó, e hizo notar que las naciones en desarrollo pueden aumentar sus ganancias al incrementar su producción de alimentos para suplir la demanda global.”

El funcionario sostuvo que una mayor demanda de los consumidores, especialmente por azúcar y carne, en las economías emergentes de rápido crecimiento fue un importante factor que impulsó los precios en comparación con la crisis de 2007-2008.

“Creemos que aunque hay diferencias desde 2008, un tema político central que continúa es que parece que este será un año muy duro para los que sufren desnutrición crónica, agregó Zoellick. Destacó que es importante encontrar soluciones prácticas para asegurar que la gente tenga acceso a alimentos nutritivos.”

“El 2008 debió haber sido un llamado para despertar, pero no estoy seguro de que todos los países del mundo que necesitamos que apoyen esto hayan tomado conciencia de la situación, lamentó.”

Desalentar compras de pánico

La economía global se está moviendo hacia un crecimiento mayor, con el aumento de las previsiones de crecimiento económico del Fondo Monetario Internacional (FMI), de 4.2 a 4.4 por ciento en 2011. Pero también ha quedado claro, como definió en un reporte Saxo Bank, que la inflación está subiendo por el aumento de los precios del sector energético y de los alimentos, y parece lista para seguir subiendo durante los próximos meses.

La carne de porcino alcanzó los precios más altos en por lo menos 24 años, después de que el mayor brote de fiebre aftosa en Asia en medio siglo haya sometido a cierta presión alcista la exportación de Estados Unidos y a los precios, mencionó Saxo Bank. Sólo en Corea del Sur se han visto obligados a eliminar cerca de 25 por ciento del ganado para cría a raíz de la enfermedad.

“La subida de los precios de los alimentos ha sido un factor que ha contribuido a la reciente oleada de descontento en el norte de África y Medio Oriente. La consecuencia ha sido que los gobiernos del mundo desarrollado han optado por hacer acopio de productos alimenticios como cereal, arroz y azúcar, en un intento de contener el descontento social y desalentar las compras provocadas por el pánico y la inflación, añadió.”

En enero, el precio del trigo repuntó hasta llegar cerca del nivel más alto de los últimos tres años, y llegó a superar los niveles observados durante el pasado verano de sequía en Rusia, después de que varios países anunciaran compras extraordinarias, apuntó.

El precio de la carne de cerdo llegó en enero a su nivel más alto en un cuarto de siglo. El maíz y el trigo siguen subiendo. El alza en la cotización internacional de los alimentos es uno de los factores detrás de la protesta social en países como Túnez y Egipto, y como consecuencia los países desarrollados comenzaron a hacer un acopio de productos agropecuarios, alertó la FAO en un reporte divulgado en la ciudad de México por Saxo Bank.

http://www.elclarin.cl/web/index.php?option=com_content&view=article&id=235:fao-nuevo-record-de-presiones-alcistas-en-precios-de-alimentos&catid=3:economia&Itemid=4


La escasez de alimentos se convierte en una crisis global

Por Activist Post, 7 de enero de 2010

Por Activist Post, 7 de enero de 2010

La inflación en el precio de los alimentos ha venido y ha venido para quedarse. Lo podemos ver cada vez que hacemos la compra. Productos básicos como el trigo, el maíz, la soja y el arroz han disparado sus precios desde julio de 2010, alcanzando niveles récord. Este aumento en el precio de los alimentos se espera que continúe ante el déficit en su producción, que empezará a pasar factura este año y los próximos.

Este pasado verano, Rusia prohibió las exportaciones de trigo para asegurarse el suministro, lo que provocó quejas de proteccionismo. En Estados Unidos ya se habla de racionamiento en el maíz para producir etanol ante la preocupación de falta de suministro. Todavía no hemos visto nada en términos de proteccionismo en el mercado de alimentos.

La escasez global de alimentos ha obligado a realizar reuniones de emergencia en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en las que se incita a tomar medidas urgentes. Señala que las altas temperaturas son el principal factor que contribuye a la escasez de aliemntos. Sin embargo, la especulación en el precio de los productos básicos es uno de los culpables.

Parece que también la crisis representa una oportunidad perfecta para justificar que los alimentos transgénicos producidos por las multinacionales penetren en los escépticos mercados de Europa y Japón, y que ciertas filtraciones de Wikileaks así lo sugieren. Una cosa es segura: la escasez de alimentos es probable que continúe empeorando, pudiendo convertirse en una crisis mundial de alimentos a gran escala.

A continuación damos 7 razones por las que la escasez de alimentos se ha producido en todo el mundo:

  • 1.- Las condiciones climáticas extremas están influyendo en la alimentación mundial, desde la sequías en el verano y las olas de calor, que asolaron los cultivos de trigo en Rusia, a las catástrofes producidas por las “inundaciones bíblicas” en Australia y Pakistán. Y ahí no acaba la cosa. Un invierno muy frío como complemento y grandes nevadas está afectando a toda Europa y los Estados Unidos. Si ya los cultivos básicos tuvieron unas frágiles cosechas en 2010, puede ser aún más crítica en 2011. Según hemos podido comprobar, las condiciones climáticas extremas es probable que continúen y quizás empeoren los próximos años.
  • 2.- El colapso de las colonias de abejas. The Guardian,informó esta semana que un estudio del USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) sobre la disminución del número de abejas: “ La abundancia de cuatro especies comunes de abejorros en los Estados Unidos se ha reducido en un 96% en sólo cuatro décadas”. Las abejas son las responsables de la polinización de aproximadamente el 90% de los cultivos comerciales del mundo. Si estas cifras fuesen sólo remotamente ciertas, nuestro suministro de alimentos está en serios problemas. Lamentablemente, las multinaciones de los OGM ( Organismos modificados genéticamente) tienen semillas que no necesitan la polinización abierta para producir semillas.
  • 3.- La caída del dólar. La especulación con los productos básicos ha generado una enorme inflación en el precio de las alimentos, produciendo una crisis en las regiones pobres del mundo. El precio de los alimentos básicos se ha disparado a niveles récord, debido principalmente a las razones expuestas, pero también a que los alimentos han pasado a considerarse una inversión en la era del papel sin valor. Debido a estos problemas, la deuda de Estados Unidos está empeorando, y naciones como China y Rusia están dejando caer al dólar como estrategia comercial. Es posible que siga debilitándose la moneda estadounidense, además de arrastrar a todos los precios de los productos básicos.
  • 4.- Medidas reguladoras. Incluso antes de que a la FDA se le diesen amplios poderes para regular los alimentos, con la reciente Ley de Modernización de Seguridad Alimentaria (firmada por Obama a principios de este mes de enero) las pequeñas explotaciones agrícolas están condenadas a desaparecer y quedar al margen de los circuitos comerciales. La ley aprobada pone en manos del Departamento de Seguridad Nacional el determinar la inocuidad de los alimentos, con lo que el cártel de la alimentación podrá afianzar su control sobre la industria alimentaria. Se realizan acciones policiales contra los campesinos sospechosos de no cumplir las regulaciones establecidas. Se utiliza el poder para intimidiar a los pequeños agricultores y dejarles sin expectativas de negocio.
  • 5.- Aumento en el precio del petróleo desde 2008. Los altos precios en el petróleo alcanzaron los 147 dólares por barril, haciendo aumentar también el precio de los alimentos. El precio del arroz se ha triplicado en 6 meses en el periodo de auge del precio del petróleo, junto con otros productos alimenticios. El precio del petróleo influye en el precio de los alimentos en varios niveles: los costes en los cultivos, fertilizantes y pesticidas, cosecha y transporte. Lo que se prevee en 2011: los expertos predicen que el precio del barril de petróleo puede alcanzar los 150 a 200 dólares en los próximos meses. Como 2010 cerró con los precios máximos de los últimos dos años, es probable su aumento. El debilitamiento del dólar también juega su papel en el precio del crudo, y por lo tanto tiene consecuencias en el precio de los alimentos.
  • 6.- Aumento en la contaminación del suelo. La geoingeniería se extiende a gran escala por los Estados Unidos desde hace décadas. Conocidos en los círculos conspiranoicos como “chemtrail”, el gobierno ha reconocido que está realizando este tipo de experimentos, alegando un plan B para combatir el calentamiento global. Los productos químicos utilizados en la pulverización son derivados del aluminio. Está contaminación con aluminio está destruyendo plantas, cultivos, árboles, convirtiendo en estéril muchas tierras de cultivo. Es una coincidencia asombrosa, ¡las multinaciones que producen OGM han patentado semillas resistentes al aluminio para salvarnos!
  • 7.- OGM. Debido a que ciertos estudios muestran que los organismos modificados genéticamente afectan a nuestra salud, varios países han rechazado plantarlos. Por lo tanto, era necesaria una crisis alimentaria para que estos cultivos se convirtiesen en los salvadores. Un cable filtrado por Wikileaks confirma esta estrategia de las multinaciones de los OGM, donde los secretarios de comercio dicen que “ el aumento de los productos básicos podría impulsar una mayor liberalización de las importaciones de productos transgénicos”. (Véase también el cable filtrado en el que se exponen los planes de EE.UU para tomar represalias contra la UE y Francia por su negativa a aceptar los cultivos biotecnológicos). Los gigantes de los OGM ya controlan gran parte del suministro de alimentos, por lo que parece que también pueden manipular el precio mundial de los alimentos.

La ecuación es simple: los alimentos son un producto relativamente estable en cuanto a su demanda. En otras palabras, la gente necesita comer, no importa lo mal que ande su economía. Por lo tanto, la demanda está en función del tamaño de la población. La demanda se mantiene constante, mientras que las causas esgrimidas anteriormente siguen su curso, llevando el precio de los alimentos a crecer, crecer y crecer…

Mientras los organismos internacionales luchan por encontrar soluciones, su energía también podía ser empleada en cuestionarse si este escenario actual de escasez de alimentos no es una deliberada manipulación para obtener más beneficios. En cualquier caso, las persons harían bien en abastecerse de alimentos básicos como inversión, y sobrevivir en caso de que la crisis alimentaria empeorase.

http://foodfreedom.wordpress.com/2011/01/07/7-reasons-food-shortages-will-become-a-global-crisis/