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La contaminación de las aguas del Golfo con bacterias sintéticas

por Michael Edward, 19 de febrero de 2011

http://blueplague.org

[...]

Quizás estemos ante uno de los mayores encubrimientos por parte del Gobierno de los Estados Unidos. Una semana después de aquel 20 de abril de 2010, tras el desastre de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon, los militares y el Gobierno hicieron hincapié en que no se haría nada por parte de British Petroleum, o cualquier otra empresa, sin que fuese aprobado por el Ejecutivo. Supongo que esta decisión fue acordada previamente el 13 de febrero de 2010 en la reunión en la Casa Blanca entre Obama y BP, que fue precisamente el mismo día en el que el Gobierno concedió el permiso a BP para abandonar la explotación en Mississippi Canyon 252, después de la fuga incontrolable de gas y petróleo.

El empleo de bacterias sintéticas puede llegar a alterar toda la biosfera, transformándose en una verdadera guerra genética, pudiendo afectar a gran parte de la población, ya que los genes se pueden transferir horizontalmente de una especie a otra, extendiendo sus tentáculos en silencio a través del agua y del aire…

Lo que está ocurriendo en el Golfo de México no es ni más ni menos que el uso autorizado de bacterias modificadas genéticamente, en lo que algunos calificamos como bio-terrorismo.

¿Quién es nuestro enemigo?¿Quién ha desatado esta amenaza contra la vida?

Nuestro enemigo es quien ordenó el uso de bacterias sintéticas en el Golfo de México con objeto de luchar contra el derrame de gas y petróleo, al que se unen los que también tienen autoridad (Gobernadores), que han permitido a sabiendas del peligro que se corre, aceptando de por medio sobornos para que deliberadamente se mienta a la gente diciendo que los pescados y mariscos del Golfo, sus aguas y su aire, son seguros…

¿Cuáles son son sus armas?

Las armas biológicas usadas se describen a continuación, que por transferencia horizontal de los genes a los microorganismos naturales están contaminando los ecosistemas de una forma muy rápida, incluso cruzando las barreras naturales entre las especies.

Hace una semana, el científico y activista de los Derechos Humanos Dr. Riki Ott publicó que las bacterias genéticamente modificadas se están utilizando en el Golfo de México. Y el Dr. Máximo Sandín, un respetado profesor de Biología de una Universidad Europea, nos confirmó que la transferencia horizontal de genes sintéticos puede producir una “contaminación biológica permanente” en los ecosistemas.

Ya no son sólo los dispersantes, sino que también las bacterias de genoma sintético…. se han utilizado sin pensar en el efecto que pueden tener sobre las poblaciones humanas que viven en el área, y mucho menos en los efectos sobre los ecosistemas. Por lo tanto tenemos que seguir pidiendo que se cese con estas prácticas”, dijo el Dr. Riki Ott, el pasado 10 de febrero de 2011 en radio KALW, de San Francisco, California.

En una entrevista anterior del día 27 de septiembre de 2010, el doctor Ott dijo lo siguiente:

“Hay bacterias naturales (en el Golfo) como la Alcanivorax borkumensis, por ejemplo. El problema es que algunos científicos, tan sabios ellos, han decidido que se puede jugar con los genes presentes en estas bacterias para ver si degradan el petróleo más rápidamente. Por lo tanto, ahora tenemos bacterias producidas por Ingeniería Genética que lo devoran con mayor rapidez. ¿Alguien tiene alguna idea de lo que esto puede significar para las personas? ¿Alguien de la comunidad médica no sabe que estas bacterias Gram-negativas, específicamente la Alcanivorax, una grave infección, por ejemplo de Staphylococcus aureus, resistente a meticilina?”. (http://es.wikipedia.org/wiki/Staphylococcus_aureus_resistente_a_la_meticilina)

Cuatro bacterias modificadas genéticamente en el Golfo

Hay nuevas especies o cepas bacterianas presentes en el Golfo de México que están muy estrechamente relacionadas con la degradación de las moléculas de petróleo y gas natural. Tres de ellas son hidrocarbonaclásticas (degradan el petróleo), mientras que la otra es anaeróbica y se nutre de gas, es especial de gas metano. Todas ellas tienen su genoma modificado genéticamente.

Todas estas bacterias Gram-negativas y presentan una bio-película que las hace resistentes a los antibióticos (http://www.cienciahoy.org.ar/ln/hoy59/bacterias.htm) y pueden colonizar tanto el ambiente como el organismo de las personas. Úlceras en la piel, ampollas, erupciones cutáneas, neumonía, lesiones, hemorragias internas, son todos ellas síntomas de esta infección, producida por bacterias sintéticas con el ADN alterado. Pueden ser responsables de nuevas enfermedades patógenas, donde los actuales antibióticos pueden tener muy poco efecto.

1.- Pseudomonas Alcaligenes, una bacteria Gram-negativa utilizada en los biorremedios, ya que puede degradar los hidrocarburos aromáticos como el benceno o el metano.

2.- Alcanivorax Borkumensis, bacteria Gram-negativa, utilizado también como biorremedio, degradando kidrocarburos como el petróleo.

3.- Oleispirea Antarctica, bacteria Gram-negativa, también degrada hidrocarburos. Sólo está presente en Rod Bay y en Ross Sea, Antártida.

4.- Oceaniserpentilla Haliotis, Gram-negativa, degrada hidrocarburos. Sólo está presente en el Mar de Tasmania, entre Australia y Nueva Zelanda.

“Para que las cosas todavía se pongan algo más difíciles, algunas de la bacterias que degradan el petróleo han sido modificadas genéticamente o realizado en ellas otro tipo de bio-ingeniería para que lo hagan más rápidamente, como Alcanivorax borkumensis o algunas Pesudomonas”, dijo el Dr. Riki Ott, el 17 de septiembre de 2010, en el artículo “¿Biorremedios o Bio-azar? Dispersantes, bacterias y enfermedades en el Golfo”.

Las consecuencias del empleo de bacterias Gram-negativas

La membrana externa protege a las bacterias Gram-negativas de la acción de los antibióticos típicos que normalmente dañaría la membrana externa o la pared celular.

Una bio-película que protege a las bacterias

Las bacterias que viven protegidas por una bio-película tienen por lo general unas propiedades de flotación muy distintas de las bacterias de la misma especie, porque la película que les protege les permite interactuar de diversas maneras. Esta protección aumenta la resistencia a la acción de los detergentes y los antibióticos, lo que puede proporcionar una vía a infecciones crónicas. En algunos casos, la resistencia a los antibióticos puede aumentar unas tres mil veces.

El enorme descenso en el coste en la secuenciación del ADN ha permitido detectar microorganismos capaces de degradar el petróleo, aun cuando representan sólo una pequeña parte de la comunidad microbiana local. Programas de ordenador han sido diseñados para permitir a los científicos realizar búsqueda de secuencias de genes asociados con las enzimas implicadas en la degradación del petróleo. Debido a que los microbios pueden crecer rápidamente… la transferencia de genes se puede producir con gran rapidez.

Los microbios también pueden desarrollar una mayor capacidad para degradar el petróleo. Una de las formas más rápidas es mediante la transferencia horizontal de genes (HGT). Éste es un mecanismo mediante el cual los microbios pueden compartir genes con el resto, de modo que un microbio que posee las instrucciones genéticas para la producción de enzimas que degraden el petróleo puede transferirlas a otros, incluso microbios de diferentes especies, antes incapaces de degradar el petróleo. De esta forma, los microbios que no podían degradar el petróleo y utilizarlo como fuente de alimento han adquirido ahora esta capacidad. La capacidad de unos genes es compartida en gran medida con el resto para fomentar la limpieza de un derrame de petróleo. Aunque el proceso está bien establecido, la medida en que este tiene lugar en un derrame de petróleo se desconoce”. Los microbios y los derrames de hidrocarburos, Academia Americana de Microbiología, Sociedad de Microbiología, Washington, DC, http://www.asm.org.

Referencias adicionales:

Stewart PS, Costerton JW (July 2001). “Antibiotic resistance of bacteria in biofilms”. Lancet 358 (9276): 135–8. PMID: 11463434. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11463434

http://worldvisionportal.org/wordpress/index.php/2011/02/gulf-bioterrorism-silent-deadly- enemy/

Sobre la utilización de bacterias con genoma sintético en el Golfo de México

Por Máximo Sandín, 30 de enero de 2011

Recientemente publicábamos la noticia de que posiblemente se están utilizando bacterias con genoma sintético en el Golfo de México para degradar el petróleo y el gas que se derramó tras el colapso de la plataforma de BP Deepwater Horizon. (http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/01/23/la-introduccion-de-bacterias-sinteticas-esta-produciendo-mutaciones-en-los-microorganismos-naturales-la-plaga-azul-del-golfo/)

Craig Venter, el "creador" de la bacteria con genoma sintético.

En la noticia, de la que es autor Michael Edward, viene a decir que la utilización de estas bacterias podía estar produciendo una mutación en los microorganismos naturales presentes en las aguas del Golfo, y que incluso esa contaminación podía desplazarse a través de la cadena alimenticia y afectar a otras especies, como los peces, e incluso llegar al hombre.

Puestos en contacto con Máximo Sandín, Bioantropólogo y ex profesor del departamento de Biología en la Universidad Autónoma de Madrid, en la que impartía docencia sobre Evolución Humana y Ecología, nos ha enviado el siguiente texto que reproducimos a continuación. Para obtener información sobre sus puntos de vista se puede visitar su página web, Somos virus y bacterias (http://www.somosbacteriasyvirus.com/) Uno de los aspectos que aclara es que no se trataría de mutaciones lo que están produciendo las bacterias de genoma sintético, sino una transferencia horizontal entre las modificadas genéticamente y las nativas de esas aguas.

Máximo Sandín

“ Creo que algunas (más bien muchas) de las actividades de las empresas de “biotecnología” o “bioingeniería” se están convirtiendo en algo cada día más peligroso porque sus prácticas parecen estar completamente a espaldas de los conocimientos científicos actuales. Sus pretensiones de cambiar “genes” a voluntad o de modificar o interferir en los fenómenos naturales están basadas en una concepción reduccionista, simplificada (desfasada) de estos fenómenos que no tiene en cuenta la enorme complejidad que se está desvelando, tanto en el aspecto genético como ecológico. Los genomas modificados genéticamente son muy inestables debido a la forma de conseguirlos (utilizando virus, elementos móviles o plásmidos), por eso se están produciendo fugas de los genes incorporados a los organismos modificados o transgénicos que producen en los ecosistemas una contaminación biológica permanente, cuyos efectos son imprevisibles. Esto ocurre porque en los suelos existen unas numerosísimas comunidades de bacterias y sus virus asociados, llamados bacteriófagos o “fagos” que cumplen funciones, esenciales para el ecosistema, de purificación del agua, degradación de sustancias tóxicas, reciclado de productos de desecho, producción de CO2, fijación de Nitrógeno para las plantas… Se han contado cuarenta millones de bacterias por gramo de tierra seca (y un millón por mililitro de agua dulce) y quinientos millones de virus por gramo de tierra. Estas comunidades tienen, entre sus funciones, el intercambio de información genética mediante plásmidos y virus, estos últimos implicados en el control de la población bacteriana. Por eso, los genes alterados de los transgénicos pueden pasar a otros organismos del ecosistema, como ha sido repetidamente denunciado por científicos prestigiosos e independientes, aunque no suelen llegar a los medios de comunicación. Pero lo que no se pudo ocultar fue el sonado caso, que se produjo en Estados Unidos en 2009, de la transferencia de los genes de resistencia al herbicida Glifosato de Monsanto de la soja transgénica al Amaranto, considerado una “mala hierba” pero que era sagrado para los pueblos originarios de América. El Amaranto resistente al herbicida arrasó 5000 hectáreas de soja transgénica y dejó otras 50.000 prácticamente inutilizables (una especie de “justicia poética”). El problema es que los “genes de resistencia al herbicida”se han quedado, y se seguirán trasmitiendo por el ecosistema.

Todo esto viene a cuento porque las cifras de las comunidades de bacterias y virus en el mar no son menos espectaculares: se han determinado un millón de bacterias por mililitro y diez millones de virus, aunque para algunos científicos estas cifras son conservadoras. Sus funciones son de igual importancia para los ecosistemas marinos. Están en la base de la pirámide trófica en el control de las poblaciones de microorganismos, en la degradación de la basura del mar, en la fotosíntesis y respiración del mar y el intercambio de CO2 con la atmósfera, incluso contribuyen a la nucleación de las nubes…. Y aquí viene la relación de esta larga introducción con la noticia sobre los métodos para luchar contra el flujo de petróleo en el Golfo de México. Las sospechas de que de hayan estado utilizando bacterias con genoma “sintético” o genéticamente modificadas son muy fundadas si tenemos en cuenta que el megalómano Craig Venter está por medio. En una nota de prensa de 2008 se anuncia que “Craig Venter tiene ya un acuerdo de inversión con la empresa petrolera British Petroleum, a través de otra nueva empresa, Synthetic Genomics Incorporated, para el desarrollo de moléculas artificiales que puedan utilizarse en la generación de biocombustibles o que puedan digerir dióxido de carbono”.(El País 25/01/2008). Lo que se está observando no es que los “microbios sintéticos” produzcan “mutaciones” en los microorganismos naturales, porque ese fenómeno podría considerarse como un problema “local”. El verdadero problema es que lo que se estaría produciendo es la trasferencia horizontal de estos genes modificados entre los microorganismos marinos, y eso sería una “contaminación biológica” permanente del mar cuyos efectos a medio y largo plazo no se pueden predecir, pero con toda seguridad serán un grave peligro para el ecosistema marino en toda su extensión. Supongo que habrá que esperar, pero si mientras tanto no se pone freno a estas actividades enloquecidas acabaremos enfrentándonos a un problema para el que no se pueda encontrar solución.”

INFORMACIÓN ADICIONAL

http://www.somosbacteriasyvirus.com/bacterias.html

http://www.somosbacteriasyvirus.com/virus.html


Los enfermos por el derrame de BP piden ayuda en el Golfo de México

Por Dahr Jamail
Periodismo humano


Los habitantes del Golfo de México reclaman al gobierno estadounidense atención médica y apoyo ante las enfermedades que está causando el derrame de combustible de la multinacional British Petroleum (BP).

El hidrocarburo comenzó a diseminarse el 20 de abril, cuando la plataforma de exploración Deepwater Horizon, que BP arrendaba a la firma suiza Transocean, sufrió una explosión y, dos días después, se hundió. Sólo en julio pudo detenerse el derrame.

En una reunión patrocinada esta semana por la comisión nacional que investiga el derrame, habitantes del lugar y líderes comunitarios expresaron sus serias preocupaciones por la crisis sanitaria que generó el desastre. “Hoy les voy a hablar sobre mi vida”, dijo Cherri Foytlin a los dos integrantes de la comisión presentes en la reunión del día 12. “Mis niveles de etilbenceno son 2,5 veces los del percentil 95, y hay muchas posibilidades de que no pueda conocer a mis nietos… Lo que les pido ahora que hagan, de ser posible, es enmendar (su informe). Porque tenemos que recibir atención a la salud”, agregó.

El etilbenceno es una forma de benceno que se hace presente en el organismo cuando comienza a descomponerse. También está presente en el crudo de BP. “He visto a niños pequeños con lesiones en todos sus cuerpos”, dijo Foytlin, cofundadora de Gulf Change, una organización comunitaria con sede en Grand Isle, en el sudoriental estado de Louisiana. “Estamos muy, muy enfermos. Y los muertos están muertos. Así que en realidad no importa si los medios de comunicación vuelven, o si el presidente (Barack Obama) nos escucha, o si los trabajadores petroleros y los pescadores y quienes se dedican a la captura de cangrejos logran alimentar a sus bebés y tal vez tienen una buena Navidad el año próximo…”, manifestó. Frances Beinecke, integrante de la comisión y presidenta del Consejo de Defensa de los Recursos Nacionales, dijo que transmitiría sus preocupaciones a la Casa Blanca.

La comisión, designada por Obama, divulgó su informe final esta semana, luego de una investigación de seis meses sobre el peor desastre petrolero en la historia de la nación. El reporte recomendó una enorme puesta a punto de las fallidas prácticas de seguridad de la industria petrolera en el Golfo, así como la creación de una nueva agencia independiente para controlar las actividades de perforación.

Sin embargo, la mayoría de las 250 personas que estuvieron presentes en la reunión se centraron en la crisis sanitaria que estalló luego del desastre de abril de 2010, dejando a los trabajadores de BP dedicados a su limpieza y también a los habitantes de la zona del Golfo padeciendo enfermedades que atribuyen al combustible y a los dispersantes tóxicos utilizados para sumirlos en las profundidades.

El médico Rodney Soto, de Santa Rosa Beach, en el sudoriental estado de Florida, viene analizando y tratando a pacientes con altos niveles en sangre de productos químicos relacionados con el petróleo. Comúnmente, a estas sustancias se las llama “compuestos orgánicos volátiles”. Aquellos antropogénicos derivados del desastre de BP son tóxicos y tienen efectos crónicos negativos sobre la salud. Soto se ha desconcertado al hallar niveles tan altos de productos tóxicos en cada uno de los pacientes a los que está analizando. “Regularmente encuentro entre cinco y siete compuestos orgánicos volátiles en mis pacientes”, dijo Soto a IPS. “Entre estos pacientes hay personas que no están directamente involucradas en la limpieza del petróleo, así como residentes que no viven directamente sobre la costa. Esto está claramente relacionado con el desastre petrolero”, agregó.

No obstante, organismos gubernamentales como la Agencia de Protección Ambiental, la Administración de Drogas y Alimentos y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, junto con el propio Obama, han declarado que las aguas y playas del Golfo están abiertas al público, por considerarlas seguras, igual que los productos marinos que allí se pescan.

Los residentes del lugar que estuvieron presentes en la reunión se aseguraron de que los dos integrantes de la comisión estuvieran al tanto de la crisis sanitaria que enfrentan. Tom Costanza, de Catholic Charities, en el área de Nueva Orleans, declaró que la región está en medio de una crisis de servicios sociales y enfrenta un proceso de reclamos que está plagado de problemas. “La gente me llama llorando y agonizando. Necesitan atención médica y apoyo para atravesar esto”, dijo.

Ada McMahon trabaja para el Bridge the Gulf Project, un sitio web de periodismo ciudadano que publica artículos sobre las comunidades de la costa del Golfo y abordan temas de justicia y sustentabilidad. “Los temas de salud no resueltos son el mayor problema, junto con el hecho de que los residentes se convirtieron en activistas que van a las reuniones de la comisión o acuden ante (el administrador del fondo para el manejo del derrame de BP, Kenneth) Feinberg para contarles sus problemas de salud”, dijo a IPS. “Quienes pueden pagar los 300 dólares de los análisis de sangre han hallado una alarmante proporción de productos químicos en sus cuerpos, y están haciendo lo que pueden para manifestar sus preocupaciones”, agregó. “Pero sienten que no pueden esperar a que el Congreso (legislativo) u Obama aborden esto, porque necesitan médicos y apoyo ya”, enfatizó.

LaTosha Brown, director del Fondo de la Costa del Golfo para la Renovación Comunitaria y la Salud Ecológica, que trabaja con 250 organizaciones locales, también sostuvo que “la preocupación clave expresada por la comunidad en respuesta al informe es la abrumadora necesidad de acceso a servicios de salud”.
A Stephen Bradberry, director ejecutivo del no gubernamental Alliance Institute, le preocupa que la Gulf Coast Claims Facility, que se dedica a atender reclamos en la zona afectada, no esté aceptando los que tienen que ver con temas de salud, lo que deja a los enfermos sin poder trabajar y sin ningún ingreso con que pagar sus facturas médicas. “Hay moretones y lesiones en la piel (…). Ayer supe de cinco personas que fallecieron en Grand Isle y que no tenían problemas de salud antes de esto. No obstante, no se habló de controlar a estas comunidades”. “Necesitamos un grupo de trabajo separado que pueda centrarse únicamente en analizar, controlar y estudiar los problemas de salud a largo plazo causados por la exposición al crudo y a los dispersantes. Y esto tiene que ocurrir ahora”, opinó.

Fuente: http://periodismohumano.com/sociedad/salud/los-enfermos-por-el-derrame-de-bp-piden-ayude-en-el-golfo-de-mexico.html



Orange Beach: buscando el dispersante químico Corexit



David Ferrara
Actualizado el 13 de octubre de 2010.



ORANGE BEACH, Alabama — Los ingenieros han recogido muestras del agua durante las últimas semanas como una tentativa para aliviar las preocupaciones por el uso del dispersante químico del petróleo derramado en el Golfo de México.

Las pruebas preliminares muestran la presencia de glicol propileno, que se encuentra presente en el dispersante Corexit, pero en niveles muy bajos, no siendo peligrosos para las personas, según Kit Alexander, director técnico de la ciudad. En los pantanos de Cotton se encontraron 66 partes por millón, estando permitidas hasta 750 ppm, señaló Alexander.

El glicol propileno está presente en muchos productos domésticos, y es un ingrediente Simple Green, que también se usa a menudo para la limpieza de los barcos. En los próximos días se deberán recibir los resultados finales de los análisis, dijo Alexander: De este modo sabremos si procede del Corexit o de otro producto utilizado en la limpieza.

El alcalde, Tony Kennon, dice que también se están realizando análisis por si hubiera que interponer un pleito contra BP PLC, compañía responsable de rociar con dispersante en grandes cantidades el Golfo de México, después de la explosión de la plataforma petrolífera el pasado 20 de abril: Nos aseguraremos de tener pruebas. Necesitamos los datos antes de realizar la denuncia.

Los empleados de BP enviaron varias preguntas a Chris Russell, representante de la Agencia de Protección Ambiental estadounidense, implicada en el derrame. Russell dijo que los dispersantes fueron prohibidos.

Robert Naman, un químico que realiza análisis, dijo que una mujer que vive cerca de los Pantanos de Cotton le pidió que tomase muestras de aquel lugar, pues notó algo extraño en el agua. Naman comparte los resultados obtenidos en la ciudad. Naman dijo que encontró 2-butoxyetanol, que es el componente principal de Corexit: yo juraría que todavía rocían las grandes manchas de petróleo que encuentran en las zonas apartadas de la costa, dijo Naman.

Rechazó la idea de que otros productos pudieran haber contaminado el agua con glicol propileno o 2-butoxyetanol: nunca se encontrarían estos compuestos después de la limpieza de un barco. Los pantanos son tan grandes que los diluirían casi al instante.

El gerente de Recursos costeros de Orange Beach, Phillip West, dijo que la ciudad ha recogido más de 300 muestras en 15 lugares distintos, realizando pruebas adicionales en aquellos lugares donde los habitantes mostraban preocupación: sería una sorpresa que no estuviese ya presente en los pantanos. Hay muchos barcos privados que no utilizan los servicios del puerto deportivo. El canotaje puede ser una actividad muy sucia. Dudo que estuviera contaminado antes de la explosión de la plataforma petrolífera.

Pero las autoridades municipales no pueden asegurar si el glicol propileno estaba presente en el agua antes del derrame, porque análisis similares nunca se habían realizado con anterioridad: Los análisis nos sacarán de la preocupación y vamos a seguir recogiendo muestras para comprobarlo.

Durante meses, los habitantes se han quejado de varias enfermedades que podrían estar relacionadas con el derrame de petróleo. La concejala Pattisue Carranza, farmacéutica, ha dicho que cree que las personas se mareaban más este verano que en los anteriores: quiero que la gente sepa que somos conscientes del problema. La gente sana de hoy puede tener problemas dentro de 10 o 20 años, y es algo que tenemos que tener en cuenta cuanto tratamos con BP.

Kennon dijo que estos comentarios de la concejala habían sido imprudentes: Ya nos preocupamos de este asunto antes de que estuviese en el candelero. No creo que esto merme nuestra preocupación. Tenemos una responsabilidad para con la ciudad, presentando las pruebas que tenemos...

http://blog.al.com/live/2010/10/oil_dispersant_subject_of_oran.html