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#IPAday 2013.



Tras un parón de algo más de dos semanas reemprendemos la marcha del blog con una de esas excusas que nos vienen brindadas sin esperarlas pero que no por ello podemos dejar de disfrutarlas. Hablo del #IPAday2013, un pretexto inventado en 2011 cómo no podía ser de otro modo por estadounidenses con el objetivo de que brindemos y disfrutemos al tiempo que compartimos nuestras experiencias bebiendo alguna muestra del que es a día de hoy uno de los estilos más prolíficos a nivel mundial, las India Pale Ale.

Cómo bien sabéis, el parón en el blog se debía a un viaje por Baviera del que os daremos más detalles dentro de muy poco* así que ¿por qué no celebrar esta festividad abriendo una IPA alemana? O mejor aún, ¿por qué no dos? Sí, habéis leído bien, dos IPAs provenientes de un país cerveceramente tan reticente con todo aquello que no sea el pan nuestro de cada día, es decir, las Weissbier, las Helles y las Dunkel Lager, pero que de algún modo aunque menos efusivamente también se está embarcando en la corriente actual capitaneada por el verde y resinoso Don Humulus lupulus.


La primera es la Riedenburger Dolden Sud IPA, cuyo aroma sorprendentemente fresco a lúpulo cítrico así como resinoso recuerda a muchas Pale Ale yankies, pero que en boca se ven desbordados por un torrente de recuerdos a fruta tropical un punto astringente y especiada que recuerda al mango y a la fruta de la pasión, pero también vagamente al níspero y la piña. Toda esta fruta se ve acompañada de fondo por una buena comparsa de notas dulzonas, a bizcocho y caramelo principalmente. Final seco y amargo bien atado, lo cual junto con una carbonatación muy bien integrada y lo mismo para sus 6.8% de alcohol, hacen de ella una IPA realmente fácil de tomar. Una muy grata sorpresa de factura bávara de la que reconozco no esperaba casi nada por otras elaboraciones bio y eco que hacen famosa a la marca.



En segundo lugar dejamos la Baviera más profunda para viajar hasta los alrededores de Colonia, donde se elabora la Fritz Imperial IPA. De buenas a primeras he de reconocer que me sorprendió mucho encontrar un color tan oscuro, pero acercando la nariz a la copa la sorpresa empieza quedar atrás quedando únicamente un enorme gozo para los sentidos: un sinfín de notas a caramelo, toffee así como fruta confitada envuelven abundantes notas resinosas y florales, que junto a la calidez y los vagos repuntes de alcohol hacen recordar más a alguna barleywine estadounidense y apetece más tomarla con calma que darle grandes tragos. A pesar de toda su base maltosa, los 102 IBUs se dejan notar mucho sobretodo hacia el final del trago, dejando la boca como si hubiera recibido un fuerte puñetazo con un lúpulo gigante como guante. Una bomba de lúpulo que a ciegas no hubiera dudado un segundo en adjudicarla a cualquier país menos a Alemania.



Y para acompañar éstas dos cervezas ¿qué mejor que un almuerzo a base de tacos mexicanos? ¿Que por qué? Pues como bien sabréis todas estas cervezas en las que el protagonista es el lúpulo funcionan a las mil maravillas con comidas picantes y rebosantes de sabores intensos como ocurre en este caso con el guacamole, el tabasco, los pimientos jalapeños y el cilantro.



¡Y recordad, aún tenéis todo el día por delante para brindar por el #IPAdayasí que no dejéis pasar esta excusa! ¡Que viva el lúpulo!




(*) A los que os preguntéis cuando verán la luz las entradas del viaje por Baviera os tengo que decir que aún tardarán un poco. Mientras, y con las neuronas trabajando bajo mínimos por culpa de este calor asfixiante, intentaré publicar al menos una entrada por semana antes de entrar nuevamente con las fuerzas repuestas en el mes de septiembre.

Cata de quesos en Beers&Travels.



Una de las cosas más estimulantes que me ha aportado el hecho de escribir este blog, y reconozco que ni por asomo lo imaginaba cuando hace más de tres años me lancé a esta aventura bloguera, ha sido la posibilidad de encabezar unas cuantas sesiones de degustación, las llamadas popularmente catas. En ellas, con la excusa tomar unas cervezas, aprendemos unas cuantas cosas al tiempo que lo pasamos realmente bien.

En la última, que tuve el placer de comandar el pasado jueves en la tienda Beers & Travels, en pleno corazón del barrio del Carmen y pegada a las torres de Serranos de Valencia, tocamos uno de los temas que más disfruto: el maridaje, y concretamente el maridaje con quesos, un mundo realmente maravilloso y con bastantes más puntos afines con nuestra querida cerveza de lo que mucha gente cree.



Ya sabéis que en en este y otros temas las reglas no dejan de ser orientaciones fácilmente quebrantables porque cada cual tiene sus gustos así que simplemente hicimos cuatro propuestas de maridaje pensando en contrastes y armonías que, aunque suene mal que yo lo diga, terminaron gustando mucho.

 

 Arriba y abajo, dos matrimonios reveladores: el queso de leche cruda de cabra Los Corrales con la Galana Albaricoque; y el rico cheddar Isle of Mull, también de leche cruda y con sus ligeras vetas azules, con la lupuladita Stout de Sierra Nevada.



Tras la cata continuamos la velada en Birra&Blues hasta bien entrada la madrugada, pero esa ya es otra gran historia que quedará en el recuerdo de unos cuantos amigos. Solo me queda dar las gracias a todos los asistentes por hacer que un servidor se sintiera tan lleno a todos los niveles, y cómo no, también a los amigos de Beers&Travelspor ofrecerme esta oportunidad, la segunda ya juntos, y por apostar de una forma tan decidida por la cerveza. Parafraseando al gran Bogart diría aquello de “compañeros, presiento que este es el comienzo de una gran amistad…”.


Ternera Stroganoff con Alaskan Smoked Porter.



Con el hígado trabajando bajo mínimos tras un fin de semana épico por Madrid y antes de empezar a narraros nuestras batallitas con los correspondientes post, vamos primero a engrosar la sección de El Lúpulo Cocinero  con una receta en la cual utilizamos Alaskan Smoked Porter (una de las cervezas con más galardones en el GABF) como ingrediente y cómo maridaje.


Ingredientes (6 personas).


Las cantidades indicadas abajo son para unas seis personas aproximadamente, pero en la foto podéis ver los ingredientes para unas tres personas (o dos con mucha hambre...).

- 1 Kg. de una buena carne magra de ternera.
- 2 cebollas medianas.
- 1 chalota picada.
- 225 g. champiñones.
- 36 cl. Smoked Porter.
- 37,5 cl. caldo de carne (ternera).
- 50 cl. nata/crema agria calentada ligeramente (*).
- 500 g. pasta (nosotros elegimos gnocchi).
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- 2 cucharadas de mantequilla.
- Pimienta negra.
- Sal.


Procedimiento.

1. Cortamos la carne en trozos de unos 2,5 cm de lado. En una sartén grande, calentamos el aceite de oliva a fuego medio-alto. Agregamos la carne y la sal al gusto, y salteamos hasta que esté dorada. Retiramos la carne y reservamos los jugos en la sartén.

2. Añadimos la mantequilla a los jugos de la sartén y la cocinamos a fuego medio-alto hasta que burbujee. Entonces añadimos la cebolla y la chalota picadas y salteamos hasta que estén traslúcidas, alrededor de unos 3 minutos. Agregamos los champiñones y salteamos todo 2 minutos más. Añadimos la carne y los jugos que ésta haya soltado en el plato también a la sartén.

3. Mientras tanto, habremos calentado la cerveza en una olla pequeña hasta que empiece a humear. Añadimos el caldo de carne, removiendo hasta que esté todo bien mezclado.

4. Añadimos el caldo a la mezcla de carne y cocemos a fuego lento durante 30 minutos (cubrir la sartén los primeros 20 minutos). Luego agregamos la crema agria previamente calentada y removemos hasta que quede bien integrado. Cocinar a fuego lento, tapado, otros 10 minutos.

5. Finalmente corregimos de sal y pimienta y servimos junto con pasta al gusto. Nosotros elegimos acompañarlo con gnocchi por su textura cremosa y porque son como una esponja al acompañarlos con salsa.



Maridaje.

Si maridar una carbonade flamenca con la misma cerveza con la que cocinas es un éxito asegurado, era de suponer que en este caso el resultado no sería muy distinto. Si además, sacas la receta y el maridaje de un libro que la Reina Lúpula me regaló hace unos meses, es apostar sobre seguro.


Centrándonos en la combinación, el punto seco, torrefacto y achocolatado de la Alaskan Smoked Porter, junto con un amargor persistente pero nada molesto, combinan excelentemente bien con una carne tan salseada y con tanto sabor como lo tiene la carne estofada. Al festín se le suman el punto ahumado nada excesivo, y unos deliciosos recuerdos a panceta, dando el toque de gracia final. Lo malo de la combinación, porque hay algo de malo, es que se termine tan pronto la botella.


Una auténtica delicia de plato que aunque requiere un poco más de trabajo que otras recetas que hemos sacado en el blog, merece y mucho la pena. Si os animáis ya nos direis.


* La nata agria o crema agria no es lo mismo que la crême frâiche, aunque en algunos sitios los tratan como tales. Ésta última es más grasa y sin el punto agrio. La nata agria se puede encontrar en algunos supermercados cómo panna agrao sour cream.